Nuestra valía y el pecado intencional | Texto, y enlaces al audio

[Última actualización: 24 julio 2023: subido también el texto en formato pdf, además de formato web]

Índice
– Introducción (y enlaces al audio y al pdf)
– El pecado intencional: refuerzo de las primeras heridas emocionales, en el sentido de invitar a «tomárselo personalmente»
– El pecado intencional y el «orden de prioridades»
– El pecado intencional hecho un niño/a: el perdón y el arrepentimiento; ejemplos básicos; prioridades; aborto
– Más sobre la valía y sentir personalmente los ataques
– Pecado intencional y control
– La familia y el aborto
– Más «utilización de pecadores»: la Nueva Era
– Notas
– Textos y audios relacionados

Introducción (y enlaces al audio y al pdf)

A continuación, en los apartados de abajo, va un texto leído en este audio:
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Enlace al mismo texto de abajo, en formato pdf:  pdf   (versión 1.01. 24 julio 2023)

En realidad, antes de nada, es muy importante señalar que de este tema ─el del «pecado»─ lógicamente no queremos hablar a fondo y racionalmente, en general.

(Así, por cierto, de cierto modo le entregamos el tema del alma, y el tema de Dios, al «devenir dogmático» de las diversas religiones; o bien, entregamos el tema Dios a «espiritualidades» donde no necesariamente se distingue entre el amor de Dios y el amor natural… etc.)

Y entonces, veamos lo simple o incluso lo «fácil» que nos lo habría hecho o puesto «el universo» (si no se quiere hablar de «Dios», incluso ─podemos decir «el universo», «la vida», etc.─):

1. No hay casualidades.
2. Los eventos (incluyendo cómo nos tomamos los eventos) expresan la condición del alma.
3. Los eventos expresan dicha condición tanto individual como colectivamente.
4. Esa condición del alma (de cada cual) no es la condición óptima.
5. No es lo óptimo porque está en desarmonía con el destino del alma (y con su origen o estado inicial de pureza, es decir, de no estar condicionada por diseño a ser así o asá).
6. Lo que provoca esa desarmonía (entre el alma y su destino/origen) es algo concreto.
7. Ese algo concreto se llama «pecado».
(Lo podríamos llamar «error», pero parece sensato reservar la palabra «error» por ejemplo para casos como los de un aprendizaje digamos más «banal», cuando por ejemplo un niño, al aprender a andar, se tropieza y «yerra».
Pero el fenómeno sería esencialmente el mismo, porque siempre se puede conceptuar como «desobediencia a las leyes naturales».
Aprendiendo, el niño está así como «desobedeciendo» la ley de la gravedad. Esta ley sería simplemente «amorosa» ─si trabajamos en base al supuesto de que el universo no está hecho «a mala leche»─.
Así pues, la categoría de pecado podríamos hacer que sea más general, e incluya el caso no-intencional. Pero la mayoría de nuestros errores en realidad son más intencionales de lo que nos parece, o de lo que querríamos entender que son ─con más o menos fachada por nuestra parte, con más o menos disimule, máscara, e incluso fingimiento, etc.─.)

Entonces, la palabra «pecado» ha sido «muy mal empleada», en muchos sentidos de «mal» ─en «mal empleada»─.

Técnicamente, y dicho muy brevemente, pecado es simplemente:

– aquel comportamiento («comportamiento» aquí incluye deseos, intenciones, etc.) que está en desarmonía con el amor y la verdad,

– o la ausencia de un comportamiento que esté en armonía  con el amor y la verdad.

El pecado degrada el alma, y como dijimos, esa degradación tiene consecuencias individuales y colectivas ─pues el alma es «lo importante», lo que gobierna nuestra experiencia en muchos sentidos─.

Una clave aquí, entonces, es que el pecado es mucho más intencional de lo que quisiéramos creer, pues nuestro deseo de ignorancia acerca de sus consecuencias es en seguida cultivado por nosotros, como deseo, personalmente, en cuanto crecemos ─en cuanto maduramos más o menos─.

Es mucho más intencional de lo que nos gustaría creer, y ello por mucho que sea una cuestión muy de «mente-colmena», de «masas» humanas más o menos normalizadas, según la época… es decir, una cuestión de que «están bien vistos» ciertos comportamientos desamorosos y falaces, o la ausencia de comportamientos amorosos y francos.

Tal como aprendemos con Jesús, el pecado intencional recibido por nosotros nos causa a menudo mucho “auto-desamor”, en el sentido de causar o favorecer en nosotros un valor propio bajo, un bajo sentido o sensación de nuestra propia valía personal (a menudo muy bajo).

Pecados intencionales son por ejemplo evidentemente los golpes y gritos, realizados hacia otras personas; es decir, esas cosas que físicamente recibimos casi siempre como pecado cuando somos pequeños.

(Pero, muy importante (!): Ver el tema de «Los gritos a una madre como llamada al arrepentimiento de la madre«, aquí: unplandivino.net/ira-hijos-arrepentimiento/)

También son pecados la displicencia* y la condescendencia más o menos arrogante que reciben muchos niños ─o todos los niños─ a veces de forma continua, y que en general reciben los niños en casi todos los ámbitos donde se ven rodeados de adultos o en general de cualquier persona: madres, padres, compañeros «amigos», profesores, etc., pero también desencarnados (= «espíritus»).

Por un lado, por tanto, tenemos todas esas cosas intencionalmente hechas a los niños. Pero, por cierto, también tenemos el incesto emocional, que es aparentemente algo que podría parecernos «demasiado sutil», pero que también sería muy intenso y grave en tanto que pecado intencional, pues es una “intención herida proyectada” hacia nosotros, personalmente.

La fachada de buena madre y padre nos lleva a validarnos, a justificarnos a nosotros mismos como «conocedores de lo que es cuidar bien«, como conocedores de lo que es ser unos «mamás-papás buenos» (por ejemplo «sacrificados», sacrificados de algún modo… o «dadivosos», pero por adicciones emocionales más o menos bien vistas socialmente ─Navidad─, etc.).

Pero en estado de sueño sabemos que la fachada o máscara nos la solemos quitar ─o quitar bastante─ y por tanto solemos actuar «desde la herida» (en la fachada y sus adicciones emocionales).

Es decir, el pecado intencional hace que:

– la valía de nuestros «sometidos» (niños, etc.)

– quede enlazada a un «conocimiento del miedo» (en este caso, el miedo relativo al pecado de «incesto/abuso»).

Jesús nos comentaba cómo es que en la vida, en general, tenemos asociado nuestro sentido personal de valor, de valer, de valía, con un conocimiento que en general no está en armonía con el amor, sino con el miedo.

