Judas: la tercera esfera | 19 de septiembre de 2001

[Para escuchar en formato audio / descarga]

Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con partes de lo contado por Alan John Miller/Jesús, así como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La tercera esfera
19 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano, acudo a ti para reanudar mi discurso sobre la vida en las esferas del mundo de los espíritus*.

Recordarás que en la última etapa de la segunda esfera los espíritus llegan a darse cuenta de que tienen que llevar a cabo algún trabajo, siempre para ayudar a otros. A este trabajo lo llaman “tarea de expiación”, pues según su comprensión, se trata de un trabajo que tienen que realizar en parte para pagar por sus pecados, y en parte para devolver la ayuda que ellos mismos han recibido, y que de hecho siguen recibiendo.
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Judas: la segunda esfera del mundo espiritual | 16 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con partes de lo contado por Alan John Miller/Jesús, así como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La segunda esfera
16 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Estoy aquí, Judas, tu hermano en Cristo. Después de haber expresado mis comentarios sobre esos terribles ataques en los Estados Unidos y sus causas y consecuencias, me gustaría retomar nuestra serie de mensajes sobre el mundo de los espíritus.

He descrito cómo los espíritus atraviesan los diferentes niveles de los planos terrestres, y cómo finalmente llegan a la conclusión de que el materialismo no conduce a la felicidad. Esta comprensión produce un profundo cambio en las almas de estos espíritus, y se dan cuenta de que el único camino que deben seguir es el de la espiritualidad. Se abre un mundo nuevo para ellos, y tienen la oportunidad de entrar en la segunda esfera, una esfera mucho más espiritual pero que hasta entonces estaba oculta y fuera del alcance de sus percepciones.

El camino, entonces, es la espiritualidad. Pero no es un camino uniforme. Puede manifestarse en una variedad de formas. Es en esta segunda esfera donde los espíritus finalmente eligen exactamente qué camino desean seguir, aunque más adelante les será siempre posible cambiar de opinión y volver desde una esfera superior para elegir otra rama de la espiritualidad.

Ha sido más o menos fácil darte cierta impresión de cómo es el entorno en los planos terrestres, pero es mucho más difícil describir la segunda esfera, o la esfera de decisión, como me gusta llamarla. Si te digo que aquí todo es más etéreo, no me entenderás, y el vocabulario humano, por supuesto, solo contiene palabras para describir lo que existe en el entorno de la consciencia de los hombres en la Tierra, o las ideas y modelos que desarrolla la filosofía. Pero incluso en esta esfera bastante baja, el entorno y las ideas van mucho más allá de lo que existe en la Tierra.

Todo lo que se construye en los planos terrestres se construye a mano o con máquinas, tal como se hace en la Tierra. La vida en los planos terrestres realmente puede considerarse una extensión de la vida terrestre, y esto es bueno, pues los espíritus generalmente necesitan tiempo para adaptarse a su nueva vida. Pero en la esfera de la decisión, las cosas ya son un poco diferentes.
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Judas: varias preguntas sobre la transición de la «muerte» | 9 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con lo contado por Alan John Miller/Jesús, como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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Varias preguntas sobre la transición de la «muerte»
9 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano H., habiendo concluido ya la descripción de los planos terrestres, que, como comprenderás no es en absoluto exhaustiva, creo que vale la pena abordar las preguntas que Geoff ha hecho en este contexto.

La primera es sobre el túnel de luz que tantas personas describen en sus experiencias cercanas a la muerte. En la descripción de mi propia muerte no mencioné este fenómeno.

La segunda pregunta trata de la recomendación de los espiritistas acerca de que los espíritus oscuros de los planos terrestres deben ir a la luz. Si esos espíritus viven en los planos terrestres ello se debe a la condición de su alma. Entonces, ¿qué significa ir a la luz? ¿Se trata de que lleguen hasta los límites de su consciencia, o de que acudan a ver a algunos espíritus brillantes?

Y lo tercero que plantea Geoff en su indagación, se refiere a un mensaje recibido por James Padgett, donde un esposo y una esposa parecen haberse «perdido» en el plano terrestre, es decir, en la Tierra, después de su muerte y de la separación respecto a sus cuerpos físicos. ¿Cómo es esto posible? (nota 1)

Empecemos por el túnel de luz. Existe la idea de que este túnel es un fenómeno muy especial, pues quienes tuvieron una experiencia cercana a la muerte describen ese túnel que los atrae por la fuerza. Algunos incluso logran atravesarlo, tal como lo describen, y en el otro extremo encuentran una atmósfera de absoluta paz y felicidad. Y esta experiencia no depende de la cultura, religión o educación de las personas.

Bien, esta no es exactamente la verdad. Mucha gente percibe lo que acabo de escribir, pero no todos, sino tal vez solo la mitad. Otros perciben un túnel de oscuridad, y otros no ven ningún túnel. Hay muchas razones de que existan estos puntos similares y divergentes en las experiencias cercanas a la muerte.

Primero, tenemos que entender que el momento de la muerte, o incluso de la “casi muerte”, es un momento de gran estrés que involucra cierta variedad de cambios fisiológicos.

Cuando el nivel de oxígeno disminuye en la sangre y al mismo tiempo aumenta el de dióxido de carbono, el cerebro reacciona con una serie de experiencias subjetivas, debido a la falta de aire y a la continuidad de cierto nivel de metabolismo. Por ejemplo, la gente ve pasar su vida frente a ellos, como en una película. Este fenómeno se describe con mucha frecuencia y su explicación es absolutamente fisiológica, o más bien patológica.
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Judas: La zona en penumbra y Summerland | 8 de septiembre de 2001

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante los cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Con este texto/audio seguimos la pequeña serie que empezamos aquí. Vemos cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con lo contado por Alan John Miller/Jesús, como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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La zona en penumbra y Summerland
8 de septiembre de 2001
Recibido por H.
Cuenca, Ecuador

Mi querido hermano, hoy vengo a continuar con mi descripción de los planos terrestres. Antes de seguir, te recuerdo que cuando te hice saber un poco sobre el significado de la palabra “luz” en el mundo espiritual, te conté cómo pasé desde mi infierno a la región llamada zona de penumbra. También te informé de que esta es la zona más poblada del mundo de los espíritus, y que la gran mayoría de ellos inician el viaje hacia su perfección en este lugar -hacia la perfección en el amor natural o en el Amor Divino-.

Realmente es una zona muy atractiva para muchos espíritus. No hace ni frío ni calor excesivos, la gente vive en libertad, no hay dominio ni esclavitud, y allí los espíritus no necesitan preocuparse por cómo ganarse la vida, pues como ya sabes, los espíritus no necesitan comer, su ropa no se desgasta… en definitiva, se trata de un ambiente de libertad y felicidad. Es por eso que muchos espíritus permanecen allí muchos años, contentos con su situación, que de hecho en la gran mayoría de casos es mucho mejor que la condición en la que tuvieron que vivir en la Tierra. Continuar leyendo «Judas: La zona en penumbra y Summerland | 8 de septiembre de 2001»

Judas: Salir de los infiernos | 6 de febrero de 2003

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Al hilo de los mensajes de Padgett -que hemos comentado y usado ya aquí un poco-, durante estos cien años que han pasado desde entonces, ha habido mucha gente que los ha seguido.

Algunas de estas personas parece que han desarrollado bien sus capacidades de conexión con los planos de desencarnados, y de vez en cuando han recibido mensajes de personalidades muy cercanas a Jesús, como por ejemplo de «Judas Iscariote» (Judas de Queriote) -e incluso hasta muy cerca de nuestras fechas-.

Espero hacer una pequeña serie que empezamos aquí. En ella se ve cómo los mensajes de Judas encajan muy bien tanto con lo contado por Alan John Miller/Jesús, como con lo que se da en los mensajes de Padgett.

De hecho, Miller, aparte de recomendar, lógicamente, los mensajes de Padgett… si recuerdo bien también comentó en algún encuentro que realmente Judas y otros habían hablado a través de varias de estas personas recientemente.

