Este texto lo comento en este vídeo.
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La conciencia…
(ver:
– la página A.2 para más aclaraciones básicas sobre la conciencia,
– así como la definición del diccionario (la tercera en este diccionario) – y por ejemplo una definición, que se aproxima en algunos rasgos, dada en esta escueta página de la wikipedia que habla de la conciencia percibida desde la perspectiva religiosa)
…la conciencia…
es ese sentido interno de que las cosas son o no armónicas,
es una especie de «sentir la verdad».
Ejemplo:
si un niño/a es abusado sexualmente,
sabe,
sin saber el porqué,
que eso es desarmónico.
Eso es la conciencia;
pero el niño no sabe aún intelectualmente acerca del sexo…
Al niño/a no le hace falta saber las leyes del porqué «está mal»,
como sucede con el asesinato en general
(no hace falta saber acerca del alma, del libre albedrío, etc.)
Luego,
cuando el alma va creciendo
(creciendo, e incluso cambiando de planos… de plano en plano…)
…
podemos entender más y más las razones, las leyes, de que algo sea verdad/armónico para Dios…
creciendo además en “acumulación de verdades” (y en nuestra comprensión de cómo siempre estas van ligadas al amor).
Y eso sucede ya no necesariamente en contextos donde, como este donde estamos, reina aún la desarmonía (el miedo es nuestro «dios», como se ve tan patentemente, ya que así lo aceptamos, colectivamente y en diversos grados personalmente… así lo aceptamos en las crisis fabricadas del 2020-2021, y lo que quede de «fiesta»),
sino en contextos de unidad con Dios, en los muchos planos celestiales a partir de la octava esfera o plano.
Pero esa verdad/sentir de Dios acerca de algo,
-acerca de toda cosa-
ya está disponible en el alma, para toda alma.
Luego ya vemos lo que pasa:
pasan los años,
y, tras más y más degradación
(sobre todo degradación por nuestras decisiones, además de todo lo que incita o viene de la sociedad, de la familia, etc…., y que se grabó en el alma desde el estado uterino, como material emocional-mezclado que parece “condicionarnos”, hasta el punto en que nos volvemos cada vez más auto-responsables y podemos empezar realmente algún camino de purificación, etc…)
luego…
parece que la gente vamos por la vida ya casi sin sensibilidad a la conciencia…
aturdidos (en una maraña de confusión, desconexión de nuestra alma, y excusas).
Y vamos por la vida, parece,
además…
con las heridas emocionales ya encima “llenas de desencarnados” que casi ni saben dónde están ellos… atraídos por esas heridas, a través de las que compartimos adicciones emocionales con ellos y con personas físicas.
Llegamos anestesiados al respecto de esa parte del alma, la conciencia, y con esas decisiones nos alejamos más de la felicidad real… (decisiones tomadas que representan, que ponen en acción -por ejemplo- emociones de resentimiento contra la vida o contra nuestra confusión… nuestras decisiones previas, nuestra frustración…).
Y de eso se nutren o nutrían los sistemas del mundo (literalmente aprovechándose de esta desconexión, antinatural, con respecto a la verdad de Dios).