Es decir, en la vida pensamos ─con más o menos arrogancia─ que sabemos, que ya conocemos lo que es amar, cuidar (por ejemplo: ser buenos hijos, madres, padres, etc.), pero ese conocimiento suele estar muy en desarmonía con respecto a cómo ve Dios el amor y la verdad.

En la vida vamos arrastrando miedo desde los eventos pasados. Este miedo y muchas otras emociones se quedan dentro de nosotros sin procesar, así como bloqueadas (sin «llorar», etc.). Y eso va así como minando nuestra pureza, condicionándonos, armando en nosotros un «conocimiento» sobre el cual iremos basando nuestro comportamiento.

Y como la base de ese «conocimiento» es muy miedosa, el resultado de nuestro comportamiento nos mostrará en muchas ocasiones que estamos en desarmonía con el amor («sembraremos vientos, y recogeremos…«).

El «problema» añadido, aquí, es que usamos instituciones (empezando por el hogar ─y tradiciones, etc.─, que a veces son muy complejas) para justificarnos a la hora de sustentar todo esto (esta es en parte otra cuestión, aunque es completamente insoslayable y está inextricablemente enlazada).

Entonces, lo que son prácticas «normales de sacrificio», en la vida de vigilia, «de día» (unas prácticas «puntuadas» quizá por maltrato de algún tipo más flagrante, que «sirve» así como para que los padres, madres, etc., puedan desahogarse un poco)… eso, esas prácticas, son la cara A de una cara B que tiene lugar en estado de sueño, donde nuestra vida se convierte en pecado intencional más claramente ejercido (o sin tapujos, directo, el que por ejemplo es ejercido hacia los menores).

En el caso de que, además, las madres y padres sean muy claramente no tan «buenos» como lo querrían aparentar (mismamente en el caso de por ejemplo haber abortado, incluso espontáneamente), es lógico pensar ─y fácil de constatar, por lo que vi─ que «la fachada de buenos padres» se verá en general exacerbada, o paradójicamente más exacerbada.

Entonces, veíamos que ese incesto emocional es como una utilización energético-sexual de los niños por parte de madres, padres… etc.

Dicha utilización se daría:

– tanto en el estado de vigilia, con «proyecciones» o «bombeos energéticos», por así llamarlos, y que de algún modo confunden, mezclan, el tipo de amor «alma gemela» (del que todos tenemos anhelo, por diseño), con el amor en general (el «de amistad» en general, digamos)…
(y, claro está, a veces también ocurre simplemente con abusos físicos «reales», es decir, en este estado de vigilia).
(Ver algunas reflexiones sobre la amistad por ejemplo en: «Mi abuela: «salvada por el jamón serrano»… y aprovechamos para hablar de cómo es que «Dios es vegano»«: unplandivino.net/salvada-por-el-jamon/)

– así como esa utilización, ese incesto emocional, también ─o quizá sobre todo─ se daría en el estado de sueño, es decir, cuando vamos a dormir y salimos del cuerpo físico en el cuerpo-espíritu, pues nuestros actos en el cuerpo-espíritu pueden ser muy directamente abusivos hacia personas vistas como inferiores o que, debido a sus heridas emocionales, simplemente son más moldeables.
(Y lo que sucede en el estado de sueño sería igualmente real, ya que somos el alma que da vida tanto al cuerpo físico como al cuerpo-espíritu.)

Este incesto emocional, que sería generalizadamente «sólo» emocional (aunque, como dijimos, en estado de sueño estaría muy generalizado el «pasar al acto», en alguna medida ─según parece─)… este incesto emocional es, por tanto, otro pecado intencional recibido por nosotros como almas desde que somos pequeños.

Y, por lo que parece, por lógica, debido a toda esa “obsesión con los hijos” ─que constatamos─, y debido a todo ese “tabú de la madre” o «tabú familiar» en general ─que también constatamos─, resulta que este pecado del incesto emocional sería mucho más corriente de lo que pensamos que es. Es decir, ocurriría en una medida bastante abundante en casi todas las familias u hogares, tal como parece a todas luces cada vez más evidente.

Luego, en general, todo ese pecado intencional recibido desde pequeños, al no perdonarlo (al no sentir, al resistirnos a simplemente sentir y dejar fluir el dolor emocional acumulado por ello), estaremos resentidos, y nosotros mismos en seguida cometeremos actos más o menos desarmónicos, es decir, actos que estarán más o menos en armonía con el tipo de actos (pecados) que cometieron o tenían la intención de cometer los adultos (y/o los hermanos, etc.) de los que aprendimos a hacernos la fachada para no sanar el yo herido.

Son actos a veces muy desarmónicos, como el de instigar abortos, etc. Y, de entrada, podríamos verlos o sentirlos, en cierta medida, simplemente como una especie de «venganza ciega contra la vida».

El pecado intencional: refuerzo de las primeras heridas emocionales, en el sentido de invitar a «tomárselo personalmente» más o menos temprano en la vida

Un aspecto clave en estas cuestiones es el condicionamiento, pues todos tenemos heridas emocionales absorbidas desde nuestra estancia en el útero.

Aunque, cuidado: luego «el pecado es el pecado»; es decir, es un deseo o intención que tenemos de hacer eso, lo que sea (lo hagamos o no), y no podemos responsabilizar directamente a las heridas, muchas o pocas, que tengamos en el alma ─en tanto que emociones erradas─.

Es decir, las heridas son condicionamiento, sí; pero podemos y hemos de hacernos cargo del simple hecho de que el primer y principal motivo de que pequemos es que queremos hacerlo (en ese momento).

En el momento, aquí y ahora, hacemos o hicimos eso, y a nosotros nos toca responsabilizarnos de esa intención.

Y vale que en la vida vamos «como locos», es decir, vamos más o menos arrastrados por una vivencia en el yo herido más o menos confusa, más o menos aturdida… viviendo en ese «yo» o esa parte de nuestra alma ─con los bloqueos, etc.─ que Dios no puso, no hizo, en nosotros ─o si se quiere decir así: que «la vida», en su esencia, no puso en nosotros, si por ahora no se quiere creer en un Dios personal infinito, tal como muchos hemos comprobado que existe─.

Y vale que así, en ese yo herido, viviremos por tanto más o menos enfebrecidos, huyendo de sentir esas partes heridas de nosotros, y vale que en ese estado haremos ─o dejaremos de hacer─ cosas que en realidad alimentarán más el yo herido (pecados)… vale todo eso… pero, aun con todo, es a nosotros a quien nos toca sentir la intención de pecar y seguir pecando, reconocerla y sentirla humildemente, ya sea que la hayamos cultivado mucho o poco ya, ya sea que la hayamos recibido como «mal ejemplo» por parte de adultos, etc.

