Este es un mensaje dado a través de Padgett hace unos cien años.
Este controvertido tema lo tratamos y sentimos en sitios como el vídeo del canal que tengo acerca de Nathan, etc.
Al inicio comento algunas cosas, y durante el mensaje también (no mucho).
Enlace al original: aquí.
Enlace al audio: aquí.
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Sarah J. Wilson: Una abortista se da cuenta demasiado tarde del gran mal que hizo en la tierra y busca ayuda
ESTOY AQUÍ, Sarah J. Wilson:
Permíteme escribir porque necesito mucho la ayuda. Estoy en la oscuridad y sufriendo.
Cuando estaba en la tierra era una mujer que intentaba ganarse la vida haciendo lo que Dios y el hombre condenaban como algo que iba en contra de la naturaleza y de todas las disposiciones para perpetuar el mundo. Fui abortista y causé muchos nacimientos prematuros, o la destrucción de aquello que si se le hubiera permitido gestarse habría sido un ser humano. Así que ya ves que mis actos fueron muy malos; y desde que estoy en el mundo espiritual me he dado cuenta de la enormidad de los mismos.
Por supuesto, cuando cometía estos actos sabía que estaba haciendo el mal, y cometiendo en muchos casos un asesinato. Pero el deseo de ganar dinero era tan grande que mis crímenes no se me presentaban en toda su desnudez y enormidad. Pero ahora los veo cara a cara, y me doy cuenta de que soy el más miserable de todos los miserables. Nunca he conocido un momento de paz desde que soy un espíritu, y me parece que he sido un espíritu así durante siglos y siglos.
Ningún rayo de luz viene a mí y ninguna palabra de amor o simpatía. Mis asociados son igual que yo, empapados en pecados de un tipo u otro y nunca nos llega un rayo de esperanza. A veces me pregunto por qué he nacido y por qué no puedo morir y ser aniquilada para siempre. Pero ese consuelo no es mío. Debo vivir y sufrir y pagar las penas de mis actos realizados en el cuerpo.
Yo pensaba que era una mujer de buen corazón en la mayoría de los asuntos de la vida, y creo que mis vecinos me consideraban así. A menudo ayudaba a los pobres y alimentaba a los hambrientos, y decía palabras de bondad a los afligidos, y realmente pensaba que era una buena mujer. Pero ahora, qué inútiles me parecen todas estas obras de aparente bondad, pues no pesan ni un grano de arena a una montaña a mi favor. Así que ya ves que los grandes pecados que cometí no tienen forma de ser borrados. Desearía no haber nacido nunca.
A veces me dicen que algunos de los niños pequeños que viven en tierras más altas son los niños a los que yo privé de la vida terrestre. Yo, por supuesto, no lo sé, pero algunos espíritus me lo dicen, y cuando me entero de esto me ayuda un poco a pensar que, aunque los privé de su existencia terrenal, están vivos en una tierra más brillante y más feliz. Pero esto no es suficiente para aliviar mis sufrimientos. Los maté cuando estaban en la tierra y no tenía derecho a hacerlo.
Estoy siendo castigada. E incluso cuando estaba en la tierra traté de hacerme creer que no había infierno. Ahora sé que hay un infierno y que estoy en él, y creo que nunca saldré de él.
Bueno, podría contarte muchos ejemplos de mis pecados, pero no serviría de nada. Creo que te he contado lo suficiente para despertar su compasión, y creo que si puedes ayudarme lo harás.
Estuve casada pero no tuve hijos y a veces pienso que si hubiera tenido hijos propios no me habría dedicado a destruir a otros. Pero ahora es demasiado tarde y debo sufrir.
Haré todo lo que me digas y trataré de creer y seguir los consejos que me des. Sólo haz algo por mí.
He preguntado por la Sra. Salyards y un hermoso espíritu viene a mí, y pone su brazo alrededor de mí y dice «eres mi hermana en problemas y una hija de Dios como yo, y él te ama como me ama a mí, así que ven conmigo y te amaré y trataré de mostrarte el camino hacia la luz y la felicidad».
Así que me voy.
Oh, querido amigo, te doy las gracias y con todas mis lágrimas de corazón y mi gratitud te digo buenas noches,
SARAH J. WILSON.