Esta serie trata de forma breve sobre la sucesión de planos y sobre la progresión del alma en ellos.

Los mensajes de Judas anteriores a este (que también espero poner aquí y comentar) son digamos que más anecdóticos en cuanto al tema que nos ocupa (los diversos planos y las transiciones). Tratan sobre su muerte, y en el audio de este mensaje los comentaré muy brevemente en la medida en que me acuerde. Judas se suicidó, como parece «bien sabido» o establecido.

Aquí empezamos directamente con la transición desde el primer estado, que en este caso es «infernal».

Es decir, en este caso es una transición desde la parte más baja del primer plano, o del plano llamado terrenal, que contiene a su vez muchos subplanos, de los cuales los más bajos se describen como «infernales» y el más elevado como «Tierra de verano» o «Summerland».

En general, en este primer plano parece que hay muchos espíritus aún enlazados o apegados a la Tierra, pero que en realidad tienen su «residencia» en este primer plano (de hecho en general habría ahora más desencarnados en la Tierra que personas vivas «físicas»).

Los que llegan al primer plano tienen que afrontar tarde o temprano la condición de relativa oscuridad en su alma.

La parte más baja del plano se describe como infernal, pero de ahí siempre hay escapatoria.

Nota: Un mensaje anterior, via Padgett, y muy relevante, es este (dado en este caso por Jesús).

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Judas: Salir de los infiernos
Recibido por H. | 6 de febrero de 2003
Cuenca, Ecuador.

Me gustaría continuar con mi mensaje de ayer.

“La clave de nuestro trabajo de rescate está en crear una condición de confianza. Por lo general, es una mala elección que un espíritu brillante se acerque a uno de esos espíritus sombríos, porque se encerrarán en sí mismos de inmediato, hasta el punto de negarse a escuchar lo que el espíritu de buena voluntad les diga. ¿Cómo debemos proceder entonces?».

Con estas palabras terminé mi mensaje. Entonces, ¿cómo debemos proceder?

Como ya habrás adivinado, el primer paso es que los espíritus que en la Tierra fueron amigos de esos pobres condenados en el infierno, se acerquen a ellos y traten de renovar esta amistad y confianza. Y bien, ya conoces un caso en el que sucedió exactamente eso: mi propio caso.

Siempre he tenido una excelente relación con Andrés. Él era, es, mayor que yo, y de alguna manera veía en él una figura paterna. Supo romper muy hábilmente mi resistencia inicial a su presencia, una resistencia debida, entre otras cosas, a que yo no quería que nadie que a mí me importara me viera en mi situación de desgracia y desesperación. Pero una vez que se rompió el hielo y comprendí que su intención era seria y llena de amor, nació dentro de mí esa chispa de esperanza. Y esto sucedió gracias a la confianza que tenía en él, de modo que pude activar mi deseo de avanzar.

Y bien, puedo ver lo que estás pensando: que todos los espíritus en situaciones desesperadas lógicamente tendrían un fuerte deseo de mejorar su situación. Pero esto no es tan fácil como crees. Tienes razón, este deseo sí existe en sus almas, un deseo pobre y débil en un alma demacrada. Pero incluso cuando los espíritus así confinados no reconocen conscientemente que fue su propia falta lo que los condujo a su situación, hay otro deseo que crece inconscientemente dentro de ellos: el ansia de autocastigarse. Este es un deseo mucho más fuerte que el que les permitiría comenzar a progresar. Es un círculo vicioso, y puedes estar seguro de que, en el caso de los espíritus de los infiernos más profundos, nunca podrían romper esta cadena de acero que los ata a sus frías chozas si no fuera por la ayuda de otros espíritus más desarrollados que son capaces de restaurar su autoestima y de transformar sus vacíos sentimientos de culpa en una verdadera penitencia. Pues lo que les ayudará a progresar no será su constante lamento por la “injusticia” que están sufriendo (en opinión de muchos de ellos) ni su autocompasión, sino reconocer su propia culpa, su disposición a asumir las consecuencias, y también, y más importante que cualquier otra cosa, su deseo de reconciliarse con Dios. Esto es lo que se denomina «penitencia»; esto es lo que se llama remordimiento; y esto es exactamente lo que el Padre quiere: que todos Sus hijos descarriados regresen a Él y celebren con Él en las mesas del paraíso.
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Lucas: sobre la evolución e involución del ser humano | 22 de julio de 1917

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Este mensaje nos confronta mucho, en parte porque es muy simple, aunque no lo parezca.