Es decir, para sanar hemos de desarrollar el carácter, sintiendo y soltando nuestras resistencias:
– resistencia al amor (es decir, a cambiar nuestra definición de amor empezando por reconocer y sentir la que tenemos, y reconociendo con honestidad cómo y cuánto queremos aprender sobre el amor «real»);
– resistencia a la fe (y así esa falta de fe o escasa fe, no puede generar deseo sincero);
– resistencia a la verdad (a la honestidad, etc.);
– resistencia a la humildad; es decir, resistencia a la hora de sentir el miedo, o cualquier emoción en general (positiva o negativa). Etc.

Los adultos transmitimos, pues, las heridas emocionales a los niños. Esto lo hacen madres, padres… Y, debido al gran rol emocional que tienen las madres biológicas, las heridas son pasadas en gran medida y al principio muy intensamente por la madres biológicas ─así como «sin querer queriendo»─.

Es decir, en el principio del traspaso de tales heridas por parte de los padres, aunque todo parezca ser «tan inconsciente» (y a la vez «transgeneracional»), siempre hay un matiz de intencionalidad, en el sentido de que si yo, cuando soy adulto/a, no sano mis heridas ─por ejemplo, como futura progenitora─, entonces, lo que ahora le sucede al niño/a ─al absorber éste, ésta, mi condición emocional herida─ cae o entra en gran medida bajo mi responsabilidad álmica, por el sencillo motivo de que yo, como adulto que ya tiene bastante autoconsciencia desarrollada, y bastante ejercicio del libre albedrío a sus espaldas… yo, no he sanado ni deseado sanar nada o casi nada en mi alma.

Sobre todo al principio de la vida del niño/a en el útero, muchas de esas emociones ─pero quizá no todas de entre esas emociones que vivo ahora como adulto y que están «sin sanar» (miedos, vergüenza sexual, etc.)─, muchas, son sentidas y absorbidas por las almas de los niños en el útero ─y son así vividas por ellos─.

Y esa absorción se da de tal forma que en principio parece que podríamos decir lo siguiente en general sobre ello: «no es algo que se dirija personalmente hacia o contra el niño/a«.

Pero, como dijimos, pese a eso, sí hay muchas emociones que serían dirigidas muy personalmente hacia la existencia misma del niño/a, como por ejemplo la incomodidad por el mero hecho del embarazo, del cambio que supone en la vida, etc. ─que es una emoción que frecuentemente lleva al aborto, es decir, al asesinato─.

Por cierto, y muy importante: también las emociones verdaderamente positivas entrarán ─por supuesto─ bajo mi responsabilidad álmica, como adulto ─y evidentemente «puntúan bien», digamos─.

Entonces, esos miedos, y esos miedos a sentir, que son miedos que todos tenemos, y también tiene la madre biológica al principio (es decir, esa falta de humildad, en tanto que la dificultad que todos tenemos en algún grado a la hora de patalear, temblar, sollozar… y liberarnos como niños pequeños, etc.), esas emociones erradas… esa resistencia a la humildad… todo eso es en seguida más o menos bombeado a menudo muy personalmente o cada vez más personalmente hacia la existencia del niño/a por nacer o del ya nacido.

En cuanto a los no-nacidos, es evidente que en muchos casos más o menos «molestan», perturban las vidas, inquietan por lo que pasará o no pasará en el futuro, pues las almas recién venidas al mundo ─o que están en el útero o probeta─ cambian la vida de los adultos ─tal como se suele decir─.

El pecado intencional y el «orden de prioridades»

Nuestro «sentido herido de nosotros mismos» nos hace que «nos dé igual todo» en algunos aspectos básicos, y no valoramos el arrepentimiento, etc., pues estaremos bastante a gusto con ciertos sacrificios que ya realizamos o que tenemos como «norma de vida», en el sentido de que «sacrificamos» el orden de prioridades natural en cuanto al amor.

Por ejemplo, al nosotros vivir en el yo herido, podemos tener y construirnos con el tiempo una «fachada de buena mamá» o de «buen papá», más o menos intensa como fachada. De ese modo estaremos sacrificando el amor por nosotros mismos por el «amor» a los demás (los niños) ─un «amor» entre comillas─. Es decir, justificaremos el sacrificio, con más o menos fachada.

Bien entendido ─pues esto puede darnos pie a confusión─ el orden de prioridades «en la vida» es que nosotros vamos primero en estas cuestiones del amor.

Eso se debe a que, si en el fondo, con lo que hacemos, nos sacrificamos, nos estaremos haciendo más infelices a nosotros mismos (ya sea a la larga o en el plazo más breve). Y si somos infelices irradiaremos eso y enseñaremos eso «al universo» ─una lección en realidad «falsa»─.

Claro está que no querremos entender que lo que hacemos es efectivamente sacrificio, sino que lo llamaremos «amor», «cuidados», etc. Pero la mayoría de cosas «en sociedad» (y en el hogar) suelen ser sacrificio, al simplemente no estar hechas totalmente «de corazón».

Y así, no podremos realmente beneficiar a nadie. Al final, en la situación, nadie saldrá realmente beneficiado, en el sentido de que el resultado no va a ser armónico de verdad con el desarrollo de todos los participantes. Es decir, no será armónico con un desarrollo real de los participantes como almas. Sí que podría satisfacerse un desarrollo por ejemplo como «cuerpos» y/o «mentes» que han de recibir una determinada educación para adecuarse a cierto sistema de creencias, cierto sistema social, etc.

Y, claro, pusimos entre comillas «amor» ─al hablar de «amor» por los demás─, porque en este caso, y como en el fondo ese supuesto amor es en realidad prácticamente sólo sacrificio, será como poco un «amor distorsionado» que a veces no tiene nada que ver con cómo Dios considera el amor.

El amor no sacrifica ni se sacrifica. El amor nos habilita a todos para ser realmente más felices, por ejemplo cuando nos habilita a sentir y practicar un verdadero altruismo, uno realmente espontáneo, un altruismo que nos salga de verdad de corazón.

El pecado intencional hecho un niño/a: el perdón y el arrepentimiento; ejemplos básicos; prioridades; aborto

El adulto que comete un acto que objetivamente degrada su alma y la del niño/a (pecado), a menudo va a querer que el niño no sienta hasta el final las emociones relativas al perdón de ese acto, o ni siquiera las empiece a sentir.

Es decir, un adulto que por ejemplo maltrata físicamente, a menudo no querrá (él u otros adultos cercanos) que el niño llore tras ser pegado.

