¿Por qué un «padre» pega a «su» niña por caerse al suelo?

En este audio…
– Enlaces al audio: descarga // en ivoox // en spotify
…  vemos algunos temas básicos con un ejemplo que presencié el otro día, en el que un padre biológico (parecía ser su padre biológico) pegó un poco a una niña por haberse caído al suelo ( ! ), al jugar con el hermano pequeño.

Por lo tanto, tratamos algo improvisadamente sobre el embrollo emocional-mental que conlleva, cuando somos niños, el castigo que las madres y padres realizan «sin querer queriendo», castigando así en realidad a las leyes naturales, literalmente (y «castigando» así indirectamente a Dios, por tanto).

De pequeños, en la individuación desarmónica del alma de la que hablábamos en «Niños y fachada«*… de pequeños… nos tenemos que «hacer cargo» de las emociones de los adultos, sí o sí, de muchas maneras, y para siquiera poder ser «normales».

Así vamos, generación tras generación, literalmente «cargando muertos».

La fachada de buena mamá: ¿qué consigue?

En este audio…

– Enlaces al audio: descarga // en ivoox // en spotify

… vemos el tema de la fachada de ser «buena madre», con ejemplos de «mi caso», donde hay una gran cantidad de sacrificio, como en tantos otros casos.

Es decir, la vida se llena de «actitud de sacrificio», muy profundamente asimilada.

Esa actitud queda digamos así como bloqueada en el alma, y en muchas almas a la vez, en los hogares, en una especie de «cámaras de reverberación» emocional.

Arrastramos eso, y lo llevamos también al mundo espiritual con nosotros; es decir, nos preocupamos por los hijos (con el fatídico «mi»: «mis hijos»), en vez de ocuparnos de nuestra alma, es decir, de los motivos reales por los que hacemos eso (para no sentir nuestras heridas profundas); de lo que realmente nos anima, que es a menudo una actitud de sacrificio, y que termina facilitando la creación de «más muerte» ─como vimos en otros sitios: «aborto y antepasados»─ .

Como sabemos, esa vida en sacrificio se trata de mucho miedo, de vivir en mucho miedo, un miedo que por tanto es inevitablemente bombeado al entorno al no sentirlo uno mismo, es decir, al no hacernos responsables emocionalmente de cómo estamos realmente… y al no disolverlo ─de ese modo─ en uno mismo ─disolviéndolo como la «nada» que efectivamente es, es decir, como lo insustancial que es, tal como nos recuerda Jesús mismo que es: «expectativas falsas que parecen ser reales»─.

En ese entorno más o menos «oscuro» tuvimos que aprender lo más básico de «cómo empezar a ser nosotros mismos». (Lo vimos un poco en otros audios, muy explícitamente ─en mi caso con, digamos, «dos madres», etc.─.)

Recientemente estoy teniendo muchas llamadas telefónicas con mi madre biológica sobre el tema.

 

Recordatorios, 2: Cuando la jaula de ‘amor’ falso se vuelve cámara «infernal» de reverberación | Una madre: proyector y espejo «imposible» | Dolor emocional y error

[Última actualización: 28 marzo 2023 (cambios menores en el texto)]

En este audio (enlace al texto debajo) …
– enlace al audio: descarga / en ivoox ||
– enlace al texto: pdf   (versión 1.03, del texto; 28 de marzo, 2023)

… seguimos la serie de recordatorios sobre el alma, la verdad, Dios…,
y leo el texto arriba enlazado.

Esta vez leí en un solo audio todos los apartados del texto.

La lista de esos apartados es (en esta versión leída el 5 de marzo, 2023):

– Dolor y error
– Cámaras de reverberación «infernales»
– La injusticia sistemática que enloquece a la que nos descuidamos: situaciones psicóticas en el hogar
– Psicosis… lógicamente. Y el uso hogareño de desahogarse energéticamente en los niños
– Ejemplo de un padre biológico pagando un poco el pato (quizá) para no perdonar a la madre (en el sentido de Jesús de “perdonar”)
– Nada, absolutamente nada habría cambiado si te hubieran dado en adopción nada más nacer

Anterior «Recordatorios»:
– «Recordatorios, 1: Consecuencias: ¿correcciones, castigos… oportunidades? | Recordatorios sobre el alma, Dios, la verdad…, 1»
https://www.unplandivino.net/recordatorios-1/

 

El aborto espontáneo, un caso concreto: cómo las expectativas intensas echan de la vida física a los nonatos

En este audio…

[nota de 4 septiembre 2022:
a poco de publicarlo lo he sustituido por ahora, a petición de la persona interesada, ya que, aunque no diéramos los datos concretos de quiénes son estas personas y los niños, «no se sentía bien» con la publicación;
He puesto un audio muy breve simplemente para sustituirlo y comentar en general cosas sobre el tema, que en realidad ya están vistas en otras partes]

Enlaces al audio de sustitución: en ivoox / descarga

… en el audio original veíamos un caso concreto que nos comunicó una persona que conoce ese caso y también los materiales que publico aquí.

