La navidad es muy desagradable para Jesús: la adoración de un hombre es radicalmente desarmónica

Índice
– Introducción
– Enlace a texto
– Enlaces a vídeos
– Índices de los vídeos
– Vídeo original

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Introducción

En esta serie, visualizamos cómo Jesús y María Magdalena nos leen y comentan un mensaje dado también por Jesús via Padgett hace más de 100 años, el día de navidad del 1915. Lo hacen en un vídeo del 2013, en esta «segunda venida» que estamos viviendo hoy en la Tierra, desde Australia.

Abajo hay un índice para navegar entre los momentos de visualización y de comentarios, temas, etc.

[Ver en el índice del vídeo 1, la parte en 1:09:30, donde explico el error que cometo en la traducción en ese momento: me quedo en blanco pues la expresión «close to us» significa cercana a nosotros, gente «cercana a nosotros».]

La llamada en el primer vídeo se cortó y solo vemos hasta el minuto 22:40 del vídeo original. En el segundo vídeo completamos un poco más la visualización de esta conversación. Al final de ese segundo vídeo leemos todo el mensaje.

Decía Jesús, ya hace más de 100 años…:

«que mis propios hermanos me adoren como a un dios me hace muy infeliz».

Ver enlace al texto del mensaje completo abajo.

Es altamente «blasfemo» esto que hacen tantas religiones: adorar a hombres. Esa actitud lógicamente se prepara con las heridas emocionales que se fomentan en el entorno familiar, e incluso antes de nacer, con todos los miedos que absorbemos desde la concepción.

En el segundo vídeo hablan por ejemplo sobre cómo el error/miedo trata de imponerse o «forzarse» sobre los demás, pero la verdad no.

Enlace a texto

Pdf con el mensaje completo de Padgett: pdf

Enlaces a vídeos

vídeo 1 / vídeo 2
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La civilización y la caca (II)

mariquita en invierno
Hace un par de meses, esta mariquita en invierno, por el centro de España. Licencia CC.by-sa.2.0

[Aviso: algunas de las palabras empleadas en este artículo no suenan tan mal en mi país como quizá suenen en otros países de lengua hispana que no son el mío, España.
Aunque ahora, ahora que estamos todos más mezclados en el mundo, todos los hispanos de todas las regiones… quizá vayamos poco a poco a ir aceptando todos los usos, particularidades, etc.
]
La lección 2 de la vía del corazón, nos invitaba, en febrero, a llevar «consciencia» a cada cosa, a cada acto que hemos automatizado en la vida.
Esa consciencia va entre comillas porque es una «consciencia» que podríamos llamar «adorante», frente a la consciencia usual, de la mera percepción.
En esa «consciencia» o adoración, se trata de permitirnos sentir unidad en cada cosa… sentir «Dios» (o lo que es lo mismo: «Vida»).
Pongamos un ejemplo. Pongamos que nuestro hábito o nuestro trabajo consistiera en matar gente (verdugo).
Si trabajamos en eso, es quizá difícil que pudiéramos lidiar con las sensaciones que nos vendrían a la mente cuando «lleváramos consciencia» a esos actos de «matar gente».
Y así, al no poder seguir «trabajando» como verdugos, matando gente de forma automática tal y como solíamos hacer… así… cabe ciertamente la posibilidad de que dejáramos atrás ese «hábito», ese trabajo… y nos rebeláramos contra aquel «yo» antiguo, nuestro «yo» del pasado, el «yo» que eligió esa profesión, en una elección donde diríamos que se dejó influir, como casi siempre, por la consciencia colectiva (sistemas de ideas, sistemas sociales, etc.).
Pues siempre en alguna medida nos dejamos influir,  «inadvertidamente», por ideas y propósitos que, a menudo, no hemos «hecho nuestros»… es decir, que no nos hemos realmente responsabilizado por ellos, de todo corazón.
Y eso nos termina pasando con cada cosa que «hacemos». Y en el fondo todas las cosas tienen algo «parecido» al ejemplo del verdugo (ya que no hay grados o niveles en las ilusiones, todo es la misma cosa).
Ya hice algún comentario (aquí) donde empezábamos a comentar y a sentir algo sobre los propósitos o las ideas que hay en torno al famoso acto de «hacer caca».
Cuando hacemos caca, nuestra humanidad está (diríamos) en un cierto nivel de «desconexión» de la consciencia adorante, un nivel donde hemos automatizado un acto donde nos desentendemos socialmente (mecánicamente) de la caca.
Pero… mientras… la caca es literalmente una «joya», es decir, es pura vida para muchos microorganismos del suelo y para las plantas (de hecho la caca está repleta de seres vivos).
La caca es un regalo, dentro de la relación que podemos llamar «ecosistema Tierra», y que es en sí mismo también un regalo (si lo miramos con «Consciencia» más allá de la consciencia).
(Y con esto no estamos haciendo ninguna valoración. Es simplemente «un hecho» en el modo en que hemos construido nuestra realidad física como Mente que sueña universos físicos… y que, con estos universos, se da instrumentos para poder «adorar a Dios» a través de sus creaciones.)
Y bien, este es nuestro universo. Lo hemos creado de cierto modo Nosotros, como seres de luz que tienen poder creativo gracias a ser eso mismo, «seres de luz» (es decir, «hijos» de algo no físico)… y unidos además, todos, con múltiples «espíritus» que ahora desconocemos por completo… pero que son nuestros «hermanos»… en infinidad de «dimensiones».
Hemos creado este universo en el poder creativo que somos en unidad…, como luz divina creada por el Padre-Amor de toda Luz. Continuar leyendo «La civilización y la caca (II)»