Índice:
– ¿Manipulación?
– ¿Exportando «modelos terroristas»?
– El maltrato y la guerra
– Hipocresía
– ¿Cuál es el propósito del terrorismo para la humanidad, vista como una unidad de consciencia?
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¿Manipulación?
¿Por qué a veces nos choca tanto la manipulación tan masiva que se da hoy a causa del terrorismo, como tanto se ha dado en países como el mío, España, habiéndose utilizado como medio de hacer «política del miedo», a través de las televisiones y periódicos durante decenas de años?
«Manipulación» no es un juicio, ni es bueno ni malo que la tengamos expresada en nuestro campo humano.
Estamos observando, no juzgando. Observar también se puede hacer con el corazón, poniendo toda el «alma» que podamos…, afrontando lo que hay, no escondiéndonos (como hacemos a menudo).
Nada es bueno ni malo en sí.
Algo solo es «bueno» o «malo» porque nosotros lo decidimos así, en cada momento. Y el gran regalo es este poder de decisión, esta libertad de crearnos y volver a crearnos.
El único «problema» es que tenemos «creencias», es decir, muchas cosas que han decidido otros por nosotros, sobre lo que es bueno y lo que es malo «en general».
Y este problema consiste solamente en que no hemos hecho nuestras cada una de esas creencias: no nos hemos apropiado de ellas para realmente digerirlas, e incluso, para, en el camino hacia la maestría, trascenderlas plenamente -y ser ese amor que ya somos en unidad.
El único «mal», como tan amenamente contaba la revelación de Walsch, es no poder o no querer decidir por uno mismo, y cada vez más y mejor, qué somos ante las cosas, qué queremos ser… qué decidimos sentir y pensar… realmente desde el corazón.
La teoría la sabemos: sabemos que en la mente todos tenemos profundamente albergadas todas las condiciones y «emociones» que hacen posible la existencia de todos esos seres humanos que parecen ser tan distintos de nosotros.
Albergamos todos los pedazos distintos de la humanidad: un pedazo de asesino, tenemos otro de «manipulador de masas» o de ricachón obsesionado con el poder por el poder y que se siente enormemente superior al resto…, tenemos otro pedazo de religioso fanático adoctrinador de jóvenes, tenemos otro pedazo de niño inocente, etc.
Como sabemos, nuestra civilización aún expresa las creencias que dicen: «sobrevive el mejor adaptado»; «el mejor es quien lo puede demostrar con la fuerza»; «alguien tiene que perder para que alguien gane».
Y lo único que nos permitirá salir de esto es abandonar el único «mal», aquel de nuestra «inautenticidad»…, el «mal» que consiste en ver y querer ver diferencias de significado interiores y exteriores («lo que siento que tengo que hacer» frente a «lo que hago por obligación»)…, el «mal» del virus del «moralismo» (la «rectitud» mal entendida).
Y esta «manipulación» del terrorismo que realizan los medios de comunicación es simplemente «lo que hay», y es lo de siempre, algo muy viejo: es más y más inautenticidad en movimiento -y el movimiento de la nada es nada, tragándose a sí misma.
Y como sabemos la manipulación en general empieza por las familias. Es la manipulación emocional de ser inauténticos, de dejarse guiar y guiar sin cesar así como «desde fuera», mentalmente…, y no desde el corazón interior de cada niño y cada adulto, que reconoce y aprende a sentir a los demás como corazones y desde el corazón… y que sabe con certeza que lo que va a ser realmente «lo mejor para él o ella», va a terminar siendo lo mejor para todos y todo -a cada paso, en cada instante.
Así que esta manipulación global que utiliza el terrorismo parece un espejo de nuestra manipulación más local, inicial, infantil.
Esta manipulación saca a nuestros «niños heridos» a las calles a llorar… y alimenta círculos de indignación como siempre potencialmente peligrosos, en esta megalómana civilización que aún puede adorar la mentalidad de bandos y de conflicto… en estos fascismos de nuevo modelo, con oligarquías de partidos (que no verdaderas democracias) que están más o menos orquestados por un gobierno mundial de las élites financieras, comerciales, militares…
Así que obviamente lo que nos choca de la manipulación de las masas es lo mismo que nos duele en un nivel individual. Así, nos duele haber perdido a nuestro Ser, a nuestro preciado Yo auténtico… al Yo en unidad… nos duele no haber sido más autorreferentes en la vida, haber perdido tanto tiempo sin poder recordar quienes realmente somos.
Y creemos que estamos llorando «por otros»… o que nuestra condolencias son «por otros»… al dictado de televisiones… o de nuestros padres y guías mundanos.
Duele habernos dejado manipular tanto…: me duele haber pensado sobre mí lo que otros decían que yo tenía que pensar sobre mí mismo.
