En el vídeo enlazado, vemos este texto de abajo, es decir: la visualización de María Magdalena y Jesús hablando sobre este tema.
Puntos 8 y 9 de la conversación de la sesión 7 sobre emociones y sentimientos (2014), entre Jesús y María Magdalena (Miller y Mary)
8. ¿Cuáles son las causas originales de los miedos y terrores que dominan el planeta?
Jesús: Bueno, la respuesta a esta pregunta es bastante simple en realidad, en muchos sentidos, y es que el miedo es el resultado directo de no entender la verdad. Todo nuestro terror, y todo el miedo que ahora dominan el planeta, se deben al hecho de que no conocemos la verdad sobre cómo funciona el Universo y cómo funciona todo. La razón principal por la que no conocemos la verdad es que hemos aceptado la mentira. Creemos que las mentiras son verdaderas. Eso es lo que realmente es el miedo.
El miedo es lo falso pareciendo real, así que en realidad hemos creado una irrealidad, por así decirlo, desde la perspectiva de Dios. Y luego lo hemos llamado «real», y entonces, por supuesto, vamos a tener un montón de miedos y terrores asociados con ello.
Ahora bien, esto comenzó a través del proceso de Amón y Aman, la primera pareja humana, que decidieron dar el primer paso en la falsedad. El primer paso hacia la falsedad fue que podíamos ser dioses. En otras palabras, no solamente podíamos ser unos seres autodeterminados -que es lo que Dios nos creó para ser, con libre albedrío-, sino que podíamos ser “como Dios”, o dioses, en el sentido de que podíamos decirle a Dios lo que tenía que hacer. Podíamos crear nuestras propias leyes. Esta idea, o concepto, fue el primer inicio de muchas de mentiras, de muchos errores, pero cada error conlleva la penalización del dolor por ese error. El dolor del error es siempre miedo. Siempre hay miedo asociado al dolor de cualquier error.
Este es el problema. Cada vez que negamos la verdad, se crea automáticamente miedo sobre ese tema en particular. Lo que ha sucedido durante muchas, muchas decenas de miles de años, históricamente, es que al principio el hombre creó el “error monstruoso”, que fue que podíamos ser Dios, o podíamos ser dioses. Ese es el error monstruo.Sólo hay un Dios, sólo habrá un Dios, y sólo habrá un Creador de todo nuestro Universo. Nunca vamos a ser dioses. Podemos llegar a ser muy parecidos a “dioses” en nuestra naturaleza, personalidad y demás, pero al final todos dependeremos de las leyes que Dios ya ha construido y creado. El verdadero Dios creó estas leyes en el Universo para que no pudiera existir la anarquía.
Lo que ocurrió fue que la humanidad entró en la anarquía, y en el proceso de entrar ahí se empezaron a enseñar muchas falsedades. La primera mentira es que podemos ser Dios. Esa es una falsedad bastante monstruosa, y por supuesto, eso significa que cualquier otra falsedad más pequeña es mucho más fácil de aceptar. Lo que sucedió, muy rápidamente, históricamente, es que esta monstruosa falsedad, que fue el comienzo de todas las falsedades enseñadas, comenzó a ser enseñada y fomentada, y generalmente cada falsedad engendra otra.
Al final cada miedo crea más falsedades también. El miedo creado por la falsedad anterior tiene entonces el problema de que crea otra falsedad, en general. Este es el problema del miedo, de la mentira. Tienes que mentir más para para mantener la realidad que has construido. El problema con este proceso es que ha sido continuo desde la primera pareja humana, y surgió muy rápidamente como resultado de la gran “mentira monstruo” que se dijo primero.
María: Me encanta eso, que se llame «la gran mentira monstruosa». Es mucho más emocionante que «pecado original».
Jesús: Es la mayor falsedad que afecta a la humanidad hoy en día, y es la mayor falsedad que afecta a nuestro desarrollo de llegar a ser uno con Dios. Nos impide llegar a ser uno con Dios, así que es una falsedad monstruosa. Esta gran falsedad, la más grande, causó nuestra capacidad de aceptar otras falsedades, que son más pequeñas, pero igual de peligrosas. A medida que cada falsedad es aceptada, se convierte en una mentira que parece real, y que así ya es un miedo. Cada uno de los miedos que ahora tienen lugar está ahí debido a todas estas falsedades que todos creen que son verdaderas.
