A través de las nieblas | Capítulo 4

Índice
─ Introducción
─ Versión en español

─ Versión en inglés

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Introducción

Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/

Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en la página).

Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados. El audio de este capítulo ya está allí enlazado (como en el anterior, hago un largo comentario al final del audio, tras la lectura del texto, para ver algunas ideas importantes, y a veces para aclararnos con algunas cosas).

Reuniré todos los textos de este primer libro de R. J. Lees (A través de las nieblas) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl.com) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.

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Versión en español
CAPÍTULO 4
EL MONTE DE DIOS

EUSEMOS me condujo colina abajo hacia aquel punto del que partían los diferentes caminos y que era necesariamente un punto de encuentro común para las multitudes que iban y venían continuamente. No había ninguna razón visible para que esto fuera así, ninguna barrera o impedimento para que pasaran directamente desde, o hacia, cualquier camino o punto particular al que quisieran llegar, ninguna puerta en la que tuvieran que ser admitidos o examinados para probar sus calificaciones, y sin embargo, de mutuo acuerdo, todas las personas gravitaban hacia ese centro común en su paso en cualquier dirección. Cada vez me interesaba más mi nuevo y sobrecogedor entorno, a medida que cada nuevo pensamiento y escena se grababan en mí. Fue mientras descendía en medio de esta multitud ajetreada, siempre cambiante y alegre, cuando por primera vez comprendí plenamente el hecho de que la muerte estaba fuera de nuestra vista detrás de nosotros, y al hacerlo me detuve ─me detuve para tratar de darme cuenta de todo lo que había dejado atrás, de aquello a lo que había llegado y del incomprensible cambio de circunstancias al que me había visto arrastrado, mientras que yo mismo seguía siendo el mismo─. Todos y cada uno de los incidentes que conocí parecían encerrar un cielo, y más de lo que yo había podido imaginar en la Tierra; sin embargo, cada uno de ellos estaba diseñado de tal manera que no era más que una parte, un fascículo [instalment], de nuestro hogar, donde se oiría la palabra exhalada por los labios de un Padre Infinito en el acorde perfecto del amor, cuyos ecos perdurarán para siempre en la vasta extensión de esa cúpula eterna bajo la cual encontraremos finalmente nuestro descanso. Continuar leyendo «A través de las nieblas | Capítulo 4»