El alma siempre es perfecta ya, natural-perfecta.

Pero eso no es lo mismo que ser «divina». Es nuestra elección activar o no el potencial de divinizar nuestra alma, es decir, de transformarla desde ser finita-natural-perfecta, a ser inmortal e infinita.

Desde que Amón y Amán (la primera pareja sobre la Tierra, contactable en el mundo espiritual, y que por ejemplo Miller y Mary han contactado)… desde que ellos rechazaron el amor divino, hubo un proceso de descenso o «caída» en la condición del alma de los humanos, de modo que se crearon estos planos o condiciones álmicas inferiores, o formas inferiores de «vivenciar el planeta», por así decirlo.

El humano degeneró en su expresión, ya que generación tras generación se tomaban decisiones más animalescas, digamos.

Y luego volvió a despegar.

Los científicos encuentran las pistas de esa época de gran degeneración, y concluyen definitivamente que eso es lo primero, pero no lo sería.

Seguramente hay mucha prueba escondida sobre humanos mejores y anteriores a eso. (Porque ya sabemos que casi todo aquí, en esta civilización tan «anti-Dios»… es una especie de «política» espiritual a mala leche 🙂 ).

La opción de volver a poder usar el libre albedrío para pedir y recibir amor divino se abrió solo cuando esto lo hizo Jesús, cuando era niño; y lo hizo casi inconscientemente, como programado en su alma… incitado en ella por múltiples factores del pre-diseño en cuanto a cómo y cuándo meter qué almas, qué esencias personales, a individualizarse, en los planetas.

Vivimos pues una especie de dispensación, de ventana abierta para esto, en nuestras almas, que tendrá caducidad, por lo que dicen varios otros mensajes que, en parte, ya hemos visto.

Y ese amor divino, al recibirlo en nuestra alma desde Dios, desde fuera de nuestra alma… permite que se exprese o actualice el potencial o destino de que el alma se haga infinita, se transforme, y pase de ser mera imagen perfecta del Creador (el alma), a ser de la misma sustancia… transformándose de mortal a inmortal -en el verdadero sentido de «inmortal»-.
Y por cierto, con las almas natural-perfectas, con lo poco que he leído por ahora no saben decir exactamente en qué consiste su mortalidad… al final de vete a saber tú qué «tiempos».

Mensaje de Lucas, via Padgett, 22 de julio de 1917.

Un mensaje anterior y también muy relevante es este (esta vez dado por Jesús).

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Lucas: Discurso sobre la evolución y la involución del hombre; los científicos solo conocen la evolución después de que el hombre tocara fondo en su degeneración o involución

Estoy aquí, Lucas, escritor del que se planteó como tercer evangelio.

Y bien, deseo escribir unas líneas sobre el tema del libro que estabas leyendo esta noche. Me refiero a: «La creación y caída del hombre».

El hombre que escribió el libro se está esforzando por reconciliar la doctrina bíblica de la creación y caída del hombre, con la doctrina de la evolución que tienen los científicos, y lo hace para mostrar que estas dos visiones del tema no son antagónicas y que, si se entienden adecuadamente, pueden ser utilizadas para apoyarse mutuamente. Pero en esto no ha tenido éxito, ni puede tenerlo, por la razón -que es suficiente, aunque no hubiera ninguna otra- de que el hombre no evolucionó a partir de las bestias o animales inferiores, sino que siempre fue eso, el hombre, la criatura de Dios, perfecto en su creación y plenamente natural.

No había nada de sobrenatural en él, y nunca poseyó una naturaleza de superhombre desde la que pudiera haber caído en el momento de su desobediencia. Nunca ha sido nada más ni menos que la creación perfecta de su Hacedor, aunque haya degenerado en sus cualidades y en el ejercicio de su voluntad.