Ahora bien, esa es la causa principal de toda la falsedad del mundo. Todos los problemas del mundo con respecto al miedo y al terror son causados por el hecho de que muy pocos de nosotros conocemos la verdad -la Verdad de Dios, de la que estoy hablando ahora-. Si todos conociéramos la verdad de Dios y la sintiéramos de verdad -porque la única manera de conocer la verdad de Dios es en tu corazón, en tu alma-, si realmente la sintiéramos, no habría miedo -en absoluto-. No habría terror, en absoluto. No experimentaríamos el terror. Incluso si alguien tratara de asesinarnos no sentiríamos terror.
Una vez que tenemos todas estas verdades dentro de nuestra alma, ya no tenemos miedo de nada. También estaríamos en un estado de amor con Dios. En esa posición, estaríamos recibiendo el Amor de Dios y estaríamos en unidad con Dios. A resultas de ello también sabríamos que somos amados. Así que el otro error, la otra falsedad: «No vales nada», no sería posible que entrara en nosotros. No andaríamos por ahí tal como lo hacemos hoy, creyendo que somos culpables de un montón de cosas que nunca hicimos, y creyendo que otras personas tienen la culpa de las cosas que hicimos. Ambas cosas provienen de la misma causa primaria. Nada de eso estaría ocurriendo tampoco.
Tenemos que empezar a ver que todo este miedo y terror que hay en el planeta es el resultado directo de nuestra aceptación de mentiras. Entonces, una vez que una persona entiende eso, se vuelve mucho más dedicada en la tarea de encontrar la verdad, y no sólo la verdad universal, sino también la verdad sobre sí misma, porque entiende que el problema asociado con las mentiras es que causan todo el miedo, todo el terror, todo el dolor. Cada vez que te empapas de mentiras, automáticamente vas a crear dolor -automáticamente-. Y vas a crear automáticamente sufrimiento, y por lo tanto, automáticamente vas a crear miedo y terror.
María: Dijiste… cada vez que nos «impregnamos» de mentiras… entonces, cada vez que las aceptamos como verdades, como una creencia falsa, ¿qué pasa con cada vez que las permitimos o las aceptamos?
Jesús: Bueno, eso también es empaparse de una mentira. ¿Por qué habríamos de permitir una mentira? Es sólo porque ya hemos permitido otra, que es: «No se te permite hablar de las mentiras». O podemos tener creencias: «Dices la verdad y es doloroso». No, no es doloroso. Las mentiras son dolorosas. Necesitamos entender estos principios fundamentales sobre la Verdad correcta. Las mentiras son dolorosas. La verdad nunca es dolorosa. La verdad nunca causa dolor. Nunca. La verdad expone el dolor en el que te encuentras debido a las mentiras que has aceptado.
Un ejemplo es un hombre que ha engañado a su mujer. Él, al no decirle la verdad, ha hecho que ella acepte una mentira. Es la mentira lo que le va a causar el dolor. Si nunca la hubiera engañado, no habría dolor. La engañó, le mintió, y entonces va a haber dos dolores: El hecho de que la engañó y también el hecho de que le mintió. Ambas son falsedades. Ambas se basan en falsedades. Lo hizo por razones que no son justificables -nunca-. Necesita abrirse su camino atravesando lo que sea, pero cada vez que eliges hacer estas cosas y evitar la verdad, estás causando error y dolor. Estás causando dolor y sufrimiento. Estás causando terror en el planeta.
Por eso sigo diciendo a la gente que escucha la Verdad Divina: «Vivir en la verdad es lo más importante que puedes elegir hacer; cada vez que ocultas la verdad, cada vez que te alejas de ella, cada vez que la evitas, cada vez que mientes, cada vez que perpetras otra mentira en este planeta, vas a causarte dolor a ti mismo; vas a causar dolor a otros; vas a crear miedo y vas a crear terror; no importa por qué lo hiciste, no importa por qué razón lo hiciste, los resultados siempre van a ser esos». Esto es lo que necesitamos ver.
Así que esta es la causa principal, y tenemos que verla como tal causa principal si es que alguna vez vamos a ser veraces realmente, y si vamos a convertirnos en sanadores del planeta -necesitamos entender este principio básico-. Cada vez que mentimos, que permitimos la mentira, que permitimos que se perpetre… cada vez que nos mentimos a nosotros mismos, cada vez que mentimos a otros, cada vez que mentimos a Dios, cada vez que hacemos todo eso, estamos perpetrando más miedo, más terror, más problemas, más dolor, más sufrimiento… y tenemos que parar. Tenemos que parar incluso aunque sólo seamos el primero que lo haga. Incluso si todo el mundo nos ataca; tenemos que parar, pues si no paramos, nunca vamos a detener el ciclo continuo de este miedo y terror multigeneracional que impregnan la sociedad.
9. ¿Por qué dejamos que el miedo dirija nuestra vida personal y la sociedad humana?
María: “El miedo es tan destructivo. (¡Creo que aún no me doy cuenta de su alcance!) ¿Por qué dejamos que dirija nuestras vidas personales y también que dirija lo que parece ser el mundo?”.
Jesús: ¿Eso es lo que ha dicho alguien?
María: Sí. Es una persona la que hace la pregunta.
Jesús: Creo que casi nadie en el planeta se da cuenta, también.
María: ¿De lo destructivo que es? No. Así que la pregunta realmente es: ¿por qué dejamos que dirija nuestras vidas personales y lo que parece ser el mundo entero?
Jesús: No lo sé. (Risas)
María: ¡Esa sí que fue una pregunta rápida!
Jesús: Bueno, sí lo sé. Pero, sí… no tiene ningún sentido lógico dejar que dirija nuestras vidas, o que dirija el mundo entero. No tiene sentido lógico en absoluto. Por supuesto, desafortunadamente mucho de lo que hacemos no es lógico, porque está impulsado por el dolor que no queremos sentir. La razón por la que permitimos que dirija el mundo, y la razón por la que permitimos que dirija nuestras vidas, es que no estamos dispuestos a sentir dolor. No estamos dispuestos a aceptar la verdad.
9.1. El miedo dirige el mundo debido a la aversión a la verdad
Jesús: Como decíamos en una de las preguntas de esta sesión, la verdad es el antídoto del miedo. La verdad es lo que hace que todo miedo desaparezca. La realidad es que si estamos dejando que el mundo se rija por el miedo, y que nuestra propia vida personal se rija por él, es porque tenemos una fuerte aversión a la verdad. Tenemos que analizar eso.
Tenemos que empezar a examinar eso personalmente, y como sociedad. Lo que estamos haciendo con frecuencia es aceptar mentiras. Permitimos la perpetración de mentiras aunque no nos las creamos, y nos gusta crear mentiras cuando eso nos ayuda a evitar nuestro propio dolor emocional personal. Tenemos que dejar de hacer todas estas cosas si queremos tener una sociedad sin miedo y con amor. Se trata de la verdad. Se trata de la aceptación de la verdad.
Aquí es donde encuentro que la gente se resiste más. Son muy resistentes a la verdad personal, muy resistentes a ella, y mucha gente en el mundo se resiste violentamente a la verdad externa. Y como somos tan resistentes a la verdad, entonces los únicos resultados que se van a crear son miedo y terror. Las mentiras crean miedo y terror, no la verdad. La verdad siempre expone el miedo y el terror. La verdad siempre nos ayuda a tener menos miedo. Esto es lo que necesitamos ver en nuestras vidas. Mucha gente quiere que haya otra solución. Quieren que la solución no sea la verdad. Pero es la verdad. Una vez que conoces la verdad, te libera de casi todo, incluyendo el miedo y el terror. Si nuestra vida está gobernada por el miedo, y el mundo está gobernado por el miedo, es porque, individual y colectivamente, somos incapaces de recibir la verdad, y no estamos dispuestos a recibirla. No queremos la verdad, y eso lo veo como un gran problema en el planeta, el hecho de que no queremos la verdad.
María: Acabas de decir que somos incapaces de recibir la verdad…
Jesús: Sí, por nuestras emociones. Dentro de nosotros decimos: «No quiero esa verdad; no quiero esa verdad; va a exponer algo del dolor que tengo dentro de mí, y siento que soy incapaz de sentirla», y por eso soy incapaz de recibirla. No estoy diciendo que seamos incapaces en términos de que nuestra alma no sea capaz. Somos completamente capaces de recibir la verdad en cualquier momento. Esa es la forma en que Dios nos diseñó, pero nosotros creamos nuestra propia incapacidad para recibirla, al evitar nuestro propio dolor.
No queremos experimentar nuestro propio dolor, y terminamos evitando la verdad. Luego, por supuesto, nos quejamos de cuánto miedo y terror hay en nuestra vida, pero todo es porque hemos evitado un montón de verdades. Cuando aceptas la verdad es mucho más fácil. La gente no se hace a la idea de lo fácil que es tu vida una vez que empiezas a aceptar la verdad y a amarla.
Todas estas respuestas basadas en el miedo son el resultado de que evitamos la verdad, así que siento de nuevo que el mayor tema en torno al miedo es nuestra negativa a aceptar la verdad, ya sea la universal o la personal. La mayoría de nosotros estamos un poco más abiertos a la verdad universal que a la personal, aunque he visto a mucha gente reaccionar violentamente hasta el punto de llegar a la guerra, tanto para mantener un error universal como para mantener uno personal. Están dispuestos a ir a la guerra, y muchas, muchas personas han muerto, históricamente, a resultas de que la gente quiere aferrarse a esas dos cosas. Es muy triste que sea así.