O bien: me duele haber pensado sobre mí, lo que yo creía que otros pensaban que yo tenía que pensar sobre mí mismo :).
Esta es la rueda mental del círculo vicioso «exterior» llamado «ego» 🙂 -una forma de presentarla.
Esta rueda está llena de, como dice la revelación de Walsch:
«llena de pensamiento reactivo -pensamiento que brota de la experiencia de otros. Muy pocos de tus pensamientos brotan de datos producidos por ti mismo, y aún menos de preferencias producidas por ti mismo.»
Y, como ya sabemos, solo importa lo que decidamos que queremos ser, ante cualquier cosa que se presente en la vida, ante unos atentados, ante la violencia, ante la manipulación y la hipocresía generalizadas.
Y la teoría, de nuevo, ya la sabemos: somos amor, o queremos re-cordarlo y re-conocerlo en las formas… Y el amor es ese «color blanco» que alberga todos los sentimientos, que los contiene a todos… y que por ello, como espacio y como amor real, es capaz de albergar y abrazar absolutamente a todo y todos… dentro de sí.
¿Exportando «modelos terroristas»?
Es como si hubiéramos exportado el modelo de España (ETA y la gestión mediática del terrorismo de ETA) al mundo global («radicales islámicos» y su gestión mediática).
Comentaremos algunas obviedades sobre esto al final del texto, no sin antes detenernos unos segundos a ser paz… paz para todos los heridos y a todas las familias de los millones de muertos por “terrorismo” y por “guerras”, en todo el planeta en general, y en particular a los que tienen que ver con ese “ansia infinita” que tan fuertemente es expresada en nuestro mundo por el complejo militar-industrial estadounidense, israelí –y pasando en cascada hacia abajo por todas las demás naciones aliadas a organizaciones terroristas como la OTAN etc., etc.
Vivimos una especie de experimento social… ya lo sabemos… con la consciencia colectiva.
Con mucho dinero, y montando redes y vínculos… parece gobernarse el mundo en gran medida fuera de toda visibilidad de sentido común.
Y se “gobierna” el mundo como resultado normalizado de una especie de mecanismo inercial de perpetuación de los sistemas de pensamiento de lo viejo: la separación… conflicto entre bandos… “sobreviven los más fuertes”… y, como sabemos, con las instituciones asociadas y dependientes de negocios como el de las armas, “drogas”, “guerras”.
Y también sabemos… que está como programado.
Es un mundo donde lo blanco es negro y lo negro blanco… simbolizando la separación en el nivel de toda una civilización… y manipulando masas como antes haríamos con las tribus…
(Acordémonos, de paso, de la anunciada creciente megalomanía del ego, que aquí en el planeta pronosticaba Gary Renard en su primer libro –y según él, habrá atentado o atentados nucleares y se tirará quizá alguna bomba nuclear como respuesta).
Entonces, es curioso, yendo al espectáculo vivido en mi país, que España ha sido durante los últimos años una especie de experimento con el terrorismo, un experimento también en manipulación.
Y este «experimento» es como si se hubiera exportado a nivel mundial, ahora –con el tema “islam radical”.
Aquí era el ultranacionalismo vasco… donde eran manipulados jóvenes para cometer actos terroristas… muy jóvenes… y sin saber lo que hacían en absoluto, pues siempre han sido parcialmente controlados más o menos indirectamente por el Estado (por las cloacas del Estado, servicios de inteligencia, y demás).
Esos mismos etarras reconocen (algunos) que ellos, tan jóvenes, no eran nada… no sabían nada (como los «islamistas radicales» de hoy, que serán jóvenes simplemente ignorantes, y que deben estar «formados» por mercenarios, a la hora de llevar a cabo los atentados).
Y alguno de esos etarras contaba en una entrevista cómo los jefes de la banda ETA eran igual de «ignorantes» que ellos o más. Estos jefes tenían o transmitían claramente la sensación de que todo era un absurdo, algo realmente «descolocado»…, algo fuera de lugar…, un sinsentido –hay una entrevista ilustrativa a este respecto, al etarra Rekarte, que se puede ver en internet, al menos a cachos.
Se parece a lo que habrían ido alimentando las agencias parásitas de Estados como EEUU (aparentemente parasitado en parte por cierta élite financiera), o como Israel… etc.. que parece que manejan y direccionan las consciencias del radicalismo islámico… así como los medios de comunicación oficiales para alentar el negocio de la guerra y las armas.
Eso es lo que había aquí en España, en miniatura, con ETA y con el negocio de la «guerra económica» que ETA servía para tapar… que forma parte de la «guerra económica» que se lleva a cabo en todo el planeta -esa que termina dando los índices de desigualdad que ahora hay en España.
