¿Una «mano negra»?
En este sentido es que sí había, en la vieja era, algo del estilo «mano negra»:
por ejemplo, recordemos
algo simple:
si juzgamos,
nos sentimos mal;
ese sentirnos mal cumple una función:
es para indicarnos que no sigamos «eligiendo juicio».
Estamos incómodos, pero no porque la persona juzgada sea mala en sí (lo «malo» es el «pecado»/falta de amor…, y no el «pecador»)…
sino que, si estamos incómodos, es porque juzgar no encaja en nuestra naturaleza (espíritu).
Pues bien,
sucede que eso mismo lo usa el mundo de los medios de comunicación, etc….
es decir, se nos presentaban cebos para juzgar… más o menos aposta…, a propósito…
aunque parezca automático;
es decir, la tele presentaba a los nazis una y otra vez, por ejemplo… o a los criminales, para que juzguemos;
y eso nos aleja de comprender lo que está pasando,
pues no tenemos «cultura» sobre lo que nos pasa al juzgar;
nos presentaban cebos aposta para que juzguemos (terroristas, etc.).
Así, nos sentimos mal… incómodos… pero por el hecho interno de juzgar, y no porque los terroristas sean malos en sí…
y, como en el mundo la espiritualidad era lo último
(o sea, las leyes de la mente son lo último)…
entonces, el mundo no nos contaba desde pequeños estas cosas simples (estas de la sabiduría del tipo crístico/búdico/hooponopono… (paz, perdón)).
Y así, entonces… atribuimos o asociamos ese sentirnos mal a que «tienen razón en la tele»… o a cosas por el estilo
(tienen razón «ellos»… los «ganaderos» de «masas humanas»…, y así, los jefes «mano negra» tienen éxito fomentando miedo:
o sea, desintegración y confusión sobre lo que somos, sobre lo que pasa en cuanto a leyes de la mente, etc.)…
… pues esa «mano negra» son los que al final pagan los sueldos a por ejemplo unos pobres periodistas que en general publican lo que les digan… pues están atemorizados de si les echan del buen trabajo que tienen y ya no pueden pagar supercasa o comida para sus muchos hijos… o sus vicios, etc….
Así, como siempre… ahí tenemos…
una cadena artificiosa de mundo-ego…
pues nos suscitan o nos invitan a «pensar»,
con ellos…
que sí que son malas, efectivamente,
las personas que nos muestran como cebos…
… son malas…
pensamos…
y nosotros quizá nos reconfortábamos pensando que no somos tan malos,
o que estamos superseparados de ese tipo de gente…
o bien que «tenemos razón»…
que la tenemos… junto a la mucha razón que tienen «nuestros programadores»…
(televisivos y/o políticos de turno demagogos…)…
que activan y que viven en parte de y para el programa egoico y de fomentar miedo (el que les dejamos)…
Pero claro, luego en el nivel más alto todo es perfecto, todo es empleado para el mayor bien del cosmos de las almas…
en el plan divino…
eso por supuesto.
Pero a la vez toca decir las cosas claramente,
pues observar no es juzgar…
toca…
mirar de frente sin miedo la oscuridad,
tras haber antes siempre «entrado a la paz/dicha/luz», claro…
y desde ahí no tener miedo a afrontar el hecho de que el sistema está podrido (fundado en la ilusión de separación, carencia…)…
… y lleno de manos negras…
… a veces más o menos automáticas…
(parásitos de nuestra poca valentía a la hora de mirar adentro)…
y tal
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(
¡Gracias Jesús/Yeshua!
)