En ese caso de nonato lo que básicamente veíamos en el audio original es cómo las expectativas de una abuela y una madre terminan en gran medida provocando el aborto espontáneo.

Esas expectativas vienen a su vez, lógicamente, de heridas emocionales pasadas por sus ancestros – hasta vete a saber dónde… en el tiempo – (y unas heridas de las que en algún momento alguien se responsabilizará, de alguna manera).

Después de unos años, sabemos en general que las almas no nacidas físicamente a menudo todavía siguen influyendo en las familias (en los hijos sí nacidos después, por ejemplo).

En el audio original cité al final esta interacción con un nonato que enlazo abajo; la vimos hace tiempo; es de los materiales que hicieron hace poco Jesús y María Magdalena en Australia, y que desde finales de 2020 son el motivo de esta web, etc.:
Nathan, un niño abortado de forma «natural», descubre a su verdadero padre-madre junto a Miller:
https://www.unplandivino.net/nathan/

 

Cómo las mamás enseñan a matar

En este audio:
…enlaces al audio: en ivoox / descarga
…hablamos un poco más del ejemplo un poco personal que comenté en los primeros 6 minutos del audio 6 del encuentro de procesamiento emocional.

Obviamente, también los padres enseñan emocionalmente lo mismo que las madres, pero, como vimos en el encuentro sobre el «tabú de la madre«, las influencias que predominan en el alma de los infantes son al principio las de las figuras femeninas, aún, en muchos lugares – y lo que absorbemos al principio (desde el útero) es muy importante -.

Se trata de ver claramente la desarmonía, el error, respecto al sistema de prioridades de Dios, respecto al amor.

Y, tal como vamos aprendiendo con Jesús, ese error continuo provoca miedo.

El miedo provoca dolor.

Y el dolor a largo plazo es sufrimiento.

Ese sufrimiento (dolor emocional acumulado y que por tanto se «somatizará» cada vez más), es lo que luego normalizamos, «civilizadamente», con nuestras:
– creencias falsas sobre la vejez,
– sobre la enfermedad,
– o sobre la necesidad de «morir» físicamente (dejar la Tierra atrás) de la manera que lo hacemos, etc.

El sacrificio de las madres y padres es uno de los ingredientes principales, por lo que parece, que nutre y da continuidad a los sistemas sociales «injustos», o a los errores más o menos normalizados en lo que pomposamente llamamos «la civilización», etc., cuando en gran medida lo que queremos hacer, al llamar «civilización» a esto con tanta pompa… lo que queremos hacer es normalizar la desarmonía, o sea, el pecado.

Vamos captando cada vez más, al menos intelectualmente para empezar, cómo ningún niño se merece esta transmisión emocional (y por tanto todos tenemos mucho duelo que hacer con nuestra propia infancia), y cómo la pasamos de generación a generación, y en qué consiste… etc.

Matización sobre mi caso (hecha el 1/dic/2022)

Nota importante: Este es un proceso en marcha, es decir, voy realizando precisiones y matizaciones sobre mi caso con este tema tan escabroso del aborto, que aparece comentado en este y otros audios.
Lo digo porque a veces comento detalles para ilustrar esto con mi caso, y la página principal sobre «mi caso» contiene actualizaciones con datos (escribo esto a 1 de diciembre, 2022).
Por ejemplo, he sabido con este proceso que no era exactamente que mi madre me quisiera abortar a mí, sino que más adelante ella abortó de la vida física a otra alma, cuando yo era pequeño; fue mi padre quien le propuso la idea; más información y audio sobre ello en la página enlazada: https://www.unplandivino.net/aborto/

 

 

 

 

Los gritos de los hijos a una mamá: una llamada al arrepentimiento de la madre: enojo, humildad, ley de atracción, regalo…

En este audio* vemos literalmente una interacción** entre Jesús y una madre que recibe ira de sus hijos. (Abajo también enlazo vídeo donde visualizamos una gran parte del principio, tras conversar previamente sobre el tema con Ana P. y Clau, en el canal de youtube.)

