Índice
─ Introducción
─ Notas al capítulo
─ Versión en español
─ Versión en inglés
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Introducción
Este texto es introducido en esta página (y es enlazado en ella):
Página-guía B.9:
unplandivino.net/transicion/
Está en el apartado de esa página dedicado a Robert J. Lees (buscar «Robert» en esa página).
Para los audios:
En esa misma página estarán enlazados y ordenados los audios. Y, como en otros audios, hice un comentario al final de este, tras la lectura del texto. En el comentario vemos algunas ideas importantes y a veces aclaramos algunas cosas.
Reuniré todos los textos de este tercer libro de la trilogía de R. J. Lees (La vida elísea) cuando vaya terminando de hacer esta «primera» versión de la traducción (que hago con ayuda de deepl, google, wordreference…) ─»primera» versión en el sentido de «para mi web»─.
Notas al capítulo
─ Ver el audio correspondiente.
─ En este capítulo Aphraar visita un lugar donde experimenta quizá por primera algunas sensaciones relacionadas con el punto de paso al estado de «segundo nacimiento».
Versión en español
Capítulo tres
Veo la puerta
Permíteme aquí llamar la atención sobre uno de los agradables contrastes que la vida espiritual ofrece a la física. La probabilidad de fracaso que ensombrece incluso el esfuerzo más noble en la vida inferior, aumenta considerablemente la carga de la existencia. Por el contrario, en la vida superior, la nobleza de los objetivos y de los propósitos impone invariablemente el éxito. Es una ley fundamental del reino, declarada por Cristo, que ‘todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama se le abrirá‘ (Mateo 7:8). ¿Por qué, aunque éste ─uno de los menores atractivos que puede ofrecer─ fuera el único aliciente que ofrece el cielo, no bastaría para atraer a todas las almas aplastadas, magulladas, decepcionadas y derrotadas? ¿Puede uno asombrarse del atormentado Hamlet reflexionando:
Morir… dormir…
y ya está; y, por un sueño,
poder decir que terminamos con el dolor del corazón,
y con las mil conmociones naturales
de que la carne es heredera:
es una consumación devotamente deseable. [ref. [2]]
Pero no es la totalidad del don del cielo a los ‘cansados y agobiados‘ que responden a la invitación de ‘entrar y descansar‘. No es más que la
fragmentaria señal [fragmental earnest] de las cosas buenas que están por venir, que se dan a todos generosamente: ‘medida buena, apretada y rebosante‘. Continuar leyendo «La puerta del Cielo | Capítulo 3: Veo la puerta»