La gente que muere no es inmediatamente consciente de ello. ¿Cómo siente el pecado la persona promedio tras morir?

En este audio (y texto):
– Enlaces al audio: descarga // en ivoox // en spotify
– Enlace al texto:   pdf  (versión 1.01, 3 agosto 2023).
(El texto también está abajo en formato web)

… vemos este tema tan importante, del título, que en gran medida será un factor ─por así decirlo─ que habría condicionado enormemente la historia de la humanidad (es decir, todo este desconocimiento, tan absurdo, sobre lo que realmente pasa al morir, tan absurdo y tan manipulable ─como manipulable es todo miedo, todo lo que se basa en el miedo: miedo a volver a sentir vergüenzas y penas de infancia, rabias, etc.─).

También, complementando lo que vimos aquí:
unplandivino.net/como-siente-el-pecado/
… sobre cómo en general, las personas aún encarnadas, sentimos el pecado (o sea, eso que desarmoniza/degrada nuestra alma)… vemos algunos comentarios sobre el tema pero en el caso de las personas ya desencarnadas («cómo se siente el pecado», en ese caso).

En el audio se trata básicamente de leer la especie de transcripción-traducción que he preparado. Es de una conversación entre Jesús y María Magdalena. Está algo transformada desde el formato de la conversación original, para hacer un texto con un discurso casi continuo, digamos, como si fuera casi un monólogo.

Texto

Índice
– Introducción
– “Transcripción”: Las personas que “mueren” no son inmediatamente conscientes de ello
– “Transcripción”: ¿cómo siente el pecado la persona promedio que ha muerto?
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Introducción

En este texto vamos a ver una especie de transcripción-traducción que he preparado. Es de una conversación entre Jesús y María Magdalena. Está algo transformada desde el formato de la conversación original, para hacer un texto con un discurso casi continuo, digamos, como si fuera casi un monólogo. (nota 1) En el texto hay algunos paréntesis que son añadidos míos para, por ejemplo, aclarar, parafrasear, completar, etc. (aunque el texto en sí ya puede contener a veces una pequeña elaboración o parafraseo, pero en general es muy literal).

“Transcripción”: Las personas que “mueren” no son inmediatamente conscientes de ello

Esto (este tema) es importante dentro de esta conversación más amplia que estamos teniendo sobre la compensación tras la muerte del cuerpo físico. ¿Por qué las personas al morir no son inmediatamente conscientes de ello?
Podríamos plantear miles de razones, pero en realidad necesitamos recordar algunas cosas básicas sobre la muerte. Y, si lo pensamos, son cosas de las que las personas se podrían servir para no ser conscientes de lo que realmente está pasando, de que realmente han “muerto”.
La primera es que la muerte en sí misma no es una experiencia tan dolorosa como la mayoría de personas cree que va a ser. Se podría asemejar a irse a dormir, o desvanecerse.
E incluso, si tienes un accidente de automóvil u otras cosas así —las que a menudo se consideran traumáticas— sucede que hay ciertas funciones corporales y agentes químicos que, al entrar en funcionamiento en tu cuerpo, de cierto modo te desconectan de las sensaciones dolorosas, hasta cierto punto.
Y entonces, ese tipo de cosas te hacen pensar…:
“bueno, acabo de tener un accidente, pero estoy bien de nuevo”.
O bien: “estaría durmiendo, y ahora simplemente estoy despierto de nuevo”.
O simplemente: “di una cabezadita… no sé por qué… pero ya estoy de nuevo despierto”.
Continuar leyendo «La gente que muere no es inmediatamente consciente de ello. ¿Cómo siente el pecado la persona promedio tras morir?»

Lógica, emociones y verdad | Taller de Jesús, 2012

Índice
– Introducción
– Enlaces (vídeos y texto)
– Índices de temas y tiempos en los vídeos

Introducción

Este taller de Jesús sobre «Lógica, emociones y verdad», tuvo lugar en el 2012.

Enlaces (vídeos y texto)

Texto completo de la transcripción del taller, traducida: pdf

En el vídeo 1 hemos visto la primera hora de este encuentro.

En un siguiente vídeo de comentarios hemos visto algunas cosas relacionadas, cosas prácticas (desencarnados, comportamientos normales de hijos, etc.)… Es esta conversación, donde también vemos un poco el texto, etc.: conversación 1.

