Obviedades y Hamer

Imaginemos que, si hasta la verdad en ciencia, o sea, el progreso en la ciencia ─como búsqueda de la verdad a nivel «sólo materialista»─ ya causa tanto conflicto… (como pasó recientemente con Ryke Geerd Hamer)… qué no pasará con verdades que nos afecten más «personalmente», digamos.

Hoy parece que el gobierno «político» de la gente en la Tierra parece estar más que nunca ligado a estas cuestiones de la masa de «borregos» que todos somos, todavía… y parece ligado por tanto a lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestro libre albedrío… o sea, en nuestra relación con nosotros mismos, es decir, con nuestro propio libre albedrío, y a nivel profundo (emocional).

O sea, las cosas parece que giran en gran parte en torno a esta disyuntiva:
─ o bien nos vemos como «cuerpos» que delegamos la responsabilidad, el cuidado, por ejemplo en corporaciones globales cada vez más automatizadas y que tienden a industrializar los cuerpos (porque les dejamos),
─ o bien nos vemos como otra cosa que no sea «sólo cuerpos», o que no sea «de entrada cuerpos».

Entonces, una verdad fundamental tiene que ver con qué somos realmente, los humanos. Si resolvemos eso he comprobado que las demás piezas «caen».

Hace años que descubrí esto de Hamer, y ya comprendí el marco más simple donde encaja, que tiene que ver con este asunto de «qué somos».

Lo descubierto por Hamer en el fondo apuntaría a la importancia del «ánimo», obviamente… o sea, del «alma» (deseos, emoción, etc.).

Y podríamos decir que eso «siempre se ha sabido», en realidad, pero que traicionamos estas cosas poniéndonos a «pensar», antes que a «sentir».

Diciéndolo rápidamente: este gesto de «resistirse a sentir» sería profundamente irracional, pues nuestras vidas no comienzan así, es decir, de pequeños no hacemos ese gesto interno, sino que aprendemos cosas que son quizá las más difíciles (caminar, lengua materna) simplemente porque el entorno nos permite sentir sin ponernos problemas a la hora de aprender esas cosas, y eso «nos desbloquea» de forma natural (y nosotros mismos nos permitimos sentir, por supuesto, de pequeños).

Se resuelve bastante bien el tema causa/efecto, el de la verdad, etc., una vez que nos plantamos un poco en estas obviedades sobre el «ánimo». Hay formas muy simples y profundas de hablar sobre esto.

¿Por qué no nos aburriremos en la eternidad? Dios, alma y naturaleza. Una introducción

Índice
─ Enlaces a vídeo
─ Introducción
─ Humildad
─ Verdad
─ Amor
─ Dios y alma
─ Naturaleza
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Enlaces a vídeo

En el vídeo aquí enlazado leo y comento un poco el texto de abajo:

─ Vídeo en YT: https://www.youtube.com/watch?v=hQQgPDovMk4
─ Descarga:  https://www.dropbox.com/scl/fi/blyykecb3b89kzvckq8rn/20250102-Por-que-no-nos-aburriremos-en-la-eternidad.mp4
─ Vídeo en Odysee:
https://odysee.com/20250102–Por-que-no-nos-aburriremos-en-la-eternidad:c271f2630ff77d92cb18bcc701865572a0b73f31

Introducción

Vamos a responder claramente a por qué no nos aburriremos en la eternidad. Lo haremos de varias maneras. La respuesta rápida es simple, y la vamos a “ilustrar”, aunque la ilustración que realmente es “necesaria” es el acto de comprobar esto por uno mismo y en uno mismo, experimentalmente, ya que no hay mejor demostración y enseñanza que “por el ejemplo”.

Esto lo digo porque más adelante trataremos de plantear las cosas para que quizá se pueda sentir mejor por qué no serían “dogmáticas” unas afirmaciones como las que en seguida veremos.

Sabéis que en nuestro mundo hay un conjunto de científicos e interesados en la ciencia que a veces buscan “Teorías del Todo”. Pues bien, resulta que Jesús tiene una «teoría del todo» que, en este planteamiento que veremos más ampliamente ahora, es la simple respuesta a la cuestión del propósito del universo:

¿Cuál es dicho propósito? Ser amados por Dios.

Puede parecer que esa respuesta no resuelve nada, por ejemplo, a nivel “científico”, a nivel del “saber”, etc., pero veremos muy fácilmente cómo es que sí lo hace. Y lo siguiente es un primer esbozo de lo que vamos a ir ampliando.

Nacemos sin saber pensar, sin que en nosotros prepondere lo intelectual. Al principio sólo aprendemos con las capacidades de sentir. Éstas involucran al cuerpo, pero en realidad no tienen su base en el cuerpo.

“Metafóricamente” pintamos el mundo con la “pintura” de nuestras emociones, nuestros sentimientos. Una parte de ellos es lo que llamamos propósito, deseo, intención, etc.

Podríamos concebir el cuerpo como si fuera el pincel que termina irradiando tales cosas “internas”, las que tenemos en nuestro ánimo, es decir, en el “alma”.

El alma, sede o realidad de nuestra vida, sería como el bote con la pintura. Es una entidad con su propia sustancia y complejidad, lo cual hace que además la pintura conlleve cierta “estructura”, motivación…

Imaginaros además que no sois un mero “cuadro decorativo”, sino que nuestros actos en la vida pintan también cosas que “significan”, que tienen sentido. Pero por ahora no nos importará cuál sea tal sentido, sino a qué o quién se lo atribuyen, ¿a qué le atribuyen tal sentido? Objetivamente se lo dan a esa vida que somos.

Es decir, imaginaros que sois letras, también, en un cuadro móvil… imaginemos la existencia a cada momento como ese cuadro “en tres dimensiones”, como se suele decir… y que todos, a cada paso, a cada acto, escribimos, atribuyéndole un “sentido” a esa vida que somos (y que, por cierto, es una vida que no nos hemos dado nosotros mismos, ni nos ha sido dada “corporalmente” por nadie, ya que la vida no sale de los cuerpos materiales).

Entonces, más aún, el alma que somos, debido a que es creada pura, está destinada a una cosa que llamamos felicidad. Pero nosotros pintamos la vida, es decir, a cada momento atribuimos cosas a esa vida que ya somos, de tal manera que no tenemos en cuenta las condiciones que deberíamos obedecer para ser lo que somos, unas condiciones que también se llaman a veces «requisitos» (nota 1). Continuar leyendo «¿Por qué no nos aburriremos en la eternidad? Dios, alma y naturaleza. Una introducción»

Verdades básicas: varios comentarios en youtube (vídeo con Ernesto Castro, y vídeo con Matthew Segall)

Índice
─ Enlace al audio con la lectura del primero de los textos (un poco cambiada)
─ Comentarios 1: ¿Cómo convertirse en filósofo? Debate: Ernesto Castro y Pedro Vivar

─ Comentarios 2: «A Radical New Vision»: The Conscious Cosmos
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Enlace al audio con la lectura del primero de los textos (un poco cambiada)

En este audio … (enlaces):

─ ivoox:  https://go.ivoox.com/rf/137295225

─ Descarga:
https://www.dropbox.com/scl/fi/hasj0c19u3n7rdz3009rr/20241225-Afrontar-resistencia-verdad.mp3

… repasamos algunas verdades básicas que estamos comprobando gracias a Jesús y María Magdalena, en esta «segunda venida» en la que estamos hoy.