Es un caso que nos sirve mucho para el tema de la humildad, o sobre cómo entender correctamente que «todo es un regalo«… o sobre «las emociones y el tabú de la madre«, o sobre el alma y el reflejo que la ley de atracción nos hace de nuestras emociones que tenemos por sanar o que nos quedan «por sanar»…

* Enlaces al audio: en ivoox / descarga     ***
Enlaces a un vídeo de conversación/visualización: vídeo (youtube)

El tema principal es también el de la ayuda, el «querer ayudar», que es lo que la madre comienza expresando.

Es un testimonio leído, literal, de Jesús hablando con una madre que recibe ira de sus hijos.

Como dije, es muy ilustrativo de muchas cosas básicas: arrepentimiento enlazado con cosas… lo venenoso que muchas veces es querer ayudar a los hijos… (¡y dejarse «ayudar» también lo es!).

Si todo esto del alma funciona así… entonces es tremendo lo difícil que es hablar de esto con la gente, con uno mismo, con Dios…  y lo lejana que parece la sanación de la humanidad… arrepintiéndose de tantas cosas que no estamos aparentemente nada cerca de querer siquiera ver… de querer ver que son «cosas nuestras» de las que arrepentirnos…  ni tampoco cerca de querer comprobar a menudo si eso causa o no causa, en el alma – y por ley de atracción en la vida – destrozos… en todo y en todos.

Este pedazo de interacción quizá lo haga también en formato vídeo, individual o en grupo, para verlo detenidamente parando, y mentalizarnos de cómo hablar con nosotros mismos, con Dios y guías… para tener fuerza para salir de miedos a sentir…  miedos a acceder a rabia infantil…

Yo en mi caso creo que poco a poco voy sintiendo más lo horrible de las «energías de fachada» intercambiadas mediante «la ayuda de mi madre».

A ver si puedo sanar eso, todo lo que pueda, dando pasos pequeños cada vez también, etc.


** El vídeo original con la interacción entre Jesús y esta mujer, mamá de dos hijos, es este (empieza en el minuto 27:00):
https://www.youtube.com/watch?v=lqMF3Q9Mils
20100620 General Discussion – Q&A From People In Brisbane P2

https://divinetruth.com


Enlace a redes de Clau (una de las participantes en la conversación del vídeo):
https://www.instagram.com/paradojaaprendizajevivo

*** Este audio fue titulado: «Los gritos de los hijos a una mamá: llamada al arrepentimiento de la madre: enojo, humildad, ley atracción, regalo…»

 

El mundo al revés: perdonamos cuando tenemos que arrepentirnos, y viceversa

(Texto leído en audio aquí / Y enlace de descarga.
Audio complementario: La verdad acerca del arrepentimiento y del perdón (1) // )

Muy a menudo practicamos, sin darnos cuenta, una especie de arrepentimiento (contrición) con respecto a la gente que en realidad tenemos que «perdonar».

Insistamos de nuevo en que en realidad todo esto es un asunto emocional, en el sentido de que nos pasamos la pelota de las grabaciones emocionales.

Y sí, efectivamente, nadie tiene «la culpa»… pero al final, tampoco nadie se responsabiliza (pues hay muy poca gente humilde, en el sentido en que lo definimos aquí).

Para ver el caos que se forma debido a que nadie se responsabiliza, y ver cómo es que no sabemos responsabilizarnos (emocionalmente), podemos tratar el ejemplo -quizá muy típico- de las madres, que de alguna manera «son sagradas» (en este sentido erróneo):

Yo te parí, así es que autocúlpate todo lo que puedas…

…y ese tipo de cosas.

Entonces, las personas intentamos a menudo «expiar culpas», por ejemplo, como hijos, y practicamos la contrición o arrepentimiento como si les hubiéramos hecho a ellos -a los padres o a las madres- muchas «cosas malas».

Esto lo hacemos a menudo para no crecer, para no sentir la pena profunda asociada a cómo nos trató nuestro ambiente cuando éramos muy pequeños.

Es como si les debiéramos algo a los padres, buscando de este modo una especie de aprobación, o sea, buscando prolongar un estado en el que nos hemos juzgado a nosotros mismos, nos hemos culpado a nosotros mismos, por algo que en realidad no nos grabamos emocionalmente nosotros (vino del entorno hacia nuestra alma).