La evolución, o la doctrina de la evolución, tiene sus limitaciones, y su fundador, o quienes lo siguen -total o parcialmente- no son capaces de volver atrás lo suficiente como para contrastar esta doctrina con lo que tuvo lugar en el momento de la caída del hombre; y, por lo tanto, cuando intentan llegar más allá de la etapa en la que el hombre parecía un ser muy degenerado -pareciendo, así, producto de progenitores animales- se meten en el campo de la especulación y deja de haber conocimiento.

El hombre no fue creado con ninguna de las cualidades divinas, tal como el escritor parece pensar, sino que fue hecho como el hombre meramente natural que ahora ves y sin la corrupción de las cualidades de su alma -sin esa corrupción que puede ser eliminada al sacar del alma todas esas cosas que hacen que se haya apartado de la condición que tuvo en su creación-.

Es decir, cuando fue creado estaba en perfecta armonía con la voluntad de Dios y con Sus leyes, y cuando sea restaurado a esa armonía de unidad con dichas leyes, entonces, se encontrará en lo que ya era suyo antes de la caída.
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Jesús: el alma, lo que es y lo que no es | 2 de marzo, 1917

[Para escuchar en formato audio / descarga]

Un mensaje anterior y también muy relevante es este (también dado por Jesús).

Este tema del alma es enormemente práctico y simple (se trata de volvernos seres «plenamente emocionales», dicho rápidamente -aunque esto se puede malentender-). Este asunto básico lo he resumido en la página principal o guía de la web, en sus primeros puntos (A.1, A.2, etc.).

Para ver enlaces a varios materiales prácticos sobre el alma (audios, vídeos), más modernos, dados por Miller de forma más desenfadada, gráfica y risueña (complementariamente a lo tratado en este mensaje), ver los apartados dedicados al alma en la página A.3.
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Jesús: El alma, lo que es y lo que no es
(mensaje via Padgett, 2 marzo 1917)

Estoy aquí, Jesús.

Vengo esta noche a escribir mi mensaje sobre el alma, y ​​lo haré, si podemos establecer el vínculo que se necesita.

Bien, el tema es de gran importancia y difícil de explicar, pues no hay nada en la Tierra -nada conocido por el hombre- con lo que se pueda hacer una comparación; y, por lo general, los hombres no pueden comprender la verdad ni la naturaleza de las cosas excepto por comparación con algo que ya saben que existe, y cuyas cualidades y características conozcan.

No hay nada en el mundo material que pueda proporcionar una base de comparación con el alma, y, por lo tanto, para los hombres resulta difícil  comprender la naturaleza y las cualidades del alma mediante las meras percepciones intelectuales y la razón. Y para comprender la naturaleza de esta gran creación -el alma- los hombres deben tener algo de desarrollo espiritual y la posesión de lo que puede ser conocido como las percepciones del alma. Sólo el alma puede comprender el alma, y ​​el alma que busca comprender la naturaleza de sí misma debe ser un alma viva, con sus facultades desarrolladas al menos en un pequeño grado.

Primero diré que el alma humana es necesariamente una criatura de Dios, y no una emanación de Él, como parte de Su alma; y cuando los hombres hablan y enseñan que el alma humana es parte de la Super-Alma, enseñan algo que no es cierto.

Esta alma es simplemente una criatura del Padre, al igual que lo son las demás partes del hombre -como el intelecto, el cuerpo espiritual y el cuerpo material-, unas partes que antes de la creación del alma no existían.

El alma no ha existido desde el principio de la eternidad, si puedes imaginar que la eternidad alguna vez tuvo un principio. Quiero decir que hubo un tiempo en que el alma humana no existía; y no sé si alguna vez llegará el momento en que algún alma humana deje de existir, ni tampoco ningún espíritu lo sabe; solo Dios conoce este hecho. Continuar leyendo «Jesús: el alma, lo que es y lo que no es | 2 de marzo, 1917»

Isabel I (1533-1603) reina de Inglaterra, revela su alma llena de remordimiento y contrición

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Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Como vemos abajo, el título completo del mensaje dado por la reina Isabel I de Inglaterra es largo, y la expresión de «violar la ley de la compensación» resulta quizá extraña si se lee rápidamente. «Violar» puede interpretarse, de entrada, como simplemente «no hacer caso» de la existencia amorosa de esta ley, y de su propósito real.