En el vídeo 2 vimos la siguiente hora de esa sesión.

Esta es la conversación sobre esa segunda hora: vídeo conversación 2.

Y para finalizar, la visualización de la última parte (con el comentario añadido dentro de ella): vídeo 3

Índices de temas y tiempos en los vídeos

Abajo coloco los índices de tiempos de todos los vídeos – índices que también están en la descripción de los vídeos -.

Índice vídeo 1

0:00 Introducción
1:22 Empieza
4:10 Visión general del ser humano (esquema simple del alma y los cuerpos, que hemos visto otras veces)
5:18 Ser un ser donde domina la mente
6:29 Determinar la verdad Continuar leyendo «Lógica, emociones y verdad | Taller de Jesús, 2012»

Gran Hermano, o la increíble espiritualidad de la televisión

plantas
Otoño 2016

[Mantengo este artículo del 2016, pero, por favor, todo lo que no «encaje» con lo dicho en lo que hemos visto tras el 2020 ─en las enseñanzas del «Jesús real»*─ pido se tenga mucho cuidado con ello.
_
* «El camino del amor divino», o «la manera de Dios»
]

En este programa, Gran Hermano, como quizá sabéis, se trata de la convivencia.
En él, unos concursantes se prestan a convivir con desconocidos, sin salir de una casa durante un periodo de tiempo que será determinado en parte por cómo convivan.
Interrumpen así todos sus patrones o pautas habituales: ya no pueden ver a sus amigos ni a sus familias… ni tienen internet, ni televisión, ni por tanto redes sociales… ni sus tipos más queridos de comida, etc.
Ya por solo esa interrupción, el experimento se trata, como vemos, de un «retiro espiritual» en toda regla 🙂 , a la vieja usanza… en una especie de «monasterio» que seguro que debe hacer resonar en el «alma» de muchos de ellos muchas cosas «vividas» –cosas que de alguna manera están presentes en ese nivel «sin tiempo» que es el del alma… ese nivel que engarza diversas vidas, y no sabemos cómo –más allá del tiempo lineal.
Y así, por cierto, es lógico que los concursantes se pongan realmente de los nervios, atacados… y afloren muchos «dolores» aparentemente «irracionales» (y ya sabemos lo que son esos dolores, pero este es otro tema –es el tema de esta página web en general).
Pero no vamos a tratar sobre eso.
Aunque hay muchas cosas que se pueden comentar, quería notar solo una, muy obvia, y que me parece realmente impresionante, alucinante –o aluciflipante, como decía Bea, la simpática ganadora de la edición española de este año.
Es esta: el programa permite construir y reconstruir de muchas formas un segmento de la «vida real» del concursante que sale de la casa.
El concursante, al salir, va a tener que afrontar vídeos donde su vida se monta de forma diferente. Así, vuelve de cierto modo a «revivir» las cosas, vuelve a ver la película de su vida recién pasada, pero montada bajo otra lógica.
Su vida no se expone de forma lineal, temporal, sino que los aspectos de la vida se montan, se editan, siguiendo pautas o líneas «emocionales»… y esto es, diríamos en general, más parecido a lo que sucede por ejemplo «en los sueños», o en cierta etapa después de «la muerte», donde nuestro Yo más amplio campa más a sus anchas a la hora de tener su concepto sobre lo que es «vivir»… y donde parece que él, nuestro Yo más amplio, se vive a Sí Mismo como un gran y potencial editor, montador, director… e incluso productor… de películas.
Así que, tras la muerte, tras la muerte de todo ese mundo que ha sido la convivencia en la casa, el concursante se ve confrontado con una lógica diferente a la hora de presentar los acontecimientos de la vida: por ejemplo puede que vea de sopetón todos esos vídeos de su «vida real», donde él –él solo o también con algunos otros personajes de la casa– experimentaba más o menos cierta emoción concreta de «amor», o de «ira», etc.
