El juego de los desencarnados negativos con nuestras identidades, adicciones emocionales… ¿los casos quizá más notorios de la historia?

Índice
– Introducción
– La locura de lo que pasa en torno a Israel como ejemplo paradigmático
– La unión Israel – Estados Unidos
– Es lógico que nos gobiernen desalmados (por ley)
– Los desastres naturales
Juego con identidades por parte de desencarnados
– Espiritualidad “popular”, y un cambio completo en el concepto de historia y de antropología
– Antropología, relato, etc., algunas notas

[Texto en formato pdf junto los otros dos principales de agosto 2021: pdf]
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Introducción

Previamente hemos hablado (en este agosto del 2021, donde propuse varias invitaciones a sentir algunas cosas muy básicas de la verdad divina…), hemos hablado… de cómo la Nueva Era va “contra Dios”, de diversas formas (es decir, esta especie de nueva era que se cierne en el horizonte tras los posibles “reseteos” globales). Ver:
La “Nueva Era” como intento de anestesiar el alma humana contra Dios
https://www.unplandivino.net/nueva-era-brecha-tecnologia/

En este tercer texto y vídeo quiero invitaros a completar o corregir por vuestra cuenta estas observaciones… y a sentir el tema de cómo muchos tipos de políticos y de gente así, por todo el mundo, también actúan conjuntamente “contra Dios”… tal como nosotros lo hacemos, cada uno personalmente, al repeler la conciencia -como ya vimos en el primer texto de agosto-:
Desmitificando completamente a Dios
https://www.unplandivino.net/contra-la-verdad-de-dios-desde-peques/
.

Durante milenios se repiten temas o siguen dándose patrones de acciones que crean caos y destrucción, gracias en parte a la influencia de desencarnados… y en una especie de “objetivo compartido”, es decir, por ejemplo con el objetivo de poder seguir jugando al juego de las naciones, imperios, dominio… “sin Dios”, es decir, negando el alma (al reforzar la idea de superioridad, de muchas maneras).

La locura de lo que pasa en torno a Israel como ejemplo paradigmático

La locura de lo que pasa con Israel y todo lo que rodea a este Estado quizá nos sirve como un caso clave a la hora de estudiar la influencia milenaria de desencarnados en los asuntos humanos colectivos, políticos.

La historia es muy compleja, claro está, pero sí existe un rasgo muy claro: hace casi 2000 años los romanos destruyeron el Estado judío, en un territorio que, por lo que se ve, la tradición judía considera en realidad su tierra, su tierra prometida, etc.

Como siempre, a los desencarnados más negativos les interesa buscar el conflicto por el mero conflicto (con la excusa que sea…)… buscan la confrontación, el caos, la destrucción y el sometimiento o control de humanos, con diversas excusas.

Ha habido varias oleadas de emigración pacífica de judíos hacia ese territorio “prometido” de lo que es ahora Israel, así como también ha habido muchos movimientos y acciones ya no tan pacíficas por parte de musulmanes y de judíos (y cristianos).

Podemos conjeturar que en el fondo es como que hubiera ocurrido una especie de “sacrificio” de judíos, por todas partes (la persecución de los nazis, dentro de la eliminación de muchas etnias y grupos, la eliminación que hicieron… habría sido el colofón más terrible).

Esto es un sacrificio de personas de esa tradición judía, en Europa… es decir, una especie de sacrificio de un “pueblo”, pero el pueblo ¿de quién?

Ya sabemos al final cómo muy a menudo sucede que se termina usando la “energía de víctima” para fines relativos al poder, al control… pues “ser víctima” puede justificar muchas desigualdades e injusticias más o menos “vengativas” contra los verdugos o perpetradores, o contra los supuestos perpetradores (y da igual el bando, lo que interesa a los negativos es que sigan vivas las actitudes como la de: “ojo por ojo, diente por diente”).

Entonces… “su” pueblo… ¿“su”, de quién?

¿Sería en parte el “pueblo” de algunos desencarnados muy aburridos y muy adictos a la sensación de superioridad, etc.?

Quizá sucede que una gran parte de los desencarnados que ahora están asociados a las heridas emocionales de muchas personas que están en ese conflicto y juegos de poder… quizá sean las mismas personas desencarnadas que se harían llamar “Dios” o “dioses” en los relatos de las diversas épocas bíblicas, los relatos de la Biblia… donde había mucha influencia espiritual de todo tipo de espíritus más o menos brillantes, o directamente negativos del plano 1. Continuar leyendo «El juego de los desencarnados negativos con nuestras identidades, adicciones emocionales… ¿los casos quizá más notorios de la historia?»