Se trató de leer el texto «Comentarios 1» ─primero de los textos aquí abajo─. Consiste en los comentarios que hice bajo uno de los vídeos tratados en esta entrada.

Este primero fue en un podcast, que en esta sesión trata «de filosofía», y donde debaten dos exitosos youtubers que tienen que ver con el tema.

Comentarios 1

En este vídeo:
¿Cómo convertirse en filósofo? Debate: Ernesto Castro y Pedro Vivar
https://www.youtube.com/watch?v=rqIyCdVQJjo

Comentario/s:

Fundamental, el tema de que realmente existe el progreso moral: 48:00 .

Cuando habla Ernesto de la ética como no susceptible de ciencia, es un momento crucial. Hay una falacia ahí.

Sí habría leyes sobre el alma, solo que los métodos para armonizarnos con esas leyes no son los «externos» de la «ciencia física».
El experimento consigo mismo no es subjetivo, en el sentido de que las leyes que regulan el progreso moral son objetivas y eternas.

La filosofía enseguida traiciona a Sócrates, porque se trataba de progresar en esta idea de «sentir las leyes morales universales», y no de anteponer la interpretación intelectual («ponerse» uno primero en el alma, que es muy poderosa, y no privilegiar el intelecto).
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Es curioso ver las contradicciones de cada uno de los dos consigo mismo, que se resuelven muy fácilmente si resolvemos que somos el alma, y no animales que piensan.
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Cuando hablan de la enfermedad, es así:
el ánimo, el alma, manda sobre la enfermedad (ELA, en ese caso).
Nuestras resistencias emocionales, que protegen nuestros miedos dañinos, crean enfermedad, así de poderosa es el alma.
La crean por esa protección de los miedos (en el caso de la mujer con ELA, miedo a verdades concretas en la relación, miedo a tomar acción, etc.).
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Tras 48:00 ya no se justificaría la separación sugerida del ámbito político («mal menor»).
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Sería equivocado pensar que se necesita el mal para progresar en acciones armónicas con el amor.
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(Pedro no escucha a Ernesto cuando éste habla de virtudes como criterios «absolutos», por así decirlo.)
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Luego, es fundamental el discurso sobre la atención y el alma, el dar ejemplo… la autarquía bien entendida… del entrevistador.
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Es cierto (que Pedro es «filósofo» y Ernesto más bien «estudioso de la filosofía»), en cuanto que la sabiduría no se alcanza poniendo primero el intelecto, pues para transformarse hay que ser valientes para desafiar malas emociones, que no nos hacen bien.

Y por eso Sócrates supongo que pediría a la gente que expresara su estado de ánimo, el alma, cómo nos sentimos.
Y eso se puede «pedir» desafiando creencias sin atacar, para que la gente sintamos nuestra base anímica, el alma, lo causal.

La filosofía occidental traiciona ese movimiento, traiciona a gente como Sócrates y la relación interna práctica que él estableció de forma virtuosa
(esa relación está sujeta igualmente a leyes universales —como los fenómenos externos, que también están sujetos a leyes).

La existencia de esas leyes sobre el alma no es incompatible con el fenómeno de la personalidad única de cada alma.
Que cada uno seamos únicos sería el fenómeno que subyace a la «defensa» del arte que hace Ernesto.
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La sabiduría no tendría que ver con el gesto de «lo intelectual primero». El amor a la sabiduría (si traducimos así «filosofía») es una falacia tal como se entiende en nuestra distorsionada «tradición», ya que esa filosofía es amor al intelecto, es decir, es hacer preponderar lo intelectual (y yo forzaría además la idea de que es eso lo que distingue a «la sofística», ese intelectualismo).

Creo que muchos dirían que esta tradición intelectualista es «falsa tradición», en gran medida, pues sería bastante moderno esto de «intelectualizar» y academizar así.

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Podríamos entender que esas contradicciones (en ambos participantes) son un simple indicio del miedo.
En general tenemos miedo a la verdad, y así, tanto giro intelectual, tanta interrupción, etc., se debería a que no queremos desafiar del todo esos miedos.
La ignorancia y el miedo parece que van juntos, y, entonces, la traición que sería la filosofía así entendida ─o sea de manera intelectualista─, esa traición, no hace más que «camuflarse» en nuestro mundo habitual, en el que tanto se glorifican en masa muchos miedos (sería una traición poner primero el intelecto, cuando parece que se trataba de «amar la sabiduría»).

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Una contradicción fundamental es que:
─ si existen «virtudes absolutas» con las que «armonizarnos» (Ernesto habló de que el progreso moral existe),
─ entonces, aunque no lo parezca, la existencia de eso es incompatible con el tópico de que seamos «animales que piensan» (seríamos almas, y ahí residiría lo causal ─y eso es, por cierto, lo que surgió en el «debate» cuando hablan de una enfermedad concreta─).

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Un comentario hablaba de que no entendía esa identificación de la enfermedad como «pecado en contra de la naturaleza»:

Respuesta:

Esto se ve en el vídeo cuando hablan de una enfermedad concreta.
Y lo que sucede en la vida sería más o menos lo que pongo abajo, aunque ellos no lo despliegan.

Es como que los dos se van mucho por las ramas, cuando podrían haber tirado de algún hilo importante, y haber hecho algo así como «un hallazgo en común» (aunque cada persona tiene que absorber cada verdad por sí sola).

Podrían haberse permitido «ser inspirados» y detenerse en más momentos, claro.

(Ernesto, en ese momento, no creería lo que voy a poner abajo, aunque en parte lo que pongo aquí está un poco implicado en algunas creencias que él sí esboza. Y Pedro sí lo podría creer más en este plan, como lo comento, pues él supongo que parece estar más abierto a admitir lo poderosos que somos como «ánimo», como alma… ya que literalmente lo dice):

─ Hay básicamente dos tipos de emociones (sirve entender la emoción simplemente como «energía en movimiento»).

─ Las emociones tienen mucha importancia porque nuestras intenciones, deseos, etc., compartirían ese aspecto de «ser emociones», básicamente.

─ Cuando retenemos en nuestro ánimo el «tipo malo» de emoción (que efectivamente, es malo) nos dañamos a nosotros mismos (o sea, «pecamos» «contra la naturaleza», entendiendo que «pecar» es no atinar en el marco o la diana de la verdad y del amor; no es amoroso con uno mismo dañarse, no es cuidadoso).

