Trata sobre cómo hemos creado nuestro yo desamoroso.
En los encuentros del 2016 (de los cuales vemos parte de un esquema) Jesús nos habla del miedo global, el terror, que en un momento dado hemos de aspirar a sentir.
Es un miedo global a sentir las emociones, que no es tan grande como nos lo representamos normalmente. Es uno de los principales motores de nuestra fachada (el miedo a ese terror).
Enlazo abajo* (vídeo llamado «experiencia de Jesús») el vídeo al que me refiero en algunas partes del vídeo. En él Jesús comenta un poco más detalladamente su experiencia con este terror.
En el vídeo «grupal» ─que enlazo después─ Jesús comenta que hemos de aceptar la fachada para poder procesar algo sobre el terror. Pero «aceptarla» no quiere decir deconstruirla del todo (podríamos facilitar mucho las cosas con el atajo de aspirar a sentir y llegar efectivamente a sentir la emoción global de terror).
Dice que es altamente improbable que hagamos esto último si no aceptamos la fachada (y la gente suele abandonar la verdad divina porque no aceptan la fachada).
Así es que Jesús dice que podemos hacerlo por una especie de vía más rápida si vamos a:
─ a por el miedo al terror,
─ a por el terror mismo
─ y a por el dolor causal que vemos abajo en el esquema de la imagen, y del cual nos des-sensibilizamos mediante la fachada…
(nuestra resistencia a sentir ese terror y a sentir el dolor que acumulamos desde la infancia ─desde la concepción─ serían los dos factores causantes de fachada).
Visualizamos y comentamos parte del esquema que ofrecen como material para esta sesión sobre «Emociones que gobiernan/controlan».
(En el apartado: «The Main Reasons For Sin», en ese esquema de las «Emociones que gobiernan» ─»Governing Emotions«─, Jesús habla de lo apropiado de aspirar a lidiar con el terror.)
─ Jesús: sobre ser selectivos (no hay que serlo) en el proceso de afrontar el dolor, ese dolor que nos suele llevar a tocar algo de ese terror (emoción global de terror)
Minuto 16 ─mismo vídeo─:
la emoción global de terror: nos resistimos a sentirla porque no tiene memorias asociadas (cosas así, globales, que absorbemos en la concepción).
Minuto 33:
vuelve a hablar de su proceso con el terror (el que comenta en la sesión arriba titulada «experiencia personal»).
… vemos cómo la propensión a la promiscuidad sería fomentada y creada muy tempranamente en la infancia ─junto a las adicciones sexuales en general─.
En este caso vemos la intervención de un chico joven*, Jadda, que expone su caso de relación emocionalmente incestuosa con su madre, y Jesús expone cómo eso interfiere en el tipo de «vida sentimental» que tiene y puede tener Jadda.
Su madre tuvo una ruptura con el padre de Jadda cuando éste tenía 5 años de edad. A partir de entonces la madre fue sintiendo más y más a Jadda como «el hombre ideal» (este sería sólo uno de los factores que «crean el incesto emocional»).
Al final del vídeo Jesús también hace una observación sobre lo difícil que resulta ayudar a prostitutas/os y suicidas en el mundo espiritual (cita uno de los mensajes de Padgett, donde se habla un poco de ello).
Índice ─ Introducción ─ Enlaces al audio (2024) ─ Texto del esquema
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Introducción
En esta página están los enlaces relacionados con la primera sesión del primer grupo organizado por Jesús en el 2016, sobre «Desarrollar la voluntad de amar«. En la sesión de esa hora se trató de esa pregunta: «Qué siento sobre el amor» ─y sobre Dios─. También está el esquema en texto abajo del todo.
En esta página no enlazo los demás materiales anteriores que hice o visualizamos en grupo, etc., y que se pueden ver enlazados en la página dedicada a estos grupos o encuentros del 2016: unplandivino.net/2016-grupos/
Ese grupo consistió en una serie de sesiones grabadas en vídeo a lo largo de una semana más o menos.
Se repitieron dos veces cada sesión, cada tema; es decir, hubo un grupo en febrero, y otro en marzo, dedicados a este primer asunto de «Desarrollar la voluntad de amar«.
Descripción: Jesús presenta 5 preguntas básicas que debemos hacernos, examina por qué nos mentimos a nosotros mismos y detalla una serie de verdades sobre Dios y el Amor que debemos estar dispuestos a afrontar si queremos aprender y crecer en Amor.
Los niños sienten los miedos y otras emociones heridas de los adultos (ver minuto del primer vídeo enlazado: 1:01:53 » … as a child they are your parent’s fears»), pero en cierta medida, de pequeños, todos aprendemos a no expresarlos ─a no llorar, no temblar─.
De pequeños nos volvemos incapaces de expresar esas emociones, pues los adultos dirían que «está mal»:
─ temblar de miedo: nos da miedo ver eso, hay que medicalizarlo en seguida, etc.,
─ o que «está mal» llorar intensamente, sollozar, sintiendo un verdadero duelo por lo que me pasa…
Entonces, como los adultos imponemos el estado emocional al entorno (todos lo hacemos), ese estado es sentido y tiende a ser expresado por los niños, que son más sensibles a las emociones y más naturales y sanos en cuanto a su expresión.
A todos se nos enseña a reprimir eso en alguna medida, para así no molestar a unos padres o madres que no se atribuirán esas emociones a sí mismos, sino que las atribuirán a los niños con juicios del tipo: «qué tontos emocionales que son los niños», etc.
Por eso se vuelve tan complicada la situación con los niños, porque los padres y madres no ven que los niños a menudo están reflejando la condición emocional de los adultos.
Entonces, cuando somos pequeños, esa represión y auto-represión nos hacen revertir en frustración y enfado.
Y todo esto, como dinámica y como contexto, no lo podemos entender mientras todavía somos tan pequeños que apenas hemos desarrollado la consciencia de nosotros mismos y el libre albedrío.
No lo podemos entender en el sentido de que nuestra situación es de entrada que: «algo tenemos que aprender».
Es decir, por nuestra propia naturaleza, como almas, tenemos que absorber emocionalmente algo, ya que todo aprendizaje comienza por el sentir, por lo emocional. No nacemos un intelecto desarrollado como para poder razonar sobre lo que está pasando «energéticamente», emocionalmente.
Y así, las respuestas de enfado o rabia de los niños son digamos «más naturales», «más comprensibles», aunque, en general, a la vez hemos de entender que no podemos justificar la ira ─el enfado, etc.─ sino entender su papel.
De pequeños, esa frustración o ese enfado simplemente los ejercemos o los tenemos ya que se nos ha enseñado a reprimir no sólo las emociones heridas (miedo, enfado…), sino también las emociones que están en armonía con el amor.
Uno de esos enfados es por ejemplo el que corresponde al miedo a sentir la represión de la propia personalidad única que somos cada uno de nosotros
(ver ejemplo en el minuto 1:12:08 en el vídeo enlazado a continuación : «Anger as «fear of the feeling of supression» (when it comes to the expression of the child’s true nature)» https://www.youtube.com/watch?v=aM0ml3RkMHI ─1er vídeo enlazado─).
En este ejemplo, por un lado se nos reprime nuestra verdadera naturaleza o personalidad; y por otro lado, de pequeños en general se nos enseña a reprimir la expresión del miedo y del duelo por la represión, pues en general ya hemos aprendido bastante a tener miedo de las emociones, a reprimir, etc. ─para agradar a los padres, no molestarles, etc.─.
Y resulta que cuando somos niños no sabemos esto; es decir, no sabemos que ese enfado corresponde al miedo a sentir la represión que los adultos ejercen sobre nuestra personalidad única.
Así es como los adultos traspasamos esta dinámica ─»sin querer queriendo»─ a las siguientes generaciones.
De pequeños aprendemos a tener terror al duelo ─a la tristeza profunda que sería liberadora de esos miedos─. Y así, entramos en el camino de las adicciones, del enfado o de la insensibilidad (1:20:06).
Aprendemos a vivir en el enfado y frustración… y en posteriores estados de insensibilidad antestesiada, adormecida, o depresión, etc., con respecto a ciertas emociones.
Confusión sexual
Los padres y madres tienen miedos en torno a ser seres incompletos en la vida, en torno a estar incompletos. Y muchas veces van a tender a «completarse» a sí mismos con los hijos ─satisfacer sus anhelos heridos de pareja, sus anhelos heridos de amor, etc.─.
Esas motivaciones confusas, que motivan el cuidado, el amor, en una familia, son absorbidas por los niños como bases para la definición de la vida, para la definición del amor, etc.
Esas motivaciones miedosas son en realidad violentas, pues todo miedo que no sea sentido humildemente será «proyectado» (por el adulto en este caso), y eso mismo es la violencia ─esas motivaciones que están en desarmonía con el amor, cuando no son sentidas humildemente─.
Ese «amor» que los padres o madres dan, en adicción, para no sentir sus miedos y su duelo por no haber sido queridos en la infancia (o por no encontrar a su verdadera pareja, etc.), en realidad no es amor, por muchos gestos de atención, abrazos, besos, etc., que muestre dicho «amor» que en realidad no es amor ─unos gestos, estos, que muchas veces a los niños se les fuerza a realizar, para que ellos repitan superficialmente en su comportamiento, sin sentirlo, ese «amor» que supuestamente existe─.
Aquí tenemos pues una causa principal de la confusión enorme que hay sobre el amor y sobre la vida ─en el planeta y en muchos desencarnados─. La causa es el hecho de que no comprendemos emocionalmente los principios que estamos viendo todo este tiempo (sobre que la adicción emocional no es amor, sino lo contrario, etc.).
─ Ejemplo a visualizar:
48:31 «… lo que acabas haciendo» (en los años de pubertad) «…es unir el placer con el enredo con el progenitor del sexo opuesto» // «… what you end up doing» (puberty years) «is joining pleasure with the enmeshment with the opposite gender parent»: https://www.youtube.com/watch?v=7vk1nFBAshM (2º vídeo enlazado)
Sobre culpar a la madre, al padre, etc.
Y no se trata, entonces, de hacernos irresponsables con nuestros errores, nuestros pecados, culpando principalmente a madres o padres, y demás personas (minuto 49:10 del segundo vídeo enlazado).
Una vez que somos adultos, las causas de esos errores, ya implantadas desde la infancia ─y que en principio vienen de fuera de nuestra alma─ ya están en nosotros.
Así pues, sólo nosotros podemos volver a sentir esas causas y liberarlas.
Y en este camino, además, con la ayuda de Dios, con quien personalmente podemos contactar para que el arrepentimiento y el perdón sean hechos a la manera de Dios, y podamos así transformar un poco más nuestra alma con el amor de Dios ─si lo hemos empezado ya a recibir en algún punto─.
…vemos un fragmento de un encuentro del 2024 donde Jesús y María Magdalena hablan sobre liberarse realmente del enfado/ira, y no usar una supuesta «liberación» para reforzar resistencia a miedos y al duelo.
33:46 Miedos y egoísmo
─ / fears and selfishness
47:30 La pena profunda (duelo) y el terror son «procesar», pero no el miedo, la rabia o las adicciones
─ / Grief and terror are processing (not fear, rage or addictions)
51:49 La bolsa para golpear (liberar ira) y un «procesar real» del enfado o ira
─ / Boxing bag and a «real processing» of anger (getting underneath vs feeling powerful against grief)
Vamos a ir comprobando «científicamente» cada cual, en nuestra experiencia, la verdad que nos cuentan Jesús y María: que las almas fusionadas pueden volver a la Tierra, pero que no es una «reencarnación», sino como un «regreso» (en parte lo podemos asociar quizá a lo que tradicionalmente se habría llamado «segunda venida»).
Y en este segundo vídeo vemos por qué no sería tan misterioso todo lo que rodea a ese potencial que tiene un alma fusionada ─como por ejemplo los fenómenos que están viviendo Jesús y María Magdalena, en su segunda venida, etc.
… vemos una canalización* muy impactante y emotiva, que ilustra muchas cosas. En ella Jesús habla con Errol a través de María Magdalena. Errol es un desencarnado que nació en 1952 y murió unos 21 años después en un accidente de coche/carro.
Errol hace de portavoz de un grupo de espíritus que ayudaba a varios jóvenes ─que todavía tienen cuerpo físico─ a tener en la Tierra la vida y las experiencias que a esos espíritus les hubiera gustado tener (unas experiencias por las cuales sienten digamos que una «nostalgia enfadada» por no haberlas podido tener en la Tierra ─muchos de ellos murieron jóvenes─).
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* Vídeo original:
─ https://www.youtube.com/watch?v=ERxbhDS3Mag ─ 20240901 1130 DT Living Room Tour UK Talk 2 Day3 Part2. (Rear camera) ─ Pertenece al segundo de los encuentros que organizaron en Inglaterra Jesús y María M., el año 2024 (es el sexto de un total de 13 eventos en varios países fuera de Australia)
Índice ─ Introducción ─ La situación infantil con un caso de conexión con la conciencia ─ Observación sobre las actitudes y la influencia ─ Sobre la formación de nuestra individualidad ─ English version ___
Introducción
Jesús y María compartieron algunas cosas geniales después de mi pregunta en 1:35:00 ± en este vídeo:
… pero las cosas comentadas podemos pensar que estaban un poco desconectadas de la pregunta específica que hice.
Me referiré más abajo a los probables motivos para esto, etc., que aparte de mi pobre expresión en el idioma inglés, resulta que sospecho que Jesús sentiría ─como tal vez suele ser así─ algún ataque por parte de algunos espíritus que tal vez están asociados a los motivos de mi pregunta, una pregunta que «aún necesitaría algo de purificación», por así decirlo…
La situación infantil con un caso de conexión con la conciencia
Mi pregunta proviene de la situación infantil siguiente (y por eso les pregunté si Jesús y María M. podían compartir algún momento de su infancia en el que ellos ahora de adultos recuerden que Dios ─o sea, una instancia exterior al alma─ les confirmara claramente con los sentimientos ─via conciencia─ alguna verdad…).
La situación:
─ yo era muy pequeño, y estaba conversando con un adulto que no era de la familia
─ salió el tema del «progreso» (debe de ser que estábamos hablando de la naturaleza, quizá en general),
─ y lo que me dijo el adulto era literalmente que el progreso conlleva destrucción
─ eso me sonó muy raro
─ ahí creo que tuve un momento de detenerme a sentir qué pasaba
─ quizá en ese momento tuve un claro deseo de confirmación, que me la dio quizá Dios (creo que sería una instancia de retroalimentación «positiva» de parte de Dios, es decir, de confirmación de algo absolutamente verdadero, para que podamos sentir con Dios que es una verdad universal ─la verdad de que en general el desarrollo o el progreso no necesitan de la destrucción de la naturaleza, tal como se estaban manejando en la conversación estos conceptos)
─ Puede ser que sintiera la confirmación por parte de un espíritu, pero por el tipo de «shock» supongo que sería Dios
─ Por esto quería a ver si Jesús y María M. podían ejemplificar un caso similar donde de pequeños claramente sintieran a Dios confirmándoles algo, y no sólo en el aspecto de «algo desarmónico que hacemos» y que nos da «remordimientos de conciencia», sino también en el caso de «algo que hacemos o que creemos, y que es armónico» con la verdad absoluta.
Observación sobre las actitudes y la influencia
Es posible, como dije, que Jesús estuviera sintiendo motivaciones de ataque en mi pregunta, y que por eso contestara hablando muy vehementemente de algo que yo necesito además mucho, y es el coraje y la fe.
Jesús habló de su vida en el primer siglo, cuando tuvo que desarrollar enormemente el carácter para no desfallecer ante tanto ataque (las torturas que sufrió, no sólo al final de su vida). (Es algo que comenta a menudo.)
Ese desarrollo del carácter fue acompañado claramente por Dios en un contacto con la conciencia, un contacto que parece que fue continuo, con la conciencia, con Dios.
(Ese comentario vehemente de Jesús quizá ayudó a muchos espíritus a «rendirse», etc., y quizá el comentario tenía más potencial de ayuda en el contexto de posteriores visualizaciones o audiciones del material en vídeo o audio.)
Sobre la formación de nuestra individualidad
Creo que un punto clave aquí es que en nuestra infancia estamos «aprendiendo a ser conscientes de nosotros mismos», aprendiendo a decir «yo», por así decirlo (o a decir «mi» como en «mi responsabilidad», «mi deseo»…);
Es decir, iniciamos nuestro desarrollo en la autoconsciencia y en la «experiencia personalizada», en mayor o menor armonía con el principio de responsabilidad.
Hacemos esto al mismo tiempo que rechazamos sistemáticamente la conciencia (debido a nuestro estado interno, que básicamente ya ha sido formado en y por la experiencia de un entorno adulto, con todo el cierre o apagado emocional que haya, etc.).
Es decir, debido a que no sentimos y liberamos humildemente el error en el alma, rechazamos la posible absorción de la verdad en el alma ─una absorción efectiva─, un absorción que la conciencia realmente implicaría o «instigaría» en nuestra alma… tempranamente, en nuestra vida.
El niño que siente las instancias de la conciencia no está educado sobre la naturaleza de este «órgano del alma», la conciencia.
Normalmente no sabemos que una fuente externa (Dios) está siempre tratando de compartir la verdad absoluta con nosotros (sin mencionar que esta misma fuente puede ser sentida más y más personalmente a medida que también pedimos y recibimos amor de Él/Ella).
Así que la formación de la identidad, el «significado» de decir «yo», etc., es algo realmente «destruido» en su enorme potencial… es bloqueado.
Eso sería así en parte porque la fuente de la verdad absoluta está bloqueada a nuestra consciencia (por el propio «yo» que ha creado personalmente todas las falsas creencias a partir de las experiencias más o menos traumáticas ya vividas).
Así que los problemas en el aspecto del «amor por uno mismo» se instalan muy pronto, ya que solemos tener un escaso sentido de la valía.
Paradójicamente, esto es una especie de semilla de arrogancia, a imagen de nuestros padres y de otras personas de nuestra vida, ya que sus falsas creencias han ocupado el lugar en nuestra alma de nuestra relación potencial y futura con la conciencia ─con Dios a través de la conciencia─…
Esas falsas creencias… decíamos… y también o más bien «las nuestras propias fabricadas» por así decirlo… ya que creamos creencias en respuesta a las falsas creencias adultas y a las emociones adultas «proyectadas» en nosotros.
Al parecer, a una edad temprana creamos un conjunto de «falsas creencias impersonales» ancladas en nuestra alma. Eso es una especie de fuente de una potencial «relación impersonal» (fachada… con la falsedad maquillada como verdad).
Dios también está al mismo tiempo compartiendo «impersonalmente» con nosotros la verdad absoluta (digo «impersonalmente» porque su amor personal no sería necesario en esta «interacción de conciencia»).
Y como hemos visto, no somos educados al respecto, y entonces rechazamos la verdad absoluta (aunque ya «conozcamos» algo de ella, tal como ocurre cuando somos muy pequeños y empezamos a pensar… que es cuando se darían casos de «retroalimentación positiva», como el caso que he mencionado aquí).
Rechazamos la verdad absoluta en el sentido de no querer realmente absorberla plenamente, por ejemplo, porque tenemos miedo de las emociones y miedo de actuar en armonía con una emoción que está en armonía con la verdad de Dios… pues no hemos sentido humildemente las cosas que hemos vivido y absorbido de las acciones de nuestros padres, y tenemos miedo a sentir los muchos errores ya instalados, etc. (miedo a contrariar, a no ser normales, etc.)
(aunque estuviéramos en armonía con la verdad absoluta, y reconociéndola un poco, nuestras heridas respecto al «amor por uno mismo» parecen implicar que rechazamos sistemáticamente nuestra conciencia. Esto parece ser el germen de una identidad «normal»/«sana», pero que sería en realidad una «identidad bastante loca» desde el punto de vista de Dios).
… vemos* un ejemplo sencillo e ilustrativo de un niño o niña muy pequeño que, al tener un trauma, crea asociaciones que dan lugar a esas creencias falsas que, luego, estructuran nuestras vidas.
De esas asociaciones nos vamos a responsabilizar en algún momento, al ir creciendo e ir dejando realmente atrás el trauma que sea.
Y los adultos, que de una manera u otra siempre maltratan a los niños, no son los responsables de la manera personal en que nosotros fabricamos esas asociaciones cuando apenas teníamos desarrollado el libre albedrío (los adultos son responsables del acto malo, y de haber fomentado nuestra degradación, pero no son responsables de nuestra respuesta interna).
Este material puede servirnos para acompañar el tema de la fe, de cultivar el deseo de darse cuenta de todos los errores ─de todo lo que hemos hecho después en base a las creencias falsas─.
En nuestra alma, entre el momento del trauma y los miles de errores que luego cometemos, hay muchísimas cosas almacenadas, y la responsabilidad de su almacenaje ya es sólo nuestra.
De esas cosas ya no queremos ni darnos cuenta, y mucho menos queremos sentirlas humildemente para deshacer nuestro error ─nuestro pecado, nuestro desatinar en la diana del amor perfecto, tal como Dios entiende el amor─.
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* Material original (min. 35:28 al 1:01:00):
─ https://www.youtube.com/watch?v=wplTmFHDj74 ─ 20241006 1100 DT Living Room Tour US Day3 Part1
─ Es un evento de Jesús y María Magdalena en los USA (nº9, octubre 2024)
… en este vídeo en directo vemos lo esencial de por qué «la política» nos repele.
Brevemente visualizamos* un ejemplo de emociones de autoengaño (en una votante del Partido Demócrata, que acaba de «perder las elecciones» en los USA).
Enlace al momento que visualizamos, del canal del youtuber John Acquaviva: