Para despedir diciembre, 2022

Esta nota la escribí poco antes de la medianoche de la muy vampírica y fatídica nochevieja, así llamada por aquí… para «despedir diciembre».

Sobre la adictiva y vampírica «navidad», 2022-2023

Las calles desiertas… 😂 y vamos a despedir diciembre.
Parece que llega el culmen de las adicciones, es curioso.

Aunque antes de darme a mi propia orgía de describir «la debacle de fin de año», una nota positiva:

A cuento de lo que me encontré* en la calle hace un rato, de noche, en las calles desiertas (parque desierto), en «la noche de fin de año»…, he recordado, claro está, cómo este despertar al pecado, por fin, habilita realmente volver a ser como niños, disfrutones de lo simple… y por ejemplo en el caso de la imaginación…
Seguro que lo habéis hablado mucho…

Poco a poco vamos a salir del autoengaño… no sé si aún estando en el cuerpo físico… pero… ya vamos…

Y estas fiestas, hoy en concreto… parece que era, para muchos de nosotros, aunque ni lo imagináramos… era… «la culminación y bendición del autoengaño».

Así que sigo «a lo nuestro» 😂… O sea, vamos a decir esas obviedades que ahora quizá podéis sentir un poco más.

Y es que…
como si el hecho de comer mucho – donde se pueda -…
y hermanarnos en las adicciones cual cosacos,
para anestesiarnos a lo bruto…,
y todo bien arrepantigado nuestro discernimiento sobre una oronda barriga…
como si eso sirviera para sentir más las heridas…
y para desafiar más los miedos profundos 😂…

En general, parece que, en esta parte cutre de eso que llaman «Occidente», vamos como cavando nuestra propia «tumba de autocomplacencia»
(en el mal sentido, pues son «placencias» adicto-«adultas»…)…
… cavando nuestra propia tumba del alma :)…
bien enfiladitos en «la agenda 2030» y esas cosas…

Claro, tiene lógica,
una vez comenzada la orgía de «vampirización» sistemática a los niños en navidad…
estamos ya,
al menos aquí,
metidos de lleno en medio del «soborno compensatorio» de tal actitud,
esa actitud de lento sacrificio que llamábamos «vida»
(tan ingenua y arrogantemente creyendo que,
como «no somos religiosos», no tenemos en realidad incorporado hasta la médula el célebre «sacrificio judeocristiano»,
vivido a cada momento)…

Así que…
en el auge de los «sobornos»…,
todos… a base de mucho comer,
y de «buen comer» allá donde se pueda…
nos enseñaron a meternos…:

una «cascada» de alimentos,
o sea, una cierta «oscuridad» programada…
«tradicional»…
… torrentes de alimentos cayendo en caídas tampoco muy libres que digamos :),
no muy libres por culpa de tantas comidas extravagantes que sólo se dan «por navidad», aquí
(por ejemplo, polvorones… para encementar un poco más el «cerebro» intestinal…)…
… cascadas de alimentos envenenados por norma…
…. esos alimentos sobre los que muchos no tenemos aún la «suficiente condición álmica» como para que sean cada vez más «limpios» en nuestras vidas, con nuestros actos… y con los miedos superados…

… y cascadas de cadáveres por el gaznate…

¡claro que sí!

como si todo esto tuviera el efecto real de limpiarnos…
porque…:
«es tan humano»…
somos taaaan humanos…
¡oh diosmío!, ¡qué bonita es «la navidad»! 😂…
¡cómo los abrazos nos van a sanar el alma!… ya verás, sí sí 😂…
¡Cómo nos vamos a reconciliar!
Claro que sí, sin sentir el miedo como lo hacen los niños, sin crecer en el alma…
vamos a «perdonar»…

Jajajajaja (por no llorar).

Y a seguir…

Y «pobre» cuerpo, la nuestra criaturita de la tierra…
atiborrado de cadáveres y otras inmundicias…

Torrentes de materia… literalmente para tapar…:

tapemos las paredes de ese basto ladrillo desangelado
que es el sacrificio de nuestra capacidad de «deseo puro»…

Que así no veremos la «mierda»…
y ni se nos pasará por la cabeza decirnos mucho la verdad…

(gracias Dios, que vamos poco a poco al menos… y pude sentir recientemente* cómo ese secretismo adulto daña tanto a los niños… les fomenta vidas así… «sacrificiales»… y luego, claro, vamos como locos… con más o menos carácter para poder atajar quizá a tiempo nuestro «vivir la herida a lo bestia»… uf)…

Así que claro claro…
… «hermanándonos» nos limpiamos mucho… como humanos muy humanos… claro claro…
… acumulando los resultados, las hazañas, conseguidas con nuestra sumisión en masa… en forma de «cosas» que «trajinen» hacia la transitoriedad barriguda…
…en una orgullosa limpieza «imaginaria» 😂

¡Borrón y cuenta nueva!

