En este directo, con Ana P. de Argentina:
Enlaces:
─ https://youtube.com/live/bws8QhBCSbc
─ enlace de descarga
… hablamos entre otras cosas del evento de desmayo de un niño (fueron dos desmayos en realidad), sucedido ante las cámaras en un discurso reciente del nuevo presidente de Argentina, Milei.
Lo vemos desde «la verdad divina», la verdad simple sobre el alma, etc…. pero antes comentamos varias cosas básicas… y después también algunas otras ─al hilo de lo visto en la historia del canal y en general─.
Enlaces:
─ Discurso de Milei: https://youtu.be/jamJmjHp4aA?si=YRsacSAB4eUZ12A1&t=3433
─ Canales de los que hablamos en el momento final del vídeo:
ø De Nicolás Martínez Lage: https://www.youtube.com/@terapialiberal/videos
ø De Nicolás Morás: https://www.youtube.com/@losliberales/videos
Otros enlaces visualizados:
─ Provincia del Chubut:
https://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_del_Chubut
Comentario archivado (hecho por ahí):
En general, el problema de la libertad estará siempre asociado a un profundo sentido de la RESPONSABILIDAD, y esto está muy anclado a la vez en lo físico, en lo material, observando lo «genético» en el sentido básico de la palabra relativo a la generación, es decir, a la génesis de nuestra existencia, en el sentido de que ésta empieza por las necesidades corporales y cómo sentimos tales necesidades, en relación con una tierra y con una «biología básica» que compartimos a nivel físico con plantas y animales y seres vivos en general (bacterias, etc.).
Es decir, los mecanismos celulares son «universales» a nivel terrestre… y empezando desde ahí… «tira millas».
Ese problema de la libertad y su relación profunda con un sentido muy objetivo de responsabilidad (objetivo y a la vez «físicamente universalista»)… se empieza a «solucionar» dando más oportunidades de «liberarse» de toda dependencia, desde la infancia, a la gente.
Es decir, dando oportunidades a la hora de ejercer una «libre relación con «la naturaleza»», para ser independientes cuanto antes, en el sentido de que somos capaces de «tener» (de responsabilizarnos, de administrar), de cuidar («amar», etc.) la suficiente cantidad de tierra, de «naturaleza»… y de una forma que resulte «sana» para todos a la vez, y para «todo» a la vez.
Me refiero de entrada a la suficiente «tierra» como para ser físicamente independientes en cuanto a la alimentación, etc., y desde muy pequeños, en nuestra vidas.
Hay tierra de sobra en el planeta si a la tierra la tratamos permaculturalmente (y los desiertos se pueden regenerar, tal como está demostrado en muchos documentos audiovisuales incluso).
Y hay tierra de sobra si, más o menos, nos ayudamos, enfocados en ese sentido de la responsabilidad, asociado a la libertad.
Se crea artificialmente escasez, cuando en realidad los niños pueden muy pronto ser muy «útiles para sí mismos».
Pensemos en la «mucha» creatividad posible en torno a este tema de la relación con la naturaleza… ya que «está todo por inventar» en cuanto a la relación con la tierra y las leyes físicas y en general las leyes naturales ─por ejemplo, con la geotermia, está todo por hacer─.
Hay muchos «usos sanos» de las leyes naturales… unos usos que aún están por explotar, en realidad, y que son potencialmente muy «ecológicos», en el sentido de muy «funcionales», es decir, en el sentido de muy «económicos», si entendemos el «principio de economía» de una manera digamos más universalista… en cuanto que sería un principio básico, asociado a la funcionalidad, y en una relación digamos más universal con la realidad de los seres con los que compartimos la existencia.
Aquí, lógicamente, habría que entrar mucho en el tema de las patentes y la propiedad intelectual… etc.
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por eso este problema se soluciona con una libertad dada desde muy pronto a los niños… libertad en relación con la tierra… es decir, en relación con la capacidad universal, de todo niño sano, para responsabilizarse en seguida de la tierra o «naturaleza» suficiente como para cubrir sus necesidades vitales, biológicas (y de forma económica/ecológica, es decir, que no va en detrimento del resto de seres, y lo que es más, que ayuda a potenciarlos).
O sea, todo esto se soluciona, siempre, con más libertad… pero enfocándonos en «lo más importante»: la infancia, en el sentido de «la entrada en la existencia»…; es decir, enfocándonos:
─ en cómo nos sentimos en ese periodo inicial… en cómo nos sentimos en relación con lo físico (tan gozosa, por cierto, esa relación)…
─ en cuanto a que la libertad va a asociada con la responsabilidad (insisto, «a nivel biológico», digamos, en relación al resto de la vida sobre la tierra, tan variada y rica ésta).