Sin García-Trevijano es imposible comprender la historia de la España contemporánea: un ejemplo

flores
Primavera, por el centro de España. Licencia CC.by-sa.2.0

En este texto contextualizo, con un ejemplo, la presentación que hago más abajo de esta persona tan importante para entender algo en España como «entidad política» –el ejemplo al inicio del texto trata sobre los trapos sucios de las personalidades de tipo «mercenario» que dirigían y en parte aún influyen sobre la opinión en España–.

Antonio García-Trevijano estaba proscrito y sigue siendo «un proscrito» para los medios de comunicación oficiales en España, pero es muy conocido en internet, y tiene por tanto un futuro altamente «glorioso» 🙂 .

Ahora tiene casi 90 años de edad, y sigue defendiendo la verdad sobre muchos aspectos del origen del régimen político español actual.

En este audiovídeo en youtube leo casi entero este mismo artículo y lo comento (después de 4 años):

Continuamos.

Aparte de las anécdotas que vivió, junto a personas más conocidas ahora (como el expresidente Felipe González o el anterior monarca español), existen anécdotas también muy ilustrativas, y que afectan a personas no tan conocidas –unas anécdotas que por cierto se pueden asociar a dos o tres detalles, simples y curiosos, como el de por ejemplo la «relevancia simbólica» que están adquiriendo cada vez más ciertos Bancos, Bancos privados que ahora aparecen esponsorizando instituciones como la Real Academia de la Lengua, la RAE–.

Así podemos quizá percibir ese «abismo ético» que los medios de comunicación facilitaron en España… así como la actual ignorancia que existe en torno a la historia contemporánea -sabiendo además que dicha ignorancia es un hecho totalmente «lógico», ya que precisamente «la política», en una civilización de consciencia aún primitiva, vive en gran medida tapando la verdad, y gracias a ello.

Esta anécdota se encuentra en el siguiente audio de su programa cotidiano de «radio» en ivoox (a partir del minuto 56): Preguntas y respuestas a los oyentes (día 05 / 06 / 2016).

La anécdota surge como respuesta a una pregunta sobre Juan Luis Cebrián, que es una persona de la «élite manipuladora» de España (es decir, alguien que ha «hecho política» (en el sentido más basto de conseguir «poder» y dinero), mediante los medios de comunicación).
Cebrián tiene que ver con el influyente periódico «El País«, que ha sido importante durante todo el régimen de engaño llamado «La transición española».

A continuación transcribo lo que dice ahí Trevijano, y completo alguna cosa para poder trasladar lo dicho desde el régimen oral (y muy emotivo) al régimen escrito…, para así poder hacerla más comprensible para mí, tal y como puedo entenderla:

«…cuando fracasaron todos los intentos que hice para orientar a los españoles acerca de los engaños que iban a tener lugar, intenté comprar El País, y me puse de acuerdo con Darío Valcárcel, un periodista que todavía escribe por ahí.

» Y ahora diré lo que hizo este hombre. Continuar leyendo «Sin García-Trevijano es imposible comprender la historia de la España contemporánea: un ejemplo»

La lógica desmotivación de los políticos: tener que "hablar de nada" al final descorazona a cualquiera (y al final no saber -o no poder- pensar en nada)

imagen de gente(donde por ejemplo se invita a descubrir la diferencia entre ideología e ideal…, y se dan breves pinceladas sobre elementos que nos van a ir sirviendo para seguir 🙂 )
En estos textos vamos a hablar sobre reencantar el mundo, cosa que ya habíamos tratado un poco al hablar sobre Bruno Latour y sobre la nueva y sencilla forma de pensar el concepto de «constitución» que planteaba él.
Nos hemos movido hasta ahora en un mundo movidos por una metafísica que reparte el mundo entre «hechos» y «valores» de una manera torticera, de una manera que no nos deja hablar bien, ni comunicar entre sí, los diferentes «mundos» donde se cuece de hecho todo aquello que al final dará con la inevitable ilusión de un «mundo común», y con la otra inevitable ilusión del «bien común», que siempre es algo a reconstruir y a redescubrir conjuntamente con aquel «mundo común».
¿Por qué estamos en una especie de nueva era humana? Esta contiene cosas como:

– el ecologismo (como impulso a la aceptación de la Unidad de toda la humanidad y toda la tierra…, en relación incluso con todo el universo…, y la necesidad de sentir y repensar eso constantemente…, y de con ello repensar lo que somos),
– una especie de crisis (y de reconocimiento de que las crisis, en su aspecto económico, que es el que vemos que «gobierna»… las crisis… de cierto modo son permitidas y alentadas)… una especie de crisis… decíamos, y de cambio de época… donde extrañamente no podemos hablar de valores, y donde quizá se requeriría un verdadero acuerdo sobre cómo hablar de ellos de una forma lo más universal posible…, y de una forma digamos «delgada», aunque a la vez poderosa,
– y cosas como el sano impulso por una democracia y una transparencia ampliadas, impulso que hoy vemos tan efervescente y que tiene a su disposición tantas herramientas para poder implementar sistemas muy sanos de regulación en esta Tierra global -en un futuro «cósmica»- que somos.