─ Un ejemplo de retener es vivir en el miedo a algo ─pero eso no quiere decir que tengamos que experimentar con todo para ver si es o no dañino─.

─ Esa verdad y ese amor tendrían un «ser objetivo», una cualidad de ser algo objetivo; es decir, serían como principios subyacentes a todas las leyes naturales.

─ Retener emociones degradantes sería malo, dañino, porque nuestro ánimo (alma) no está diseñado para almacenar eso que nos degrada.

─ Es decir, el error, el pecado, tienen consecuencias, y se traducen en algún momento en nuestro cuerpo, también ─y en nuestra propensión a tener accidentes, a no preverlos, etc.─.

─ Es decir, las enfermedades en general son causadas por nosotros mismos al resistirnos a sentir humildemente nuestros bloqueos, nuestras emociones bloqueadas, etc. (Protegemos los miedos a sentir esas cosas, vivimos en el miedo, etc.)

─ Esa resistencia, esa retención, la hacemos «a imagen del mundo». Es decir, nos volvemos como los demás, por imitación y absorción en el alma ─antes de que sepamos incluso hablar─.

─ Esto empieza, por tanto, con la «imitación emocional» de nuestra familia, de la gente que nos rodea, que ya tiene muchas emociones dañinas retenidas «sin sanar» ─por ejemplo muchos miedos a decir la verdad, miedo a decir cómo se sienten, miedo a la reacción que causará en su pareja, en la sociedad, en la familia ,etc.─.

─ De pequeños somos muy sensibles. No aprendemos intelectualmente, sino «sólo sintiendo». Y aprendemos lo más difícil: lengua materna, caminar, etc. (Esto lógicamente tiene que ver con el hecho de que seríamos almas.)

─ Las emociones «malas» (miedo, vergüenza, etc.) sólo son malas porque las retenemos (habíamos dicho: emoción es energía en movimiento).

─ Las emociones buenas nos dan fuerza y liberan más potencialidades, más «poder», entendido tal «poder» desde el amor, y no como «poder sobre los demás» (obviamente estas son las emociones relacionadas con la verdad, el amor, la alegría, etc.).

─ A la larga (¡a la larga!) sólo nos hace bien, es decir, solamente nos da placer ─y nos hace más agradables incluso, o sea, nos hace más «bellos»─ aquello que realmente está en armonía con el amor y la verdad, y no lo que está en armonía con el error ─que nos da dolor y sufrimiento… y fealdad─.

─ Es decir, hay «placeres verdaderos». Sería por eso que la verdad libera también en este aspecto de la verdad (el «interno»), y no sólo en el aspecto «externo»: el de conocer las leyes naturales físicas, ya que es evidente que al conocerlas tenemos más libertad de movimiento ─construyendo aviones, etc.─.

─ El problema es nuestra definición de placer. Definimos el placer «inconscientemente» desde un estado de ánimo que contiene creencias falsas, unas «creencias emocionales» falsas, y en general emociones erradas.

─ Lo que «nos mata» (lo que nos degrada a la larga) es NO poner el foco primero en la disyuntiva entre: la verdad y el amor por un lado, y el error por otro lado. Así, huimos del «dolor» y buscamos «placer», pero con unas definiciones erradas de tales placer y dolor.

─ Así, valoramos errores, como creencias no sólo intelectuales, como «creencias profundas», digamos. Ellas están en contra de la objetividad de los principios universales ─pero en general se normalizan «en sociedad»─.

─ Valoramos así, por ejemplo, el miedo a sentir, y otros miedos. Esto nos hace valorar, en círculos viciosos, las creencias que ya tenemos sobre el placer, sobre la vida, etc., y así aumentamos nuestra degradación nosotros mismos.

(Nota: Estas cosas básicas no me las invento yo)

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El problema sería que artificialmente se han separado las «verdades físicas» de las «verdades sobre el ánimo», o sea, verdades «internas», verdades sobre el alma, por así decirlo.

Habría leyes que se pueden igualmente descubrir, en todo campo.

Y la experiencia interna no es meramente «subjetiva», pues si no, no podría darse el progreso moral que Ernesto admite que hay.

Es muy simple, esto sería lo que pasa, en parte:

No queremos admitir esa homogeneidad lógica (que existiría). Y no queremos porque creemos que hablar de verdades internas hace que perdamos nuestra personalidad única.

Por eso es que vemos a Ernesto reaccionar «defendiendo el arte». Esa sería una reacción que muestra esta separación de la que hablo, que es «artificial», y que es lo que sostiene la falacia de la filosofía.

¿Falacia? Sí, evidentemente, porque deja de ser «amor a la sabiduría» cuando ponemos «primero el intelecto». Ese gesto de «poner primero el intelecto» es lo que todos hacemos «por defecto de fábrica», aunque es aprendido…, sólo que la deriva degradante académica de lo filosófico sólo nos lo muestra ahí fuera de forma exacerbada (hace esta maniobra en paralelo a lo que la religión en general, por cierto… ya que las religiones tienen muy poco que ver con Dios).

Ni siquiera los científicos pueden ser «sabios» en su campo si no sienten certezas y se guían por ellas; es decir, si no se guían por lo que realmente son: almas/ánimo, o sea, seres susceptibles de una transformación interior, de un aprendizaje real, gracias a poder sentir.

Hay pensadores que hablan de esto, de todos modos, es decir, que lo sitúan así, distinguiendo bien el componente de «espiritualidad» bien entendido. Este concepto de todos modos desde siempre está dando vueltas en la filosofía «academizada», pues supongo que lo que funda la filosofía sería eso: un Sócrates ejerciendo realmente de acicate en torno a las cosas del alma, del ánimo… y por tanto de las verdades absolutas sobre el progreso moral, que es un aspecto crucial.

«La espiritualidad como práctica» es algo así como el cuidado de la relación de uno consigo mismo. Ese cuidado o ese amor nos transforma, y nos permite acceder a más conocimiento real.

La verdad libera, pero también y sobre todo la verdad «interna».

En realidad sólo ella libera, si realmente la absorbemos, pues no hay descubrimiento científico si los científicos no aprenden algo realmente, y eso sólo se da con «eurekas» relacionados con certezas «emocionales».

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Enlace al otro material en audio donde estas dos personas se encontraron hablando:
https://www.rtve.es/play/audios/futuro-abierto/17-06-24/16149859/

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Comentarios 2

Comentarios bajo este vídeo:
─ «A Radical New Vision»: The Conscious Cosmos
https://youtu.be/DeTm4fSXpbM

─ Es una conversación con el profesor de filosofía Matthew Segall, que tiene el canal llamado footnotes2Plato (la conversación es en el canal de Curt Jaimungal llamado «Theories of Everything»).