En España interesaba que hubiera terrorismo para mantener el miedo (con la conciencia de «bandos en conflicto», etc.)… y para mantenernos sin hablar de lo que se estaba haciendo con el Estado, etc.: pérdida de «soberanía» brutal… guerra económica… una democracia que no avanzaba, y que realmente nunca lo ha sido (es una oligarquía de partidos, que desde su inicio ya eran corruptos).
Así que ese es el programa del ego que hemos descargado con nuestra consciencia colectiva en parte del planeta, la parte que pretende tener la voz cantante… 🙂 … una parte de “la occidental”.
Pero… tenemos internet 🙂
Qué increíble este planeta…, pues quizá no haya muchos que a la vez sean tan primitivos en lo espiritual, y tan exagerados en contrastes.
El maltrato y la guerra
Hablamos sobre esta «guerra» de nuestros tiempos, el gobierno oculto en EEUU y en otras partes, y sobre cómo la revelación de Walsch (*) ha sido «pervertida» por el devenir de los tiempos.
Quienes han colonizado o parasitado el gobierno de los EEUU (entre otras cosas), han pervertido esta observación elemental que todos podemos hacer:
que, en nuestro estado primitivo como civilización, mientras no queramos organizarnos o hermanarnos en una unidad global sana, aún necesitamos las armas, la «guerra», para parar algunos grandes abusos o grandes injusticias.
Por ejemplo, las necesitamos para parar las acciones de grandes déspotas que quieran aniquilar pueblos, etc., al estilo de las masacres que se dan a veces localmente -como en el caso de la Alemania de Hitler, donde, por cierto, parece que se podría haber intervenido antes.
De hecho, el aparente “poder” de esta especie de “gobierno oculto mundial” es tal, o ha penetrado tanto en «la normalidad ambiente», es tan patente en los medios de comunicación, que en estos medios oficiales no se cuenta nada por ejemplo sobre una certera intervención rusa (con aviones, etc.) que se estaría dando ahora contra el ISIS en esas tierras recién declaradas como del «Estado Islámico».
Parece una especie de tabú.
Así que hemos montado un espectáculo y unos tejemanejes increíbles pervirtiendo el espíritu de los EEUU, ya que sí, los EEUU sí que realmente fueron antaño todo un ejemplo para Europa, un ejemplo de realización de la libertad y de nuevos modos de compartir un territorio.
Y como siempre… como ya sabemos que “como es adentro es afuera”, todo esto que hemos hecho con ese espíritu debe ser una expresión simbólica de esa distorsión que alimentamos dentro, expresada y pintada ahí fuera, con los grandes personajes y eventos del mundo… en modo “consciencia colectiva”.
A veces, “lo mejor” para un gobernador que maltrata o que abusa de su pueblo o de parte de su pueblo, es intentar no permitirle seguir con ello.
Esa es la acción «más elevada» para nosotros -aunque si realmente lo es para nosotros, también lo sería para él, en el fondo.
Lo “malo” es, como sabemos, que quienes se han convertido en «policías mundiales», los EEUU (es decir, su élite loca y comprada), no son precisamente hermanitas de la caridad (ni tienen obligación alguna de serlo, como nadie la tiene).
Y a lo que íbamos aquí es a decir que todo sucede como si se hubieran querido pervertir las siguientes palabras, que extraigo de Conversaciones con Dios, 1 (*), la revelación de Walsch:
«… si buscas lo mejor para ti en aquellas situaciones en las que se abusa de ti o eres maltratado, como mínimo lograrás que cese el maltrato. Y eso será bueno para ti y para la persona que maltrata, ya que también ella es maltratada en tanto que se le permita continuar con su maltrato.
» Eso no favorece, sino que perjudica, a la persona que maltrata; ya que, si ve que se acepta su maltrato, ¿qué habrá aprendido? Pero si ve que su maltrato deja de ser aceptado, ¿no se le habrá permitido descubrir algo?
» Por tanto, tratar a los demás con amor no significa necesariamente permitir que hagan lo que quieran.
» Los padres lo aprenden muy pronto con respecto a sus hijos. Pero los adultos no lo aprenden con la misma rapidez con respecto a otros adultos. Ni las naciones con respecto a las demás naciones.
» No se debe permitir que proliferen los déspotas, sino que hay que poner fin a su despotismo.
» Así lo exigen el amor hacia uno Mismo, y el amor hacia el déspota. Esta es la respuesta a tu pregunta: “si el amor es todo lo que hay, ¿cómo podría el hombre justificar nunca la guerra?”.
» A veces el hombre debe ir a la guerra para realizar la más grandiosa afirmación de quién es realmente: aquel que abomina la guerra.
» Hay ocasiones en que para poder ser Quien Realmente Eres, debes renunciar a ser Quien Realmente Eres.»
Hipocresía
Hipocresía: pretender tener cualidades deseables, principios, o visiones que en realidad no se tienen.