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Isabel I, la gran reina de aquellos días, confiesa libremente las violaciones a la Ley de la compensación que cometió, y revela un alma llena de remordimiento y contrición
(mensaje via James Padgett, 12 de mayo de 1915)

Estoy aquí, la reina Isabel I de Inglaterra.

He estado aquí varias veces, pero nunca antes había tenido la oportunidad de escribirte, y ahora que lo he hecho, no me defraudes, pues tengo la esperanza de que me puedas ayudar.

Y bien, yo fui una mujer muy mala en la Tierra, puesto que ahora veo la verdadera relación entre las cosas y las obras, y estoy sufriendo por el recuerdo de todo eso.

Se me consideraba una criatura que gozaba del favor divino y que, por lo tanto, no podía hacer nada malo, y que todo lo que decía o hacía debía ser obedecido y seguido por mis súbditos y por todos los demás que vivieran dentro de mis dominios.

Viví una vida que no estaba en consonancia con las leyes de la moralidad o de Dios, tal como ahora las veo; y si te digo que, aunque fuera una mujer soltera, no obstante tenía mis amantes para gratificar mis pasiones y complacer mis caprichos, comprenderás que fui una mujer malvada, y que esas son las cosas que ahora causan mis sufrimientos y mi oscuridad.

No soy un espíritu que piense que no podía hacer nada mal por el hecho de que fuera un gobernante. En ese momento sabía que muchas de las cosas que hice estaban mal y, a consecuencia de eso, mis sufrimientos se han vuelto mucho mayores.
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Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra

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Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Daniel describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra
      (21 Jul 1915)
(Daniel, el profeta de Dios, del Antiguo Testamento)

Estoy contigo esta noche porque tienes razones para creer que has sido seleccionado para realizar la obra de Jesús de transmitir sus mensajes a la humanidad; y quiero sumar mi testimonio al de los demás que me han precedido.

Soy un seguidor del Maestro, aunque viví en la Tierra muchos años antes de que viniera a anunciar la restitución del gran Amor Divino del Padre, y a mostrar el camino por el cual todo hombre que lo desee puede obtenerlo.

Nunca supe lo que era este Amor hasta que Jesús vino y lo declaró al hombre y a los espíritus tal como lo hizo. Y cuando vino al mundo de los espíritus, después de su crucifixión, nos predicó a los que estábamos en las esferas espirituales la gran doctrina del plan de salvación de Dios.

Los hombres no deben pensar que los mortales son los únicos destinatarios de este Amor, o los únicos que tuvieron el privilegio de conocer el camino a este Amor, pues, como te digo, Jesús vino a los espíritus que vivían en los cielos espirituales, dio a conocer este gran plan y enseñó el camino a la Inmortalidad.

Yo era, antes de su venida, un espíritu que gozaba del favor del Padre en tanto que mi amor natural se desarrolló hasta el grado más alto, y en ese amor era comparativamente feliz.

También poseía un gran desarrollo intelectual. Sin embargo, en cuanto al Amor Divino que ahora poseo… de él no sabía nada, ni tampoco sabía nada ningún espíritu que viviera en ese momento.

Esto te puede parecer extraño, pues a partir de mi relato, tal como está contenido en el Antiguo Testamento, podrías suponer naturalmente que yo gozaba del gran favor de Dios, y así era; pero ese favor no iba más allá de recibir de Él una gran cantidad del amor natural que Él había otorgado a toda la humanidad, y de saber -por mis percepciones espirituales y por el poder de la naturaleza psíquica que poseía- que Dios se preocupaba por mí y me utilizaba para convencer a las naciones paganas de que había un solo Dios, y que solo Él debía ser adorado.

Nunca conocí la realidad de lo que era el Amor Divino, ni sabía que me encontraba en otra posición diferente a la que podría haber tenido si ese Amor no le hubiera sido arrebatado a la humanidad cuando nuestro gran padre terrenal cometió su fatal acto de desobediencia.

En aquellos tiempos, antes de la venida de Jesús, ningún espíritu podía progresar de ninguna manera más arriba de la esfera donde existían este amor natural y este desarrollo intelectual, en su mayor grado de perfección.

Así pues, como ves, nunca fui un espíritu poseído por esta naturaleza Divina hasta después de la venida del Maestro; y en ninguna parte del Antiguo Testamento encontrarás ninguna declaración ni promesa relativa al hombre y a su posesión de esta naturaleza Divina, y nosotros -los que vivíamos en aquellos días de mi vida terrenal- estábamos satisfechos, y solo esperábamos los favores y dones de Dios que pudieran afectar a nuestra prosperidad y felicidad terrenales.

Yo era un profeta, tal como está escrito, y a través de sus espíritus Dios me decía aquellas cosas que yo declaraba a la gente. Dios también me capacitó para predecir muchas cosas que iban a suceder, y que de hecho sucedieron. Pero este gran favor y regalo no me trajo la posesión del Amor Divino ni la naturaleza del Padre; y cuando morí, llegué al mundo de los espíritus como uno que poseía sólo el amor natural y el gran desarrollo moral que me habían proporcionado las comunicaciones tenidas gracias a mis asociaciones con los espíritus del Padre. Continuar leyendo «Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra»

Sócrates escribe sobre la experiencia de su progreso

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Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Sócrates escribe sobre la experiencia de su progreso
(Mensaje via James Padgett, 8 julio 1915)

Estoy aquí, Sócrates, el griego.

Supe que pensaste en mí, y tu pensamiento me atrajo hacia ti.

Cierto espíritu puede encontrarse en vinculación contigo, o bien tener una cualidad de alma similar; pues bien, esa condición álmica es lo que hace de medio, de gran medio, por el cual se da dicha atracción.

Ya he estado contigo antes, y hay una creciente vinculación entre nosotros surgida a raíz de las cualidades de tu alma. Ahora soy un creyente en la doctrina cristiana de la inmortalidad del alma, y ​​en las enseñanzas de Jesús sobre la forma de obtener el Amor Divino del Padre, tal como lo estás haciendo tú, y, por lo tanto, nuestras cualidades álmicas son similares.

Ahora soy un seguidor del Maestro, y creo en su misión Divina en la Tierra, aunque él no vino a la Tierra cuando yo vivía. Después de convertirme en espíritu, comprobé mi creencia en la continuidad de la vida después de la muerte, y viví en el mundo de los espíritus hasta muchos años después de la llegada de Jesús, antes de que yo aprendiera y creyera en su verdad más amplia acerca de la inmortalidad.

Por supuesto que, cuando yo enseñaba, solo tenía una esperanza, que casi era certeza, de que seguiría viviendo por toda la eternidad, pero no tenía más fundamento para esa creencia que las deducciones de mi capacidad de razonar, y las observaciones del funcionamiento de la naturaleza.

Había oído hablar de las visitas de los espíritus de los difuntos, pero nunca había tenido ninguna experiencia personal en ese sentido, aunque creía sin reparos que eran verdad.

Mi convicción acerca de la verdad de la continuidad de la vida en el futuro era tan fuerte que equivalía a una certeza, y por lo tanto, cuando morí, consolé a Platón y a mis otros amigos y discípulos diciéndoles que no debían decir que Sócrates iba a morir, sino que su cuerpo era lo que moriría; su alma viviría para siempre en los Campos Elíseos. Me creyeron, y después Platón hizo más extensa mi creencia.

Y efectivamente, Sócrates no murió, pero tan pronto como su aliento abandonó el cuerpo -lo cual no fue muy doloroso, a pesar de que la fatal cicuta hizo su trabajo de manera segura y rápida-, entró en el mundo espiritual como una entidad viviente, lleno de la felicidad que le brindó la constatación de sus creencias.
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