Índice
─ Introducción
─ La situación infantil con un caso de conexión con la conciencia
─ Observación sobre las actitudes y la influencia
─ Sobre la formación de nuestra individualidad
─ English version
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Introducción
Jesús y María compartieron algunas cosas geniales después de mi pregunta en 1:35:00 ± en este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=hBHirR5mW6A *
… pero las cosas comentadas podemos pensar que estaban un poco desconectadas de la pregunta específica que hice.
Me referiré más abajo a los probables motivos para esto, etc., que aparte de mi pobre expresión en el idioma inglés, resulta que sospecho que Jesús sentiría ─como tal vez suele ser así─ algún ataque por parte de algunos espíritus que tal vez están asociados a los motivos de mi pregunta, una pregunta que «aún necesitaría algo de purificación», por así decirlo…
La situación infantil con un caso de conexión con la conciencia
Mi pregunta proviene de la situación infantil siguiente (y por eso les pregunté si Jesús y María M. podían compartir algún momento de su infancia en el que ellos ahora de adultos recuerden que Dios ─o sea, una instancia exterior al alma─ les confirmara claramente con los sentimientos ─via conciencia─ alguna verdad…).
La situación:
─ yo era muy pequeño, y estaba conversando con un adulto que no era de la familia
─ salió el tema del «progreso» (debe de ser que estábamos hablando de la naturaleza, quizá en general),
─ y lo que me dijo el adulto era literalmente que el progreso conlleva destrucción
─ eso me sonó muy raro
─ ahí creo que tuve un momento de detenerme a sentir qué pasaba
─ quizá en ese momento tuve un claro deseo de confirmación, que me la dio quizá Dios (creo que sería una instancia de retroalimentación «positiva» de parte de Dios, es decir, de confirmación de algo absolutamente verdadero, para que podamos sentir con Dios que es una verdad universal ─la verdad de que en general el desarrollo o el progreso no necesitan de la destrucción de la naturaleza, tal como se estaban manejando en la conversación estos conceptos)
─ Puede ser que sintiera la confirmación por parte de un espíritu, pero por el tipo de «shock» supongo que sería Dios
─ Por esto quería a ver si Jesús y María M. podían ejemplificar un caso similar donde de pequeños claramente sintieran a Dios confirmándoles algo, y no sólo en el aspecto de «algo desarmónico que hacemos» y que nos da «remordimientos de conciencia», sino también en el caso de «algo que hacemos o que creemos, y que es armónico» con la verdad absoluta.
Observación sobre las actitudes y la influencia
Es posible, como dije, que Jesús estuviera sintiendo motivaciones de ataque en mi pregunta, y que por eso contestara hablando muy vehementemente de algo que yo necesito además mucho, y es el coraje y la fe.
Jesús habló de su vida en el primer siglo, cuando tuvo que desarrollar enormemente el carácter para no desfallecer ante tanto ataque (las torturas que sufrió, no sólo al final de su vida). (Es algo que comenta a menudo.)
Ese desarrollo del carácter fue acompañado claramente por Dios en un contacto con la conciencia, un contacto que parece que fue continuo, con la conciencia, con Dios.
(Ese comentario vehemente de Jesús quizá ayudó a muchos espíritus a «rendirse», etc., y quizá el comentario tenía más potencial de ayuda en el contexto de posteriores visualizaciones o audiciones del material en vídeo o audio.)
Sobre la formación de nuestra individualidad
Creo que un punto clave aquí es que en nuestra infancia estamos «aprendiendo a ser conscientes de nosotros mismos», aprendiendo a decir «yo», por así decirlo (o a decir «mi» como en «mi responsabilidad», «mi deseo»…);
Es decir, iniciamos nuestro desarrollo en la autoconsciencia y en la «experiencia personalizada», en mayor o menor armonía con el principio de responsabilidad.
Hacemos esto al mismo tiempo que rechazamos sistemáticamente la conciencia (debido a nuestro estado interno, que básicamente ya ha sido formado en y por la experiencia de un entorno adulto, con todo el cierre o apagado emocional que haya, etc.).
Es decir, debido a que no sentimos y liberamos humildemente el error en el alma, rechazamos la posible absorción de la verdad en el alma ─una absorción efectiva─, un absorción que la conciencia realmente implicaría o «instigaría» en nuestra alma… tempranamente, en nuestra vida.
El niño que siente las instancias de la conciencia no está educado sobre la naturaleza de este «órgano del alma», la conciencia.
Normalmente no sabemos que una fuente externa (Dios) está siempre tratando de compartir la verdad absoluta con nosotros (sin mencionar que esta misma fuente puede ser sentida más y más personalmente a medida que también pedimos y recibimos amor de Él/Ella).
Así que la formación de la identidad, el «significado» de decir «yo», etc., es algo realmente «destruido» en su enorme potencial… es bloqueado.
Eso sería así en parte porque la fuente de la verdad absoluta está bloqueada a nuestra consciencia (por el propio «yo» que ha creado personalmente todas las falsas creencias a partir de las experiencias más o menos traumáticas ya vividas).
Así que los problemas en el aspecto del «amor por uno mismo» se instalan muy pronto, ya que solemos tener un escaso sentido de la valía.
Paradójicamente, esto es una especie de semilla de arrogancia, a imagen de nuestros padres y de otras personas de nuestra vida, ya que sus falsas creencias han ocupado el lugar en nuestra alma de nuestra relación potencial y futura con la conciencia ─con Dios a través de la conciencia─…
Esas falsas creencias… decíamos… y también o más bien «las nuestras propias fabricadas» por así decirlo… ya que creamos creencias en respuesta a las falsas creencias adultas y a las emociones adultas «proyectadas» en nosotros.
Al parecer, a una edad temprana creamos un conjunto de «falsas creencias impersonales» ancladas en nuestra alma. Eso es una especie de fuente de una potencial «relación impersonal» (fachada… con la falsedad maquillada como verdad).
Dios también está al mismo tiempo compartiendo «impersonalmente» con nosotros la verdad absoluta (digo «impersonalmente» porque su amor personal no sería necesario en esta «interacción de conciencia»).
Y como hemos visto, no somos educados al respecto, y entonces rechazamos la verdad absoluta (aunque ya «conozcamos» algo de ella, tal como ocurre cuando somos muy pequeños y empezamos a pensar… que es cuando se darían casos de «retroalimentación positiva», como el caso que he mencionado aquí).
Rechazamos la verdad absoluta en el sentido de no querer realmente absorberla plenamente, por ejemplo, porque tenemos miedo de las emociones y miedo de actuar en armonía con una emoción que está en armonía con la verdad de Dios… pues no hemos sentido humildemente las cosas que hemos vivido y absorbido de las acciones de nuestros padres, y tenemos miedo a sentir los muchos errores ya instalados, etc. (miedo a contrariar, a no ser normales, etc.)
(aunque estuviéramos en armonía con la verdad absoluta, y reconociéndola un poco, nuestras heridas respecto al «amor por uno mismo» parecen implicar que rechazamos sistemáticamente nuestra conciencia. Esto parece ser el germen de una identidad «normal»/«sana», pero que sería en realidad una «identidad bastante loca» desde el punto de vista de Dios).
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