Preguntas sobre el deseo y la voluntad – 2016 – verdad divina

De los esquemas sobre los encuentros del 2016* acerca de los principios de voluntad y deseo, tenemos estas definiciones básicas.

Debajo de ellas pondré las preguntas respondidas y los correspondientes minutos de cada vídeo (arriba enlazo el primero de la serie) donde las traduje y donde las comentamos en grupo (gracias, Clau, Ana Pilar):

«El deseo o la aspiración humana es la expresión genuina de la fe actual basada en el alma; sólo puede ocurrir en los seres conscientes de sí mismos; se mide por su armonía relativa con los Principios de Dios; se expresa como un estado emocional basado en el alma al que se pretende o al que se aspira; motiva las decisiones, elecciones y acciones futuras basadas en la voluntad; y difiere de la necesidad instintiva.

«El deseo es impulsado por aquello en lo que el alma actualmente tiene fe y determina lo que el alma desea en y para su futuro.
Si la voluntad y el deseo están en armonía, el cambio no es posible.

«El libre albedrío es el don dado por Dios de la capacidad de ser un ser consciente de sí mismo, capaz de tomar decisiones y elecciones auto-responsables y auto-generadas, y capaz de tener deseos que provienen de la auto-consciencia y no del instinto.

La voluntad es la expresión personal genuina del don del libre albedrío, está determinada por la condición emocional actual basada en el alma, es desarrollada por el deseo, es medida por su relativa armonía con los Principios de Dios, y conduce o impulsa los pensamientos, creencias, actitudes, acciones, la concesión o margen para la inspiración [allowance of inspiration], y la respuesta a los recuerdos del individuo.

La voluntad es impulsada por la condición actual del alma y determina lo que el alma hará automáticamente en el momento actual, a menos que el deseo se involucre para progresar o retroceder».

Preguntas y respuestas (grupo 1)

Vídeo primero realizado en unplandivino:

Pregunta 1. Minuto en nuestro vídeo: 2:41
(ese otro número, abajo, al principio de cada enunciado, indica el minuto del vídeo original en inglés)
00:01:14 Natalie Mann
Pensé que mi alma y los errores que he absorbido impulsaban mis pensamientos y creencias, ¿puedes aclarar cómo es que mi voluntad hace esto?

Pregunta 2. Minuto en nuestro vídeo: 9:20
00:02:24 Natalie Mann ¿Cuál es la diferencia entre el uso humano de la voluntad y el don de Dios del libre albedrío al ser humano?

Pregunta 3. Minuto en nuestro vídeo: 11:40 (13:15 la pregunta en sí de Diana)
00:03:27 Diana Marshall
Cuando se siente un deseo y se desarrolla la voluntad para alcanzarlo, ¿no están ahora la voluntad y el deseo en armonía?

Pregunta 4. Minuto en nuestro vídeo: 17:38
00:05:20 Diana Marshall
Pensé que podía conducir/llevar/impulsar mi voluntad para desarrollar un deseo, pero esto no me va a ayudar, ¿no?

Pregunta 4. Minuto en nuestro vídeo: 30:00
00:08:04 Mary
Ejemplo de la diferencia entre voluntad y deseo en el contexto de llegar a ser uno con Dios

Pregunta 5. Minuto en nuestro vídeo: 44:13
00:10:59 Carol Parrett
Si tengo un deseo de cambiar basado en alejarme del dolor, ¿me ayudará eso a cambiar mientras desarrollo la fe y el amor por Dios y la Ley de Dios?

Pregunta 6. Minuto en nuestro vídeo: 57:23
00:14:10 Igor Shakhanov
¿Qué principios o leyes influyen o causan el inicio del deseo?

Pregunta 7. Minuto en nuestro vídeo: 1:16:44
00:20:45 Inger Appelgren: Renunciar o no involucrarse en ningún deseo de manera amorosa, ¿podría alimentar a otra persona que tiene intenciones y deseos desamorosos (como un dictador) de la misma manera que podría hacerlo el renunciar a tu voluntad?

Pregunta 8. Minuto en nuestro vídeo: 1:19:50
00:21:23 Inger Appelgren: ¿Contribuimos al mal estado del mundo si no nos involucramos en nuestro deseo de forma amorosa?

Pregunta 9. Minuto en nuestro vídeo: 1:26:12
00:23:16 Inger Appelgren: ¿Por qué la mayoría de los padres se resisten a permitir que sus hijos desarrollen sus propios deseos y sigan su propio camino?

Pregunta 10. Minuto en nuestro vídeo: 1:48:30
00:27:52 Felix Hogel: ¿Las leyes de Dios responden a mi deseo antes de responder a mi voluntad?

Pregunta 11. Minuto en nuestro vídeo: 1:58:53
00:30:29 Raj Miles: ¿A dónde se fue mi deseo?

Pregunta 12. Minuto en nuestro vídeo: 2:17:50
00:35:48 Natalie Mann: Si el deseo es fe, entonces si no tengo fe ¿es posible que cambie?

Continuación de preguntas y respuestas, grupo 1:

Vídeo 2 realizado en unplandivino (misma sesión de preguntas y respuestas): Continuar leyendo «Preguntas sobre el deseo y la voluntad – 2016 – verdad divina»

No cultivar tus deseos más «bonitos»… es casi el mayor «pecado»

En este vídeo vemos el principio de una conversación que tiene Miller a través de Mary con unas personas que están en el tercer plano de evolución espiritual, tras su estancia en este planeta.

Hablan sobre el paso desde sus vidas -bastante anodinas- a la vida espiritual, donde se ven confrontadas con varias sorpresas en cuanto a lo que verdaderamente significa el importante concepto de pecado… o en cuanto a la relevancia de las leyes amorosas de Dios, etc.

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Esta es la conversación original (vimos hasta el min. 23:30).
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https://divinetruth.com/
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Este audio pertenece, entre otros, a los temas del apartado A.5 de la página principal de la web:

El camino de Dios

A.5:

A.5. Fundamentos. Leyes y principios de la existencia y de Dios. Fe

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Un anterior audio breve sobre el camino:

«Reconocer ante Dios humildemente, como niños pequeños, que no queremos sentir nuestras heridas»
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Podcast en ivoox con algunos audios también del tema (solo los más recientes tratan del tema)
Lista de reproducción del camino de Dios en youtube
___ Continuar leyendo «No cultivar tus deseos más «bonitos»… es casi el mayor «pecado»»

Reconocer como niños pequeños humildes que no queremos sentir nuestras heridas

Al hilo de lo que estamos viendo de A. J. Miller en su presentación de la Vía del amor divino, la vía de Jesús… esto es lo que vemos en el audio enlazado arriba:

Si estamos en el camino de Jeshua, hay que ponerse alegremente serios a hablar con Dios (ya que nunca hubo separación), y decirle claramente:

Mira, realmente no quiero ver todas mis adicciones emocionales (no quiero sentir todo lo que está dentro bloqueando el hecho de que soy tu hijo/a).

Es decir, solo la verdad nos hace libres… y tenemos que ir confesándole esas cosas…, sin miedo y con sinceridad, si es que queremos marchar por esta vía.

Sin miedo… porque no castiga ni juzga como nosotros el sentimiento de, por ejemplo, vergüenza ante lo que nos surja dentro.

Y entonces, luego podemos crecer cada vez más en la generación de DESEO de reconocer las adicciones emocionales.

Si no deseamos eso (para que pueda entrar el amor de Dios), entonces, no deseamos sentirnos/actuar operativamente como hijos de Dios.

O sea, si no nos abrimos así de prácticamente a la verdad, no deseamos ser el yo real, lo que Dios creó, «el Cristo en uno».

Para este tipo de cosas, por cierto, son las lecciones de ucdm… para reestablecer el diálogo… para afrontar lo que no se quiere sentir … corrigiendo así el miedo (que parece que muchas veces es miedo a sentir).

El tema está en que realmente nos da repelús vernos como «realmente» somos, en la realidad de nuestro yo herido.

Pero a Dios no le da repelús, y por eso es tan importante alinearnos con Ella/Él, e ir sensibilizándonos con las leyes que regulan amorosamente ese alineamiento… y que no podemos cambiar en su esencia (como la de la atracción).
Continuar leyendo «Reconocer como niños pequeños humildes que no queremos sentir nuestras heridas»

La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre

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parque
Otro de los rasgos más tragicómicos de nuestra sociedad quizá sea el de que no tenemos una educación profunda y divertida para los «futuros padres» en torno a lo que conllevan los niños.
Y el ambiente que absorben los niños de pequeños es muy importante (literalmente lo absorben).
Esto es tragicómico porque es como una inmensa muestra de masoquismo generalizado, relacionado quizá con esa extraña frase hecha que dice que «el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra».
Es tragicómico tener un «carnet» o permiso de conducir automóviles, y no tenerlo para los hijos.
Y es que estamos viviendo una gran mentira, porque nosotros no somos animales, es decir, nuestro entorno no es directamente «natural» o «biológico», sino cultural. Es decir, no salimos de nuestra guarida y nos comemos lo primero que nos encontramos por ahí, como hacen básicamente los animales.
Nosotros interaccionamos primero con un entorno de ideas materializadas e instituciones, y de gran parte de la humanidad casi literalmente se podría decir que «come dinero».
Igualmente, por eso mismo, si queremos que las cosas funcionen con alegría, armonía, abundancia… no debemos dejar que los padres tengan hijos como los tienen los animales, es decir, «espontáneamente».
Si queremos vivir en paz no nos podemos engañar: lo humano no es «espontáneo» en ese sentido.
Para nuestro estado humano lo «natural» sería que hubiera mucha comunicación en torno a la crianza, es decir, que los padres tengan una educación profunda, divertida, amable… sobre lo que significa la crianza, el amor, etc., pues, como hemos dicho, está demostrado incluso «científicamente» que los primeros años de los niños son fundamentales*.
Es decir, no hablamos de aplicar prohibiciones o restricciones, como las que creo que hay explícitamente en China en cuanto al número máximo de hijos… sino que hablamos de «saberes», de sabiduría… es decir, de comunicación amable sobre la realidad de los sentimientos y de las necesidades de los niños y de las personas cercanas a los niños en general. Continuar leyendo «La necesidad de instituir un "permiso" para ser padre/madre»

El miedo al deseo mueve y alimenta la ilusión

espiga de carrizo
Espiga de carrizo. Licencia CC.by-sa.2.0

De esto va nuestra lección de abril, la 4ª, en La vía del corazón: deseo.
El «ego» es lo que protege el miedo en nuestra mente… a veces gritando…:
«¡no mires ahí!»…
Como si realmente pudiéramos ser dañados…
Así que el ego es en sí mismo todo ese tipo de mensajes que hemos aceptado… Es esa voz que surgió una vez en el jardín de la consciencia (como decía la lección 2…), y para que con ella nos identificáramos con nuestras creaciones… y por tanto hiciéramos que nuestro infinito valor dependiera de «las cosas perecederas».
Así que esas voces, esas interpretaciones… nos impiden ser naturales, y nos llevan por la normalidad inercial y más o menos perversa, del tipo que sea… la normalidad de un mundo de locos humanos que creen que algo, aparte del amor, puede ser real.
Y así, normalizados, todos más o menos vamos siguiendo los patrones, por los ríos de la vida… más o menos automáticamente.
Y, como sabemos, en el fondo casi da igual lo que hagamos… pues si hablamos de «patrones» solo nos referimos al modo en que hacemos lo que hacemos.
¿Lo hacemos «por necesidad», es decir, para reforzar la profunda creencia de que realmente hay algo «necesario», u «obligatorio»?
¿Ni siquiera queremos darnos cuenta de nuestros motivos?
Si ni queremos darnos cuenta de nuestras motivaciones, entonces seguramente estaremos reforzando la profunda creencia que dice cosas de este estilo:

  • «algo me puede venir de fuera»,
  • «algo me puede venir, obligar, desde fuera de mí, hacia dentro»…
  • así que «hago esto porque tengo que hacerlo»… etc.

¿Queremos abrirnos entonces a preguntarnos el «para qué» con todo, como decía Un curso de milagros?
¿Estamos siquiera dispuestos a preguntarnos honestamente qué es lo que queremos, y sentirlo sin miedo?
Como sabemos, la verdadera espiritualidad no va más que de esto, de recuperar cierta inocencia.
Se trata pues de una especie de camino de vuelta atrás, purificando el deseo de todo resentimiento… purificándolo de esa especie de venganza que parece que normalmente tiñe o motiva nuestras acciones… y que está ahí como escondida, dentro… compañera de la amargura… como motivo-base para fundamentar lo que hacemos o pensamos.
Y no olvidemos que esa venganza, resentimiento o amargura… a veces se esconde detrás de una cara bonita y sonriente. El curso de milagros la llamaba… «la cara de inocencia».
Y entonces, paradójicamente, y como también sabemos… en este movimiento «hacia atrás», todo se recrea… y nos hacemos nuevos… como dicen tan a menudo muchos cristianos.
Nuevos… para siempre nuevos, paradójicamente para siempre nuevos… y el universo que literalmente somos (y cada uno como una versión completa, pues recordemos que cuando «morimos» es ilusorio pensar que «queda» algo, que «dejamos algo atrás»)… el universo… decíamos… el universo se permite mostrarnos y manifestar lo que de cierto modo es nuevo (nuestro ser, que es un Todo en el Todo Eterno del Amor… y que siempre es nuevo… que se refleja de nuevo como tal).
Así que entonces, como sabéis, el «ego espiritual» parece que en gran medida se alimenta de proteger el miedo al deseo.
Claro, como todo «ego», el «ego espiritual» protege algún tipo de miedo, y en este caso parece que particularmente lo hace o lo hacemos con el miedo a algunos deseos.
Siempre ese era el movimiento o el tono del ego en general: hacer que algo sea muy especial, en el sentido egoico de «especial»…
Hacer por ejemplo del sexo algo muy especial… enfrentándose así a «los otros egos», los que, por la vía de las «perversiones» machaconas… hacen del sexo también  algo «muy especial», pero digamos que de forma opuesta a los egos espirituales que simplemente protegen el miedo al deseo.
Y todo es, como siempre, para diferenciarnos unos de otros al modo «separación»… y así poder crear más y más experiencia de separación… pues, como sabemos, somos creadores a partir de lo que pensamos, hacemos y decimos…, y mientras tanto y siempre… todos seguimos y seguiremos para siempre siendo la misma Mente, la misma Consciencia («Cristo», en nuestra tradición). Continuar leyendo «El miedo al deseo mueve y alimenta la ilusión»