Gorrinos que somos (con perdón de los cerdos)… «gorrón y ‘cuentos nuevos'», fachadas nuevas…

¡Así no hace falta arrepentirse de nada! 😂

O sea, nada de sentir ningún pesar profundo por lo que estamos haciendo,
nada…
pues es que:
«mal de muchos, consuelo de arrogantes emocionales»…

Nada de desear demasiado el hacernos «emocionalmente partícipes» en lo que realmente pasa con el alma… el ánimo…
ese que todo lo gobierna…

No,
seamos como «niños»,
pero como aquellos niños estafados «por navidad»
(colofón de un año de «mentiras emocionales»),
que así aprenden tan bien el autoengaño…

Y dale,
pongamos una montaña de comida entre nosotros y Dios
(claro, la «mamá comida»… porque «la vida se la debemos al cuerpo»… claro claro…)
… y es que la comida es sagr…, uy perdón, no, la madre, la madre es sagrada, la familia… pero sobre todo las madres, que tanto alimentan
(medio mundo «sabe», por cierto, que los niños y niñas son medio inútiles hasta que no llegan hasta los digamos 30 (?), y además, hay que quitarles el gusto de su amor por lo simple… ¡claro!)… 😂

Y aprendíamos mucho más y mejor, en estos días… a obviar lo evidente, cómo no – quizá más sobre todo estos días -…
…obviar mismamente el sufrimiento animal…
y lo increíiiiiblemente agradable que es trabajar por ejemplo en un matadero de cerditos,
o golpeando vacas para que desfilen en las románticas salas de «ordeñar mamás»
(ah, que son otras mamás, las de verdad se sacrifican bien, por amor a «la humanidad»)…

Es evidente que todo esto termina de habilitarnos, claro está,
(aunque con fecha de caducidad: sólo para un año)…
de habilitarnos… a la hora de «ser un poco más nosotros mismos»…

Y así, tras todo esto… «el año que viene» conoceremos muchíiiiisísimo más a Dios y a «nuestra esencia personal», en compañía de nuestro creador infinito… y lo expresaremos.
¡Claro que sí!

En España – pongámonos así de tremendos, para ir terminando –
en España es «aterrador» 😂.

Al menos creo que lo voy tímidamente sintiendo más así (ojalá… «aterrador»)

(vaya, y a ver cuándo empiezo a sentir más el terror relativo a las heridas más gordas…; y os deseo lo mismo :), mucho atravesar terror para el siguiente mes de enero 😂. Feliz mes de terror traspasado (!) )

Así que sí,
todo esto lo podemos empezar a atisbar, es decir, sentir cuánto mal nos hacía en el alma todo esto… Lo voy viendo una vez que tímidamente voy teniendo algo de perspectiva en el nivel del sentir, perspectiva de lo logrado pese a altibajos… una vez que por ejemplo en mi caso por fin ya sí «conozco un poco a Dios»…

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Por cierto, estos siguientes meses parece que siempre se plantean como tiempos de ordenar, reconstruir (???)… pues «la energía» es curiosa… esta de «renovación», aynosé… es raro todo este sindiós 🙂

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Enlazo algo reciente… ya que parece que nos podemos de dar cuenta un poco de por qué el tema del «vampirismo» estaba algo de moda, en general:

«El mayor regalo que podemos hacer a los niños: contarnos los secretos entre los adultos. Halloween como la verdad de la navidad»
https://www.unplandivino.net/navidad-verdad-halloween-vampiros/

* En las calles desiertas, en un parque, había – como a veces hay – libros abandonados que la gente deja aposta…: Esta vez, el consabido Principito, y el tomo 2 de una enciclopedia de la historia de Asturias 😂 (la parte sobre «la edad media») .

Y por eso comenté arriba… ya dije… y como ahí apareció un cuento… que pronto «vamos a hablar» un poco de estas cosas, en parte tan manidas, que son la imaginación, el deseo, el diario, el alma…

Quizá.

Y ahora que solo quedan 20 minutos para que salgan los vampiros a «celebrar el año nuevo» – ellos, y «sus» aprendices de vampiros, los incautos vampiros jóvenes – , y a hacer cosas con las que degradar un poco más la ya muy degenerada alma – con tanta «proyección» sexual y demás -,
a ver si me pongo a «respirar profundo» y/o a golpear algunas almohadas :)…