Jesús habló a través de Padgett hace más de 100 años, y en general hay muchos desencarnados que se creen Jesús y que dan materiales durante los últimos años.
Algunos de estos materiales sí pueden venir de Jesús, pero muchos no.
Esto sucede porque el alma que está encarnada en Miller (Australia) está en un estado de «reunión álmica» con su alma gemela (un estado que todos podremos alcanzar), y ese alma completa, puede, además, proyectarse muchos cuerpos (aparte de estar acogiendo los de Miller y Mary ahora, para encarnar un ejemplo de «enseñanzas de la verdad divina» en acción y en la práctica).
En realidad lo esencial es sencillo de entender, aunque es profundo (ver algunos materiales relativos a las conversaciones con Stuart, etc., enlazados por ejemplo en la página sobre Miller y Mary).
El problema con las canalizaciones es que, aunque en algunos (más bien pocos) casos puedan venir del alma de Jesús, sin embargo nuestra actitud «nueva era» distorsiona mucho, y atraemos espíritus que se creen Jesús y que anestesian nuestras heridas emocionales, y así no podemos crecer.
A día de hoy (noviembre 2021), al haber visto las enseñanzas de Miller/Jesús, parece que algunos de esos cursos sí los habría dado Jesús (La vía de la maestría, por ejemplo), pero están muy influidos por nuestras comprensiones «nueva era» (las de los canales, etc.).
La forma tan clara, simple, directa, en que lo presenta Miller todo… nos da una guía impresionantemente buena sobre el alma y la relación con Dios.
Otros cursos o libros son directamente para «controlar» a la humanidad y distorsionar la verdad divina. Esto ocurre por miedo al poder igualitario implicado en el hecho de ser almas, la más grande creación de Dios, el alma. Ese es seguramente un miedo a perder control monetario, del poder, de las tradiciones, etc. En este grupo de libros o materiales estaría el libro de Urantia (que conozco bastante bien, «desafortunadamente»).
Entonces, el gesto de dar muchos de esos materiales en nombre de Jesús es deshonesto, pues todas nuestras almas tienen una esencia personal, y no sucede eso de que «todos somos Jesús», ni cosas similares.
Nuestras almas ya son potencialmente perfectas justo en el momento de la concepción, aunque en seguida dejamos atrás esa posible condición de «perfección en amor natural» (plano 6) debido al estado planetario y debido a la condición del alma de los padres y otras personas en el entorno, pues ese estado y esa condición nos hacen absorber rápidamente en el alma emociones «en error”. Además de esa potencialidad natural, nuestras almas tienen el potencial de ser divinas (es decir, de tener un crecimiento infinito), si recibimos amor divino (pidiéndolo y armonizándonos con la posibilidad de recibirlo).
Algunos de esos materiales y textos, por lo tanto, los han dado con más o menos guía inspirada desde «planos superiores». Pero muchos de ellos no hablan —si os dais cuenta— del hecho o la verdad crucial de que los desencarnados influyen mucho sobre la Tierra. Y hay muchos más desencarnados que personas físicas ahora (y miles de millones están en condiciones muy bajas en amor, queriendo satisfacer sus adicciones gracias a que no queremos sentir nuestras emociones como niños pequeños (miedo, terror, pena profunda, etc.)).
Aunque los desencarnados estén en planos superiores al primero (del 2 al 6) no necesariamente conocen el amor divino, que no es el natural.
El amor llamado «natural» es el intrínseco a nuestra alma, un alma que nace, como dijimos, potencialmente ya «perfecta», mejor dicho: con un potencial de perfección de plano 6.
Es decir, en el plano 6 y anteriores (planos del ser humano natural) no necesariamente conocen las implicaciones del amor divino.
Además, parece que necesitamos entender, de forma muy simple, que es evidente que si esos materiales «nueva era» no hablan de todo lo dado a través de Padgett hace unos 100 años… eso es cuanto menos muy extraño, pues en los mensajes de Padgett hay informaciones muy directas y simples sobre temas cruciales para la humanidad (origen, alma…), y temas importantes aunque no aparentemente tan cruciales (alma gemela, etc.)… pero todo eso luego se difumina en gran medida debido a:
– la mezcla de verdades y mentiras que podríamos decir que es el libro de Urantia,
– y debido a la base conceptual «nueva era» que subyace en diversas prácticas y propuestas (donde no se quiere conocer —o incluso se confunde aposta— la diferencia entre amor divino y amor natural).
Estas cosas que conducen a cierto engaño pueden estar directamente contenidas en las obras canalizadas que suplantan a Jesús y al mensaje simple de Jesús, relativo al alma y al simple sentir, etc.
O bien, las cosas que nos llevan a un cierto engaño, se deben a nuestra actitud “anestesiada Nueva Era”, New Age anestesiada… por así llamarla, con la que afrontamos el hecho de nuestro crecimiento espiritual, pero de forma distorsionada.
Desde los planos terrestres —o desde los planos no muy alejados de ellos— Miller/Jesús afirma que de hecho existen muchos espíritus que no creen para nada en la diferencia amor divino / amor natural (muchos de los cuales se creen “ya Dios”, o quizá incluso ya “hijos de Dios” sin haber recibido amor divino, y un largo etc.).
Así, algunos realmente se rebelan conscientemente contra el hecho de que, por ahora, todos somos almas con un potencial infinito de desarrollo («angélico», divinizables).
A veces, esa actitud rebelde (que no quiere que la humanidad sepa de la diferencia esencial entre amor natural y divino)… esa actitud… parece mostrarse en algunas canalizaciones que no informan de forma directa y práctica sobre cosas muy elementales acerca del alma, del sentir, y de nuestra vida potencialmente inmortal, del cuerpo espiritual, el estado de sueño, etc…. y que son cosas muy simples y que se pueden contar muy rápidamente (como vemos en Miller —ver páginas guía—), y que sí vemos contadas por Jesús via Padgett hace mucho tiempo (así como también vemos explicadas, insisto, de forma práctica y risueña, por Miller y Mary, en la actualidad).
Por lo tanto, muchos de esos materiales en parte sirven para suplantar el simple mensaje de Jesús, y sirven en gran medida para el control espiritual y para cierto engaño de la humanidad, y para hacer que disminuya el efecto de la posterior encarnación del alma de Jesús en 1962 (nace en 1963 pero encarna en 1962).
(Aclaración: no existen apenas «reencarnaciones» tal como se entendían, diversamente, en la humanidad.)