Así que el «hilo conductor» de la vida que acaba de vivir, de esa vida real durante varias semanas… ya no será el hilo del tiempo, sino otras cosas.
Y a la vez sucede otra cosa muy graciosa y «educativa»: el concursante también se ve confrontado a escuchar lo que podríamos llamar «voces de la conciencia», es decir, personas del programa que, al salir, en el plató, quizá le digan…: «eh, pero mira lo que sentía fulanito o menganito cuando tú hacías o decías eso y lo otro de más allá».
Y esto último nos lleva obviamente a ese otro gran aspecto de una de las etapas tras la muerte: En ese estado «no-físico», tras la muerte, al parecer todos llegamos a sentir (en nuestras propias no-carnes) lo que sentían los demás seres en nuestras vidas… –las personas, etc.–, ya que lo real es unidad… y nuestro «Yo más amplio», aunque no lo podamos entender, vive «en unidad», sin dejar de ser «él mismo» (ahí «dentro» no estamos tan «desdoblados», como sí nos ocurre aquí, en el mundo de lo relativo, donde podemos degustar de forma tan separada «las cosas», «los significados», «los valores»…).
Así que el programa representa un calco de una parte de lo que sucede «tras la muerte».
El concursante «revivirá» por tanto su vida, aunque solo sea con esos vídeos… y otro aspecto muy relevante aquí es que además la revive de forma muy expuesta, pues visualiza su vida ante el público, ante cientos de miles de personas que están viendo su entrevista, pues nada más salir el concursante es entrevistado, como en una especie de «juicio».
Y esto es importante porque de alguna manera calca, refleja, lo que «pasaría» tras la muerte, donde nos sentiremos de alguna manera abiertos, expuestos… ya que de entrada somos una sola unidad con todo el resto de la especie, la humanidad.
El concursante visualiza pues, de otra manera, algunos aspectos de la «vida real» que ha vivido en ese mundo de la casa que, por cierto, ya ha muerto. Por tanto, la persona, al salir, es como si muriera en parte, ya que realmente «muere» todo ese «mundo» de relaciones, de convivencia, que había sido creado en la casa durante por ejemplo los dos o tres meses que pueda haber pasado allí.
Así que esta persona ha entrado en una casa donde todo queda grabado, registrado en vídeo… y por tanto su «vida real» ha quedado grabada –vida «real», más o menos real, pues obviamente es bastante más artificial que la normal, en esa especie de «retiro espiritual» que decíamos.
Y esta grabación refleja también en parte lo que pasará en nuestros «universos interiores», donde de cierta manera todo debe ser una sola «experiencia» y una sola memoria perpetua… una memoria que de alguna manera va haciendo la digestión de sí misma, «redigiriéndose» a sí misma… y donde de alguna manera «todo se registra» y todo crece «en valor» y en unidad.
Así que, en cierta etapa tras la muerte, habría un momento donde es inevitable que revisemos la vida que hemos tenido «aquí», en la bendita ilusión del «tiempo».
Y entonces, en el calco que hace este programa de televisión, la «vida real» del concursante es luego montada de diversas maneras, tal y como ocurriría en esa etapa, cuando dejamos el cuerpo, en la etapa en que vivimos, «sin cuerpo» y de otra manera, esas asociaciones entre:
– lo que pensamos y creemos,
– lo que hacemos,
– y los resultados que obtenemos debido a esas creencias, pensamientos y actos…