Esto lo hacemos muchas personas, inconscientemente, desde muy pronto en la vida, para así no recibir las energías de juicio que vienen de los «poderosos» adultos que nos rodean, incorporando así profundamente un sentido de invalidez, etc.

Es decir, lo que hacemos es juzgarnos antes de que nos juzgue la mamá o el papá.

De ese modo nos «protegemos», en el sentido de que ahora podemos controlar, o creemos poder controlar, lo que nos vendrá desde los adultos… y podremos así «evitar» que vuelvan a entrar las energías de juicio desde ellos (unas energías que tanto duelen, ya que, de pequeños, no tenemos casi más protección y guía que esas personas adultas de las que depende prácticamente todo).

Esto es independiente de que luego, efectivamente, en la vida, también podemos haber hecho «cosas malas» a los padres y madres. Pero, en un principio, no es así, pues básicamente somos espejos emocionales (en la primera infancia, como hemos visto en otras partes).

Así pues, en esa cascada de «autoprotección» invalidante, donde no nos protegemos en absoluto (en este «juzgarnos antes de que nos juzguen» tan dolorosamente los padres) hacemos durante la vida gestos de «arrepentimiento» donde lo confundimos todo… pues hacemos como si nosotros fuéramos los malos de la película… en vez de responsabilizarnos de nuestras emociones, pero en tanto que muchas de ellas son cosas que nos vinieron «desde fuera».

Es decir, en vez de «perdonar», «nos arrepentimos», y viceversa.

Y esas emociones basadas en el error entraron en nuestra alma desde el entorno, ya que nosotros éramos incluso bebés cuando por ejemplo las «sagradas madres» nos graban inconscientemente cosas que ni se dan cuenta que están grabando en nuestras almas.

Entonces, quizá ya de adultos, «expiamos» culpas arrepintiéndonos con respecto a personas que en realidad tenemos que «perdonar» (perdonar aquello que provenía de su alma, en la primera infancia)… perdonar en el sentido de responsabilizarnos de ese modo ya comentado, donde en realidad el «trabajo» es el de volver a hacer fluir todas esas emociones que ya tenemos dentro, que fuimos continuamente incorporando, y que provenían de, por ejemplo, toda esa parte femenina generacional… tan sacralizada, o bien de los padres, etc.

Entonces, tenemos estas dos formas -que es como si fueran simétricas- de responsabilizarnos de las emociones:

– arrepentirse: sentir con humildad, por ejemplo como padres o madres, cuáles eran las causas emocionales de aquella actitud que teníamos y que nos hizo proyectar contra, o juzgar, por ejemplo a unos niños pequeños,

– el perdón: responsabilizarnos igualmente de las emociones que hemos incorporado del ambiente, sin culpar, pero admitiendo la verdad: que nadie se merece nada, que nadie se merece eso.

Por ejemplo, un padre o una madre, debido a las proyecciones que ahora se da cuenta que «metió» en el alma de sus hijos… practicaría el arrepentimiento (concepto este que, como hemos dicho, se emplea para hablar de la tarea de responsabilizarse cada vez más concretamente de las emociones que seguimos teniendo bloqueadas, y que fueron las que nos hicieron proyectar en aquel momento hacia los niños).

Y, por otra parte, los niños, en general, o los jóvenes… practicarían mucho el perdón…. o sea, el responsabilizarse de las emociones proyectadas en ellos que se imprimieron en su alma… pero que, para recibirlas, ellos «no hicieron nada»,  «no se lo tenían merecido»; es decir: son objetivamente injustas, aunque ahora ya solo nos toque, en la vida, sentir (cultivar la humildad).

No hicimos nada para ganarnos esa «impresión álmica oscurecedora»… si la podemos llamar así. Y la parte que nos toca de «limpieza» con respecto a esa grabación, no es la de arrepentirnos por nada.

Cuando nos arrepentimos de algo que en realidad nosotros no hemos hecho (pues no nos hemos grabado esas emociones «juzgadoras», etc.), entonces, liamos mucho las cosas, pues la otra persona (por ejemplo un padre o una madre), que es la que realmente, en su alma, desearía trabajar el arrepentimiento para crecer (en este sentido técnico de deshacer las causas que le llevaron a grabar «emociones erradas» en los hijos)… esa otra persona, madre o padre… decíamos… entonces se ve en un papel que no le corresponde: tiene quizá un hijo, un nieto, sobrino, etc., que le representa, ahí delante, el papel de «soy culpable», y todo el rato (atraído por la ley de la atracción del padre o la madre, para que así este pueda volver a sentir ciertas emociones causales).