Comentario:

Wow, what a teacher!
So beautiful class.
Leibniz is thus like the great absentee in this class. At least until 1:50:00. (But it finally appears at minute 1:55:40 !! 🙂 )

The final part is beautiful too. There is even talk of death as a possible mere transition.
In reality ‘death’ would only be the projection of our identification with the physical body.
That is, the only thing that dies in ‘death’ is the mental_emotional identification that we (as soul) make with the physical body.
We then continue to live on as souls (anima, that which animates us), but using as an instrument a body that we already have, and that is the so-called ‘spirit body’.
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The «criticism of Leibniz» (if we can say there was some here), in the Whiteheadian view, would not be valid, obviously, since the monads are the souls, and the other ‘actual occasions’ are not souls.

So, there is definite dualism, even if all mathematical-metaphysical reflections are valid in their fields ─and they are very fruitful and encouraging.

And in this our problem is simple: we do not understand that there are laws with equal reliability in the field of what we are: souls (the souls we have said exist because dualism would be true ─as «hypothesis» if you will).

For example, there is also a mathematics of the operations of souls, but this is something we cannot treat with the same ‘externalist’ attitude, since the soul gives life to our physical body (and to the spirit or energy body, which is basically the container of what we call mind, and which uses the physical brain as an instrument).

There would be a «pre-established harmony», sort of, which would give us clues to the timeless, transcendental character of the natural laws that we verify and feel to be correct.

And of course, if there is an infinite and ‘personal’ God (which there is, as I checked), this God is what the laws point towards (laws, that is, the truth that we find around the facts, and much more).

The only problem we have is a kind of Western self-betrayal, since the philosophical quest, according to even the basic manuals, would have to do with the Socratic interest in seeking laws for everything equally, also for the moral realm, which seems more «subjective», but which would not be «subjective» (ultimately morality is dependent on the «soul based» substance and laws).

The self-betrayal we absurdly believe ─’against Ockham’s razor’─ is that there are no universal laws around the facts of emotion, i.e. ‘energy in motion’. But our ‘emotional’ ‘internal’ experience would be intimately related ─and law_based related─ to ‘external reality and processes’.

And this treacherous tradition is that we believe that these possible laws have nothing to do with morality, believing still, as a «civilisation», moreover, that morality is not really «practical», etc.
(as a crucial part of our soul we have the phenomenon of conscience, which is not just self-awareness, of course.)

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One statement (prior to the 1:55:00 Leibniz appearance) sounds very much like Leibniz’s Continuity Principle, when Matthew describes this sort of aspect of quantum physics:

«there is moment by moment an integration of what’s already been actualized in the past with what remains possible in the future»

Having only read a bit some texts about Leibniz, it seems clear that Whitehead is very much dependent on Leibniz.
Also on the question of perspective, point of view: «Monads» as points of view «expressing the world as a whole’… that is sort of thing resonating a lot here, I think, when they’ve talked about “perspective”.
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When they discuss the issue of «anger transfer», assuming the example of a «Matthew being angry» and a listener ‘getting’ that:
The filter for the reception of anger, by that fictitious listener, is not the physical body (it would be rather, to make things square, the souls, which would be what e.g. Leibniz would have called monads, I think).

Dualism is necessary because somehow ‘energy’ ‘is prior’, «causal» (and ‘emotion’ is merely energy in motion). This is ‘empirically demonstrated’ by seeing that, in our individuation as human beings ─which we start from an infancy (a ‘non-voice’)─ we come from a situation where mere emotionality is fully functional, because we do not yet have reasoning and in fact we learn the most difficult things: our mother tongue, walking…
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About free will, what for me «solved everything» in its basis would be Alan John Miller’s material, although it is not on an apparently kind of ‘philosophical theoretical’ level as it is solved… or it doesn’t seem so, since Miller’s teachings let’s say ‘come out organically’
(there is a lot of defamation of that person and it is not true).

So, free will would be an attribute of the soul, one of its gifts, let’s say; and the soul is the «most substantial thing», as we saw above (the mood, the desires, the emotions… etc…. ultimate «cause of our experience»).
Thus, free will would have as its ‘first point of application’, or better, it would be like a ‘lever’ inscribed in that substantial realm of emotion, energy in motion. And of course, it has everything to do with what we can choose with regard to what affects us emotionally (with or without a possible direct help from God).

Desmitificando de nuevo la fe

Índice
─ Desmitificando de nuevo la fe
─ Un poco sobre nuestro tiempo
Aspectos en el desarrollo de la fe
─ Más materiales recientes sobre la fe 
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Materiales en vídeo acompañantes de la lectura (tercer apartado de este texto):
YT:  https://www.youtube.com/watch?v=37P8K5Hu3w8 // Descarga: https://www.dropbox.com/scl/fi/rba8i4cg5h9qoei87gc0w/20241212-Por-que-necesitas-concepto-fe.mp4

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Desmitificando de nuevo la fe

Un breve recordatorio de lo que ya en parte vimos:

El problema es que no se conciben como hechos los hechos que aparentemente son solo internos:
la experiencia emocional, que tiene que ver con el deseo, la intención, pasiones como las que muestran personas que son leales a ciertos «valores», etc.

Y eso es irracional.

Es irracional entre otras cosas por unos motivos en los que no entraremos mucho ahora ─que ya vimos y estamos todo el rato tratando─, y que tienen que ver con las muchas pruebas que existen para verificar las relaciones que existen entre:
─ el estado interno anímico de una persona
─ y los efectos visibles y materiales en la vida que rodea a esa persona (e incluso efectos en la materia, como el agua).

Los niños no piensan primero para aprender las cosas más difíciles, como son caminar, hablar, etc.

Los niños aprenden «emocionalmente», energéticamente, ejerciendo deseos (emoción = energía en movimiento).

Es decir, si no consideramos como hechos los de la experiencia emocional ─si no los consideramos sujetos a leyes como el resto de hechos─, atentamos contra la capacidad de hacer un uso cada vez más libre de nuestro libre albedrío, pues siempre empleamos nuestro libre albedrío ─todos lo hacemos─ también en relación a la experiencia interna.

Insistamos: También en relación a la experiencia interna.

Y si no usamos así, reflexivamente, el libre albedrío, entonces nos veremos influidos «sin saberlo» ─sin tomar consciencia de la influencia─.

El concepto de lo empírico se puede ampliar perfectamente a «los experimentos con uno mismo», que todos podemos realizar y comprobar.

Entonces, «todo» depende de cómo se defina la fe.

Fe es más que desear. Fe es un «deseo» digamos que basado en hechos, y que termina siendo efectivo (y por motivos racionales, es decir, sujetos a un proceso de entendimiento relativo a leyes).

Los niños aprenden a caminar porque, antes de saber pensar, sienten como algo valioso y posible el hecho del caminar. Lo desean, pues. Y como tienen fe, logran «hacerlo realidad» (como si hubieran «atraído un futuro»).

Y eso es fe porque está basado en una realidad, en hechos (adultos que caminan). La fe sería eso. Los niños sienten como valioso y posible un hecho que ven ahí fuera: los adultos caminan y hacen cosas que sienten como valiosas y que ellos no pueden hacer.

La fe es pues un deseo efectivo que trae de forma efectiva «el futuro posible» al presente que tendremos y seremos.

En eso los niños son además responsablemente amorosos, es decir, «cuidadosos», pues poder caminar les habilitará para:
─ quererse más o mejor a sí mismos ─si así lo eligen─,
─ querer más y mejor a los demás ─si así lo eligen─,
─ y querer más y mejor a la naturaleza ─si así lo eligen─.

(Y también, por cierto: para querer más y mejor a Dios.)

Los científicos tampoco ven las leyes que descubren, pues por definición una ley no es visible (jamás nadie ha visto una ley de la física, pero todos confiamos en ellas una vez que se descubren).

Los científicos en general se basan en hechos, SINTIENDO esa certeza que de cierto modo les guía en el refinamiento de la verdad (diciéndolo rápido).

Esos hechos no son solo «empíricos», materialmente hablando.

Un poco sobre nuestro tiempo

Somos muy hijos de nuestro tiempo, con sus carencias. Las leyes naturales no se ven y todos confiamos en ellas.

Es absurdo limitar lo empírico a lo físico, pues los hechos emocionales son hechos: Hechos del deseo, la intención, pasión… energía en movimiento… que es la emoción… Todos esos son también hechos.

Y tenemos nuestro libre albedrío para actuar sobre ellos.

No considerar esos hechos como algo sujeto a leyes es irracional.

Aquello famoso de la navaja de Ockham nos haría considerar la hipótesis simple y que puede darnos más resultados: que hay leyes para todos los ámbitos, si las hay para uno: el ámbito físico.

La humanidad va dando vuelcos, vaivenes entre diversos estados de mayor o menor ignorancia sobre temas fundamentales. Hace no muchos años la creencia en «la vida después de la muerte» estaba basada en hechos (era por tanto fe, ya que la fe es racional, está basada en hechos, y además estaba y está comprobado que nadie «muere» tras «morir»).

Estos hechos se admitían como comprobados en múltiples personas muy serias, que hablan y siguen hablando con las personas que continúan viviendo en las siguientes partes del universo («mundo espiritual»).

Hoy en día hay una artificial y cobarde forma de pensar sobre este tema, y que parece estar alimentada:
─ por nuestra pereza,
─ por nuestro deseo de ignorancia basado en nuestro miedo…
─ por el actual tratamiento absurdo y artificialmente autolimitado de lo «paranormal», etc. (en programas de TV supuestamente especializados, etc.), cuando, sin embargo, ya se comprobaron muchas cosas en esos ámbitos de «lo espiritual».

Durante años hubo al parecer mucho dinero invertido en difamar o distorsionar lo descubierto. La humanidad se permitió eso, digamos, al dejarnos guiar por nuestras malas intenciones en general.

Y todo gira en torno al libre albedrío, es decir, en torno a las adicciones a controlar el alma humana… a nuestra adicción a dejarnos controlar (adicciones al poder en general, etc.).

Aspectos en el desarrollo de la fe

Tenemos el ejemplo del niño aprendiendo a caminar, que Jesús utiliza a menudo:

El niño ve el hecho de que los adultos caminan. Ese hecho es motivador para activar en el ánimo del niño la chispa de aspiración* que activa el deseo de caminar, y que será «fe» en tanto que será un «deseo efectivo» si puede cultivarlo humildemente ─mientras el entorno le permita tener humildad con sus emociones─**.

Un «científico» en general ve hechos que siguen un patrón consistente. Él, ella, siente por tanto que hay verdad en torno a esos hechos, y que esa verdad o verdades se pueden entender y descubrir como ley: una ley (o varias) que regula los hechos en cuestión.

El científico tiene además herramientas que le sensibilizan con el sentido de la certeza, le sensibilizan con una especie de «amar la verdad y la certeza»: Son las herramientas matemáticas, conceptuales, lógico-instrumentales.

Con su fe, el niño es «científico» en el mismo sentido en que el adulto es «científico».

Así pues, en todo caso vemos algo posible y que notamos como valioso, algo que intuitivamente valoramos.

Otra cuestión es que eso que valoramos sea o no realmente valioso, es decir, redunde en el crecimiento o desarrollo de nuestra alma ─y por tanto del resto de almas y del entorno─.

Eso dependerá de las heridas emocionales, que, si nos resistimos a liberarlas, en general nos harán valorar y aspirar por cosas que en el fondo son dañinas ─nos harán tener ciertos tipos de «fe impura»─.

Las heridas emocionales (miedos, vergüenzas…), recordemos, son cosas que al principio no podemos evitar absorber de pequeños, y que en gran medida nos «construyen» ─condicionan─ para ser «a imagen del mundo», «a imagen de los falsos dioses», es decir, de los «legisladores» emocional-mentales en que convertimos a los padres, a los adultos, etc. ─en que se convierten en general los adultos que nos rodean─.

Estos adultos modelan el «falso amor» que expresa el mundo en los comportamientos ya generalizados desde una base principalmente de miedo. Y así, los adultos que nos «educan» en gran medida sustituyen a Dios y a nuestro yo real ─sustituyen a nuestra consciencia y a nuestra conciencia─.

Volvamos a lo natural: El niño que aprende a caminar en general no actúa desde las heridas emocionales, pues se permite desarrollar esa habilidad intrínsecamente valiosa.

En principio, a cada momento, tenemos mucha o poca experiencia previa con tal «intuición valorativa», con la capacidad de intuir, que nos hace aspirar a cosas. Esa capacidad actúa desde dentro de nuestro ánimo y nos advierte de que podemos conseguir algo valioso.

Por lo tanto, de forma natural tenemos una especie de «percepción emocional», una «intuición» que es previa al saber pensar intelectualmente. Es una percepción de las posibilidades, que además es valorativa.

Eso nos permite crecer de forma natural en nuestra responsabilidad:

─ En nuestra responsabilidad con respecto a nuestro entorno como almas, como vida: el entorno de ese «ánimo» que somos, de la vida que somos…;
ese «entorno» podemos decir que es el cuerpo físico, es decir, el «traje» que «se pone» nuestra vida, nuestra alma, un traje avivado por la vida de nuestra alma, un traje que tenemos para poder experimentar, para recoger experiencias en el ánimo, en el alma… y un traje que es acompañado siempre por el cuerpo espíritu, tal como iremos aprendiendo… y por el mundo físico o la dimensión en la que estemos, etc.

─ Crecer en nuestra responsabilidad con nuestra propia vida, nuestro propio ser vida, ser alma, estar animados por una vida regalada, y que sentimos porque la somos, todo el rato.

Podemos decir por tanto que el niño desea de forma natural caminar, «imitar» las destrezas operativas de las personas a su alrededor, incorporarse a nuevos mundos, estar en contacto con nuevas perspectivas, desarrollos…

De por sí el niño no tiene miedo, es decir, no está bloqueado en su ánimo ante el desarrollo de esta dotación natural que es su vida como alma. No tiene miedo, a no ser que el entorno se lo imprima y él lo acepte en su ánimo, lo cual es muy probable, ya que los niños desean sin límite, sienten intensamente, son «esponjas» emocionales y están rodeados de «gigantes» que pueden controlar su vida física para bien o para mal.

Ese «sentido direccional virtuoso», con esos aspectos principales como principios «acompañantes» (deseo, responsabilidad, vida…) sería la fe, la fe en acción, cultivándose.

Como vemos, la fe es un potencial del alma, del alma en cuanto que voluntad. El alma es lo que somos, creada por Dios, y contiene regalos como «la voluntad» y el deseo. Nuestra fe es esa cualidad desarrollable, tal como nos cuenta Jesús.

Cultivar la fe es purificar el deseo. Si la fe está basada en hechos, y si a las verdades absolutas (como la de que «Dios es bueno») las podemos también llamar «hechos», entonces cultivar la fe conlleva purificar nuestro deseo cuando esa fe se pone como objeto la verdad de Dios.

La verdad de Dios contiene desde las leyes físicas naturales hasta las leyes que rigen nuestra relación con Dios, como almas.

Más materiales recientes sobre la fe

Por ejemplo, el audio que enlazo en el siguiente texto:
─ «¿Valores, moral, fe? ¿Cómo las enseñanzas de Jesús distinguen entre esos conceptos en el 2019? | Contextualizando la lectura de los esquemas«:
unplandivino.net/valores-moral-fe-esquemas/

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* Es aspiración, porque el niño se responsabiliza de su propio deseo. La inspiración es cuando delegamos ─a sabiendas o no muy a sabiendas─… cuando delegamos en alguien la generación de nuestro deseo (como ya vimos, esas otras personas o entidades que nos motivan desde fuera a desarrollar el deseo son desencarnados, o bien otras personas encarnadas, o bien Dios, si se lo pedimos a través de nuestra conexión con el órgano de la conciencia que todos tenemos, etc.).
(Para este tema ver ejemplos breves donde Jesús comenta esta básica diferencia entre aspiración e inspiración, como por ejemplo en el minuto 20 en el material titulado: «20160528-1210 My Choice To Develop My Loving Self Q&A»)

** Humildad para poder aprender a caminar, es decir: poder liberarse, mediante llorar sin miedo, mediante sentir sin miedo la «pena».

Con esa pena profunda, expresada (es decir, humildemente sentida), es como en general nos podemos liberar de la firma emocional que muchas caídas, errores, etc., tienen en nuestra alma.

Esos errores bloquean, llenan nuestra alma, debido a no haber liberado esas firmas emocionales de las experiencias. Eso está en nosotros como material de «error», que crea nuestra mala condición álmica.

Y como nos cuenta Jesús, necesitamos liberar humildemente el error para poder desear efectivamente la verdad que lo sustituya y nos libere del todo ─la verdad correspondiente al aspecto concreto que es el que está bloqueado o clausurado por un error concreto─.

El error, y en general el pecado, generan miedo, y el miedo genera dolor.

Los errores y los pecados son creencias falsas ─o bien se quedan así como activando, en su base y en general, tales creencias falsas─. Esas creencias están dentro de nosotros como emociones.

Están en nuestra alma, y cuando tratan sobre cosas fundamentales (sobre la vida, el amor, etc.) nos condicionan enormemente si no procesamos humildemente esas creencias y esas emociones ─condicionan las aspiraciones que tenemos─.

Pero sólo nos condicionan, insistamos, debido a que nos resistimos al dolor ─y en general a las emociones─, pues no somos humildes como niños ─no volvemos a ser «como niños»─.

Texto inspirado por el encuentro, en diciembre del 2020, de las enseñanzas de Jesús y María Magdalena, que están efectuando lo que a veces se llama «la segunda venida»

¿Por qué el motivo del miedo es siempre real? :) ¿Por qué eso sería importante?

En este audio…
Enlaces al audio: descarga // en ivoox // en spotify
… vemos por qué el motivo del miedo siempre es real.

El título puede parecer que va contra cualquier «verdad espiritual» básica, claro está, pero ahí está el truco 🙂 .

Además, vemos muchas cosas de pasada. Es decir, vamos relacionando entre sí, un poco, muchos de los ingredientes más fundamentales de todo lo que nos traemos entre manos aquí… y, en general, algunas ideas fundamentales del «sentido común».

Por cierto, ¿hay alguien, con una pistola, que me esté apuntado, que te esté apuntando, ahora, para tener miedo?

(Me debería preguntar, todo el rato… 🙂 … eso… ese tipo de cosas ).

Sobre el tema del título (motivos, miedo, alma, realidad…), podemos decir mucho más que lo que expongo en el audio, claro está… si nos centramos en describir el proceso de descubrir «qué nos motiva a tener miedo».

Es decir, por ejemplo no me he referido a posibilidades evidentes, como las de que tengamos «miedo al amor», «miedo a la acción», «miedo al cambio / miedo a lo nuevo», «miedo a la libertad»…

Lo que nos motiva a tener esos miedos sí puede ser real en el sentido de eterno, a veces, es decir, real en un sentido plenamente objetivo (es decir, «real» en sentido absoluto, «real» en tanto que eterno): El amor de Dios sería el caso de «un motivo que sería por siempre real» (de uno de esos posibles motivos que podría ser que motive nuestro «tener miedo»).

(Aunque en el fondo, ese supuesto miedo al amor de Dios tiene razones ilusorias acerca de lo que nos pasaría, etc…. aunque no deja de ser algo que está en nuestra alma, como «motivo», «intención de tener miedo»… y por tanto, no deja de ser algo que es «muy real para nosotros».)

Ya vemos, pues, que se le pueden dar muchas vueltas al tema… pero aquí se trataba de presentar un audio digamos que más o menos entretenido (aunque al final me alargo demasiado), e incidir en que el alma es real, en tanto que es potencialmente eterna (y es en el alma, como almas más o menos heridas, donde tenemos nuestras motivaciones, intenciones, pasiones, deseos, emociones…).

Como vimos, y estamos comprobando: el alma es eterna (con todas las letras, es decir, en tanto que potencial ya cumplido), es eterna… si no sólo recibe amor de Dios al pedirlo con un deseo sincero ─al pedir y recibir ese amor divino que no tenemos de entrada, ya, por diseño, por defecto─; sino que, además, es eterna, será eterna, en ese sentido de potencial ya cumplido, si seguimos recibiendo ese amor ─tal como siempre terminará ocurriendo, tarde o temprano (aunque quizá ocurra a trancas y barrancas… una vez que ya hemos recibido un poco de ese amor divino)─.

Lo iba a comentar también en términos de «verdad personal», tal como a veces lo hizo Jesús, por cierto; pero al final no lo hice, se me olvidó.

Nadie más que nosotros (como almas, que somos bien reales, como almas… e incluso potencialmente eternos)… nadie más que nosotros puede afrontar nuestra verdad personal, es decir, puede afrontar honestamente el estado real de nuestra alma, aquí y ahora, la condición que tenemos (normalmente bastante herida, aunque podamos ponernos muchas fachadas o máscaras, e incluso fachadas espirituales, para trucar eso, por cierto).

Y es que nuestra verdad es muy real para nosotros, y es por eso que es tan importante en ese sentido que nuestro miedo sea «verdad».

Es tan importante, tan relevante, eso… que sólo nosotros podemos responsabilizarnos de transformar, purificar, soltar… toda esa «verdad personal», más o menos «herida», situada como heridas emocionales en el alma (o como emociones armónicas sí absorbidas para nuestro bien).

Tanto de las heridas emocionales, así como de expresar más emociones armónicas (más verdad y amor), podemos tener miedo. Y el motivo de tener esos miedos, aquí y ahora, será bien real para nosotros… aunque esté destinado a desaparecer.

Estamos llenos de expectativas falsas sobre lo que va a pasarnos si, por ejemplo, sentimos hasta el final alguna emoción. Apenas somos conscientes de esas expectativas, por cierto.

Y eso es lo que Jesús llama «miedos»: expectativas falsas que aparentan ser reales, que parecen atenerse a realidades. En ese sentido el «miedo no es real». Pero nuestra alma sí que es bien real… nuestra alma que está motivada, sin tener a nadie que nos apunte con una pistola para ello… que está muy motivada incluso, a veces, a tener miedo y a vivir en él, y normalmente durante años y años en los que por tanto vamos acumulando literalmente terror.

 

Invitación a sentir cómo Dios siente nuestra alma, originalmente creada como «2 mitades» («unidas» pero «inconscientes»)

En este audio…

Enlaces al audio:     descarga   /    en ivoox

…repasamos varias cosas fundamentales, con la idea de abrirnos a la posibilidad de sentir un poco cómo Dios se siente acerca de nosotros tal como originalmente nos creó.

Nos creó como almas completas, destinadas a escindirse en dos mitadaes para:

– para empezar a «ser conscientes en la vida»
(una vida creada por Dios ─como almas─, con leyes naturales creadas por Dios),

– para empezar a ser conscientes de «uno mismo»
(un «uno mismo» que incluiría al alma gemela, por ley, lo queramos o no).

Hablamos un poco sobre lo que cambiará nuestra relación con ese «tercer» hito de la existencia eterna que es la potencial fusión con nuestra alma gemela, en una «dimensión» incluso más allá de las dimensiones celestiales (mucho más allá de la 8ª).

(Pongo entre comillas «dimensión», pues no sé si será lo idóneo seguir llamando «dimensión» a ese nuevo estado.)

Por qué esto sobre el alma (2) no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”

En este texto (y en el audio enlazado más abajo, donde leo y comento un poco el texto) continuamos lo que empezamos a ver aquí:

– «Por qué esto sobre el alma no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”»:
https://www.unplandivino.net/ilustracion-alma/

… ahí, aparte de que se puede descargar un texto en pdf con las dos partes (lo del día 27 y lo visto este día 30 de diciembre, 2022)… ahí, veíamos algo que fue surgiendo en una conversación «virtual» con una persona en internet.

Enlace al audio: descarga / en ivoox

Este audio y texto se pueden ver independientemente de la parte 1.

Esta serie (por ahora con sólo dos partes, y no creo que muchas más) se inició a raíz de una «conversación» con una persona en instagram, que «se metía» contra este tema de «creer en espíritus», etc.

[Antes de seguir con esta introducción: cometo una especie de error cuando hablo rápidamente de «lo cuántico», pues el nombre para las funciones matemáticas no es «observadores» (creo que digo eso), sino «operadores». Ese nombre digamos que introduce algo «más activo», algo que en cierto modo alude a la «consciencia» (de «un operador») en las funciones matemáticas. Por eso, y forzando un poco… podríamos decir que es «sinónimo» de «observador» (un concepto que, si recuerdo bien, se usa de todas maneras en contextos ya «formalizados»).]

Seguimos:

Apenas hablo con gente en internet, en ese plan como el que reflejan estos textos… pero surgió.

Así que… me puse muy «explicativo de las cosas fundamentales» (que no fundamentalista 🙂 )… y surgieron estas cosas.

En estos audios y textos repasamos y reforzamos cosas un poco ya vistas… en parte para celebrar, espero que con cierta alegría… este tema de la verdad, o sea, la simple verdad y el proceso que conlleva, el proceso de simplificación inclusiva – si lo llamamos así -… y de celebrar, por qué no… la vida :).

Hace poco inicié un nuevo método de guardar audios, etc. Por tanto no van a funcionar los antiguos enlaces de descarga directa en muchas de las entradas (en estas nuevas ya sí).

Los enlaces a carpetas con todo organizado están en esta entrada:
https://www.unplandivino.net/descargas

Índice:
– Parte 2
– Nota 1: sobre «haber sido engañados» e influencia espiritual
– Nota 2: sobre «nada que discutir»
– Nota 3: sobre las leyes y el amor
– Nota 4: amor y control
Parte 2

Decías:

> Pero no hay un ente personal alma, sino funciones psicológicas muy ricas y muy mezcladas <

Te propongo que esa es «tu hipótesis», digamos.

La propuesta/hipótesis, esto que te cuento*… (y que voy comprobando, y gracias a ello puedo realmente comenzar incipientemente con esto de «sanar algo sustancial»… 🙂 ), es:

– Cada persona tiene y es una esencia única. Esa esencia radica en lo que anima (el ente animador), no en lo animado.

– Lo que anima (alma), no se ve, obviamente. De cierto modo engloba lo animado. En cada persona es como si fuera un «globito».

– El alma tiene potenciales que empiezan a activarse al separarse de su otra mitad para encarnar (pues en el fondo somos un alma completa en dos mitades).
Y todo  esto, todo esto sobre este «globo»… es para poder «inflarse» (aunque en esta tierra se comienza con obstáculos – es una carrera de obstáculos… que la tradición parece que llamaba «valle de lágrimas» 🙂 -…
obstáculos…
que por diseño no son «originales» (o sea, no provienen del origen, pues nada original es impuro)
(y por cierto, quizá por eso se entiende en parte la llamada/atractivo que ejercerá esa reflexión filosófica sobre «Esferas», de Sloterdijk… así, en plan hablando muy básico… y ya que hablamos de globos). Continuar leyendo «Por qué esto sobre el alma (2) no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”»

Por qué esto sobre el alma no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”

Hace poco tuve una interacción con alguien en internet sobre «racionalidad». Se trata de alguien que me había escuchado en audios de una anterior época mía, donde leí cosas en audio sobre Spinoza, divulgado por Deleuze (un asunto este muy célebre en «filosofía pop»).

En este texto, el que coloco en esta entrada – y que enlazo en formato pdf, junto al texto de la segunda parte, más abajo, y del cual enlazo también un audio para descarga -, hago una celebración de la racionalidad y de la «simplificación unificadora» que nos traemos entre manos gracias a este curioso hecho, tan único, de que Jesús y María Magdalena estén «reencarnados» hoy (aunque, como siempre hay que alertar… cuidado, no existe la reencarnación al uso, como hemos visto, y sólo es un fenómeno muy reciente y escaso).

Este texto (y audio) una especie de segunda parte en esta entrada, hecha pocos días después:

– «Por qué esto sobre el alma (2) no es más que…»
https://www.unplandivino.net/ilustracion-2/

En el audio enlazado abajo, por cierto, comento un poco más alguna cosa.

– Texto con las dos partes: pdf (última revisión: 21 enero 2023)

Audio: descarga

Por qué esto sobre el alma no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”

La Ilustración, ese movimiento cultural e intelectual, que queda un poco retratado con aquellos ideales  que conforman esa consigna célebre: “igualdad, libertad, fraternidad” (y luego vemos más sobre ello)… la Ilustración… parece que tenía que ver en parte con querer liberar a la gente, al pueblo, promoviendo la responsabilidad, la madurez… es decir una búsqueda de «igualdad» en el sentido de que todo el mundo se pueda formar criterios y así ser cada vez más libres e independientes de manera sana.

Fomentar la «madurez», por tanto, y que no dependamos en todo y para todo de por ejemplo «expertos», que no entreguemos así como así la vida.

Citando de aquel texto, creo que muy citado, de Foucault*… sobre qué es la ilustración:

«Kant da tres ejemplos; estamos en un estado de «inmadurez»:

– cuando un libro ocupa el lugar de nuestro entendimiento,

– cuando un director espiritual ocupa el lugar de nuestra conciencia [conscience, la «voz» de nuestra conciencia],

– cuando un médico decide por nosotros cuál ha de ser nuestra dieta».

Esto que estoy asimilando y practicando es «científico» exactamente como lo demás que llamamos «científico»

Pero esta es una ampliación que integra, que subsume y coordina los diversos elementos en una explicación más simple, más aguda y profunda. Y es algo que, además, y personalmente hablando… rima muy bien con mis anteriores afanes que podríamos llamar de atracción o de «amor» por la verdad (en física, matemáticas, filosofía…) – pese a mis vaivenes que a veces fueron lamentables, como siempre nos pasa a muchos -. Continuar leyendo «Por qué esto sobre el alma no es más que un siguiente paso en “la Ilustración”»

Terminamos «La corrupción y sus causas», charla de Miguel Ayuso | Echar raíces, 4B

Tras el anterior audio sobre «Echar raíces», y con materiales propuestos como complemento, en este terminamos de ver detalladamente (y comentando un poco) la charla de Miguel Ayuso sobre la corrupción y sus causas.

Enlaces al audio: en ivoox / descarga

Enlace a «La corrupción y sus causas»:  https://www.youtube.com/watch?v=SMzo1F9p034

Todo esto es, como dije, para seguir con la lectura de Echar raíces, de Simone Weil, con las siguientes «necesidades del alma» (preparándonos para lo que va a decir por ejemplo en relación a la «libertad de opinión»).

Enlaces a los artículos de la wikipedia de los cuatro autores que cita Ayuso:
Frédéric Le Play
https://es.wikipedia.org/wiki/Fr%C3%A9d%C3%A9ric_Le_Play
Alexis de Tocqueville
https://es.wikipedia.org/wiki/Alexis_de_Tocqueville
Salvador Minguijón
https://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Minguij%C3%B3n
Juan Donoso Cortés
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Donoso_Cort%C3%A9s

Para todo lo hecho de Simone Weil en esta web (audios, etc.), ver este enlace con el hilo (etiqueta o «tag» Simone Weil):
https://www.unplandivino.net/tag/simone-weil/

Verdad, ley de compensación global (inteligencia artificial y abortos-«et»), corrupción… | «Echar raíces, 4»

Al hilo del anterior audio sobre «Echar raíces», en este audio solo preparamos las siguientes «necesidades del alma», leyendo muy poco más del libro de Simone.

Enlaces al audio: en ivoox / descarga

Sobre todo hago una larga introducción para hablar del tema candente de la verdad en torno al planeta, hoy, y algunas generalidades sobre qué significa realmente «pensamiento», etc.

Y también como introducción, vemos detalladamente la primera parte de otra charla de Miguel Ayuso (del que ya vimos una en audio previo); esta vez trata sobre «La corrupción y sus causas» ( https://www.youtube.com/watch?v=SMzo1F9p034 ) .

Esa charla no la trato entera en esta ocasión, así que el siguiente audio seguirá conteniendo este «complemento» a la lectura de Echar raíces, y en él terminaré de leer y comentar esa charla.

Todo esto es, como dije, para seguir con la lectura de Echar raíces, de Simone Weil, con las siguientes «necesidades del alma» que nos quedan por comentar (aunque hoy leemos un poco de la relativa a la «verdad», «la más sagrada», en palabras de Simone).

Como introducción… tratamos al principio de un aspecto sobre la verdad en torno al planeta. Se trata de invitarnos a sentir acerca de lo que vivimos hoy, en cuanto a la inteligencia artificial, es decir, en cuanto a «servir comodidad» por sistema, «maternizar-paternizar» a las almas humanas de maneras tecnológicas muy inteligentes y acomodadas a las necesidades y deseos «individuales».

Este fenómeno parece tener que ver con una muestra concreta de la ley de compensación a nivel global humano, colectivo… una compensación relativa a nuestro deseo de ignorancia en torno al aborto y similares, que tiene que ver con el regalo del libre albedrío.

Parece que poco a poco se aclara este tema: acerca de que esto que vivimos a nivel global puede tener que ver con una especie de gigantesca instancia de la ley de compensación, en torno a, como dije, nuestro deseo de ignorancia sobre el tema del aborto (si los abortos son almas igual de poderosas, ellos tienen una compensación positiva, al igual que las almas de la tierra la tienen negativa; y todo tendría que ver con lo que imponemos en el libre albedrío de esas almas).

Así pues, en este audio hice una introducción muy larga a unas breves palabras de Simone sobre la verdad como necesidad del alma. A ello se suma además una nueva charla de Miguel Ayuso, que, como digo, no vemos hoy entera. Y todo ello es para preparar un poco, como contexto, la lectura de la «necesidad del alma» llamada por Simone «libertad de opinión» (pero que no es lo que parece).

Para todo lo hecho de Simone Weil en esta web (audios, etc.), ver este enlace con el hilo (etiqueta o «tag» Simone Weil):
https://www.unplandivino.net/tag/simone-weil/