… todo eso se vive y se «ve» más directamente, más «en unidad»… sin poder echar mano del engañoso tiempo… de ese tiempo lineal con el que nos autoengañamos aquí… al creer haber olvidado que somos nosotros quienes fabricamos todo, a partir de lo que pensamos o creemos.
Entonces sentiremos (aunque sea sin cuerpo) lo que los demás han sentido por nuestras acciones, pensamientos, etc. –ya que los demás son literalmente nosotros mismos, en unidad.
Y esa revisión debe ser muy «expuesta», es decir, nos debemos sentir muy expuestos, «en unidad».
Y una sensación similar de «estar expuestos» es la que sentirán los concursantes al ser entrevistados cuando vuelven de su «vida pasada» en la convivencia… cuando dejan atrás todo un mundo de relaciones.
Y ese «verse expuestos» sería un reflejo de esa misma exposición que ya somos y que todos sentiremos, «sin cuerpo», tras la muerte… en ese «ser en unidad» que «sucede» más fácilmente tras la muerte.
Entonces, es lógico que los concursantes se vean tan afectados, que expresen que la experiencia es impresionante… pues este programa da pie a apuntar de alguna manera hacia ese asunto o ese «concepto» tan fundamental de nuestras vidas:
– el que nosotros seamos de cierta manera quienes hemos fabricado nuestras vidas (el que no haya víctimas en el fondo),
– y el que a esa fabricación subyacen «propósitos del alma» –es decir, que de alguna manera la vida es consciencia, y a su vez esta consciencia es «propósito profundo».
Y esos propósitos tendrían que ver en parte con lo que de alguna manera, en ese «nivel del alma», CREEMOS que tenemos que «aprender» o que sentir (pero que en el fondo iremos puliendo más allá de la mera CREENCIA hacia lo que queremos ELEGIR representar en lo físico).
Quizá en ese nivel, aunque parezca ser más «profundo», seguimos alimentando más o menos «culpa artificial», ya que supongo (aquí podríais darme ideas o recordatorios sobre esto), supongo que… al ver «lo que hemos hecho» en esas «vidas pasadas» que repasamos en ese estado «sin cuerpo»… al ver lo que hemos hecho o «nos han hecho»… (lo que simplemente «ha sucedido»)… al ver todo eso en esa especie de visualización más «en unidad», más «conocedora»… tan expuesta… quizá interpretemos aún todo demasiado «corporalmente», y por tanto «culposamente».
Así que todos los seres son, en realidad, en el interior, unidad con nosotros… en la Mente que somos… y de alguna manera todo se regula con esa especie de «propósitos» que asumiríamos con la idea de completarnos de alguna manera… pero finalmente de completarnos en tanto «seres que quieren expresar su esencia».
Y ese asumir propósitos, al realizarse en ese «nivel» que luego nos parece que tenemos que olvidar sí o sí, necesariamente… e ilusoriamente (en lo físico)… ese asumir propósitos… ¿qué conlleva?
En parte es necesario el olvido para que el espectáculo pueda continuar… para que la vida pueda ser asumida con espontaneidad, para que pueda sorprendernos… para que pueda darse un «aprendizaje» a partir de ahí –un aprendizaje que al final, como sabemos, consiste en recordar que «no había nada que aprender»… y sí todo que «ser», que «expresar»… gracias a estos «vehículos del alma» que son los diversos tipos de cuerpos-universo.
Y aquí nuevamente el programa –y muchas experiencias en la vida– nos pueden dar mucho que decir… si empezamos a hablar de los reflejos de esa «necesidad de olvido», en relación a las expectativas que puedan tener los concursantes al entrar en el concurso, es decir, en una vida que ya saben de antemano que «va a morir».