El primer tema, antes de nada, es que más bien tendríamos que ante todo poder compadecernos -en el buen sentido de “compadecerse”- de todos los políticos que están ahí, representando en gran medida el papel de monigotes.
Es como si tuviéramos un marco institucional (muy digno por cierto, algo que debemos cuidar y conservar a toda costa, y que para siempre es algo “universal” mientras dure esta etapa de la civilización, tan amenazada todavía), pero un marco cuyo cuadro, cuyo contenido, está digamos que vacío, vacío de contenido, es decir, de ideales… y lleno de gente, de «mafia».
Entonces, al no llenarse dicho marco de elementos que potencien los ideales -frente a las ideologías– se motiva así la “des-realización” de las personas y de los nobles fines del servicio público.
En general, parece que los ideales motivan y unen a gentes que aparentemente podrían tener objetivos muy dispares… y las ideologías parecen más bien subvertir y socavar lo efectivamente conseguido por los ideales (ya que estos siempre están ahí, por mucho que nos degrademos).
De cierta forma, las ideologías podríamos entenderlas como mecanismos que consiguen facilitar la extracción y el consumo de «lo invisible»… el consumo de algo como los valores, como los ideales, los ideales ya conseguidos en un determinado campo social.
Los ideales mantienen vivas las tensiones fundamentales que dinamizan los colectivos que hay en esta civilización… las tensiones entre libertad e igualdad, etc.
Las ideologías dan la impresión de poder más bien paralizar dichas tensiones, y con diversos fines, para quizá, con esa subversión de las tensiones, lograr ciertos objetivos materiales o de otro tipo por parte de ciertas élites que a veces no son muy reconocidas públicamente.
Quizá de los ideales podríamos decir que son capaces de alimentar esa «conexión interior humana», casi esa mera confianza… que es manifestada en la motivación de la vida normal, compartida en confianza y en una especie de servicio colectivo…, dentro de un colectivo que por ejemplo podría estar anclado más o menos en alguna tradición de largo calado, y que no requeriría de muchas leyes formales.
Sobre esto podríamos quizá intentar hablar de un ejemplo (quien sepa más), a cuento del estado de motivación y de descorazonamiento (de «moralidad») personal, que ahora quizá tenga la población rusa tras el paso del «tanque» de aquella ideología que utilizó el campo social tradicional, anterior a la dictadura comunista… para extender ese nuevo «nomadismo» actual que sería el capitalismo industrial (que, en vez de caballos, montan cuentas bancarias al servicio de la concentración de poder en manos de unas pocas multinacionales, y cuyas flechas conquistadoras son las crisis y demás técnicas de extracción global y saqueo -dicho sin acritud, pues simplemente son digamos que «los nuevos bárbaros», instalados en el gobierno secreto mundial).
«El comunismo» habría sido en parte la excusa para simplemente poder implantar más o menos forzosamente un «más de lo mismo», en esa especie de «dictadura» global que tenemos de esos nuevos «nómadas guerreros» secretos de la economía… que gobiernan mediante «la guerra económica», una guerra que ahora sería algo generalizado por «lo económico»… donde todo el planeta ha de ser movilizado para esta guerra. Así que ahí los tenemos, a esos nuevos nómadas «conquistadores» bajo la forma de industriales, de economistas… y de todos los demás ingenieros, etc., que los acompañan necesariamente.
Así, a bote pronto, entre tantas divisiones que tenemos (sobre todo el muy desastroso enfrentamiento entre filosofía y religión), parece que echamos de menos quizá un lenguaje y un sentido de la tradición donde poder hablar con cierta eficacia sobre «los valores», sobre qué son estos, sobre cómo de hecho nuestro sistema funciona «comiendo valores» -tal y como comentábamos en La necesidad de hablar sobre los invisibles valores.
Así que ya hablaremos más de lo que acaba de salir como tema, y que es fundamental: la superación del enfrentamiento entre filosofía (ética) y religión, por muy motivado que esté ahora tal enfrentamiento, o que lo haya estado en el pasado, debido en parte a los usos que ha tenido la religión institucionalizada.
Este enfrentamiento es ridículo.
La religión en general parece estar muy pervertida por «el poder». Pese a eso, su verdadero fin se cumple a veces, y se podría cumplir más, y es ridículo el enfrentamiento que hemos en parte representado en el teatro social… el enfrentamiento entre el bando de la ética y el de lo religioso.
¿Cuál es ese «verdadero fin» de la religión? El de nutrir la «base espiritual», una base que es lo que para empezar nos permite siquiera poder tener y justificar las «ganas de ser mejores»… las ganas de mantener la tensión de los ideales… las ganas, pues, de siquiera hablar de ética… de «valores».
Recordemos que, pese a la aparente perversión de lo religioso, a veces hay mucha gente que se siente bendecida en el marco institucional de las diversas religiones en las que expresan su cambio, que a veces es una auténtica resurrección… su cambio desde un:

– «servirse a sí mismos», al yo separado,
– hacia un «servir a Dios» para encontrar su Sí Mismo en Unidad… para encontrarse a Sí Mismos.

La religión sería idealmente la institución destinada a precisamente preservar:

la llama de los valores,

– la pureza y amplitud de ese «fin», de esa meta final o de «resurrección»…, que es el permitirnos acabar con aquel movimiento del «yo separado», ese movimiento del «servirnos a nosotros mismos»… para poder vivir el otro «servir a algo más grande»…

– preservar y activar la fe viviente, por tanto, la fe en eso que, dentro del corazón de cada ser humano, justifica nuestra atracción por la verdad, la bondad y la belleza supremas… que son esos «atractores» que, desde siempre y de hecho tenemos dentro, como Mentes creadas por Dios (y no creadas por nosotros mismos, pues, para nuestra desgracia 🙂 , no nos hemos creado a nosotros mismos en tanto que Mente/Consciencia que proyecta universo).

La religión sería pues la institución destinada a precisamente permitirse «hablar» sobre los valores y las tensiones de los ideales…, y nutrir (más allá de las palabras) esos valores y su cuidado… para así poder nutrir a una sociedad dada con tal cuidado y con tales formas de «hablar» -que están más allá de las palabras.
Podemos inquietarnos (y tener más motivos para activar esas guerras que tanto interesan, por mera lógica, a los banqueros y sus amigos que negocian a la vez con todos los países), podríamos inquietarnos en países como España, donde el asunto de la religión está todavía tan fuertemente ideologizado, polarizado… donde parece haber tanto odio en varios bandos.
Las ideologías, frente a los ideales, interesan por tanto de cierto modo a gente que a su vez está más directamente interesada (por sus negocios y juegos de poder) en ver una humanidad en conflicto, en shock, separada.
Generalizando: esa separación a gran escala digamos que interesaría «más» a los banqueros y demás dueños de los grandes negocios que se van concentrando en pocas manos, y que «siempre ganan»…, que siempre terminan haciendo dinero y concentrando más poder a partir de la polarización e ideologización del ser humano a nivel mundial y local -mediante por ejemplo la venta de armas, de cuerpos, o a partir de las crisis, etc.
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¿De cómo "bananerizar" aún más a España? ¿Una siguiente etapa "bananera" usando el propio impulso de los españoles por liberarse de esta "corrupción" que ahora tenemos?

imagen corazón en círculo
Esto que sigue es una nota para comentar algo en torno a este artículo:
«La verdad acerca de Pablo Iglesias y su partido político «Podemos»» (Yael Farache)

De lejos parece haber, no sé si «otra vez», la posibilidad de una España dividida en dos bandos, como antes de la guerra civil del 36… y cada uno usando medias verdades, y no poniendo todo sobre la mesa…
Todos tendrían algo de razón. Lo malo es que dejemos que se realice la posibilidad que plantea el artículo que enlacé arriba (aunque el artículo no sé si tiene en cuenta un factor quizá esencial en este país, aunque parezca minoritario: las religiones; la Iglesia católica y el islam).
No sería nada raro que España se «bananerizase» todavía más, paradójicamente con la excusa de liberarse de lo que hay ahora –aunque en vez de vender bananas, las empresas que «tenemos» en España (y parece que las grandes ya se convirtieron en multinacionales supongo que gracias en parte a nuestra «bananerización»…) son Bancos, son empresas de telecomunicaciones que fueron privatizadas, empresas del sector de la construcción que han usado a las elites políticas para emplear miles de millones de euros en obras públicas que aún no se usan y se deterioran… etc.
No sería del todo raro que España se hiciera algo más «república bananera»… (y es que es célebre la fama que tiene España, de intentar autodestruirse 🙂 ).
Podríamos acabar con más de lo mismo, y aún peor.
Más «de lo mismo»… pues España ya está de cierto modo bananerizada. ¿Por qué?:

  • al haber sido en gran parte «vendida», con ciertas leyes (aparte de con el insólito y vergonzante fenómeno de la privatización:
    todas las infraestructuras que fueron pagadas durante muchos años por los impuestos de la gente, pasan a tener un dueño que se beneficiará en lo sucesivo de la posible rentabilidad y la expansión internacional de lo que antes era un servicio público pagado por todos)…
  •  y por tener una «democracia» que ha sido desde hace mucho tiempo capturada/gobernada desde los «gobiernos» más o menos en la sombra de Alemania, EEUU, y los «think tanks» de diseñadores de turno.

Es cierto que el sistema que llamamos ahora «democracia» no lo es, o no del todo… pues por ejemplo no hay una verdadera separación de poderes… y los «representantes» solo representan en realidad a su Partido, teniendo que hacer lo que diga el jefe de este (que en uno de los partidos, ahora en el gobierno, desciende «a dedo» desde el dictador Franco y sus amigos).
La democracia se caracteriza por justo lo que falta ahora: básicamente separación de poderes y representación (no hay ni una ni otra cosa).
Hasta ahora básicamente representaban a dos Partidos (PP, PSOE) que, con ayuda de las otras dos «marionetas» estructurales que eran los dos grandes partidos «nacionalistas de derechas» (PNV vasco, y CiU catalán)…, cumplieron, en su comportamiento más global, con su diseño: turnarse en el poder, siendo ambos Partidos, en gran medida, otra institución más del Estado, pagada por el Estado.
Esto es lo que ahora se llama «casta» en España… y que al parecer en la Venezuela antes de Chávez era «la cúpula».
Digamos que lo que hay ahora es una mezcla de democracia y de fascismo, pues, como nos enseña Trevijano (figura esencial en este país), el ideal del fascismo era INCORPORAR LAS MASAS AL ESTADO (cosa que en este caso se lleva a cabo teniendo unos pocos y grandes partidos pagados por el Estado… que no salen realmente del impulso de la propia sociedad civil… sino de una casta o «sociedad» «política»). En el artículo de Yael ya hubo algunos comentarios que hablaban en los términos de Trevijano sobre este tema: ver por ejemplo este.
Y la posibilidad de «chavizar» España sería peor… la posibilidad de convertirla en «otra Venezuela»… si el proceso constituyente que promete Pablo Iglesias, el quizá futuro presidente… es un proceso constituyente a la venezolana, para agravar los mismos «fallos» que hemos descrito que tendría esta «democracia»: la «no separación de poderes», la no representación, etc.
Pero en realidad en el partido de Pablo se supone que, si le dejan, una vez en el poder sí abriría procesos realmente equitativos y democráticos, no al estilo meramente «populista».
El texto de Yael, así como mucha propaganda actual «anti-Podemos», parecería estar hablando o elucubrando quizá demasiado rápido sobre «lo que en realidad quiere hacer» Pablo Iglesias.
Caben quizá dos posibilidades:

  • que Pablo sea coherente con lo que dijo alguna vez: que no quiere el poder, que lo que realmente quiere es poder ayudar a regenerar la democracia en España, con las miras puestas en un verdadero proceso constituyente, con libertad constituyente, y no un proceso al estilo del que supongo que fue el de Chávez al redactar la nueva constitución.
  •  que Pablo y su «gabinete» estén engañando, y que realmente, una vez arriba, den rienda suelta a experimentos del estilo del chavismo, que no se enfocarán en promover la libertad política, sino que tenderán a blindar a una nueva elite, escudada en algo que equivalga a «somos revolucionarios bolivarianos».

Lo que se pierde «chavizando»… en vez de realmente regenerar la democracia… parece ser la posibilidad de eso: de iniciar o reforzar la separación de los poderes, con unas medidas estructurales que potencien y aglutinen «lo bueno» que ya se tiene… implementando una libertad política creciente (que no es lo mismo que la libertad de expresión, o que libertades de tipo material, o la propiedad privada, etc)… con, por ejemplo, la participación de los mejores profesionales de cada ramo en la administración de lo público… y recuperando el papel de lo público sin coartar las libertades. Continuar leyendo «¿De cómo "bananerizar" aún más a España? ¿Una siguiente etapa "bananera" usando el propio impulso de los españoles por liberarse de esta "corrupción" que ahora tenemos?»