– enlace al audio o audios: Audio 1, con la lectura del primer texto: descarga (1) // en ivoox (1)
– enlace al texto 1, que vemos en el audio 1: pdf (versión 1.02, del texto. 30 de abril, 2023)
– enlace al texto 2, usado en algunas partes como «idea», para el comentario
(«Alma, mente del cuerpo espiritual, y cuerpo físico | Fragmento de preguntas y respuestas; Divine Truth, 2011«): pdf (versión 1.02, 30 abril 2023)
… en este audio… seguimos la serie de recordatorios sobre el alma, la verdad, Dios.
Aquí vemos algunas cosas en torno a la insinceridad o inautenticidad que conlleva el «tengo que».
Eso está en el texto 1, y es lo que leo en el audio 1. El texto 1 contiene parte de una transcripción de un encuentro de Jesús.
Esto complementa un poco, como vemos, los anteriores recordatorios (sobre bloqueos, etc.).
En el texto 2 vemos algo muy básico. Es una transcripción de un material de Jesús, sin casi comentarios. Jesús presenta ahí lo esencial de cómo usamos, en desarmonía, el cerebro/cuerpo-físico, y la mente/cuerpo-espiritual… Lo cuenta de una manera que incluso diríamos «iniciática» (y quizá lo veamos y/o comentemos en audios o vídeos).
Este mensaje de Jesús, a continuación, es uno de los dados a través de Padgett que trata en concreto sobre las enseñanzas de Mary Baker Eddy (1821-1910). Su vida, enseñanzas, libros… terminaron dando lugar a la llamada Ciencia Cristiana.
Mary Baker, una vez «muerta» en 1910, dio ella misma mensajes a través de Padgett sobre la necesidad que sentía de corregir los errores en sus conceptos, mostrando arrepentimiento por causar la transmisión de esos errores de comprensión, transmitidos a través de los seguidores de la nueva corriente que iba a surgir (son actitudes y errores básicos que, en gran medida, son compartidos por lo que gira en torno a otros materiales nueva era, como el curso de milagros).
Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Algunos de los errores y deficiencias de la Ciencia Cristiana. Emociones, afectos, deseos, pecado y la «mente mortal». La mente no es lo que origina los deseos, apetitos y emociones 09 julio 1916
Estoy aquí, Jesús.
Vengo hoy para decirte que me agradan tus esfuerzos por encontrar la verdad de lo que hemos enseñado acerca de Dios y de la relación del hombre con Él.
Estuve contigo mientras leías, hace varios días, y he observado el efecto que hace sobre ti el contraste entre las creencias y enseñanzas de los hombres, tal como las has leído, y las enseñanzas de la verdad que te hemos revelado en nuestros mensajes.
Si bien estos escritos que has estado leyendo contienen algunos elementos de verdad, hay muchas cosas que son totalmente falsas y son el mero resultado de especulaciones.
En este sentido es que sí había, en la vieja era, algo del estilo «mano negra»:
por ejemplo, recordemos
algo simple:
si juzgamos,
nos sentimos mal;
ese sentirnos mal cumple una función:
es para indicarnos que no sigamos «eligiendo juicio».
Estamos incómodos, pero no porque la persona juzgada sea mala en sí (lo «malo» es el «pecado»/falta de amor…, y no el «pecador»)…
sino que, si estamos incómodos, es porque juzgar no encaja en nuestra naturaleza (espíritu).
Pues bien,
sucede que eso mismo lo usa el mundo de los medios de comunicación, etc….
es decir, se nos presentaban cebos para juzgar… más o menos aposta…, a propósito…
aunque parezca automático; Continuar leyendo «¿Una «mano negra»? Sí, en este sentido»
Abajo está la traducción del artículo titulado «Ley del Consentimiento», del glosario de la Ascensión de Lisa Renee.
Como el resto de artículos y obras de esta canal, nos describe en parte el contexto y todo lo que rodea a este proceso actual (2020) que, abreviadamente, llamamos «de ascensión» (o «principios de una era de ascensión», uno de cuyos puntos álgidos, como comienzo, ha sido en el 2020).
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Ley del Consentimiento
Vamos a exponer los fundamentos de la Ley del Consentimiento, y su importancia crucial, en lo que respecta al objetivo de la recuperación del control sobre la mente, el cuerpo y la consciencia espiritual… un control que hemos otorgado a aquellos humanos y extraterrestres negativos que han abusado de la Ley de la Estructura en este cuerpo planetario.
