A través de las nieblas | Capítulo 12: Tras las nieblas

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo

* Fred y sus «viajes»
* Creencias
* Vínculos, y simpatía o «atracción empática»
* Caridad

─ Versión en español
─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado. Y, como en otros audios, hice un comentario al final del audio, tras la lectura. En el comentario vemos algunas ideas importantes, y a veces aclaramos algunas cosas.

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl y google) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Notas al capítulo

(Enlaces donde tratan las cosas del capítulo con María Magdalena (las notas abajo tienen que ver con algunas de esas cosas):
20121010 Through The Mists – With Mary – Chapter 12 S1
https://www.youtube.com/watch?v=kHk4mzjWAI0
20121017 Through The Mists – With Mary – Chapter 12 S2
https://www.youtube.com/watch?v=SxpX-0K8YiQ
20121024 Through The Mists – With Mary – Chapter 12 S3
https://www.youtube.com/watch?v=aFixVQYScvc )

Fred y sus «viajes»

─ A Fred le tienen que de cierto modo prestar energía, y ello aunque vaya a la Tierra, un lugar que ahora en general tiene menor condición en amor que él. Y estos «préstamos de energía» se deberían a que Fred se ve bombardeado por muchas experiencias, y aquí es este contraste de visitar de repente un medio más lleno de miedo, etc.

Creencias

─ Un tema fundamental que se expone en el texto: La manera en que nuestras creencias y expectativas limitan nuestras experiencias.
─ Nuestras creencias nos pueden volver «ciegos».
─ En general, ¿qué creencias y emociones tenemos en común, con espíritus que nos influyen, o con gente en general?

Vínculos, y simpatía o «atracción empática»

─ «Simpatía» es en general usado aquí para denotar relación o atracción «empática», digamos. Es decir, donde en el lado receptor hay una «apertura» a recibir algo, y en la parte dadora hay «disposición» a dar algo. Vimos un ejemplo en el capítulo de Marie, con la vinculación entre Charlie y ella.
─ Las relaciones se establecen a menudo de forma no ética, en codependencia, en cuanto que estamos dispuestos a recibir algo que no estamos dispuestos a dar por nuestra parte.
─ Incluso con nosotros mismos, si no estamos dispuestos a darnos algo a nosotros mismos ─a responsabilizarnos de algo─, podemos dar ciertos sentimientos a otra persona para que ella lo haga por mí.
─ Esto podríamos llamarlo «atracción empática», o «simpatía».
─ «Simpatía» tiene un significado de afinidad, aparte del sentido positivo popular de «simpatía». Y tiene también un significado digamos «técnico fisiológico», en cuanto que se habla de que nos puede doler una parte del cuerpo en simpatía con cierta lesión que tengamos en otra parte.
─ En el ejemplo anterior, de algún aspecto «sin ética» en una relación, eso no es exactamente un vínculo, en cuanto que miramos el aspecto de la codependencia. Es decir, la interacción con esa persona no se ve propulsada por una creencia en común, o no lo miramos así. La codependencia es: «tú me das algo, y así me libro de tal cosa, aunque yo no estaría dispuesto a darte lo que tú me das«.
─ Por ejemplo, en las parejas: «tú me das seguridad económica, cosa que yo no estoy dispuesto/a a darte, pero yo a cambio consigo que tengas emociones de aprobación sexual al tener sexo contigo«.
─ Con espíritus o con personas en general podemos tener relaciones que pueden parecernos conexiones/vínculos amorosos, pero donde estamos simplemente entregando nuestra responsabilidad, o usando las relaciones para no ser responsables en algunas áreas de nuestras vidas.
─ Si compartimos una creencia con alguien, se crea un vínculo, pero si la creencia no es amorosa no hay crecimiento.
─ Podemos establecer vínculos, conexión en torno a creencias amorosas, y esto es algo que fomentará nuestras relaciones y hará crecer el amor (min. 50, S2).
─ Las relaciones de pareja nos cansan por ejemplo a los dos o tres años, debido en parte a que la ley de compensación nos pasa factura. Es la compensación negativa debida a la codependencia, a las adicciones emocionales en las que hemos estado con la pareja.
─ Lo anterior es el aspecto de «atracción empática», en cuanto que compartimos cosas donde cada persona está dispuesta a recibir algo que no desea dar.
─ Eso no sería a lo que nos referimos cuando hablamos de vínculo en general («rapport») (y como no es vínculo, tampoco es un «vínculo amoroso», es decir, basado en una creencia amorosa), ya que usamos a los demás para mantener en esos tipos de intercambio no éticos de los que hemos hablado.
─ El aspecto de «vínculo» tendría que ver con el mero compartir creencias (creencias emocionales).
─ Una relación de codependencia o de «atracción empática» (no de vínculo) posible con espíritus es este caso: Una mujer tiene accesos de enfado con su pareja, un hombre. Ella quizá ya no tiene la creencia de que «está bien enfadarse con alguien», y quiere, sin reprimirlo, entender el enfado como «mensaje» para ella sanar algo. Pero los espíritus (mujeres) utilizan a esa mujer para que vehicule los sentimientos de ellas, de esos espíritus mujer ─de enfado con los hombres─. Esa mujer en realidad puede darse cuenta de que a veces ni siquiera es su propio enfado el que de hecho proyecta a su pareja (sino el de esas espíritu), y la mujer puede ver entonces que en realidad siente miedo de esas mujeres espíritu. Éstas no pueden controlar a la mujer a no ser que ella tenga miedo ─que proteja o conserve ese miedo─, el cual tiene que ver con heridas emocionales relativas a su madre. Esta es una codependencia donde vemos que no hay un vínculo o conexión como tal, en el sentido de que eso requeriría estar de acuerdo totalmente en la creencia, por ejemplo, de que: «está bien proyectar el enfado a hombres».
─ Esto quizá puede estar más claro si pensamos en la interacción con espíritus cuando buscamos verdad de parte del mundo espiritual, y atraemos espíritus que realmente están mejor en sus almas que nosotros. Si estamos en codependencia (en eso que hemos llamado la «atracción empática», que no es ética, en la cual estamos dispuestos a recibir algo que no queremos dar), entonces, en esa búsqueda no puede entrar mucha verdad. Así, abiertos a sentir sobre esto, quizá podemos darnos cuenta de qué tipo de creencias son las vinculantes con los espíritus ─si son falsas, etc.─.
─ Si hemos conseguido vincularnos con espíritus más elevados, es gracias a nosotros sentir y tener alguna creencia en común con ellos. Si lo hacemos, ya tenemos un ejemplo de esa vinculación para discernir las codependencias que quizá son la marca distintiva de otras interacciones que tenemos y de las que no nos dábamos cuenta ─en las que quizá estamos tratando con espíritus de una condición similar o peor a la nuestra─.
─ Todo ello hay que entenderlo en el marco de que la ley de atracción, como «mensajera» de la verdad, y en general de las leyes, ya que toda ley de Dios es amorosa.
─ Ejemplo: podemos tener la creencia falsa de que: «si no conozco algo, o no lo sé, o no lo veo, entonces estoy a salvo ─algo no puede herirme, no me afectará, no tengo que afrontar el miedo respecto a eso─«. Algunos espíritus pueden aprovecharse de eso, y ellos no comparten esa creencia nuestra. Vemos pues que no es un «vínculo (rapport)», tal como lo hemos definido (al menos no lo es en el aspecto de esa creencia), sino una codependencia, una «atracción empática». Ellos pueden tener otra creencia falsa, que no es la nuestra, y estar con nosotros en un trueque o transacción emocional no ética.