Dos casos simétricos:
- terrorista o fanático de cualquier religión que mata «en nombre de Dios» (finge tener lo que no tiene… eso que no ha aceptado que le eleve (esa plenitud de Dios en su corazón, con su perdón infinito)).
- occidental anestesiado, como todos somos un poco o mucho… occidental que finge tener lo que no tiene al expresar «condolencias» bajo la batuta de los medios de comunicación (las nuevas «iglesias» de nuestra imposible «religión materialista»).
Las emociones no son los verdaderos sentimientos…
¿Cuál es el propósito del terrorismo para la humanidad vista como una unidad de consciencia?
Todo acontecimiento tiene un propósito detrás.
Vimos que el propósito profundo de la experiencia que llamamos «Hitler y el holocausto» era este: «que la humanidad se mostrara a sí misma» -que nos mostráramos de lo que somos capaces; tal y como se decía en la revelación de Walsch*.
¿Es lo mismo con el terrorismo?
El horror que sentimos ahora con el terrorismo, ese «compartir el dolor»… lo pudimos sentir muchas veces antes con la «anestesia» programada que tuvimos en España (con otro tipo de terrorismo y también con el «yihadista»)… y ante otras víctimas de «guerra» televisada, etc.
Este horror tiene que ver con nuestra comodidad…, con lo cómodos que nos hemos quedado en general, desorganizados, viendo durante decenas de años en la televisión la «intervención occidental», «nuestra» intervención, en muchos países, donde llegaban organizaciones terroristas como la OTAN, que en el fondo están parcialmente en manos de psicópatas, como en gran medida parecen estarlo muchos estados, como Estados Unidos, Arabia, Israel, etc.
Así que, en definitiva, el propósito del terrorismo es el de ser una especie de «espejo»:
espejo del horror de haber permitido que sucediera Irak, Afganistán, Siria, etc.
Eso ha sido permitido…, y esas intervenciones provocadoras fueron preparadas por esas agencias occidentales que hacen la función de ser un poco «nuestros jefes», y que en teoría deberían ser más controlables «democráticamente». Pero no hay demasiados controles democráticos a escala global (ni siquiera los hay prácticamente en la local).
Igual que en las dictaduras, la política en la mayor parte del mundo no está en realidad controlada por algo exterior a ella, por mucho que se quiera llamar democrática: no está controlada realmente ni por «la gente», ni por ejemplo por algún poder realmente externo a ella (el poder judicial, que en muchos sitios también está controlado por lo político).
Así, sin control, la política puede ser intervenida por los programas de los agentes financieros internacionales, etc., en procesos de pérdida de «soberanía» que a veces son rápidos, a veces más lentos, como parece que sucedió en España (con la operación de guerra económica encubierta bajo el nombre de «Transición democrática»).
Por eso, nos pasa esto que nos pasa ahora… donde algo más nos muestra ese horror interior…, esa especie de «agujero negro» del «permitir».
Entonces, igual que ocurre en el caso de Hitler, donde:
«El horror de la experiencia de Hitler no es que él lo haya perpetrado a la raza humana, sino que la raza humana se lo haya permitido.»
Igual que ahí, ahora, el «horror» de tantos decenios de terrorismo y de guerras inventadas e intervenciones sucias por parte de Occidente en el este (Ucrania, Siria, preparación de terroristas, etc.)… el horror… no es tanto que alguien le haya hecho algo «al ser humano» en general… sino que este humano lo permite.
Como sabemos, es como si algo del «espíritu de Hitler» fuera ahora «lo normal» en algunos gobiernos de la humanidad…, es como si se hubiera normalizado algo de ese «espíritu» para quedarse en parte «en el poder», bajo la forma de algunos «psicópatas» que hay en el mundo de las finanzas y de los negocios… y que tienen en gran medida en sus manos importantes herramientas sociales y de comunicación.
Seguía diciendo, en Conversaciones con Dios 2, para hablar de qué es lo que crea, realmente, estas experiencias de «horror»:
«Hitler no fue enviado. Hitler fue creado por vosotros. Surgió de la Consciencia Colectiva, y no podría haber existido sin ella. Esa es la lección.
» La consciencia de separación, segregación, superioridad -del “nosotros” frente a “ellos”, del “nosotros y ellos”- es lo que crea la Experiencia de Hitler.
» La Consciencia de la Hermandad Divina, de la unidad, de la Unicidad, del “nuestro” en vez del “tuyo/mío”, es lo que crea la Experiencia de Cristo.
» Cuando el dolor es “nuestro”, no solo “mío”, cuando la alegría es “nuestra”, no solo “mía”, cuando la experiencia total de la vida es Nuestra, entonces, al fin, se convierte en verdaderamente eso, en una experiencia de Vida Plena.» (libro 2 de Conversaciones con Dios, Walsch).