Lo que albergamos y sostenemos como intención, en nuestros pensamientos personales, es aquello que sostendremos como nuestro Consentimiento.
Es decir, se trata de nuestro permiso o consentimiento, el que otorgamos a esa forma de pensamiento y a su cualidad y fuerza vibratorias, así como a la consecuencia energética que pueda derivarse de la sustancia creada desde esa forma de pensamiento, que nos afectará a nosotros mismos y a los demás.
Aquello que pensemos, es lo que crearemos a través de la Intención, el Consentimiento y la Estructura.
La suma total de la intención energética que está detrás de todas las palabras o pensamientos acumulados, que hayamos expresado en el momento del ahora, es más importante que el lenguaje verbal que utilicemos para establecer la intención, el consentimiento y la autoridad.
El hecho de que pensemos un pensamiento de forma automática, bajo los programas de Control Mental, conlleva que habremos dado un consentimiento de pensamiento, incluso aunque no exista una participación consciente por nuestra parte, con nuestra intención. Este es el factor principal en cuanto a la explotación humana realizada mediante el Control Mental, bajo la agenda AAN. Al eliminar el conocimiento acerca de la Intención personal, eliminan el consentimiento personal de las leyes.
La suma total de nuestros pensamientos vibratorios acumulados y de las palabras expresadas, anulará la elección de la persona. Esto significa que una persona que no ha participado conscientemente dando su consentimiento y autoridad personal tomará la decisión mediante resonancia de frecuencia acumulativa. Esto consiste en el promedio ponderado de la suma total de lo propio del individuo, del cuerpo, de los pensamientos, las emociones, las acciones y los comportamientos, todo lo cual equivale a una resonancia de frecuencia global. Esta resonancia de frecuencia global es lo que decide la Intención, el Consentimiento y la Estructura de esa persona.
Esto significa que es extremadamente importante disciplinar y controlar nuestros pensamientos internos, ya que estos pensamientos agregan energías acumuladas para formar la intención, el consentimiento y la autoridad, establecidos en virtud de la Ley.
Las leyes de la Intención, el Consentimiento, la Autoridad y la Estructura están ocultas y son manipuladas a propósito por la AAN para controlar a los humanos que no se percatan de estas leyes energéticas, ni se dan cuenta de que pueden obtener poder personal para recuperar el control sobre su consciencia espiritual y energética a través del cumplimiento de estas leyes.
Mediante la explotación de estas Leyes, la agenda AAN y los que llamamos «Dioses del Padre Falso» han manipulado a la humanidad para que dé su consentimiento y su autoridad a sus fuerzas, como intermediarios, a través de la configuración de la mentalidad de «Mente Predador» dentro de la cultura humana, mediante muchos programas de Control Mental, que, siendo una historia falsa y una realidad falsa, los humanos reciben y aceptan.
En base a toda esta gran cantidad de mentira y de engaño, la humanidad alberga y sostiene los sistemas de creencias que pertenecen a las formas de pensamiento del paradigma «Mente Predador», lo que se convierte, de forma natural, en el otorgamiento del consentimiento y de la autoridad a esa misma «Mente Predador» de los grupos AAN. Continuar leyendo «Ley del Consentimiento | Glosario de la ascensión. Lisa Renee»
[botón para la escucha de este texto desde aquí mismo:]
( Enlace para oírlo y descargarlo en ivoox )
Hemos dicho que vamos a utilizar el ejemplo de un niño, una niña, que va de visita una residencia de ancianos.
Pero, antes de nada, recordemos esto: no hay víctimas, pero que sí hay un trato «malo», y que por ejemplo el caso del maltrato físico es en realidad menos importante que el maltrato emocional, que está normalizado… y que en realidad podríamos decir que abarca al maltrato físico.
El «maltrato» en general fomenta cierto tipo de elecciones que quitan poder y que quitan de la vista posibilidades… frente a otras elecciones que fomentan la mayor apertura posible de uno mismo hacia sí mismo (hacia «dentro») y de uno mismo hacia el mundo (hacia «fuera»).
En el caso del maltrato físico, es muy sencillo sentirnos justificados (y más si somos pequeños) en fomentar pensamientos miedosos, de impotencia, y en general «interpretaciones miedosas» del mundo.