Caridad

A la hora de dar y recibir con amor, nos surgen emociones y creencias a sentir, o que pueden estar impulsando la situación no tanto desde el amor, sino desde otras cosas:
─ Carencia, falta, escasez:
cuando damos de corazón quizá es cuando más sentimos el error de «va a faltarnos en el futuro». Sin embargo, es en ese momento que estamos experimentando el regalo de poder liberar ese error, simplemente sintiendo y confiando en que Dios y sus leyes amorosas nos van a «cuidar», si seguimos responsabilizándonos de sentir el error y la verdad que lo sustituya.
─ Transacción, trueque,
─ Culpa,
─ Obligación.

Versión en español
CAPÍTULO XII
TRAS LAS NIEBLAS

Por primera vez, quizá debido a lo que Siamedes me había dicho, me di cuenta de que no caminábamos; y mi rápido paso por el aire era tan agradable como novedoso. No había ningún esfuerzo en mi vuelo, de hecho no era consciente de ejercer ningún poder de locomoción. Cushna me tomó de la mano y tal vez ejerció la fuerza necesaria para llevarnos por el camino. Durante un tiempo considerable no habló ni dio la menor indicación de que fuera consciente de mi presencia. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 12: Tras las nieblas»

A través de las nieblas | Capítulo 11: El hogar del asirio

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado. Y, como en otros audios, hice un comentario al final del audio, esta vez más breve, tras la lectura del texto. En el comentario vemos algunas ideas importantes, y a veces aclaramos algunas cosas.

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl y google) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Notas al capítulo

(Abajo van notas que refieren una breve parte de lo hecho en el grupo de lectura sobre el capítulo, por María Magdalena (2012):
20120920 Through The Mists – With Mary – Chapter 11 S1
https://www.youtube.com/watch?v=ItId7HSn9yQ
20120926 Through The Mists – With Mary – Chapter 11 S2
https://www.youtube.com/watch?v=6J4Mr_g2wGM )

─ Al final vemos lo que le sucede a una persona recién «muerta» que se ve atraída por el tirón, el arrastre de los seres que deja atrás en la Tierra, que empujan a esa mujer a volver a la Tierra (un empuje que ella literalmente «no puede evitar», y vuelve).
─ Cuando Fred habla de «cordones de amor», ahí sólo se estaría refieriendo de forma imprecisa o vaga al «amor», ya que se trataría de una atracción adictiva, y no de amor realmente.
─ Este arrastre ocurre porque las personas que nos quedamos en el cuerpo físico (los «vivos») a menudo no hacemos el duelo realmente por las pérdidas, sino que egoístamente lloramos en la adicción, en una especie de falso duelo por no tener satisfechas las adicciones emocionales que nos unían con la persona que hemos perdido (adicciones como «evitar sentir nuestra emoción de soledad», etc.).
─ Con el falso duelo a menudo nos sentimos «necesitados» o culpables, todo ello cultivando cierto narcisismo.
─ Con el «falso duelo» también evitamos afrontar nuestras creencias falsas sobre la muerte, es decir, evitamos la verdad sobre la continuidad de la vida, y estamos más pendientes de nosotros mismos y de nuestras supuestas pérdidas, que de la persona «que se va» y su felicidad.
─ Al no tener ya satisfechas las adicciones emocionales con esas personas «que se fueron», los que quedamos «vivos» tenemos también enfado, frustración, y nos sentimos exigentes, así como proyectando una demanda, una exigencia hacia «la vida», hacia Dios y/o hacia las personas que «se fueron».

─ La frase donde dice: «Recuerda que mientras están aquí [en la vida espiritual], su alegría está en correspondencia con [cómo sea] tu participación en ello».
─ Parafraseando eso, tal como lo entiendo: el amor que ahora pueden experimentar los recién muertos en estos primeros cielos, ese amor, que nos anime a participar de ello, con alegría, para que ellos se vean capaces de alegrarse en el sitio donde están, sin tener que «ir al pasado», digamos. La frase en inglés es: «Remember while here their joy corresponded to your participation therein«.

Versión en español
CAPÍTULO XI
EL HOGAR DEL ASIRIO

Las observaciones de mi amigo arrojaron una sombra de depresión sobre mi recién nacido entusiasmo, e iniciaron en mi mente un repaso de probabilidades que me volvió indiferente, por el momento, a su intento de cambiar de tema. Pero su segunda tentativa me hizo tomar consciencia del panorama que se presentaba ante mí y consiguió, al menos por el momento, poner fin a todo sentimiento de pesadumbre. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 11: El hogar del asirio»

A través de las nieblas | Capítulo 10: Una explicación

Índice
─ Introducción
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (como en algunos de los anteriores audios, hago un comentario al final de este, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas).

Reuniré todos los textos de este primer libro de la trilogía de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago principalmente con deepl y google, y apenas requiere de algún cambio de palabras por ahora. Y digo «primera» versión en el sentido de «para aquí, «para mi web»).

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Versión en español
CAPÍTULO X
UNA EXPLICACIÓN

Tengo un vívido recuerdo de la temerosa diversión y la nerviosa valentía con que, de niño, buscaba curiosidades arrastradas por la marea, chapoteando con los pies desnudos en las fluctuantes aguas de la playa. No me cabe duda de que en mis aventuras llevé a cabo toda la gama de heroicidades infantiles; y estoy seguro de que hubo interludios de sorprendentes y rápidas recesiones cuando mi ojo vigilante divisaba alguna ola que avanzaba, calculada para extender sus brazos unos centímetros más allá de su predecesora. La esperanza y el miedo, el éxito y el fracaso, el placer y la decepción se alternaban irregularmente en mi experiencia hasta que, empapado por el agua y el frío, mi guardián me sacaba de la escena de mis hazañas, con apenas suficiente tesoro en mi posesión para condenarme por hurto menor. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 10: Una explicación»

A través de las nieblas | Capítulo 9: La cosecha de los celos

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (esta vez no hago comentario tras la lectura del texto; ese comentario está en otro audio).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl y google) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Notas al capítulo

(Notas sobre lo que ha surgido en la lectura para hacer el audio, y sobre lo que resaltan en estos enlaces (María Magdalena, Jesús y el público)…:
20120829 Through The Mists – With Mary – Chapter 9 S1
https://www.youtube.com/watch?v=I_TbJCbaMQU
20120905 Through The Mists – With Mary – Chapter 9 S2
https://www.youtube.com/watch?v=zOuvTKNIw-o )

─ La referencia de «hasta que Él los encuentre» referiría a la parábola de la oveja perdida (Lucas 15).

─ Vemos a Fred emprender unas primeras labores de ayudar a Cushna en su tarea, y de ayudar de cierto modo a Marie, al interesarse por ella.

─ El texto nos habla de Marie como estando en alguna localización en el mundo espiritual, digamos indefinida, ya que no nos dice qué piensa sobre cómo llegó allí.
─ Ella está así como «sin terminar su transición», pues por lo que vemos, está «inconscientemente» ligada a la Tierra.
─ Podríamos decir que a Marie, y en general a cualquiera de nosotros, nos puede pasar que, o bien no hemos traspasado las nieblas (estamos así como «totalmente pegados a la Tierra» cuando «morimos»), o bien no somos conscientes de haberlas atravesado.
─ Marie fue una persona fría en su vida, y al final vemos que, sin darse cuenta de su «muerte», se va a pasar mucho tiempo en ese estado, como estando «congelada», en su primera fase.
─ Marie misma llama, a esa transformación en alguien «congelado», como algo «infernal».
─ Ella había «muerto» tras haber enfermado de repente, así como colapsada por y en sus adicciones emocionales (su resistencia a las emociones), en una crisis.
─ Hay eventos que a veces detonan algo muy grande del pasado, que nos hemos saltado, evitado. Y se pueden detonar crisis, etc.
─ Ella parece como si toda su vida la hubiera empleado en forcejear contra la ley de compensación, y, como vemos en el texto, era como si desarrollara un gusto por las sensaciones y las motivaciones que rodean al pecado (mentir, etc.).
─ Y lógicamente ella también luchó contra la ley de compensación tras su «muerte», pues la muerte no cambia automáticamente nuestras actitudes.
─ Vemos cómo la emoción domina completamente su vida tras morir; aunque vemos que todavía parece poder preguntarse «¿dónde estoy?», etc. Pero no parece poder reflexionar bien, lógicamente, ya que tiene ideas muy peregrinas (como que están conspirando contra ella, manipulándola… que es justamente lo que ella ha hecho toda su vida).
─ Las condiciones de su propio «infierno» son creadas por su propia alma.
─ Pero al principio no se trata todavía del «pleno infierno» de lo que ella tiene dentro, en el alma ─no todavía─.
─ Ella no quiere sentir la emoción de miedo, y esa falta de humidad se traduce en furia. Luego pasa a experimentar la ley de compensación más tiempo, y lo hace como más directamente, digamos, y tras ello algo termina «mejorando».
─ Cuando se agota, y habla de ese literal «olvido» de su existencia, vemos que el olvido formaría parte de la expiación en su ley de compensación, ya que había entrado en un proceso de «pagar», de recibir su compensación, aunque, como veremos, algunos eventos le van a detonar más cosas para que sienta sus errores y heridas.
─ Las emociones que ella niega es lo que le hace ir zumbando de un sitio a otro, lo cual le resulta muy confuso.
─ En un momento dado, ocurre el que parece ser el evento principal, detonante de esta siguiente fase: Charlie pensó en ella (él todavía estaba vivo físicamente), y ella, ya «muerta», se vio atraída hacia él, debido a que ella no ha tratado con la emoción causal de ese «duelo por Charlie», o de «las cosas con Charlie».
─ Vemos quizá cómo aparece, aquí, en la vida del alma de Marie, un tema, un sólo tema muy concreto, en cuanto «el siguiente tema a sentir» ─por así decirlo─.
─ Parece que ella, hasta entonces, apenas había tocado la superficie sus miedos, y en seguida le llegan más arrebatos de ira.
─ ¿Por qué ella, como espíritu, no puede ver a la nueva mujer e hijo/a de Charlie? (En el audio de comentario vemos un poco más despacio estos eventos que parecen traducir entradas y salidas de la espíritu Marie en el aura de Charlie.)
─ Parece, según María Magdalena, que es en este punto de la visita a Charlie donde comienza la interacción (al menos la más fuerte interacción) con otros espíritus (la influencia de ellos en Marie se daría más en ese punto).
─ ¿Por qué es interesante esa relación entre Marie y Charlie («interesante» para otros espíritus, pegados a la Tierra, que se acercan a aprovecharse)? Porque esos espíritus pueden usar a Marie para por ejemplo proyectar emociones hacia Charlie, ya que él está abierto hacia ella.
─ Los espíritus pueden entonces querer mantener a Marie en ese estado. Ella proyecta rabia asesina hacia él, en ese ambiente, pues ella dice que lo mataría ante los ojos de la nueva pareja de él. Es esa típica emoción extrema: «Si él no es para mí, tampoco para ti«.
─ Hay pues como una venganza contra una mujer, también, y eso podría ser la proyección de lo que le pasó a ella con su padre y su madre: Quizá una especie de querer «competir por el padre», ya que Marie no habría procesado el duelo en torno a «la falta de amor en la infancia», la falta de amor o de atención por parte del padre de Marie.
─ Los ayudantes que (como Cushna) van a poder aparecer en esta fase, van a poder ayudar a duras penas a Marie.
─ Esta fase dura 20 años, al parecer, tal como nos cuentan al final. Es decir, son 20 años de vivir pegada a la Tierra con celos, y suponemos que viviendo intermitentemente entre el terror y ese ataque que se representa en las escenas donde literalmente Marie entra en el aura de Charlie cuando éste todavía está en la Tierra viviendo en su cuerpo físico.
─ El objetivo de Cushna y de espíritus ayudantes es que Marie se dé cuenta de que «sólo ella se interpone en el camino de su paz».
─ La relación de Marie con Charlie es de ataque/apego, más que de cubrimiento («overcloaking»).
─ Vemos cómo los deseos asesinos renovados en Marie la llevan en seguida  otra vez a tener esa experiencia de tipo más oscuro y frío, tras ese reencuentro inesperado con Charlie (aunque tiene esa experiencia mientras está presenciando y oyendo justo lo que no querría vivir, ver).
─ Luego implora por sentir, llamando incluso al «infierno», mostrando que se rinde a su sufrimiento, que está más dispuesta a sentir su dolor. Es como que acepta más plenamente la ley de compensación, aceptando quizá de este modo toda la extensión de su condición real en el alma.
─ Y si no hubiera hecho eso, ningún espíritu puede ir a ayudarla ─sin esa «chispa» de deseo─.

─ Nota sobre la misericordia:
1:28:54 de S2, María Magdalena:  «La misericordia se ve en el hecho de que, cuando en la Tierra evitamos aprender, no nos vemos confrontados de inmediato con las consecuencias de eso, de modo que tengamos la posibilidad de tomar una decisión diferente de nuevo, en base a nuestra propia voluntad«.

Captura de la sesión sobre el libro (parte 2), donde hay una lista posible de los errores emocionales de Marie, con los que pasó al otro lado (en negación miedosa de ellos): arrogancia, posesividad, socarronería, superioridad, sentir que se merece todo (expectativas), sentir que tiene la razón sobre lo correcto, celos, condescendente, obsesiva, manipuladora, fraudulenta, fría, en la fachada, inmisericorde, vengativa, controladora, exigente, que trama, egocéntrica-narcisista, autoritaria, desconsiderada.

Un tema principal en el texto es el del servicio.

«Servicio» como un estar «preparados para hacer a los demás lo que hacemos por nosotros mismos» ─así lo dice literalmente Jesús en estos encuentros─.

Entonces, no es tanto lo de «quererse uno mismo primero para poder querer a los demás», sino «ser uno mismo» en amor y verdad, y eso nos da cierto «sentimiento real de la igualdad«, para así poder realizar esa «preparación» a la hora de «hacer cada vez más espontáneamente por los demás aquellas cosas que nosotros estamos preparados y dispuestos a hacer por nosotros».

Necesitar ser perfectos antes de ayudar es arrogante. No queremos estar dispuestos a ser humildes con nuestras «imperfecciones» y queremos poner una fachada de perfectos, etc. Pero el deseo en armonía con Dios es muy poderoso en todas partes (nos ponemos la excusa que sea para ir contra un deseo puro o para no purificar nuestros deseos).

