«Imaginar» la fe: «la armadura» de Dios | Sobre el taller de Jesús y María, de octubre, 2012

En este primer audio…
enlaces al audio: descarga / en ivoox
vemos un poco algunas cosas sobre desarrollar la fe, etc., usando una imagen.

Ese audio es como una presentación de una parte de un taller* de Jesús y María Magdalena, donde usan una cierta imagen.

En estos siguientes audios voy leyendo literalmente el taller:
– «El casco de la salvación«: descarga
– …

– En el audio de presentación hago referencia a la página de «descargas». Es esta:
https://www.unplandivino.net/descargas/

– También en ese audio cometo un desliz, por cierto, pues es Saulo, no «Paulo» – me bailaron las consonantes 🙂 -.

– También hago otra referencia, más anecdótica, a una frase «literaria»; la uso para hablar del deseo en este contexto; contiene la palabra «testigo» y está sacada, como digo, de la literatura. (No importa mucho el detalle, pues está sacada de contexto**.)
La obra es muy antigua, Cárcel de amor, de Diego de San Pedro.
Es un género de ficción llamada «ficción sentimental» (se puede ver aquí: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/carcel-de-amor–0/html/fedfc8d4-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html).
La frase es: «tu deliberación sea testigo de mi diligencia» (en esos «usos raros» antiguos, «deliberación» también significaba «liberación»).

– La cita de la que tratan en el taller es de Efesios 6, 11-18, encontrable por ejemplo aquí:
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Efesios%206%3A11-18&version=RVA

Para ver el texto en proceso de traducción, enviarme sin problemas email a:

y os comparto la carpeta.

La imagen de la «armadura» (sobre un monigote), que está en ese texto, es:

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* El taller es:
«Positively Responding To Spirit Influence»
–  https://divinetruth.com/sites/main/en/index.htm#download-event-2012.htm

** Es una obra literaria diríamos que «medievalizante», en realidad, aunque publicada en 1492. Trata sobre «los problemas con el amor» que se traían :)… y claro, usando la palabra «amor» «de aquella manera»; es decir, y como ya sabemos, igual a como la usamos hoy: usándola para significar «heridas emocionales» y «bombeo de las heridas emocionales» 🙂

Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra

[Para escuchar en formato audio / descarga]

Un mensaje anterior y muy relevante es este (en este caso dado por Jesús).
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Daniel describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra
      (21 Jul 1915)
(Daniel, el profeta de Dios, del Antiguo Testamento)

Estoy contigo esta noche porque tienes razones para creer que has sido seleccionado para realizar la obra de Jesús de transmitir sus mensajes a la humanidad; y quiero sumar mi testimonio al de los demás que me han precedido.

Soy un seguidor del Maestro, aunque viví en la Tierra muchos años antes de que viniera a anunciar la restitución del gran Amor Divino del Padre, y a mostrar el camino por el cual todo hombre que lo desee puede obtenerlo.

Nunca supe lo que era este Amor hasta que Jesús vino y lo declaró al hombre y a los espíritus tal como lo hizo. Y cuando vino al mundo de los espíritus, después de su crucifixión, nos predicó a los que estábamos en las esferas espirituales la gran doctrina del plan de salvación de Dios.

Los hombres no deben pensar que los mortales son los únicos destinatarios de este Amor, o los únicos que tuvieron el privilegio de conocer el camino a este Amor, pues, como te digo, Jesús vino a los espíritus que vivían en los cielos espirituales, dio a conocer este gran plan y enseñó el camino a la Inmortalidad.

Yo era, antes de su venida, un espíritu que gozaba del favor del Padre en tanto que mi amor natural se desarrolló hasta el grado más alto, y en ese amor era comparativamente feliz.

También poseía un gran desarrollo intelectual. Sin embargo, en cuanto al Amor Divino que ahora poseo… de él no sabía nada, ni tampoco sabía nada ningún espíritu que viviera en ese momento.

Esto te puede parecer extraño, pues a partir de mi relato, tal como está contenido en el Antiguo Testamento, podrías suponer naturalmente que yo gozaba del gran favor de Dios, y así era; pero ese favor no iba más allá de recibir de Él una gran cantidad del amor natural que Él había otorgado a toda la humanidad, y de saber -por mis percepciones espirituales y por el poder de la naturaleza psíquica que poseía- que Dios se preocupaba por mí y me utilizaba para convencer a las naciones paganas de que había un solo Dios, y que solo Él debía ser adorado.

Nunca conocí la realidad de lo que era el Amor Divino, ni sabía que me encontraba en otra posición diferente a la que podría haber tenido si ese Amor no le hubiera sido arrebatado a la humanidad cuando nuestro gran padre terrenal cometió su fatal acto de desobediencia.

En aquellos tiempos, antes de la venida de Jesús, ningún espíritu podía progresar de ninguna manera más arriba de la esfera donde existían este amor natural y este desarrollo intelectual, en su mayor grado de perfección.

Así pues, como ves, nunca fui un espíritu poseído por esta naturaleza Divina hasta después de la venida del Maestro; y en ninguna parte del Antiguo Testamento encontrarás ninguna declaración ni promesa relativa al hombre y a su posesión de esta naturaleza Divina, y nosotros -los que vivíamos en aquellos días de mi vida terrenal- estábamos satisfechos, y solo esperábamos los favores y dones de Dios que pudieran afectar a nuestra prosperidad y felicidad terrenales.

Yo era un profeta, tal como está escrito, y a través de sus espíritus Dios me decía aquellas cosas que yo declaraba a la gente. Dios también me capacitó para predecir muchas cosas que iban a suceder, y que de hecho sucedieron. Pero este gran favor y regalo no me trajo la posesión del Amor Divino ni la naturaleza del Padre; y cuando morí, llegué al mundo de los espíritus como uno que poseía sólo el amor natural y el gran desarrollo moral que me habían proporcionado las comunicaciones tenidas gracias a mis asociaciones con los espíritus del Padre. Continuar leyendo «Daniel (el profeta) describe su experiencia en el mundo espiritual y su vida en la Tierra»