Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español
─ Versión en inglés
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Introducción
Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/
Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en esa página).
Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo está allí enlazado. Y, como en otros audios, hice un comentario al final del audio, tras la lectura del texto. En el comentario vemos algunas ideas importantes y a veces aclaramos algunas cosas.
Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl y google) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.
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Notas al capítulo
(Abajo van notas que refieren en parte a lo tratado en la conversación sobre el capítulo de María Magdalena y Jesús (2014):
─ 20140501 Through The Mists – With Mary & Jesus – Chapter 18
─ https://www.youtube.com/watch?v=5IfEJ0S8uFA )
─ «la ley que siempre obra para asegurar la santidad; y después, los medios para alcanzar esa condición bajo las circunstancias más favorables para el individuo«: La ley, la ley del amor, o leyes: «llevar a todos hacia la santidad», es decir, diseñada ─para todos─ para llevarlos a todos a una condición más elevada de amor. También las leyes de Dios, en la Tierra, funcionan para eso mismo.
─ Las «circunstancias más favorables» para nosotros, como individuos, pueden ser bastante «infernales» si nuestra condición es más baja. Si pudiéramos poner a una persona de condición muy baja en la esfera 2, se crearía «caos».
─ Cuando en el capítulo se habla de «twin souls«, se refiere a las almas gemelas: las verdaderas relaciones «de sangre» son las de las almas gemelas. Las dos mitades se unen, y esas a su vez pueden reunirse en grupos de afinidad.
─ En la relación con nuestra alma gemela aprenderemos cosas sobre el amor que sólo podríamos aprender ahí. Dios ha creado este, como cualquier otro sistema (almas gemelas), por razones amorosas, con las que usualmente no queremos conectar.
─ Sucede incluso a menudo que nos odiamos a nosotros mismos, y por eso imaginemos el colmo que sería encontrar nuestra otra mitad 🙂 , reflejándonos ella o él justo aquello que no nos gusta de nosotros mismos, o mejor dicho, aquello que a nuestros padres y madres no les gustaba de nosotros mismos, y que a menudo hemos asumido.
─ A menudo somos demasiado adictos a obtener aprobación de nuestra familia biológica, que en realidad muchas veces nos sigue dañando en las relaciones que buscamos, o que continuamos teniendo con más o menos inercia.
─ Literalmente no somos padres o madres de «nuestros» hijos; Dios es el padre, y nosotros hermanas o hermanos del niño/a. Con el hijo podemos compartir nuestra quizá algo mayor sabiduría ─una sabiduría sobre el amor y sobre el padre común, Dios, y sus leyes «naturales»─.
─ No tenemos el derecho a hacer nada con este niño que Dios no haría. Pero creemos que es de nuestra propiedad, y por lo tanto que tenemos «derechos».
─ El «afecto puro», del que habla el texto, no es el familiar afectivo que se suele considerar tal cosa ─regalos más o menos protocolarios, etc.─. Muchas reuniones familiares no tienen sentido porque no hay una conexión real de amor, por mucha demostración que haya, etc.
─ Jack podría ir a ver a sus padres si quisiera, pero es muy improbable siquiera que desee ir a verlos, cuando no hay enlace de amor que lo lleve ahí. Cuando Fred saca este tema está denotando una herida emocional en él mismo. Los padres es probable que no tengan amor por el niño Jack, visto lo visto acerca de su vida. La herida de Fred se demuestra al preguntar si es que el niño no va a ver ya nunca más a sus padres.
─ María Magdalena, en esta vida, tenía asma cada vez que volvía a la casa familiar. Era debido a que a menudo uno reprime emociones y su auténtica identidad cuando vuelve «a casa». Los padres crean emociones de culpa, etc., en los niños para que sintamos desde pequeños obligación, etc.
─ Las relaciones familiares han de sufrir cambios grandes si queremos tener alguna felicidad en la Tierra.
─ La preocupación de Fred: ¿contar estas cosas entonces desmotivaría el crecimiento en la Tierra, sabiendo que vamos a vivir luego mucho mejor «de todas maneras» en el cielo? La verdad es el portal al amor; siempre nos libera.
─ El concepto del «cielo completo»: refiere al arrepentimiento de los padres; pues a menos que los padres sintamos arrepentimiento, puede ser muy difícil que volvamos a ver a los hijos en mucho tiempo:
«En tales visiones he visto a la última alma arrepentida de la Tierra acercarse al trono, mientras todo el cielo guardaba silencio en presencia de la sobrecogedora alegría de que, por Su perdón de este último pecado, Dios estaba a punto de añadir el toque final a la gloria de los redimidos«.
─ Vimos al principio del libro ejemplo de una mujer que se aproximaba a sus hijos, nada más llegar al mundo espiritual, pero que todavía no podía atreverse a hablarles. Esa mujer, que sería su madre, no estaría arrepentida. ─ E incluso, aunque alguien haya perdonado (como el caso de esa hija), o bien, precisamente porque alguien ha perdonado ─o es capaz de ello─, los padres puede que huyan de esa hija contra la que cometieron los pecados.
─ El principio es que si la persona no se siente arrepentida por las acciones que previamente tomó hacia ti, entonces es muy probable que continúe realizando esas acciones; y entonces, si continúas en ese ambiente, la estarías ayudando a continuar con esas acciones hacia ti ─ayudándola a ser desamorosa contigo─. El amor hacia uno mismo está relacionado, así, con el amor a los demás.
─ A veces se retira a los niños de sus padres maltratadores, pero a menudo se les devuelve a esos hijos aunque sus padres no se hayan arrepentido por su mal comportamiento. Esto se ve en los temas de «asuntos sociales» y demás instituciones que trabajan con los niños, pero que, al devolverlos a unos padres no arrepentidos, los hijos han de salir de nuevo de esas familias maltratadoras, y a menudo con todavía menos confianza en todo.
─ «Satán» es mencionado, pero no se sugiere que exista un Satán. Myhanene sabe que Fred ha crecido en entorno bíblico, y todo el concepto de «Satán» pero visto como condición permanente, va contra todas las leyes de Dios; entonces, o bien no puede existir, o tendrá que volverse un hijo arrepentido de Dios en el futuro. Y eso es lo que Myhanene sugiere en ese párrafo.
─ En las religiones justifican cosas ilógicas diciendo que Satán nunca fue un hombre.
─ Cuando se refieren a «Cristo», se refieren a la condición de unidad en amor con Dios.
─ Fred es humilde al preguntar cosas, y no da insinuaciones ─no habla con indirectas que denotaran una intención más o menos impura─, sino que es directo; en su corazón abre el espacio para la respuesta que fluirá cada vez más naturalmente, así como «llamada» por la humildad de Fred.
─ Puntos de reflexión: (este es el final del esquema sobre este capítulo de Jesús y María M.)
* El perdón, el arrepentimiento y su importancia para la progresión.
¿Qué heridas tengo en mis relaciones familiares? ¿Tengo un sentimiento de derecho, expectativa o culpa hacia mi familia que limita la expresión de tus verdaderas pasiones y deseos?
* Examina la compañía que tienes: ¿con quién pasas la mayor parte del tiempo y por qué?
¿Pasas tiempo con personas que comparten tus pasiones y valores (como ocurriría en el mundo espiritual)?
* Reflexiona sobre los valores y las pasiones que observas en las personas con las que pasas más tiempo: sé sincero sobre cómo de similares son esos valores con respecto a los tuyos.
* Reflexiona sobre los valores y pasiones que observas en las personas con las que pasas más tiempo: sé sincero sobre lo que ves de diferente a lo que tú valoras y te apasiona.
* Reflexiona sobre lo que te atrae de las personas con las que pasas más tiempo: ¿es predominantemente el miedo o el amor?
Versión en español
CAPÍTULO XVIII
LA FAMILIA DEL CIELO
A medida que Myhanene se acercaba a nosotros, la descripción de mi compañera como una epístola viviente de humildad perduraba en mi mente, pero también creí detectar la realización de otro ideal planteado por Jesús, que sus seguidores debían esforzarse por alcanzar: «Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse». Brillando con el resplandor autorradiante de las verdades espirituales que él había aprendido y asimilado en las mayores altitudes de su más brillante hogar, cómo no iba a ser bienvenido, viniendo como el profeta de esa vida que tenemos ante nosotros, cual avanzadilla que nos indica lo que seremos cuando alcancemos esas alturas. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 18: La familia del cielo»