Hemos de distinguir entre compasión y conmiseración: La experiencia de Marie en el mundo espiritual no es «injusta» ─podríamos conmiserarnos con ella al leer su historia─.

Por ejemplo, es muy fácil conmiserarse con nuestra familia, padres, madres…: «hicieron lo que pudieron», etc. Pero cuando nos sentimos así, estamos poniéndonos de acuerdo con el error, o estamos de acuerdo en tener ese error: «está bien tener ese error», diríamos. De ese modo justificamos el error que existe dentro de nuestro padre, madre, etc… y justificamos el error que existe en nosotros. Y en ese momento les estamos ayudando a evitar error, a otros (a los padres, etc.), y estamos siendo desamorosos.

La compasión es firme con la verdad, y amorosa a la vez con la persona ─firme en cuanto a reconocer la verdad de la falta de amor, de error, que está presente─.

También hemos de tener cuidado con el sentimiento de que la infancia de Marie «creó su vida». Evitar las emociones es lo que «crea nuestra vida». ¿Qué podía haber sido diferente ─podemos preguntarnos─?

Si nos conmiseramos con Marie, quizá es que hemos sentido que lo que le pasa es «injusto». Así, puede que estemos conectando con nuestros «sentimientos no resueltos de injusticia», es decir, el duelo acerca de ello, pues realmente sí existieron cosas injustas en nuestra infancia, pero sólo las traspasamos si las sentimos, si somos humildes, y no las traspasamos si nos quedamos diciendo y sintiendo que «es injusto».

Por otra parte, la justicia de la ley de compensación es amorosa ─es «justa», es «buena»─, pues en la vida somos nosotros quienes tomamos las decisiones, y si éstas hieren realmente a los demás y a nosotros mismos, entonces sembramos cosas en nuestra alma, cosas que recogerán una compensación negativa para nosotros y el potencial de eso mismo para los demás ─o el daño directo a los demás, un daño directo muy claro en los niños, pues ellos apenas se pueden defender emocionalmente de nada─.

En el audio comento esta impresionante descripción de la influencia de los desencarnados y de las vivencia de una de ellas, Marie, a la que vemos que Fred visita en un lugar donde reposa tras la agonía que sufrió durante años, pegada a la Tierra por celos.

Estas son las partes del audio de comentario de este capítulo (diferente al de lectura):
1) Empiezo comentando algún detalle sobre el receptor del material, Robert J. Lees. (Comento parte de la nota que hay en la página B.9)
2) Luego pasamos a comentar las notas que hay aquí arriba.
3) Luego, más despacio, vamos repasando por encima todo el texto, así como invitando a leerlo mientras intentamos aclararnos en algunas cosas, o nos hacemos algunas preguntas sobre esta información que parece tan importante.

Versión en español
CAPÍTULO IX
LA COSECHA DE LOS CELOS

No tengo ni la más remota idea de la distancia que recorrimos durante nuestra conversación, pero si el cambio de aspecto del país constituyó algún criterio de la distancia, no fue en absoluto desdeñable. Cuando tuve la libertad de fijarme en lo que nos rodeaba, descubrí que atravesábamos una comarca que tenía como característica principal una multitud de parajes solitarios y retiros tranquilos, pero sin ninguna indicación de camino que guiara a un forastero, y por lo tanto era un laberinto interminable para cualquiera que no conociera perfectamente sus claves; pero al mismo tiempo un asilo seguro para el cansado y el atormentado que se hallara necesitado de tal refugio. La atmósfera era pesada en comparación a la que yo había estado acostumbrado recientemente; el viento, aunque no frío, tenía una cualidad destemplada que no había experimentado antes; los árboles tenían un aspecto más sombrío, con sombras oscuras que persistían bajo ellos; las flores habían perdido el brillo y la fragancia que tanto me habían impresionado en el Hogar del Descanso, mientras que la influencia del lugar parecía susurrar que la severidad de la tristeza se estaba marchando, aunque todavía era una cuestión de duda si la paz podría ser inducida a aceptar la vacante así creada. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 9: La cosecha de los celos»

A través de las nieblas | Capítulo 8: La esperanza florece en promesa

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (como en el anterior, hago un largo comentario al final del audio, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl.com) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

Notas al capítulo

(Notas sobre lo que ha surgido en la lectura para hacer el audio, y sobre lo que resaltan en este enlace ─del grupo que hicieron en inglés sobre este capítulo─:
20120630 Through The Mists – With Mary – Chapter 8
https://www.youtube.com/watch?v=QwMfwBNxxbA )

El amor hacia Fred, de parte de sus amigos o «maestros», lo vemos en cómo se preocupan de que él interiorice las respuestas (Fred está algo ansioso preguntando, y recordemos, está recién llegado a esta parte del mundo espiritual).

Con esto, podemos preguntarnos y sentir sobre el uso amoroso de hacer preguntas ─nuestras motivaciones cuando preguntamos─.

Nuestra falta de humildad impide que se dé un buen uso de esa capacidad de preguntar y aprender. En el capítulo también vemos que nuestra falta de humildad distorsiona la comunicación o impide tener una buena actividad de comunicación con espíritus ─una buena influencia positiva de parte de espíritus─. Cuando estamos en la Tierra y contactamos con desencarnados, la falta de humildad nos impide aceptar verdades o buscarlas sinceramente.

Por otra parte, en el comentario tras la lectura del audio tuve que resaltar el tema de ese cierto «hilo» sobre el que habla Cushna en un momento breve, aunque no sea el tema del capítulo.
Ese hilo sería el que conecta:
─ por un lado el niño (el alma del niño que intentó rescatar Fred ─el suceso que vimos en el cap. 1─)
─ y por otro lado su cuerpo (su cuerpo-espíritu, su cuerpo espiritual).

Ese hilo sería pues el «cordón» que conecta el alma con el cuerpo espiritual, y de alguna manera tal cordón parece que permite que los espíritus puedan saber cosas precisas sobre los demás, sintiendo y «consultando» el alma de las personas, directamente.

Otro tema que surge es el orden de establecimiento y disolución de la Coral, que sorprende a Fred, pues contrasta con lo que sucede en nuestro mundo normalmente, ya que nos comportamos con adicciones emocionales, con mucha fachada, a la hora de tratar con los demás.

Es decir, tras una reunión (como por ejemplo una de carácter espiritual o religioso) se pueden dar todo tipo de comportamientos más o menos ansiosos en sus expectativas, y con los que nos manipulamos entre nosotros, de maneras más o menos egoístas:
─ querer reconocimiento, sentirnos reconocidos,
─ buscar hacer comparaciones con los demás o entre los demás,
─ forzar a que nos escuchen,
─ conseguir tener la razón,
─ sentir una compasión que esperamos o deseamos dar adictivamente,
─ dejar de sentirnos solos,
─ evitar cualquier dolor emocional o físico,
etc.

Versión en español
CAPÍTULO VIII
LA ESPERANZA FLORECE EN PROMESA

Me sorprendió ver que Cushna estaba tan dispuesto a marcharse como lo habían estado sus dos compañeros, pues el hecho de que pudiera celebrarse una ceremonia o servicio tan gigantesco sin dejar ningún detalle por arreglar después, estaba en total desacuerdo con toda mi experiencia anterior. El orden con que se separó aquel público fue tan perfecto como el que había caracterizado cada rasgo de la Coral, y contrastaba más que favorablemente en todos los aspectos con las escenas a las que estamos tan acostumbrados en la Tierra. No había esfuerzos indecorosos, por la voz o el gesto, para atraer la atención de un amigo; no había interrupciones descorteses en aras de una palabra casual; no había carreras de un lado a otro en la multitud para encontrar a alguien que faltaba; ni toscos empujones en un vano intento de llegar a tomar un tren. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 8: La esperanza florece en promesa»

A través de las nieblas | Capítulo 7: La puerta de la esperanza entreabierta

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo:

* ¿Deseo puro?
* ¿»Lo bueno» procede de Dios?
* ¿Con los regalos o dones o talentos «viene la responsabilidad»?

─ Versión en español
─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:

En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado. Como en otros, hago un largo comentario al final del audio, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas. También comento las notas al capítulo (ver abajo), cuando las hay.

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepL, google, etc.) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

Notas al capítulo

(Aquí sacaremos algunas cosas del material de Divine Truth donde se habla sobre este capítulo en grupo:
20120620 Through the Mists – With Mary – Chapter 7
https://www.youtube.com/watch?v=RX9oJZMQVxQ )

¿Deseo puro?

Evidentemente, entre otra cosas, el capítulo gira en torno al deseo. Puede que entonces nos detone algunas cosas sobre eso en nuestra vida.

Normalmente no nos quedamos en el deseo puro, no permitimos humildemente que alcance su plenitud, si es que llegamos a sentirlo. Y con eso, por ejemplo lo convertimos en seguida en algo a lo que nos aferramos, y por tanto se convierte en adicción o expresa adicciones emocionales.

Así, al no permitirnos la plenitud del deseo, también impedimos que Dios nos enseñe que en realidad a menudo no se trataba de un deseo puro (y nos lo enseña via Sus Leyes, via Sus Sentimientos, via los guías, etc.).

Nos impedimos aprender entonces sobre nuestra alma (nuestra personalidad única es la fuente de los deseos puros). Nos impedimos crecer, desarrollarnos.

O bien, si era puro, si no sentimos y expresamos, nos impedimos obtener realmente el resultado, el que intrínsecamente conlleva, ya que un deseo puro, plenamente sentido y «actuado», conduce a la obtención de lo sea que deseemos.

Fijémonos, un deseo, si es puro, no puede ser malo si el objetivo previsto es realmente amoroso (cosa que puede que no sepamos del todo), ya que, si el deseo es puro, en el deseo por ejemplo no está escondido subrepticiamente ningún otro fin, como pueda ser el objetivo de «evitar mi miedo», «evitar confrontar mi vergüenza», etc.

El deseo puro no quiere conseguir otras cosas además de lo que desea; por ejemplo, no quiere conseguir seguir alimentando una adicción emocional.

Por ejemplo, los deseos (impuros) de tener sexo: Normalmente estos deseos esconden objetivos subrepticios:
─ «sentirme valorado»,
─ «sentir que alguien me quiere»,
─ «sentirme con poder»,
─ «sentirme poderoso y controlador de otra persona, o controlando una situación»,
─ «evitar sentir mi vergüenza sexual»,
─ «seguir en rebelión por lo que me pasó en la infancia (abusos, etc.) y que no quiero sentir», etc.

(Recordemos que esto no es una condena del sexo, ya que todos tenemos un alma gemela, solo una, que es nuestro mismo ser, nuestra «otra mitad», y de forma natural es con ella con quien deseamos puramente tener intimidad, en la tierra y en el mundo espiritual.)

¿»Lo bueno» procede de Dios?

Por otra parte, ¿en qué sentido todas las cosas buenas proceden de Dios?

Dios habría creado nuestra alma, con sus potenciales, y por tanto todo lo que potencialmente podríamos experimentar y que esté en armonía con Dios (con el amor y la verdad), procede de Dios.

Es decir, el «regalo» inesperado que recibe la persona que aparece como ejemplo en el capítulo ─que recibe 10.000 libras inesperadas─, eso, el regalo, es disfrutable sólo porque Dios nos creó como almas que pueden disfrutar de un universo gratuito (!), y experimentar cosas como la «abundancia», etc.

¿Con los regalos, dones o talentos «viene la responsabilidad»?

Por otra parte, ¿en qué sentido «con los regalos o dones viene la responsabilidad»?

La responsabilidad de ser humilde y sentir: sentir los regalos hasta el final, plenamente, como regalos, dones, talentos. En sociedad, donde a menudo somos quejicas, exigentes, con expectativas, etc., estamos más ocupados a menudo en exigir todavía más y más regalos, antes que en reconocer, sentir, agradecer de manera responsable y alegre lo que recibimos y que a menudo damos por hecho ─como un dato, lo damos por descontado─.

Versión en español
CAPÍTULO VII
LA PUERTA DE LA ESPERANZA ENTREABIERTA

La multitud se había marchado, la sala estaba casi vacía, los todavía desconcertados iniciados habían recibido las felicitaciones de sus amigos personales y se habían retirado al hogar del que habían sido tan recientemente sacados, quedando los tres jefes como los únicos ocupantes de la arena; pero yo permanecía en mi asiento, abrigando una esperanza que no expresaría a mi compañero a causa de su audacia, pero pensando desenfrenadamente que podría ser gratificada por alguna circunstancia fortuita o coincidencia inimaginable. No podía considerarme responsable de su presencia, ya que vino a mí sin haber sido solicitada, inesperada y sin estar preparada, una de esas súbitas incursiones del deseo que, llegando como una inundación, se lleva el corazón en su torrente antes de que la resistencia sea posible, incluso si fuera aconsejable; pero cuando llegó, y me di cuenta del placer de su anticipación, no tenía ningún deseo de pensar en oponerme, sino más bien de aferrarme tenazmente a la idea, como si fuera el secreto y la llave de la vida. También se parecía a una inundación de una manera secundaria: su fuerza se gastó en su primer torrente salvaje; pero a medida que pasaban los momentos su corriente disminuía, bajaba, bajaba y bajaba, hasta que la pequeña corriente tembló a punto de estancarse, y el remolino de la reacción susurró que todo había terminado. Me levanté para marcharme a regañadientes, cuando una lengua de luz se dirigió hacia nosotros desde el pequeño grupo, y mi compañero dijo:

«Myhanene estará encantado de hablar contigo». Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 7: La puerta de la esperanza entreabierta»

A través de las nieblas | Capítulo 6: Una coral magnética

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
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Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios (esta vez, para este capítulo tan largo, hice un audio aparte, sólo con comentarios, para hablar de estas y otras notas):

En esa misma página estarán enlazados y ordenados los audios. El audio de este capítulo ya está allí enlazado.

Reuniré todos los textos de este primer libro de la trilogía de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepL, google, etc.) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

Notas al capítulo 

(Notas en general sacadas de estas conversaciones sobre el libro ─que tienen Jesús y María Magdalena en grupo─:
20120519 Through The Mists – With Mary – Chapter 6 S1
https://www.youtube.com/watch?v=Dk86autjUTU;
20120531 Through the Mists – With Mary – Chapter 6 S3
https://www.youtube.com/watch?v=DFW99-vIhnA)

─ Las personas que son sanadas en este capítulo (de los efectos que llevan), no son del tipo mayoritario en nosotros, sino personas que, o bien se vieron muy restringidas desde pequeñas (prisioneras), o bien eran discapacitadas desde pequeñas, o bien no se conformaban con los errores de la sociedad y fueron restringidas y maltratadas en sus vidas por ello, etc.
─ Son personas que además acaban de llegar al mundo espiritual, y que «están dormidas», o sea, que son mantenidas inconscientes incluso en el cuerpo-espíritu, y pasan a esta coral magnética.
─ En cuanto personas que querían ejercer bien su libertad, pero se vieron restringidas, son personas algo similares a Fred, aunque claramente en otro nivel, pues creo que Fred no había pasado por mucho maltrato físico continuado, etc.
─ Debido a las restricciones puestas en esas personas, incluso el cuerpo-espíritu de esas almas «no conformistas» había sido distorsionado.
─ El aspecto del cuerpo físico de estas personas, en la Tierra, no sería muy diferente en realidad a alguno de nosotros (no necesariamente deberían de parecernos personas con discapacidades).
─ Tienen como «implantes», apliques, que distorsionan el cuerpo-espíritu (el nivel de nuestro cuerpo espíritu), y esas deformidades aparentemente de rasgos artificiales tienen su correspondencia en el cuerpo físico ─aunque quizá no se perciban tan dramáticamente─.

─ También dan la información (Jesús y María M. en ese lugar enlazado) de que en la coral magnética solo se tratan los efectos de las emociones erradas en el alma de los «pacientes».
─ Es posible quitar esos efectos (y más fácil si se hace con ayuda de Dios), pero no se quita la causa, insistamos.
─ También comentan que eliminar los efectos suele hacer más fácil lidiar con la causa. Pero, sobre esto, por cierto, nuevamente Jesús se ve ante la disyuntiva o la pregunta ─o la petición incluso─ de que él haga eso (él o María M.): curar los efectos.
─ Pero Jesús dice que no lo haría hasta que no esté en condición de unidad con Dios, que es cuando lo hizo en la primera vida.
─ Literalmente da el dato de que, en los 6 años previos a obtener tal condición en la primera vida, estuvo enseñando la verdad divina, pero todavía no estaba en estado de unidad de amor con Dios (at-one-ment); él no «hizo» milagros en ese tiempo.
─ Es decir, sólo en los últimos 3 años, más o menos, de su primera vida en la Tierra, es cuando él se vio deseando eso: se vio «llamado», y habilitado perfectamente por Dios ─en un estado perfectamente puro de amor─, para realizar lo que se llama «milagros».

─ Los milagros, como «sabemos», no son más que el efecto de una característica superior del comportamiento de las leyes de Dios cuando el amor divino está plena y perfectamente involucrado en una interacción, por así decirlo.

─ Jesús comenta que el espíritu que dirige o canaliza esta sanación de estas personas discapacitadas ─el desencarnado Siamedes─ estaría en unidad con Dios (dimensión 8).

─ Otro aspecto fundamental es el de la compensación: En el mundo espiritual se restringe inmediatamente nuestro estado (nuestro entorno y la capacidad relativa a interactuar con él) si cometemos algo en desarmonía con el amor.

─ El tema de la comparación entre la Tierra y el mundo espiritual surge entonces, pues en la Tierra, y como nuestros padres ya han provocado muchas «manchas» en nuestras almas (que nadie se merece: miedos, vergüenza, etc., que son emociones de los padres y madres), entonces, de pequeños, cometeríamos torpezas desamorosas, desde muy pequeños, tal como todos hacemos; pero, si nos ocurriera como ocurre en el mundo espiritual, entonces la ley de compensación haría inmediatamente una restricción en nosotros, y no podríamos seguir probando, errando, desarrollando la voluntad, ejercitando el libre albedrío para ver las consecuencias que tiene nuestra actitud ─es decir, ver «desde dónde», desde qué emoción ejercitamos tal libre albedrío, etc.─.
─ Imaginemos entonces lo que eso supone para los niños que mueren pronto por cualquier motivo: abortos, abortos «naturales», enfermedades y discapacidad «heredada», hambre, etc.

─ Otro asunto importante es distinguir la justicia de la misericordia. Por ejemplo: no es misericordia lo que vemos en la curación de estas personas desfavorecidas, sino justicia, como se aclara bien en el texto.

─ Por otra parte, sobre la frase donde utiliza la palabra «Cristo»:
─ En un momento dado Mary comenta que esa frase podría ser debida a una especie de «añadido» del canal, de Robert (en Chapter 6 S3, en torno a 1:00:00).
─ Esa referencia a Cristo se puede entender así: Sólo cuando estamos en la dimensión 8, donde ya estamos en condición de unidad con Dios («recibiendo todo el rato amor de Dios»), sólo en esa condición ─que alcanzó Jesús incluso estando todavía en la tierra física─, es cuando estamos plenamente sin miedo a Dios. En esa condición habremos saldado todas las «deudas» en nuestra alma, deudas que tienen su causa también en todo aquello con que hemos afectado a nuestra relación con Dios, y a la relación de otras almas con Dios, debido a todos nuestros pecados recibidos y cometidos. La afirmación que se hace aquí sobre Cristo podríamos interpretarla erróneamente para decir que Jesús es un mediador «necesario». Ese papel es el que dogmáticamente parece ser que se afirma que Jesús tendría. Pero Jesús no es «necesario» más que por el hecho de que fue el primero en conseguir ese estado de «reconciliación» plena con Dios, y su ejemplo está ahí para permitir que nos establezcamos todos como hermanos en relación directa de amor con Dios, porque, como él mismo dijo, todos haremos cosas así y mayores (Juan 14:12-13): «De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, también él las hará; y aun hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo«.
En esta cita, no dice: «Tenéis que hacer y/o pedir todas las cosas en mi nombre, pues yo soy el mediador necesario». Interpretar eso sería falaz. Podemos decir que, pidiendo a Dios, en la relación sincera con Dios, podemos «pedir» a la vez «en nombre de Jesús», así como en recuerdo y cultivo de la fe, esa fe que tenemos acerca de que, por ejemplo, Jesús pudo, él primero, estar en comunión continua con Dios, por primera vez, en la Tierra y en el mundo espiritual.

Versión en español
CAPÍTULO VI
UNA CORAL MAGNÉTICA

Mientras caminábamos, me llamó la atención el tañido de unas campanas a lo lejos, y al mismo tiempo se apoderó de mí una irresistible fascinación que fue aumentando poco a poco hasta que, al final, sentí que una influencia invisible pero tangible me impulsaba a aceptar la invitación que esas lenguas rítmicas lanzaban a lo lejos. No podía decir cuál era esa influencia ni cómo había logrado tal dominio sobre mí, e incluso ahora, con mi experiencia más amplia de esta vida, soy incapaz de explicarlo. La sensación que me produjo era nueva, fascinante e indescriptible. Su efecto parecía impregnar todo mi ser y ejercerse tanto desde dentro como desde fuera. Tampoco se debía enteramente a mi reciente llegada, pues percibí que tenía el mismo efecto sobre mi guía que sobre mí. Mediante algún proceso explicable, traduje la voz de aquellas campanas en una petición de ayuda y asistencia que sólo yo tenía el poder de prestar, y aunque no tenía ninguna inclinación a apresurarme al obedecer la llamada, estaba seguro de que no sería correcto demorarme. Pero ¿por qué debería ser yo?, me preguntaba una y otra vez. Ignoraba por completo todo lo que me rodeaba. ¿Por qué no sería una llamada a muchos otros que caminaban en la misma dirección, y que se reunían, por así decirlo, desde todos los puntos cardinales visibles? Y mientras me preguntaba esto, escudriñé los rostros de los que estaban más cerca de mí y me convencí de que también ellos se movían bajo el impulso de ese mismo poder misterioso. Este descubrimiento sirvió para aumentar aún más mi interés y excitar mi imaginación en cuanto a cuál sería el resultado y la explicación. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 6: Una coral magnética»

A través de las nieblas | Capítulo 5: El hogar del descanso

Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
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Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (como en el anterior, hago un largo comentario al final del audio, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl.com) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Notas al capítulo

Vamos a comentar el párrafo donde el texto caracteriza al «Sueño», personificándolo.

Con «Sueño» se refiere a la mera capacidad de dormir, es decir, esto que nos pasa cuando tenemos un cuerpo físico. Pero de alguna manera también sucede algo parecido en las primeras etapas de nuestra vida espiritual, una especie de desconexión, cuando ya «sólo» tenemos el cuerpo-espíritu (aunque en esa vida este análogo del sueño sucederá con otros fines, en otros sentidos, por lo que se ve).

Vemos que el Sueño no privilegia a nadie, ayuda a todos. No juzga. Esto nos va metiendo en una dimensión de «misericordia» de la creación, de la que luego hablará más, en otros capítulos.

Esta misericordia está implicada en el propio diseño de la primera parte de nuestra vida, que, si no ocurre nada malo, se da en la Tierra, en un cuerpo físico (si no ocurre que somos abortados, o que morimos muy pronto, o que sufrimos esa tormenta emocional que resulta insoportable para la «nueva alma», en el útero, y que deriva en un aborto «espontáneo»).

El texto dice que algunas personas se quejan del sueño, así como exigiéndole la perfección. Pero en el texto se describe esa actitud de exigencia, de demanda, como un error, ya que nada mortal (afectado por las condiciones de miedo en la Tierra, miedo que creamos los humanos), nada mortal ─nada que sea «hijo de la Tierra»─ puede satisfacer esos ideales de perfección.

Luego pregunta:

¿Quién se atreve a alzarse y decir que él [el Sueño] tiene sus favoritos en la familia del hombre?

Con esta frase está diciendo quizá que, cuidado, que no se aventuren tampoco a «proyectar» sobre el Sueño más errores, que ahora son errores acerca de quiénes serían los «preferidos» del Sueño.

El Sueño es noble, dice, porque por ejemplo sucede que duermen mejor las personas con la conciencia más tranquila, por ejemplo, que muy a menudo no suelen ser las favorecidas por el mundo y las tentaciones y supuestas bondades mundanas.

Dice (añado comentario entre corchetes):

… se encontrará que en su aparente elección [elección del Sueño] la gran nobleza de su alma [su, del Sueño] brillará más hermosamente. ¿Dónde se encontraría tal cosa [los favoritos del Sueño]? No en el palacio ni en la mansión donde los cortesanos aduladores o los quejumbrosos genuflexos suelen buscar un lugar o poder [no en las personas muy adictas al pecado y en general con muchas adicciones: al poder, etc.], sino en el cuchitril o en la guarida [por lo tanto, más a menudo en sitios humildes], donde tal vez se entretenga en una empatía más tierna, mientras busca cerrar los párpados con un sello más seguro [es decir, duermen mejor estos humildes, en general, como favoritos del sueño].

Versión en español
CAPÍTULO V
EL HOGAR DEL DESCANSO

Uno de los grandes encantos de esta vida es la singular adecuación de cada acontecimiento al momento y lugar en que se produce; los deseos y anhelos están estrechamente entrelazados con la oportunidad de satisfacerlos. Casi la primera comunicación que se me dio tras mi llegada fue que encontraría que esta era una tierra de sorpresas. Ahora que tenía tiempo para pensar y reflexionar un poco, una de las principales cosas a considerar era la condición perfectamente natural de todo ─física, intelectual y espiritual─. Esto no se notaba en nada más enfáticamente que en mi inclinación y entorno en el momento de haber perdido a mi guía y compañero. Mientras él estuvo presente, todas mis facultades estaban en el qui vive [listas para ponerse en marcha], tanto para ver como para oír las lecciones que él se esforzaba en desplegar; y éstas, sucediéndose unas a otras con una rapidez tan asombrosa, no me dejaban tiempo para nada más que una burda apropiación, mientras que mi memoria era llamada a almacenarlas apresuradamente para una consideración y reflexión más maduras más adelante. Ni siquiera tuve tiempo de pensar cuánto alimento para una digestión tranquila había adquirido de este modo, aunque sin duda mi instructor lo sabía perfectamente, y su partida se debió a la necesidad de que me detuviera para ver cuánto había viajado en la peregrinación del conocimiento desde el punto en que lo conocí por primera vez. En todo caso, mi primera idea al quedarme solo fue que nada podía ser tan grato para mí como la oportunidad única que tenía ahora a mi alcance. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 5: El hogar del descanso»

A través de las nieblas | Capítulo 4: El monte de Dios

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─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
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Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (como en el anterior, hago un largo comentario al final del audio, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepL, google, etc.) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

Notas al capítulo

(Estas notas las leo y comento en el audio de comentario sobre otro capítulo, el número 6, enlazado también en la página B.9.)

16-enero-2025:
Podemos plantearnos esta pregunta básica, y algo de contexto para entenderla:
─ El caso general, planteado en el libro, es pues que hay una definida transición al mundo espiritual ─y recordemos que en general miles de millones de espíritus no hacen tal cosa porque se quedan pegados a la Tierra─.
─ Esta transición es representada por las nieblas, cuando efectivamente son atravesadas «definitivamente» (quizá en algún sentido de tal idea: «definitivamente»). (Esto se resolverá en capítulos posteriores, cuando hablemos del caso de Marie.)
─ Entonces, con respecto a alguien como la mujer culposa, que vemos retratada en el capítulo: ¿le sería imposible por ejemplo regresar a la Tierra para pedir perdón a la persona a quien ella le ha de pedir perdón, si esta persona está todavía viva en su cuerpo físico?
─ Un poco de «contexto»: Recordemos que existe el estado de sueño para las almas que todavía tenemos un cuerpo físico.
─ En ese estado de sueño podemos encontrarnos con personas que ya están en el mundo espiritual (por ejemplo en su «cueva»; como esta mujer retratada aquí).
─ Y/o bien también podemos encontrarnos con personas que están pegadas a la Tierra, y ya han dejado el cuerpo físico (o con personas que, como nosotros, están durmiendo, teniendo todavía su cuerpo físico en la Tierra).
─ Supongamos que podemos encontrarnos con ambos tipos de personas: las «ya transicionadas» y las «pegadas a la Tierra».
─ Es decir, la mujer culposa, si trabaja en su arrepentimiento, podría darse cuenta de la posibilidad de hablar con esas personas a quienes ha dañado (de hablar con ellas mientras tales personas viven en el estado de sueño, al dormir en la Tierra).
─ Un aspecto a meditar es el de que, quizá, si esta persona culposa no entra al mundo espiritual en su especie de «cueva bien definida», y, sin embargo, se queda merodeando por la Tierra, entonces es posible que no pueda desarrollar fácilmente la claridad o el propósito de realizar un encuentro «sano» y eficaz con aquellas personas a las que ha dañado (con esas personas hacia las cuales, en su arrepentimiento, ella ─la mujer culposa─ necesitaría pedir perdón, o sea, mostrar al menos un sincero arrepentimiento en actos efectivos ─por lo menos hablar de ello y permitir la expresión de las personas dañadas─).

17-enero-2025: 
(a raíz de lo que Jesús y María Magdalena comentan en:
20120418 Through The Mists – With Mary – Chapter 4 S2
https://www.youtube.com/watch?v=z1cJ1LR7cEU )

─ En el caso de esta mujer culposa, que vemos «recibir» el perdón de otra (que parece que en realidad es su hija, según afirma María Magdalena ─ella y el muchacho son hijos de la mujer culposa─): En este caso vemos que ella no ha aceptado todavía ese perdón que queda en ella como una especie de luz potencial para acompañarla en el proceso de arrepentimiento que alguna vez emprenderá.
─ Esto lo podemos asemejar a lo que le pasa a los niños, pero no con luces sino con las sombras de las creencias falsas o pecados de las madres y padres (y otros adultos). Es decir, desde pequeños, de niños, todos portamos esas cosas oscuras, debido a los bloqueos emocionales asimilados en la infancia, ya que los padres y madres no se dan cuenta de que muchas veces los niños expresan las emociones heridas de los adultos (para poder liberarse ellos de esas heridas potenciales, ya que no se las merecen).
─ Pero esas heridas, para que realmente las aceptemos más tarde, para que las aceptemos como nuestras, hemos de ejercer nuestra propia voluntad viviendo en ellas. Así, de cierto modo también nos vamos haciendo responsables por esos pecados, mientras que, cuando aún no tenemos casi autoconsciencia, todavía no estamos realmente manchando nuestra alma con el pecado, aunque de cierto modo ya esté dentro, en cuanto esa especie de semilla de «anti-luz», en nuestra alma ─y a veces con efectos muy visibles (incluso somatizaciones tipo deformidades, etc.)─.
─ La ley de atracción actuará sobre esas heridas, bloqueos, o anti-luces (ya albergadas en ese niño/a), y será una especie de mensaje para los padres ─lo que le pase al niño lo será─. Eso que suceda todavía caerá totalmente bajo la responsabilidad de los padres, si el niño apenas ha desarrollado su voluntad.
─ Por otra parte, cuando al final habla del «poder del amor en otra dirección»: dice eso en el sentido de que Eusemos ya le ha mostrado a Fred sucesos que tienen que ver con cómo opera el amor: Lo que pasa con las nieblas, lo que pasa con la gente que se reencuentra, lo que le pasó a la mujer culposa… y ahora le mostró esa dirección hacia arriba, para que viera el poder en una dimensión superior.

6-febrero-2025
Sobre el párrafo donde compara una puesta de sol real con una puesta de sol pintada por un pintor: En esa metáfora creo que utiliza la imagen de que el pintor pasa a otra cosa, y tiene que dejar de pintar el cuadro, ya que el cuadro, la obra pintada, no da para más. El pintor se levanta a otra cosa, a captar, a pintar otras cosas, y ese acto es quizá relacionado o asemejado en la metáfora a cuando alguien que mira el cuadro sale o despierta de un inicial arrobamiento ante la mirada de la «belleza» de esa pintura ─no obstante muerta─, para tener que ponerse de pie, quizá en un museo, ante la orden o sugerencia de alguien para seguir con la visita ─despertando así de tal disfrute de la «belleza» (si se puede decir «bello» a algo muerto)─.

 

Versión en español
CAPÍTULO 4
EL MONTE DE DIOS

EUSEMOS me condujo colina abajo hacia aquel punto del que partían los diferentes caminos y que era necesariamente un punto de encuentro común para las multitudes que iban y venían continuamente. No había ninguna razón visible para que esto fuera así, ninguna barrera o impedimento para que pasaran directamente desde, o hacia, cualquier camino o punto particular al que quisieran llegar, ninguna puerta en la que tuvieran que ser admitidos o examinados para probar sus calificaciones, y sin embargo, de mutuo acuerdo, todas las personas gravitaban hacia ese centro común en su paso en cualquier dirección. Cada vez me interesaba más mi nuevo y sobrecogedor entorno, a medida que cada nuevo pensamiento y escena se grababan en mí. Fue mientras descendía en medio de esta multitud ajetreada, siempre cambiante y alegre, cuando por primera vez comprendí plenamente el hecho de que la muerte estaba fuera de nuestra vista, detrás de nosotros, y al hacerlo me detuve ─me detuve para tratar de darme cuenta de todo lo que había dejado atrás, de aquello a lo que había llegado y del incomprensible cambio de circunstancias al que me había visto arrastrado, mientras yo seguía siendo el mismo─. Todos y cada uno de los incidentes que conocí parecían encerrar un cielo, y más de lo que yo había podido imaginar en la Tierra; sin embargo, cada uno de ellos estaba diseñado de tal manera que no era más que un fascículo de nuestro hogar, donde se oiría la palabra exhalada por los labios de un Padre Infinito en el acorde perfecto del amor, cuyos ecos perdurarán para siempre en la vasta extensión de esa cúpula eterna bajo la cual encontraremos finalmente nuestro descanso. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 4: El monte de Dios»

A través de las nieblas | Capítulo 3: Un paisaje prismático

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─ Introducción
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
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Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios: en esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo está allí enlazado (como en el anterior, hago un largo comentario al final del audio tras la lectura del texto, para repasar algunas cosas que son dichas de manera algo enrevesada, etc.).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl.com) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Versión en español
CAPÍTULO III
UN PAISAJE PRISMÁTICO

No soy ─o no era en la otra vida─ un entusiasta. Ninguna persona, por imaginativa que fuese, habría usado esa palabra para describir mi carácter. Frío, aburrido, desapasionado, prosaico, flemático, incluso estúpido, habrían sido unos epítetos que muchos habrían considerados apropiados para mí; pero entusiasta, ¡nunca! Un espíritu así nace de una imaginación y un gusto vivos, pero yo no tenía lo uno, y constantemente me aseguraban que no sabía nada de lo otro; ¿cómo, entonces, podía ser entusiasta? Esto era indudablemente cierto en la vida anterior, pero ¿me justifica eso decir que es igualmente cierto en esta? ¿Es tan leve el cambio de carácter y temperamento? ¿Somos tan de nuestro antiguo yo, simplemente trasladados a nuevos campos y entornos, que todo lo que era cierto en el pasado es igualmente cierto en el presente? Estas eran preguntas que surgían instintivamente en mi mente, pero no tenía el poder ni el conocimiento para responderlas. Era plenamente consciente de que se habían producido algunos cambios, aunque por el momento no tenía forma de determinar si eran permanentes o no; una experiencia posterior podría demostrar que en ese momento estaban provocados por las extrañas circunstancias que se agolpaban sobre mí. Por ejemplo, en el pasado no había sido en absoluto curioso, pero desde que me encontré aquí no había hecho nada más que preguntar: ¿cómo? ¿cuándo? ¿de dónde? o ¿por qué?, a mí mismo y a los únicos dos amigos con los que había tenido oportunidad de hablar. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 3: Un paisaje prismático»