Por tanto, eso es «maltrato», es «hacer el mal», no porque sea «malo en sí» (pues en realidad la maldad no es verdaderamente lo real), sino porque con esas ideas y actitudes relacionadas con el «castigo» (que son unas ideas y unas actitudes que el maltrato físico de cierta forma intenta «imprimir» en las mentes de todos)… con esas ideas… fomentamos la impotencia, es decir, se fomenta por ejemplo que los niños se sientan justificados pensando que no pueden, que no valen, etc.
En general, el miedo gobierna en cualquier atmósfera de «maltrato», más o menos, y por ello, por si acaso… para defendernos… para que no nos caigan más golpes o más «incomprensión»… no nos permitimos expresarnos –no nos permitiremos expresar sensaciones, sentimientos, opiniones, etc., ya que no esperamos nada bueno si lo hacemos–.
Y la situación de «maltrato emocional» es lo normal en la infancia, donde, «como son pequeños» hay excusa para no preguntar a esos «pequeños» cómo se sienten, qué opinan, qué les gustaría hacer (aunque luego en realidad eso no se pueda hacer, pero al menos preguntar, «contar con»).
Con los niños a menudo hay «barra libre» para todo. Como son pequeños, todo da igual, y los adultos se han criado en esas mismas atmósferas en las que otros adultos tampoco «tenían tiempo para tonterías», así es que todo el mundo sigue sin poder hablar de lo evidente.
Entonces, pongamos que un niño, o digamos una niña, para variar, visita una residencia de ancianos.
Quizá siente tristeza.
Quizá esa tristeza es natural, mostrando una especie de duelo.
¿Duelo? Sí, duelo ante una muerte que ya es muy real, pues los ancianos que ya están retirados o apartados en residencias, ya no tienen en gran medida «relaciones personales»… y tampoco son víctimas más que de sí mismos… pues en general son ellos mismos quienes se han hecho eso a sí mismos. Continuar leyendo «¿Cómo realizamos la separación entre mente y corazón, en el contexto usual de "maltrato emocional"? Un ejemplo "infantil": una niña visita una residencia de ancianos»
Botón para escuchar el audio: (Enlace para escucharlo en ivoox.com)
Inicio con este audio –el enlazado en la cabecera del texto– un nuevo tema para el apartado de la web que trata de la «educación»: el apartado, o índice, número 12: «Materiales para la educación, el hogar, los niños».
En él presento unas cuantas ideas claves (muy simples, y para mí muy curiosas) en las que quizá iremos profundizando mediante la lectura del texto de Feldenkrais titulado: «El poder del yo» (The Potent Self).
Espero leer y comentar al menos unos cuantos capítulos de dicho libro, pero de cierta manera basta con el conjunto de ideas presentado en este audio como introducción. Ahí está básicamente todo lo que quería comentar… o lo más importante. Son unas pocas observaciones sobre la elección, la mente, el cuerpo, la observación, el juego, la espontaneidad, etc.
(Botón para escuchar el audio desde aquí:) Enlace para oír y descargar el audio en ivoox.com ¿Qué es realmente la basura?
Antes de responder tenemos que definir las cosas inertes (piedras, tierra, átomos, etc.) de una forma que no sea «mecánica».
Esta definición va a ser un mero esbozo o «apunte», indicación… pero sirve para hacer una especie de gesto cómico de «salida del aislamiento»… de ese «aislamiento» que conlleva nuestro ego (ya que nuestro ego es una especie de oda al caos y a la separación, y con él en gran medida nos hacemos la vida más difícil).
Y además, esta definición lo que va a conseguir ante todo, es que nos planteemos más y más preguntas… antes que responder a ninguna.
Entonces, la pregunta sería más bien esta: ¿qué es la basura, entendida con un poco más de realidad?
Y aquí, cuando digo «realidad», me refiero a tener en cuenta la génesis constante de las cosas, del universo: el proceso aparentemente banal por el que todo el rato estamos sintiendo/viendo/siendo este universo en lo físico.
Es decir –aclaremos ya– este texto no va simplemente de «ecologismo».
Como veremos a continuación, el tema trata de una observación neutra, de una descripción de una especie de hecho objetivo que tiene su lado cómico en el universo (aunque la experiencia que conlleva será quizá casi siempre tragicómica).
(Y esto, por cierto, nos lleva a sospechar que toda objetividad es cómica y siempre ha sido algo esencialmente cómico.)
Así es que sigamos: respecto a «la basura» hay algo independiente del ecologismo –tal como quizá normalmente lo entendemos–, y que puede ser interesante tener en cuenta.
Como hemos visto en textos anteriores (siempre al hilo de nuestros queridos seres ascendidos, Jeshua, Seth…), y aunque solamente sea para jugar… hemos de contemplar esta hipótesis fundamental: Que en todo lo que sentimos o vemos hay una cierta satisfacción; que todo está de alguna manera movido por una tendencia o ser que se satisface.
Es decir, que EN «ser un átomo» habría una satisfacción… (entendamos como entendamos esta «particularización» de una entidad cuando decimos «un átomo»). O bien, dicho de otra manera ligeramente diferente: TRAS el hecho de que un átomo exista… habría una satisfacción, un cumplimiento.
Y esa satisfacción, que podríamos quizá considerar como un cierto «brillo interno» que es de entrada invisible… sería algo inherente, fundamental. Esta satisfacción, este estar satisfecho por ser lo que se es, sería la búsqueda o el intento inevitable de «realzar» ese ser… y gracias a asociaciones con otros átomos, etc.
Es decir, no podría haber una verdadera satisfacción en el inmovilismo.
Por tanto, además, ese brillo no sería algo anecdótico para el ser de un átomo, sino un ingrediente fundamental, algo «constituyente».
Por lo tanto, esa satisfacción la podemos relacionar con una cierta tendencia «natural» a efectuar o a representar dos cosas a la vez:
– ser en continuidad (preservarse),
– y a la vez cierta «superación».
Por lo tanto, lógicamente todas estas cosas no serían solamente humanas (la búsqueda de la preservación y de la superación).
O sea, cuando percibimos un objeto «estáticamente», en nuestra percepción normal… nos estamos viendo –por así decirlo– muy tentados a pensar que ahí detrás no hay ningún tipo de «brillo» o de búsqueda de satisfacción.
Y sin embargo la hipótesis que consideramos es que esta satisfacción es algo esencialpara que siquiera podamos percibir algo… lo que sea que de alguna manera percibamos.
Entonces, pongamos que consideramos átomos que están siendo plantas (y plantas de las que luego nos comemos, como por ejemplo una manzana).
Pero… ¡un momento!
Antes tenemos que repasar lo que vimos sobre la experiencia y la memoria: Toda entidad está visitando o suscitando de alguna manera una memoria de lo que supone ser esa entidad… es decir, el tipo de ser que esté siendo esa entidad. Continuar leyendo «"Basurear": ¿Qué hacemos cuando "basureamos"? Los estratos de la experiencia, la memoria cósmica en el caos humano… y el reciclaje»
[Mantengo este artículo del 2016, pero, por favor, todo lo que no «encaje» con lo dicho en lo que hemos visto tras el 2020 ─en las enseñanzas del «Jesús real»*─ pido se tenga mucho cuidado con ello.
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* «El camino del amor divino», o «la manera de Dios»]
En este programa, Gran Hermano, como quizá sabéis, se trata de la convivencia.
En él, unos concursantes se prestan a convivir con desconocidos, sin salir de una casa durante un periodo de tiempo que será determinado en parte por cómo convivan.
Interrumpen así todos sus patrones o pautas habituales: ya no pueden ver a sus amigos ni a sus familias… ni tienen internet, ni televisión, ni por tanto redes sociales… ni sus tipos más queridos de comida, etc.
Ya por solo esa interrupción, el experimento se trata, como vemos, de un «retiro espiritual» en toda regla 🙂 , a la vieja usanza… en una especie de «monasterio» que seguro que debe hacer resonar en el «alma» de muchos de ellos muchas cosas «vividas» –cosas que de alguna manera están presentes en ese nivel «sin tiempo» que es el del alma… ese nivel que engarza diversas vidas, y no sabemos cómo –más allá del tiempo lineal.
Y así, por cierto, es lógico que los concursantes se pongan realmente de los nervios, atacados… y afloren muchos «dolores» aparentemente «irracionales» (y ya sabemos lo que son esos dolores, pero este es otro tema –es el tema de esta página web en general).
Pero no vamos a tratar sobre eso.
Aunque hay muchas cosas que se pueden comentar, quería notar solo una, muy obvia, y que me parece realmente impresionante, alucinante –o aluciflipante, como decía Bea, la simpática ganadora de la edición española de este año.
Es esta: el programa permite construir y reconstruir de muchas formas un segmento de la «vida real» del concursante que sale de la casa.
El concursante, al salir, va a tener que afrontar vídeos donde su vida se monta de forma diferente. Así, vuelve de cierto modo a «revivir» las cosas, vuelve a ver la película de su vida recién pasada, pero montada bajo otra lógica.
Su vida no se expone de forma lineal, temporal, sino que los aspectos de la vida se montan, se editan, siguiendo pautas o líneas «emocionales»… y esto es, diríamos en general, más parecido a lo que sucede por ejemplo «en los sueños», o en cierta etapa después de «la muerte», donde nuestro Yo más amplio campa más a sus anchas a la hora de tener su concepto sobre lo que es «vivir»… y donde parece que él, nuestro Yo más amplio, se vive a Sí Mismo como un gran y potencial editor, montador, director… e incluso productor… de películas.
Así que, tras la muerte, tras la muerte de todo ese mundo que ha sido la convivencia en la casa, el concursante se ve confrontado con una lógica diferente a la hora de presentar los acontecimientos de la vida: por ejemplo puede que vea de sopetón todos esos vídeos de su «vida real», donde él –él solo o también con algunos otros personajes de la casa– experimentaba más o menos cierta emoción concreta de «amor», o de «ira», etc.
Así que el «hilo conductor» de la vida que acaba de vivir, de esa vida real durante varias semanas… ya no será el hilo del tiempo, sino otras cosas.
Y a la vez sucede otra cosa muy graciosa y «educativa»: el concursante también se ve confrontado a escuchar lo que podríamos llamar «voces de la conciencia», es decir, personas del programa que, al salir, en el plató, quizá le digan…: «eh, pero mira lo que sentía fulanito o menganito cuando tú hacías o decías eso y lo otro de más allá».
Y esto último nos lleva obviamente a ese otro gran aspecto de una de las etapas tras la muerte: En ese estado «no-físico», tras la muerte, al parecer todos llegamos a sentir (en nuestras propias no-carnes) lo que sentían los demás seres en nuestras vidas… –las personas, etc.–, ya que lo real es unidad… y nuestro «Yo más amplio», aunque no lo podamos entender, vive «en unidad», sin dejar de ser «él mismo» (ahí «dentro» no estamos tan «desdoblados», como sí nos ocurre aquí, en el mundo de lo relativo, donde podemos degustar de forma tan separada «las cosas», «los significados», «los valores»…).
Así que el programa representa un calco de una parte de lo que sucede «tras la muerte».
El concursante «revivirá» por tanto su vida, aunque solo sea con esos vídeos… y otro aspecto muy relevante aquí es que además la revive de forma muy expuesta, pues visualiza su vida ante el público, ante cientos de miles de personas que están viendo su entrevista, pues nada más salir el concursante es entrevistado, como en una especie de «juicio».
Y esto es importante porque de alguna manera calca, refleja, lo que «pasaría» tras la muerte, donde nos sentiremos de alguna manera abiertos, expuestos… ya que de entrada somos una sola unidad con todo el resto de la especie, la humanidad.
El concursante visualiza pues, de otra manera, algunos aspectos de la «vida real» que ha vivido en ese mundo de la casa que, por cierto, ya ha muerto. Por tanto, la persona, al salir, es como si muriera en parte, ya que realmente «muere» todo ese «mundo» de relaciones, de convivencia, que había sido creado en la casa durante por ejemplo los dos o tres meses que pueda haber pasado allí.
Así que esta persona ha entrado en una casa donde todo queda grabado, registrado en vídeo… y por tanto su «vida real» ha quedado grabada –vida «real», más o menos real, pues obviamente es bastante más artificial que la normal, en esa especie de «retiro espiritual» que decíamos.
Y esta grabación refleja también en parte lo que pasará en nuestros «universos interiores», donde de cierta manera todo debe ser una sola «experiencia» y una sola memoria perpetua… una memoria que de alguna manera va haciendo la digestión de sí misma, «redigiriéndose» a sí misma… y donde de alguna manera «todo se registra» y todo crece «en valor» y en unidad.
Así que, en cierta etapa tras la muerte, habría un momento donde es inevitable que revisemos la vida que hemos tenido «aquí», en la bendita ilusión del «tiempo».
Y entonces, en el calco que hace este programa de televisión, la «vida real» del concursante es luego montada de diversas maneras, tal y como ocurriría en esa etapa, cuando dejamos el cuerpo, en la etapa en que vivimos, «sin cuerpo» y de otra manera, esas asociaciones entre:
– lo que pensamos y creemos,
– lo que hacemos,
– y los resultados que obtenemos debido a esas creencias, pensamientos y actos…
… todo eso se vive y se «ve» más directamente, más «en unidad»… sin poder echar mano del engañoso tiempo… de ese tiempo lineal con el que nos autoengañamos aquí… al creer haber olvidado que somos nosotros quienes fabricamos todo, a partir de lo que pensamos o creemos.
Entonces sentiremos (aunque sea sin cuerpo) lo que los demás han sentido por nuestras acciones, pensamientos, etc. –ya que los demás son literalmente nosotros mismos, en unidad.
Y esa revisión debe ser muy «expuesta», es decir, nos debemos sentir muy expuestos, «en unidad».
Y una sensación similar de «estar expuestos» es la que sentirán los concursantes al ser entrevistados cuando vuelven de su «vida pasada» en la convivencia… cuando dejan atrás todo un mundo de relaciones.
Y ese «verse expuestos» sería un reflejo de esa misma exposición que ya somos y que todos sentiremos, «sin cuerpo», tras la muerte… en ese «ser en unidad» que «sucede» más fácilmente tras la muerte.
Entonces, es lógico que los concursantes se vean tan afectados, que expresen que la experiencia es impresionante… pues este programa da pie a apuntar de alguna manera hacia ese asunto o ese «concepto» tan fundamental de nuestras vidas:
– el que nosotros seamos de cierta manera quienes hemos fabricado nuestras vidas (el que no haya víctimas en el fondo),
– y el que a esa fabricación subyacen «propósitos del alma» –es decir, que de alguna manera la vida es consciencia, y a su vez esta consciencia es «propósito profundo».
Y esos propósitos tendrían que ver en parte con lo que de alguna manera, en ese «nivel del alma», CREEMOS que tenemos que «aprender» o que sentir (pero que en el fondo iremos puliendo más allá de la mera CREENCIA hacia lo que queremos ELEGIR representar en lo físico).
Quizá en ese nivel, aunque parezca ser más «profundo», seguimos alimentando más o menos «culpa artificial», ya que supongo (aquí podríais darme ideas o recordatorios sobre esto), supongo que… al ver «lo que hemos hecho» en esas «vidas pasadas» que repasamos en ese estado «sin cuerpo»… al ver lo que hemos hecho o «nos han hecho»… (lo que simplemente «ha sucedido»)… al ver todo eso en esa especie de visualización más «en unidad», más «conocedora»… tan expuesta… quizá interpretemos aún todo demasiado «corporalmente», y por tanto «culposamente».
Así que todos los seres son, en realidad, en el interior, unidad con nosotros… en la Mente que somos… y de alguna manera todo se regula con esa especie de «propósitos» que asumiríamos con la idea de completarnos de alguna manera… pero finalmente de completarnos en tanto «seres que quieren expresar su esencia».
Y ese asumir propósitos, al realizarse en ese «nivel» que luego nos parece que tenemos que olvidar sí o sí, necesariamente… e ilusoriamente (en lo físico)… ese asumir propósitos… ¿qué conlleva?
En parte es necesario el olvido para que el espectáculo pueda continuar… para que la vida pueda ser asumida con espontaneidad, para que pueda sorprendernos… para que pueda darse un «aprendizaje» a partir de ahí –un aprendizaje que al final, como sabemos, consiste en recordar que «no había nada que aprender»… y sí todo que «ser», que «expresar»… gracias a estos «vehículos del alma» que son los diversos tipos de cuerpos-universo.
Y aquí nuevamente el programa –y muchas experiencias en la vida– nos pueden dar mucho que decir… si empezamos a hablar de los reflejos de esa «necesidad de olvido», en relación a las expectativas que puedan tener los concursantes al entrar en el concurso, es decir, en una vida que ya saben de antemano que «va a morir».