María: Entonces, ese deseo de aferrarse a esos errores, ¿es un miedo a recibir la verdad sobre esas mismas cosas?
Jesús: No es sólo un miedo a recibir la verdad, es un deseo directo de evitar recibir la verdad. Ahora bien, por supuesto que eso está impulsado por el miedo, pero también está impulsado por cosas como la ira y otras emociones. Así que tal vez no es tan simple como que solo se relacione con el miedo… pero nuestra evasión de la verdad es lo que crea todo el dolor, y desafortunadamente pensamos que cuando recibimos la verdad estamos sintiendo más dolor. No. El dolor en el que ya estamos nos está siendo expuesto.
Así es como tenemos que ver las cosas si queremos cambiar algo en este planeta. Refleja algunas partes del Mundo Espiritual. Hay partes del Mundo Espiritual donde sólo existe la verdad. Nadie miente. Nadie dice una falsedad. Nadie se inventa nada. Nadie está en una fachada. En la primera esfera del Reino Celestial, así es como es.
Hay lugares en el Mundo de los Espíritus donde, por supuesto, no hay miedo, porque no hay manera de que el miedo exista, pues nadie cree ninguna mentira. Todos quieren aceptar la verdad. Todos aman la verdad. Todo el mundo la defiende. Todos la honran. Todo el mundo la valora. Todo el mundo ve lo grande que es. Todo el mundo entiende que te libera. Todo el mundo entiende que te ayuda a experimentarte a ti mismo, a tu voluntad, a tu pareja y a Dios. Así que nadie en esos lugares quiere evitarla.
Cuando la queremos evitar lo único que conseguimos es perpetrar más miedo y más terror en el planeta y en nuestras vidas personales. Eso es todo lo que estamos haciendo cuando la evitamos. Aquí es donde a veces me siento bastante triste cuando siento que las audiencias, o los grupos de personas a los que les hablamos, evitan la verdad de su vida personal, o evitan una verdad universal.
Ya sabes, dices que quieres ser un líder para reducir el miedo en el planeta… dices que quieres ser un líder del amor en el planeta… pero lo que me estás demostrando es que la única manera de que el miedo desaparezca es que tú aceptes una verdad, y tú no quieres aceptarla. Es muy triste cuando veo a grupos de personas haciendo eso, porque es la prueba de que no entienden la razón por la que existen el miedo y el terror. Si no entiendes la razón por la que existen, nunca te vas a librar de ellos.
La única manera de deshacerse de ellos es borrar lo que hemos creado, destruir lo que hemos creado. Dios no los creó, así que Dios no puede destruirlos. Nosotros los creamos. Históricamente, y personalmente, creamos este terror y miedo dentro de nosotros mismos, y los creamos al aceptar, y al absorber y mantener falsas creencias que no queremos soltar. Estas falsas creencias son todas emocionales. Todas vienen de las partes emocionales de nuestra alma, y lo que hemos decidido hacer es evitar experimentarlas, y dejarlas ahí.
Cuando hacemos eso no hay esperanza de que nos convirtamos en líderes en el amor o en líderes en la verdad, en esas circunstancias. Tenemos que tener un poco de coraje y enfrentarnos a la verdad, y darnos cuenta de que la verdadera causa de la mayoría de nuestros problemas, si no de todos… son las monstruosas mentiras que se nos han contado. Es hora de que empecemos a destruirlas y a deshacernos de ellas.
Hay mentiras monstruosas en lo religioso, mentiras monstruosas sobre Dios. La mayor mentira monstruosa es sobre nosotros mismos, como si pudiéramos ser dioses. Esa es una de las mayores mentiras monstruosas, pero hay mentiras sobre Dios. Hay mentiras sobre nosotros mismos, mentiras sobre la ciencia, mentiras sobre la religión, mentiras sobre las emociones… Hay mentiras sobre las relaciones, mentiras sobre los padres, sobre los hijos… Prácticamente para todo lo que puedas considerar en el planeta, hay una mentira sobre ello en alguna parte. Esta es la razón por la que tenemos tanto dolor y sufrimiento, que es un resultado directo del miedo y el terror en el que estamos, a resultas de tratar de evitar la verdad.
María: Así que aferrarse a las mentiras está creando el miedo que luego dejamos que dirija nuestras vidas.
Jesús: Sí. Tenemos que entender que esa es la razón. No hay otra. No hay una solución mágica que no sea esta: nosotros destruyendo las mentiras que hemos creado. Cuando digo «nosotros», me refiero a la humanidad, destruyendo colectivamente las mentiras que hemos creado.