La voluntad de que el niño no «suelte» el alma ─de que el niño no libere emociones─ es otro pecado que se añade al del maltrato físico, pues alienta al niño a no perdonar; es decir, le alienta a cometer un acto en desarmonía con una «ley básica del alma», la ley que nos dice que, para nosotros estar bien, hemos de liberar todas las emociones (y las relativas al perdón en la situación serán de «lloro», «duelo», por lo que el niño ha recibido como pecado de parte de sus progenitores o adultos cercanos).

Cuando el adulto maltrata, si a su vez sigue sin hacer su propio duelo, o sea, si sigue sin liberar de su alma las causas emocionales que hacen que tenga esa intención de pecar y que además la ejerza, ese adulto, inevitablemente, seguirá acumulando culpa ─la muy narcisista culpa─ y emociones similares superficiales de vergüenza, etc.

Hará eso en vez de afrontar las causas emocionales de sus actos; es decir, en vez de arrepentirse sinceramente y perdonar a su vez aquello que pueda surgir o descubrirse en el proceso (como causas emocionales profundas de nuestras intenciones de pecado, pues las causas serán en general resistencias a sentir emociones alojadas muy profundamente en nosotros, y que son relativas a las «cuestiones a perdonar», las cuestiones «a volver a sentir sin miedo»).

El adulto está, pues, viviendo en el miedo a sentir sus propias heridas emocionales, y esto lo puede hacer con más o menos fachada de «buena madre/padre»; o bien, obviamente puede trasladar esa actitud hacia el mundo exterior, para alimentar fachadas externas de todo tipo ─externas a la situación íntima en el hogar: fachada de buen profesional, buen ciudadano, jefa, jefe, político, etc.─.

Proteger el miedo es una desarmonía en el amor con uno mismo, viéndose «uno mismo» como alma (pues el alma no está hecha para albergar lo desarmónico con el amor, para bloquearse así).

Por tanto, ese comportamiento nos hará tener inevitablemente ─tener y vivir en─ conceptos distorsionados del amor a los demás.

Es decir, sacrificaremos el amor hacia nosotros mismos por un modo de tratar, cuidar, amar a los demás… por un modo de concebir como posibles ciertos modos de tratar a los demás, que están en desarmonía con la manera en que realmente es el amor ─la manera de Dios─.

En este caso de maltrato directo, simplemente se trata de lo que podríamos quizá denominar un pecado «directo», aunque podemos justificar nuestra intención de muchas maneras: «es que hay que pegar a los hijos por su bien» (sería la más evidente)… pero aquí ─y como fácilmente se comprueba─ hacemos todo tipo de malabares, es decir, de complejas maniobras justificatorias.

El caso del aborto también es muy simple de ver en este sentido, pues por nuestra comodidad estamos dispuestos a sacrificar una vida.

Entonces, somos resistentes, simplemente, al concepto de humildad que tiene Jesús: «deseo apasionado de sentir todo«, sea como sea la emoción, el deseo, etc. Esta falta de humildad, esto tan general, es una desarmonía en el amor a nosotros mismos. Y así, simplemente sucede que el motivo de muchas de las cosas que hacemos es para no tener que sentir por ejemplo esas incomodidades a las que acabo de aludir, y para no sentir las causas emocionales de por qué estamos dispuestos a cometer pecados y degradar así más nuestra alma.

Más sobre la valía y sentir personalmente los ataques

La valía, el sentido de «amor propio», en el niño, es una clave. Los niños siempre reciben ataques personales, aunque sólo sea maltrato emocional: displicencia más o menos arrogante, etc.

Esos ataques nos invitan a concebirnos malos en sí mismos. Es decir, cuando el ataque es personal, tenderemos a sentir, cuando seamos mayores, que lo que vivimos es un ataque personal.

Como vemos en los resúmenes sobre el tema del arrepentimiento y perdón (ver página aquí), de pequeños sentimos la intención del pecador (madre, padre, etc.), y eso crea en nosotros «sentimientos terribles si nuestra valía ya ha sido dañada«.

Y la valía ─en tanto que el sentido más básico que diríamos que «funda» el amor a uno mismo─ se ve potencialmente muy dañada desde que estamos en el útero absorbiendo muchas emociones heridas que luego no nos enseñarán a soltar, sino todo lo contrario.

En la vida habrá ocasiones en que sí podamos soltar esas emociones negativas tan tempranamente absorbidas, pero terminaremos haciéndonos una fachada a imagen de los adultos, y, por tanto, ya sea muy intenso o poco intenso el ataque personal recibido, este ataque nos hará tomarnos la vida en plan: «hay algo mal en mí» ─pues de hecho ya nos sentimos muy mal con nosotros mismos─.

En cuanto al ejemplo de la intención ejercida en un aborto, podemos preguntarnos: ¿es una intención personalmente dirigida hacia la persona, es decir, hacia la esencia única que está de hecho encarnada ya en el útero? Así lo parece, en el sentido de que a esa alma se le causa ese trauma (de violencia al cuerpo físico) por lo que ella es en sí misma: una vida concreta, aquí y ahora, pero que «no interesa».

Pecado intencional y control

La gente que tiene miedo a arrepentirse (es decir, en realidad todos nosotros, en algún grado) es más manipulable o controlable, pues en general tener cualquier tipo de miedo nos lleva ser así.

Entonces, por lógica, cuanto más cosas tengamos sobre las cuales arrepentirnos, más manipulables seremos.

Podemos ponernos en una especie de caso general extremo, y pensar en personas muy manipuladoras que, recordemos, si son así es a su vez por miedo, básicamente (es decir, debido a la resistencia a traspasar el miedo que ya tienen ─claro está─).

En los hogares hay personas con actitudes a veces muy controladoras o manipuladoras ─aunque todos los adultos somos un poco así en el ámbito más íntimo, familiar, etc.─.

Y luego, en algunas instituciones, vemos que prospera esa misma actitud como «actitud normal», o incluso como la actitud que es necesario cultivar para poder siquiera permanecer en esas instituciones y sobre todo en algunas posiciones dentro de ellas. (Obviamente aquí me refiero a instituciones como las militares y policiales, o todo tipo de cuerpos de seguridad y vigilancia, y en general escuelas, etc.)

En esos casos extremos la vida en realidad se vuelve literalmente perversa, pues toda la sustancia de los actos, del comportamiento, se podría resumir en «técnicas para controlar a pecadores», y justificarlos y/o enseñar a que se justifiquen a sí mismos.

¿Cómo nos justificamos en las diversas instituciones? Por ejemplo cultivando dogmatismos de todo tipo: religiosos, nacionales, familiares, etc. Y entonces, en todos esos lugares, para sostener todo eso, le ponemos un poco de sublimidad, o bien de «espíritu épico», de una epicidad más o menos «heroica», o de cierta «politicidad», o ponemos «ideales» diversos como aderezo… pero no deja de ser lo que es, por mucha «sal y pimienta ideales» que añadamos o queramos añadir: Son «escuelas de pecado», por decirlo rápidamente.

Jesús nos puso un ejemplo de «escuela militar» sacado de su vida en el primer siglo. Y es que su padre biológico, José, quería que Jesús cumpliera el rol de Mesías político-militar; y así, en su infancia, Jesús fue metido a una escuela sobre la guerra y todo lo relativo a ésta (incluyendo «guerra psicológica», pues por ejemplo tenían que realizar prácticas de abuso sexual; tenían que aprender a realizar ese ataque personal, y se lo hacían practicar a los niños desde muy pronto, perpetrándolo con niñas semiesclavas o esclavas, etc.).

Lógicamente, esas escuelas usan técnicas que explícitamente se aprovechan de las leyes básicas y simples sobre el alma, sobre el ánimo, sobre la dinámica emocional.

Como hemos dicho, una persona que tenga «muchos pecados» en su haber será más controlable, pues la persona tendrá más miedo a sentir todo lo que le ha hecho a los demás, cuando estuvo dañando así ─con todos esos pecados─ a los demás y a su propia alma en el proceso ─al cultivar esas intenciones desarmónicas con el amor─.

Esas intenciones no están en consonancia con el diseño o propósito del alma y las leyes naturales ─que son amorosas─; así que ya sólo el hecho de tener y mantener en el alma esas intenciones acarrea sus consecuencias ─ya no digamos las que acarrea el poner esas intenciones también en práctica─.

Podemos recordar un poco la actuación de la ley de atracción aquí, pues en general, «todo» dependerá de las heridas emocionales que ya están alojadas en el alma de los niños, y de cómo se vean los niños reforzados en su resistencia a soltar esas heridas ─a ser humildes con esas emociones─.

En las escuelas militares se verán muy reforzados ─y obligados─ a hacer eso. Y normalmente les será muy difícil resistirse a esos adultos que les quieren conducir tan mal. Si los niños siquiera pueden entrar en esas escuelas es porque ya vienen heridos desde el hogar, y, con el refuerzo recibido allí, podrán aceptar algún tiempo o incluso de por vida esas prácticas ─tras esas invitaciones tan macabras─. Podrán aceptar casi incluso de por vida esa supuesta «formación», ese «comulgar con ruedas de molino», normalizado como «educación militar», «educación patriótica», «educación religiosa», etc.

La familia y el aborto

Volviendo entonces al tema más familiar: El caso del aborto sería sólo un extremo de lo que ocurre con el sacrificio normalizado en las familias, ya que en gran parte éstas son una escuela de pecado, ya que en los hogares no paramos de usarnos entre nosotros para tapar miedos, para no tener que sentir vergüenzas, penas, soledad… Es decir, no paramos de cultivar el pecado de las adicciones emocionales.

Y, por cierto, claro está que el mayor problema para el alma parece ser el hecho de que enseñamos eso a «almas nuevas» que ni siquiera han hecho nada para merecérselo.

En general, madres y padres, «sin querer queriendo», y más o menos ayudados por la configuración de las instituciones (por la obligatoriedad de muchas instituciones bastante desarmónicas con el amor, por los chantajes emocionales sistémicos concomitantes al mero hecho de «tener hijos», etc.)… padres y madres, decíamos… transmiten ─y refuerzan─, en realidad intencionalmente, heridas emocionales a los niños. Eso repercute o condiciona el sentido de valía de los niños.

Más «utilización de pecadores»: la Nueva Era

Otro modo evidente de «usar pecadores» involucra la relación entre el mundo físico y el mundo espiritual, de la cual ya hemos hablado bastante.

Este uso se da mediante las creencias y tradiciones nuevas de la «Nueva Era», por ejemplo.

Un ejemplo de esto son las suplantaciones de Jesús, es decir, las suplantaciones o simulaciones de la esencia única personal de Jesús y María Magdalena, que se realizan o facilitan a través de cursos o libros como el curso de milagros, un curso de amor, la vía de la maestría, etc.

La gente nos vemos atraídos por «verdades a medias», y como no queremos arrepentirnos de lo nuestro y sentir a fondo toda nuestra alma (todo el dolor relativo a nuestros pecados, que muchas veces son el aborto, el aborto espontáneo, etc.), entonces, así, nos metemos más o menos ciegamente en cosas como «la Nueva Era» (pues además, resulta ser realmente muy atractivo, ya que sí que las novedades vehiculadas por libros así simulan partes importantes de lo que podemos llamar «la verdad divina» ─la verdad de Dios─).

Entonces, nuevamente, nos metemos de motu proprio, y a modo de «soldados del pecado», de «soldados del control», en esas «nuevas tradiciones», y literalmente estaremos entregando de una u otra manera el alma a espíritus más o menos controladores.

Esos espíritus (= desencarnados) tienen diversos grados de miedo a perder sus «posiciones» en el mundo espiritual, partes de la dimensión en la que estén, tradiciones, formas de vida, etc.

Es decir, este fenómeno demuestra que estamos en codependencia emocional con el mundo espiritual (igual que lo estamos con gente físicamente encarnada), debido a nuestros pecados y falta de arrepentimiento y de perdón. Y esos espíritus con los que nos «relacionamos» así, están a su vez protegiendo sus respectivos miedos, claro está.

Es decir, estamos en adicciones emocionales con el mundo espiritual (ese mundo adonde todos iremos, pues todos seremos «desencarnados»).

Así pues, somos manipulados al no desear arrepentirnos de nuestros asuntos, y al desear por tanto poner una fachada ─en este caso una fachada más o menos espiritual─ sobre ese deseo que es desarmónico con el amor: El deseo de no querer sentir el dolor relativo al arrepentimiento por ejemplo de los abortos espontáneos o físicamente violentos en los que nos hemos visto involucrados/as ─tanto por la parte de las mujeres así como de los hombres involucrados en ello─.

Notas

* Displicencia es: desagrado o indiferencia que mostramos en el trato que damos (ser tratados con displicencia).

Textos y audios relacionados

– «Humildad y valía«:
nplandivino.net/humildad-valia/

Espíritus salidos (lascivos): Algunas consecuencias y preguntas sobre la clave que vimos acerca de «la historia de la Tierra»

[Actualización 2 mayo 2023: versión 1.07 del texto, con cambios menores respecto a la versión 1.06, donde sí hice una fuerte remodelación del texto – añadida nota sobre abortos espontáneos, etc. -]

[Nota: Esta entrada corresponde y presenta uno o varios audios, y un texto ─enlaces, abajo─]

Índice

– Introducción
– Enlaces y presentación de los audios, texto, etc.
– Lista de apartados del texto

_______

Introducción

Hace poco vimos algún hecho básico, sencillo pero muy relevante, sobre la historia de la Tierra*.

Al parecer, los «espíritus» de la dimensión 2 (es decir, simples desencarnados, pero que llevaban mucho tiempo aburridos en el mundo espiritual) pudieron materializarse fácilmente en la Tierra, en determinada época, y debido al estado de la Tierra, que también había alcanzado una dimensión 2.

Así, al parecer no sólo podían materializarse, sino:
– incluso mantenerse en el cuerpo proyectado en lo físico,
– y, más aún, tener hijos con mujeres de la Tierra mediante dicho cuerpo.

Tal como ya empezamos a hacer en este otro texto y audios**, eso nos daría una clave a partir de la cual nos podemos hacer muchas preguntas interesantes y sacar algunas conclusiones (incluso conclusiones «a futuro», sobre futuros posibles, etc., pues parece que esta clave tan sencilla nos permite contextualizar mejor «nuestra época»).

Enlaces y presentación de los audios, texto, etc.

Entonces, en este audio (también enlace al texto):

– Audio 1: descarga / en ivoox [19 abril 2023]

– Audio «matriz» [Advertencia: este es un audio (del  15 abril 2023) más «improvisado», y más condensado, con ideas desarrolladas un poco en el texto, y quizá en otros audios. Fue sustituido en ivoox, y queda por ahora esta versión descargable desde la web aquí: ]  descarga /  [versión 15 abril 2023]

– Enlace al texto: pdf (versión 1.07. 2 mayo 2023 – cambios menores respecto a 1.06)

… hacemos una lluvia de ideas, provisional… es decir, vemos ─de forma improvisada y a ratos deslabazada─ algunas preguntas posibles, conclusiones, recordatorios y analogías posibles.
Todo ello nos puede surgir claramente tras lo que vimos, e incluso quizá podamos sentir ya que algunas cosas son realmente «hechos».

O sea, quizá algo de todo esto lo podáis sentir como realmente un hecho fehaciente en relación a uno de los temas fundamentales, que sería el de entender y sentir los motivos por los que nos sucede esto que vivimos hoy.

Aunque, en general, ya vimos que «primero» se debe a:
– nuestra responsabilidad a nivel del alma (emocional, del ánimo, que gobierna lo que vivimos),
– y a cómo nuestras almas «son leídas» por las amorosas leyes naturales… (por esas leyes que podemos desglosar en ley de compensación ─compensando en torno a cosas como el aborto─, o ley de causa-efecto, o ley de atracción, etc.).

Esto también nos da contexto para entender por qué algunos espíritus mismos (o sea, ellos mismos) llamaban a esta una época de «cosecha de almas»…
… etc.

Lista de apartados del texto

– Introducción: materializaciones de desencarnados
– Querer poder, querer poseer
– Ovejitas numeradas
– Pistas —en “Occidente”— sobre los “grupos de desencarnados” que las “ovejitas” estaríamos poniendo como “jefes” (sin querer queriendo)
– Algunas cuestiones: lo natural. La necesidad de tecnología para el control, etc. 
– Preguntas que nos podemos hacer en localizaciones terrestres donde quizá no se materializaron desencarnados más o menos salidos: “interacción cultural”
– Que la mierda brille 
– Nota sobre abortos espontáneos… 

 

________________

Notas en asterisco

*
«Sobre la historia de la Tierra. Datos simples, por Jesús: caída y pequeña elevación: «Nefilim» | Tras la primera pareja humana (Amón, Amán)… etc. | Encuentro del 2011»
https://www.unplandivino.net/historia-tierra/

**
«De un colosal engaño: Notas sobre la tragedia “Edipo Rey” y leyes naturales en torno la influencia de desencarnados. Equívocos sobre lo divino. Lo animal»
https://www.unplandivino.net/edipo/

La nueva religión de masas: Animismo cientifista e intelectualista en la «tribu Tierra”

[Última actualización: 25 abril 2023]

Índice
– Introducción
– Enlaces a textos
– Índices de los textos
– Enlaces a posibles audios

Introducción

En esta entrada voy a enlazar:
– dos textos
– y quizá unos cuantos audios en torno a ellos.

Enlaces a los textos

Estos son los textos, en formato pdf (el 2 es de cierto modo complementario, y es un simple corolario, digamos, de lo que hemos visto en general, estos meses atrás):

pdf 1 (versión 1.04 – 25 abril 2023):
«La nueva religión de masas: Animismo cientifista e intelectualista en la “tribu Tierra”»

pdf 2 (versión 1.02 – 25 abril 2023):
«Dios es un virus ‘informático’: nuestra adicción al control es del todo imposible con el amor de Dios (al final) | Y una nota sobre ‘memoria corporal’»

Índices de los textos

índice texto 1
– Maldiciones televisadas, el miedo es el virus (como siempre se dijo): neotribalismo a escala planetaria
– Imitación del plan o diseño divino
– Dispositivos y mediación: el “guarda de tráfico tumbado”
– La escapada incluida en el dispositivo
– Anti-ilustración ilustradamente cientifista-intelectualista
– Responsabilidad y necesidad del gobierno: no es “anarquía y cerveza fría”, pero lo parece
– Utopías varias
– Hegemonía, y más sobre responsabilidad. Nota sobre Foucault

índice texto 2
– Vamos al grano: «Lo que esperas, no sale “bien”»… series y otras seriedades y situaciones en torno al eterno no-retorno
– Memoria corporal: analogía y observación sobre la memoria corporal: tocar un instrumento, “tocar la vida”

Enlaces a posibles audios

(…)

 

A casi 12 años del 15-M | Por Iván Incauto Domingo :)

Imagen tomada de la 15mpedia, la wiki del 15-M, al parecer. Título: «Madrid, Puerta del Sol. Revuelta popular a favor de la democracia» (20, mayo, 2011). Por Luis Fernández García

[4 marzo 2023.
Espero hacer audios leyendo y comentando este texto y el otro que enlazo más abajo, que publiqué hace casi 12 años]

En una ciudad de cuyo nombre no quisiera acordarme, en mayo del 2011, las autoridades permitieron una acampada en la vía pública, de muchos días, nada más y nada menos que en pleno centro de Madrid, en primavera.

No hay casualidades, claro.

Por cierto, justo ese año, en el mismo mes de mayo, el día 30, tras la experiencia (cuando «dejé de ir») escribí algo aquí.

Es algo que al releerlo ahora me doy cuenta de que «tenía que» haberlo releído todos los días, y «practicado» a fondo… pues contiene «los temas de toda mi vida» — gran parte — (quizá lo relea y lo comente en un audio, para sentir más sobre esto).

Es esto:
– «Comisión de espiritualidad 15-M: acampada Sol, algunos ‘porqués’ de la espiritualidad»
https://www.unplandivino.net/comision-espiritualidad-15-m/

Esto que llamábamos «el poder», en realidad, por lógica va tendiendo a ser más sibilino en la tarea que siempre ha tenido:
la de gobernar con y para el miedo (nosotros, las masas incautas, lo fabricamos así, por ley de atracción, al estar arrojando el miedo al entorno, el ánimo de miedo… al estar arrojándolo así… en vez de temblarlo y «llorar» lo que hay por debajo).

Y claro, la otra cara del miedo es el control.

El poder tiene que ver en gran medida con la adicción emocional que personalmente todos tenemos: adicción a controlar… (aparte de tener que ver con las adicciones más obvias: acumular cosas materiales, sexo por el sexo, etc.).

El poder en realidad se trataría, pues, de encauzar, de administrar dispositivos de encauzamiento de las masas. Y la gente en general tenemos muchas heridas emocionales (miedos, etc.) que lo permiten.

Ya no vivimos tanto en una atmósfera de «reprimir», claro…

La cosa es como «más inteligente».

Nos hemos sensibilizado con ello dentro de «esto de la espiritualidad», durante muchos audios y textos:

Lo que «se quiere» es «barrer para casa», es «llevarte a su terreno» (y sucede así en muchas diferentes espiritualidades, según lo armónicas que sean con el mero amor natural).

Si son armónicas con el amor divino, entonces, las cosas, las tareas… las influencias… nunca van a intentar «barrer primero para casa»… es decir, no van a «mirar» primero para sí mismas… sino hacia Dios.

Continuar leyendo «A casi 12 años del 15-M | Por Iván Incauto Domingo :)»

Por qué esto sobre el alma (2) no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”

En este texto (y en el audio enlazado más abajo, donde leo y comento un poco el texto) continuamos lo que empezamos a ver aquí:

– «Por qué esto sobre el alma no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”»:
https://www.unplandivino.net/ilustracion-alma/

… ahí, aparte de que se puede descargar un texto en pdf con las dos partes (lo del día 27 y lo visto este día 30 de diciembre, 2022)… ahí, veíamos algo que fue surgiendo en una conversación «virtual» con una persona en internet.

Enlace al audio: descarga / en ivoox

Este audio y texto se pueden ver independientemente de la parte 1.

Esta serie (por ahora con sólo dos partes, y no creo que muchas más) se inició a raíz de una «conversación» con una persona en instagram, que «se metía» contra este tema de «creer en espíritus», etc.

[Antes de seguir con esta introducción: cometo una especie de error cuando hablo rápidamente de «lo cuántico», pues el nombre para las funciones matemáticas no es «observadores» (creo que digo eso), sino «operadores». Ese nombre digamos que introduce algo «más activo», algo que en cierto modo alude a la «consciencia» (de «un operador») en las funciones matemáticas. Por eso, y forzando un poco… podríamos decir que es «sinónimo» de «observador» (un concepto que, si recuerdo bien, se usa de todas maneras en contextos ya «formalizados»).]

Seguimos:

Apenas hablo con gente en internet, en ese plan como el que reflejan estos textos… pero surgió.

Así que… me puse muy «explicativo de las cosas fundamentales» (que no fundamentalista 🙂 )… y surgieron estas cosas.

En estos audios y textos repasamos y reforzamos cosas un poco ya vistas… en parte para celebrar, espero que con cierta alegría… este tema de la verdad, o sea, la simple verdad y el proceso que conlleva, el proceso de simplificación inclusiva – si lo llamamos así -… y de celebrar, por qué no… la vida :).

Hace poco inicié un nuevo método de guardar audios, etc. Por tanto no van a funcionar los antiguos enlaces de descarga directa en muchas de las entradas (en estas nuevas ya sí).

Los enlaces a carpetas con todo organizado están en esta entrada:
https://www.unplandivino.net/descargas

Índice:
– Parte 2
– Nota 1: sobre «haber sido engañados» e influencia espiritual
– Nota 2: sobre «nada que discutir»
– Nota 3: sobre las leyes y el amor
– Nota 4: amor y control
Parte 2

Decías:

> Pero no hay un ente personal alma, sino funciones psicológicas muy ricas y muy mezcladas <

Te propongo que esa es «tu hipótesis», digamos.

La propuesta/hipótesis, esto que te cuento*… (y que voy comprobando, y gracias a ello puedo realmente comenzar incipientemente con esto de «sanar algo sustancial»… 🙂 ), es:

– Cada persona tiene y es una esencia única. Esa esencia radica en lo que anima (el ente animador), no en lo animado.

– Lo que anima (alma), no se ve, obviamente. De cierto modo engloba lo animado. En cada persona es como si fuera un «globito».

– El alma tiene potenciales que empiezan a activarse al separarse de su otra mitad para encarnar (pues en el fondo somos un alma completa en dos mitades).
Y todo  esto, todo esto sobre este «globo»… es para poder «inflarse» (aunque en esta tierra se comienza con obstáculos – es una carrera de obstáculos… que la tradición parece que llamaba «valle de lágrimas» 🙂 -…
obstáculos…
que por diseño no son «originales» (o sea, no provienen del origen, pues nada original es impuro)
(y por cierto, quizá por eso se entiende en parte la llamada/atractivo que ejercerá esa reflexión filosófica sobre «Esferas», de Sloterdijk… así, en plan hablando muy básico… y ya que hablamos de globos). Continuar leyendo «Por qué esto sobre el alma (2) no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”»

«Boletín» de abril 2022: a modo de resumen de algunas cosas vistas ese mes

Hola,
a modo de «boletín» mensual (de abril, 2022) 🙂 :

Enlace al audio donde casi solo leo (aunque comento un poco) este texto de abajo, que surgió a modo de «recuerdos de abril»: en ivoox / descarga

¿Quién nos iba a decir que, si no nos preparábamos… entonces, vivir esta especie de «fin de ciclo» (si es que esto que vivimos es eso ya), iba a ser como una especie de «vivir continuamente en una campaña publicitaria» de cosas como las empresas farmacéuticas?

Lo hemos entendido/sentido, en parte, en los últimos audios que hice… ya que es lógico que, si la sociedad premia durante siglos el hecho de:

– ponerle un precio a las consciencias (a la atención de la gente… pues eso es la publicidad y la propaganda que ahora SOMOS, ya que en gran medida somos «propaganda con patas»…),
Continuar leyendo ««Boletín» de abril 2022: a modo de resumen de algunas cosas vistas ese mes»

Reaccionamos «desde la verdad divina» a una célebre entrevista reciente a Gates (2021)

Quién habría pensado, hace 10 años… que iba a estar viendo, con unas personas de Argentina – y grabando un vídeo sobre ello -… viendo… decíamos… a un coach norteamericano reaccionar ante una entrevista muy friqui del pobre de Bill Gates, donde se delata a sí mismo y delata toda la base de oscuridad que sustenta este mundo tan adicto y tan «avestruz enterrando la cabeza», que vemos fabricado por ley a partir de nuestra degenerada condición álmica (aunque, como parece que siempre sucede en un «fin de ciclo», se abren oportunidades para seguir creciendo en amor y verdad… o para volver a las andadas… – y muchas cosas entremedias, quizás -).

En ese vídeo reaccionamos a este:
https://www.youtube.com/watch?v=79ExQWKb2vA
del canal de youtube titulado
«Communication Coach Alex Lyon».

Este coach reacciona y analiza los gestos de Gates en una parte de una entrevista donde el pobre de Gates es preguntado por cosas delicadas, moralmente hablando.

Lo he subido a rumble por si hubiera problemas en youtube, y reaccionamos a esa entrevista célebre por lo «friqui» que resulta todo.

Ya es como un secreto a voces que en las familias de la élite, o sea, de gente que intenta forzarse a «estar destinada» a poseer grandes corporaciones, puestos de mando, etc…. en muchas de esas familias ocurren cosas como violación de los hijos, los niños… una gran traumatización de los hijos, etc.

Esto es porque así los niños se salen de sus cuerpos con facilidad para evitar afrontar un trauma demasiado brutal (lo sé por experiencia, aunque lo mío no fue tan demasiado brutal – ya lo hemos comentado en alguno de los vídeos que hacemos viendo cosas de la verdad divina -).

Este salir del cuerpo permite que los desencarnados más adictos al poder por el poder (desencarnados que influirían en la humanidad repetidamente durante siglos), entren a esos cuerpos.

Estos desencarnados más o menos semiposeen a dichos cuerpos durante gran parte de la vida, imponiéndose así en gran medida «sobre las almas» de la pobre gente como Gates.

Más ejemplos de gente así son muy célebres hoy, ejemplos de esa degeneración… de gente muy «trucada», digamos.

Otro caso es Biden, el presidente de los EEUU. Se nota mucho en sus gestos; es célebre la degeneración de Biden en sus gestos de acoso a niñas, públicamente.

Esto es, por lo tanto, un patrón. Y de cierto modo nos señala el «modo apocalíptico» que vivimos hoy.

Nuestro no asumir responsabilidad y nuestro ser «masa humana» programada poco a poco para «delegar automáticamente» las cosas más básicas (comida, educación, política falsa…)… para justificar atrocidades aunque solo sea cual avestruces escondiendo la cabeza… etc…. toda esa no responsabilidad… se nota, por ley de atracción, en que atraemos este sistema global donde unos psicópatas (semiposeídos) dirigen en gran medida los medios de comunicación y por ejemplo las grandes farmacéuticas, para intentar modelar el mundo con esos manejos de miedo… esos manejos de «miedo global»… que son ya tan claros desde el también trucado «11-S»… en este grado de «mundo sin alma» que hoy nos muestra nuestra condición… en un grado de arrogante «control de la evolución humana/planetaria».

Pero veremos qué sorpresas nos tienen preparadas las posibles catástrofes, reconfiguraciones económicas, inteligencia artificial, etc…
en esta especie de «forzamiento planetario» que parecemos estar viviendo (forzamiento en parte en amor/verdad, por ley).

https://rumble.com/vphzav-reaccionamos-desde-la-verdad-divina-a-una-clebre-entrevista-reciente-a-gate.html

Andrew habla con Jesús sobre las causas de lo que le llevó a su cáncer, poco antes de «morir»

Vemos y comentamos en grupo el caso impactante de Andrew, en conversación con Miller (Jesús) sobre su cáncer y temas relacionados.

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Índice

– Enlaces a todos los vídeos
– Introducción
– Índices de temas y tiempos de los vídeos

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Enlaces a todos los vídeos (cuatro en total)

vídeo 1 / vídeo 2 / vídeo 3 / vídeo 4

Introducción

Palabras clave y conceptos:
– relación entre la enfermedad y la supresión de emociones (heridas emocionales, adicciones emocionales, expectativas/exigencias, demandas. Ira, tristeza, superioridad)
– relación entre la enfermedad y la influencia de desencarnados (superioridad, ira)
– cáncer
– alma.

Andrew moriría a los pocos días de entrevistarse aquí, en el 2015.

Este es un caso muy gráfico, pues lo que nos pasa a todos (en cuanto a la relación entre la enfermedad, la influencia de espíritus en heridas emocionales (por ley de atracción), ver cómo la fachada «mata»…)… lo que nos pasa a todos… se ve representado aquí «a la vista», pues la exmujer, que había muerto hacía pocos años, tenía contacto consciente con espíritus y hacía de médium de espíritus que deseaban controlar a Andrew.

Estos vídeos los visualizamos con Clau*, Ana Pilar, Juani y Francisco (aunque no con todos a la vez en todos los vídeos).

Ver índices de los temas y tiempos abajo, de cada vídeo.

Intercalamos comentarios nuestros mientras lo vemos, como hacemos a veces, a diferencia de los vídeos donde vemos todo seguido, y luego al final comentamos.

Este tema pertenece por ejemplo a la página guía B.1 de la web.

* Canal de Clau:
https://www.youtube.com/channel/UCTx32q_QFCWi9Uq49F83fsA

Índices de temas y tiempos de los vídeos

Índice vídeo 1

0:00 Introducción
4:58 EMPIEZA VISUALIZACIÓN
7:43 Miller comenta el tema global de las causas del cáncer
8:49 Trasfondo de Andrew, personal: su madre también murió con cáncer, y su exmujer. Esta mujer hacía trabajo con espíritus («espiritista»)
12:18 Andrew comenta sobre su influencia de espíritus, que ya tenía de joven, y por eso buscó ayuda en la que luego sería su mujer. Ella era médium, se ponía en trance
18:58 Miller le invita a recordar lo que hablaron hace años en un taller al que acudió Andrew: allí ya le dijo que estaban influyendo mucho en su vida (espíritus)
22:05 Miller habla sobre «cualquier enfermedad»: supresión de emociones Continuar leyendo «Andrew habla con Jesús sobre las causas de lo que le llevó a su cáncer, poco antes de «morir»»