Como veis, esto es muy práctico, y es el caso de por ejemplo la gente que a menudo nos ponemos a cuidar a familiares mayores o ancianos, pero con unos sentimientos de lo que llamamos «culpa» (que es arrepentimiento por algo que en realidad no hicimos)… y así, estamos evitando perdonar, pues, como hemos visto, lo confundimos todo, lo mezclamos todo.

Ya vemos pues el lío que montamos en torno a este tema de «la culpa».

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Recordatorio:
todo esto no me lo invento yo, sino que está elaborado a partir de charlas y talleres de Miller y Mary.

La sacralización de «la madre» para tapar heridas emocionales que nos alejan vivir el amor de Dios

Seguimos con cosas muy básicas. Esta vez, el audio que se muestra arriba, se trata de una charla informal sobre el tema del título: la «sacralización» de las madres, en su aspecto más tragicómico.

Allá por el minuto 23 se corta un poco el audio.

Es donde comento sobre la ganadería:

al parecer, durante milenios, las prácticas más o menos brutales que se tenían con el ganado se realizaban en gran medida con las mujeres.

Hay o hubo, por tanto, un proceso de «grabación» de traumas… en la humanidad… y sobre todo en el traspaso emocional de madres a hijos… en un proceso de grabación de esas heridas… en los cuerpos emocionales de los hijos, «inconscientemente»… y una concomitante «evitación del dolor» en todos nosotros (y por tanto, un bloqueo de nosotros mismos, de todos, como canales de energía y amor).

Ese momento donde se corta el audio es también el punto donde invito a comentar un poco esto tan simple y conocido:
la manera de tratar el «te odio», cuando un niño pequeño expresa un «te odio» a un padre… o sobre todo a una madre, una tan «sacralizada» figura materna. Esta vez es el caso de una niña, además, pues Bertha es la mamá que comentó acerca de ese «te odio»… cuando surgió este tema -en este audio en directo en instagram-.

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Así pues, seguimos muy de cerca los temas de los anteriores audios, pues también invito a unas enseñanzas básicas de A. J. Miller y su pareja Mary: divinetruth.com

En este caso, también es un audio hecho en instagram, donde suelo hacer también invitaciones diarias a la meditación/oración, a veces muy breves. Cuenta de instagram:
http://instagram.com/un.plan.divino
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Más audios breves anteriores de esta serie:

– Todos los asuntos supuestamente de «vidas pasadas», recuerdos, etc., podrían entenderse fácilmente

– El mundo: una serie de calmantes y tiritas para las heridas emocionales milenarias… la verdad

– Las decisiones «malas» del pasado, y el miedo a afrontar las emociones subyacentes… son regalos

– Si no estamos presentes en las emociones profundas e «inocentes», buscamos actos físicos «adictivos»

– Sentir el enojo, la ira, la frustración… sentirlos, no es ni juzgarlos ni justificarlos

– «Fe es «mover el trasero» (mover el c**o, decimos aquí)»

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– Lista de reproducción sobre estas cosas de Miller y su pareja Mary:

Continuar leyendo «La sacralización de «la madre» para tapar heridas emocionales que nos alejan vivir el amor de Dios»

Las madres como "fábrica" de machistas y de potenciales maltratadores y asesinos (más sobre las dolorosas consecuencias tragicómicas de no haber implantado el "carnet amoroso de padre-madre" :) )

[Este texto para su escucha, en formato audio (en este botón y en el enlace):
Ir a descargar ]
parque
Dicen que muchas mujeres siguen educando a los hijos de forma machista.
¿Qué quiere decir «machismo»?
En realidad quizá sea más preciso decir que las mujeres (y los hombres) educan a los hijos de forma demencial, loca.
Literalmente mucha gente hoy cría a los niños potenciando la posibilidad de una literal locura de las personas, una literal enfermedad.
¿Por qué?
Se cría a los niños año tras año lanzándoles mensajes contradictorios. Y creo que el machismo, o los potenciales asesinos y maltratadores, son uno de los resultados más espectaculares que derivan de tal práctica «educativa».
¿Qué es eso de «mensajes contradictorios»?
En realidad es un tema muy célebre en psicología, y es tan tragicómicamente divertido… que es una pena que no hayamos tratado más sobre ello en clases sobre psicología básica en la escuela elemental 🙂 .
Este proceso, el de ofuscar a las mentes infantiles con «mensajes contradictorios», se llama doble vínculo (double-bind).
Es un proceso que queda ejemplificado en tres sencillos puntos, y que en seguida ponemos; el ejemplo es relativo al tema del «machismo», y en él concretamos y ampliamos el sencillo esquema que aparece en el artículo que acabo de enlazar sobre el doble vínculo. Primero ponemos el esquema sin desarrollar, y luego con algunos pocos comentarios:

  1. El niño varón tiene que hacer tareas domésticas, debe hacerlas.
  2. En realidad, y a la vez, no tiene que hacerlas, no debe hacerlas.
  3. No se pueden hacer comentarios sobre lo absurdo de la situación –sobre esta contradicción.

Y desarrollándolo un poco más:

  1. El niño varón debería hacer tareas domésticas, o hacer más tareas.
    La madre quizá siente profundamente que lo lógico es eso.
    Y quizá hasta a veces se lo exprese al niño… y por tanto quizá el niño tiene claro, al menos a ratos, que sí, que tiene que hacer las tareas –aunque es muy importante tener claro que con los niños no hace falta que las cosas se expresen explícitamente, pues en realidad lo captan todo.
    Y además es bueno quizá tener en cuenta que a la mayoría de los niños les gusta mucho participar y sentirse queridos –es decir, sentir que ayudan.
  2. Por otro lado había y hay, en ciertos entornos, unas creencias muy claras que dicen que un niño pequeño varón no debe hacer ese tipo de tareas –o bien casi ninguna tarea–, lo que entra en conflicto con el primer punto.
    El entorno de las madres a veces actúa de forma muy visible, pues puede incluso que convivan con los abuelos, es decir, con sus propias madres y padres, reforzando las ideas distorsionadoras de muchas abuelas y abuelos.
  3. Además, y aquí está lo más pasmoso… no se pueden hacer comentarios sobre lo absurda o lo incomprensible que es la situación.

Este bloqueo, por llamarlo de alguna manera… el del punto 3… es muy chocante. Continuar leyendo «Las madres como "fábrica" de machistas y de potenciales maltratadores y asesinos (más sobre las dolorosas consecuencias tragicómicas de no haber implantado el "carnet amoroso de padre-madre" 🙂 )»

La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre

[Botón para escuchar la lectura de este texto desde aquí:
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parque
Otro de los rasgos más tragicómicos de nuestra sociedad quizá sea el de que no tenemos una educación profunda y divertida para los «futuros padres» en torno a lo que conllevan los niños.
Y el ambiente que absorben los niños de pequeños es muy importante (literalmente lo absorben).
Esto es tragicómico porque es como una inmensa muestra de masoquismo generalizado, relacionado quizá con esa extraña frase hecha que dice que «el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra».
Es tragicómico tener un «carnet» o permiso de conducir automóviles, y no tenerlo para los hijos.
Y es que estamos viviendo una gran mentira, porque nosotros no somos animales, es decir, nuestro entorno no es directamente «natural» o «biológico», sino cultural. Es decir, no salimos de nuestra guarida y nos comemos lo primero que nos encontramos por ahí, como hacen básicamente los animales.
Nosotros interaccionamos primero con un entorno de ideas materializadas e instituciones, y de gran parte de la humanidad casi literalmente se podría decir que «come dinero».
Igualmente, por eso mismo, si queremos que las cosas funcionen con alegría, armonía, abundancia… no debemos dejar que los padres tengan hijos como los tienen los animales, es decir, «espontáneamente».
Si queremos vivir en paz no nos podemos engañar: lo humano no es «espontáneo» en ese sentido.
Para nuestro estado humano lo «natural» sería que hubiera mucha comunicación en torno a la crianza, es decir, que los padres tengan una educación profunda, divertida, amable… sobre lo que significa la crianza, el amor, etc., pues, como hemos dicho, está demostrado incluso «científicamente» que los primeros años de los niños son fundamentales*.
Es decir, no hablamos de aplicar prohibiciones o restricciones, como las que creo que hay explícitamente en China en cuanto al número máximo de hijos… sino que hablamos de «saberes», de sabiduría… es decir, de comunicación amable sobre la realidad de los sentimientos y de las necesidades de los niños y de las personas cercanas a los niños en general. Continuar leyendo «La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre»