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… nos reunimos para charlar un poco al hilo de lo que llevamos viendo…
Se trató de relacionar un poco estas cosas:
– dificultades con el pis «por sistema», y ciclos naturales,
– dinero y sistema «entrometiéndose» en los ciclos,
– parto anti-natural, placenta, etc.,
– coches… y ciudad-madre (símbolos de cierto «trauma»: el conducir unidireccional, etc…)
Hace un tiempo hice un audio sobre este tema del «pis y las mujeres», que es tan relevante para entender nuestro mundo y el tratamiento del cuerpo físico y de las vergüenzas (según el sexo, el dinero… y lo que las familias han de hacer en una especie de «educación» obligatoria e «inconsciente», etc.)
En este audio…
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… vemos algunos temas básicos con un ejemplo que presencié el otro día, en el que un padre biológico (parecía ser su padre biológico) pegó un poco a una niña por haberse caído al suelo ( ! ), al jugar con el hermano pequeño.
Por lo tanto, tratamos algo improvisadamente sobre el embrollo emocional-mental que conlleva, cuando somos niños, el castigo que las madres y padres realizan «sin querer queriendo», castigando así en realidad a las leyes naturales, literalmente (y «castigando» así indirectamente a Dios, por tanto).
De pequeños, en la individuación desarmónica del alma de la que hablábamos en «Niños y fachada«*… de pequeños… nos tenemos que «hacer cargo» de las emociones de los adultos, sí o sí, de muchas maneras, y para siquiera poder ser «normales».
Así vamos, generación tras generación, literalmente «cargando muertos».
Al parecer, la administración Biden apostaría por normalizar que niños de por ejemplo 8 años se quieran cambiar de sexo físicamente (hormonarse, etc.).
Por estas cosas de locos es que seguirá la administración Trump*.
Los niños satisfacen inconscientemente las «necesidades emocionales» de las madres y los padres (entre otras cosas muy complejas que suceden en las proyecciones e identificaciones egoicas).
Los niños en las primeras etapas son literalmente en gran medida una unidad emocional con los cuerpos emocionales de los que les rodean…
Por ello, el deseo de los niños de convertirse en el otro sexo puede tener que ver (por ejemplo) con eso.
Es decir, dicho rápidamente: PUEDE tener que ver con el deseo de convertirse en el novio/novia de su padre/madre
(como es fácilmente imaginable, las situaciones de, por ejemplo, algunas madres solteras (o algunos padres solteros) pueden conducir a eso -a veces-).
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* Y la purificación que estamos viviendo nos hará aceptar cada vez más la existencia de los controladores que están tras el sistema… tras el sistema de partidos políticos aquí… y tras los dos partidos en USA (aunque en el caso «demócrata» es tremendo el nivel de «ser marionetas»… delirante… en este apocalipsis/revelación glorioso).
No puede continuar así el delirio en los sucesivos turnos de partidos comprados y marionetas al servicio del sistema degenerado.
[botón para la escucha de este texto desde aquí mismo:]
( Enlace para oírlo y descargarlo en ivoox )
Hemos dicho que vamos a utilizar el ejemplo de un niño, una niña, que va de visita una residencia de ancianos.
Pero, antes de nada, recordemos esto: no hay víctimas, pero que sí hay un trato «malo», y que por ejemplo el caso del maltrato físico es en realidad menos importante que el maltrato emocional, que está normalizado… y que en realidad podríamos decir que abarca al maltrato físico.
El «maltrato» en general fomenta cierto tipo de elecciones que quitan poder y que quitan de la vista posibilidades… frente a otras elecciones que fomentan la mayor apertura posible de uno mismo hacia sí mismo (hacia «dentro») y de uno mismo hacia el mundo (hacia «fuera»).
En el caso del maltrato físico, es muy sencillo sentirnos justificados (y más si somos pequeños) en fomentar pensamientos miedosos, de impotencia, y en general «interpretaciones miedosas» del mundo.
Por tanto, eso es «maltrato», es «hacer el mal», no porque sea «malo en sí» (pues en realidad la maldad no es verdaderamente lo real), sino porque con esas ideas y actitudes relacionadas con el «castigo» (que son unas ideas y unas actitudes que el maltrato físico de cierta forma intenta «imprimir» en las mentes de todos)… con esas ideas… fomentamos la impotencia, es decir, se fomenta por ejemplo que los niños se sientan justificados pensando que no pueden, que no valen, etc.
En general, el miedo gobierna en cualquier atmósfera de «maltrato», más o menos, y por ello, por si acaso… para defendernos… para que no nos caigan más golpes o más «incomprensión»… no nos permitimos expresarnos –no nos permitiremos expresar sensaciones, sentimientos, opiniones, etc., ya que no esperamos nada bueno si lo hacemos–.
Y la situación de «maltrato emocional» es lo normal en la infancia, donde, «como son pequeños» hay excusa para no preguntar a esos «pequeños» cómo se sienten, qué opinan, qué les gustaría hacer (aunque luego en realidad eso no se pueda hacer, pero al menos preguntar, «contar con»).
Con los niños a menudo hay «barra libre» para todo. Como son pequeños, todo da igual, y los adultos se han criado en esas mismas atmósferas en las que otros adultos tampoco «tenían tiempo para tonterías», así es que todo el mundo sigue sin poder hablar de lo evidente.
Entonces, pongamos que un niño, o digamos una niña, para variar, visita una residencia de ancianos.
Quizá siente tristeza.
Quizá esa tristeza es natural, mostrando una especie de duelo.
¿Duelo? Sí, duelo ante una muerte que ya es muy real, pues los ancianos que ya están retirados o apartados en residencias, ya no tienen en gran medida «relaciones personales»… y tampoco son víctimas más que de sí mismos… pues en general son ellos mismos quienes se han hecho eso a sí mismos. Continuar leyendo «¿Cómo realizamos la separación entre mente y corazón, en el contexto usual de "maltrato emocional"? Un ejemplo "infantil": una niña visita una residencia de ancianos»