La civilización y la caca (II)

mariquita en invierno
Hace un par de meses, esta mariquita en invierno, por el centro de España. Licencia CC.by-sa.2.0

[Aviso: algunas de las palabras empleadas en este artículo no suenan tan mal en mi país como quizá suenen en otros países de lengua hispana que no son el mío, España.
Aunque ahora, ahora que estamos todos más mezclados en el mundo, todos los hispanos de todas las regiones… quizá vayamos poco a poco a ir aceptando todos los usos, particularidades, etc.
]
La lección 2 de la vía del corazón, nos invitaba, en febrero, a llevar «consciencia» a cada cosa, a cada acto que hemos automatizado en la vida.
Esa consciencia va entre comillas porque es una «consciencia» que podríamos llamar «adorante», frente a la consciencia usual, de la mera percepción.
En esa «consciencia» o adoración, se trata de permitirnos sentir unidad en cada cosa… sentir «Dios» (o lo que es lo mismo: «Vida»).
Pongamos un ejemplo. Pongamos que nuestro hábito o nuestro trabajo consistiera en matar gente (verdugo).
Si trabajamos en eso, es quizá difícil que pudiéramos lidiar con las sensaciones que nos vendrían a la mente cuando «lleváramos consciencia» a esos actos de «matar gente».
Y así, al no poder seguir «trabajando» como verdugos, matando gente de forma automática tal y como solíamos hacer… así… cabe ciertamente la posibilidad de que dejáramos atrás ese «hábito», ese trabajo… y nos rebeláramos contra aquel «yo» antiguo, nuestro «yo» del pasado, el «yo» que eligió esa profesión, en una elección donde diríamos que se dejó influir, como casi siempre, por la consciencia colectiva (sistemas de ideas, sistemas sociales, etc.).
Pues siempre en alguna medida nos dejamos influir,  «inadvertidamente», por ideas y propósitos que, a menudo, no hemos «hecho nuestros»… es decir, que no nos hemos realmente responsabilizado por ellos, de todo corazón.
Y eso nos termina pasando con cada cosa que «hacemos». Y en el fondo todas las cosas tienen algo «parecido» al ejemplo del verdugo (ya que no hay grados o niveles en las ilusiones, todo es la misma cosa).
Ya hice algún comentario (aquí) donde empezábamos a comentar y a sentir algo sobre los propósitos o las ideas que hay en torno al famoso acto de «hacer caca».
Cuando hacemos caca, nuestra humanidad está (diríamos) en un cierto nivel de «desconexión» de la consciencia adorante, un nivel donde hemos automatizado un acto donde nos desentendemos socialmente (mecánicamente) de la caca.
Pero… mientras… la caca es literalmente una «joya», es decir, es pura vida para muchos microorganismos del suelo y para las plantas (de hecho la caca está repleta de seres vivos).
La caca es un regalo, dentro de la relación que podemos llamar «ecosistema Tierra», y que es en sí mismo también un regalo (si lo miramos con «Consciencia» más allá de la consciencia).
(Y con esto no estamos haciendo ninguna valoración. Es simplemente «un hecho» en el modo en que hemos construido nuestra realidad física como Mente que sueña universos físicos… y que, con estos universos, se da instrumentos para poder «adorar a Dios» a través de sus creaciones.)
Y bien, este es nuestro universo. Lo hemos creado de cierto modo Nosotros, como seres de luz que tienen poder creativo gracias a ser eso mismo, «seres de luz» (es decir, «hijos» de algo no físico)… y unidos además, todos, con múltiples «espíritus» que ahora desconocemos por completo… pero que son nuestros «hermanos»… en infinidad de «dimensiones».
Hemos creado este universo en el poder creativo que somos en unidad…, como luz divina creada por el Padre-Amor de toda Luz. Continuar leyendo «La civilización y la caca (II)»

Una de las direcciones, o devenires, que ahora atraviesan a lo humano, es el de convertirnos en un medio para la vida de las máquinas

Índice

  1. La novedad humana
  2. En resumen: nuestro devenir «dictadura materialista»

1. La novedad humana
Saludamos nuestra maravillosa creación.
Todo es una sola relación.
Olvidarlo conlleva autodestrucción para los seres autoconscientes como nosotros, pues gracias al nivel de consciencia (de expresión de consciencia) que actualizamos aquí en lo físico, podemos inventar muchas cosas, y, como especie, dependemos en gran medida de un medio ambiente artificial, tecnológico.
Es decir, el medio ambiente donde vivimos está cargado de intenciones artificiales, de «inteligencia» humana que ha sido proyectada en procesos tecnológicos, en aparatos…
Y si nos despistamos del núcleo de la vida, esas intenciones que ya están ahí pueden gobernar nuestro proceso de vida, la ampliación de la relación que llamamos «ser humano»… y pueden convertirla en un proceso destructivo que afecte a la vida sobre la tierra (para ver algún ejemplo de esto, ver el punto 2 de este escrito).
Así que cuando nosotros nos olvidamos demasiado de «sentir esa unidad», las tecnologías nos pueden literalmente «comer», y con nosotros, prácticamente al resto de la vida sobre la tierra. Las tecnologías están en gran medida creando ahora la sociedad, en vez de nosotros crearla desde ese corazón del impulso humano, que está unido a toda la vida terrestre y «cósmica».
Así que somos una sola relación.
Y esta relación, entre espíritu y formas… es una de abrazo, de perfecta acogida…
El Espíritu Único abraza el mar de las formas, realizando como una expresión, una expresión de diferentes niveles de autoconsciencia en el programa universal, en la gigantesca, última y perfecta «tecnología» que es este universo. Continuar leyendo «Una de las direcciones, o devenires, que ahora atraviesan a lo humano, es el de convertirnos en un medio para la vida de las máquinas»