La confusión emocional de los niños

Captura de un momento del primer vídeo enlazado

Índice
─ Visualizaciones

Confusión emocional en general
─ Confusión sexual
─ Sobre culpar a la madre, al padre, etc.

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Visualizaciones

Este texto es comentado e ilustrado en algunas visualizaciones de las que iré poniendo el enlace aquí:

─ Visualización 1:  Enlace YT :  https://youtube.com/live/SCKqfphEoC0 // Enlace descarga: https://www.dropbox.com/scl/fi/fxjminocki8khkkty5cw0/20241130-Sentimientos-confusion-sexual-infancia-adolescencia.mp4

─ Visualización 2: Enlace YT:

Confusión emocional en general

Los niños sienten los miedos y otras emociones heridas de los adultos  (ver minuto del primer vídeo enlazado: 1:01:53 » … as a child they are your parent’s fears»), pero en cierta medida, de pequeños, todos aprendemos a no expresarlos ─a no llorar, no temblar─.

De pequeños nos volvemos incapaces de expresar esas emociones, pues los adultos dirían que «está mal»:
─ temblar de miedo: nos da miedo ver eso, hay que medicalizarlo en seguida, etc.,
─ o que «está mal» llorar intensamente, sollozar, sintiendo un verdadero duelo por lo que me pasa…

Entonces, como los adultos imponemos el estado emocional al entorno (todos lo hacemos), ese estado es sentido y tiende a ser expresado por los niños, que son más sensibles a las emociones y más naturales y sanos en cuanto a su expresión.

A todos se nos enseña a reprimir eso en alguna medida, para así no molestar a unos padres o madres que no se atribuirán esas emociones a sí mismos, sino que las atribuirán a los niños con juicios del tipo: «qué tontos emocionales que son los niños», etc.

Por eso se vuelve tan complicada la situación con los niños, porque los padres y madres no ven que los niños a menudo están reflejando la condición emocional de los adultos.

Entonces, cuando somos pequeños, esa represión y auto-represión nos hacen revertir en frustración y enfado.

Y todo esto, como dinámica y como contexto, no lo podemos entender mientras todavía somos tan pequeños que apenas hemos desarrollado la consciencia de nosotros mismos y el libre albedrío.

No lo podemos entender en el sentido de que nuestra situación es de entrada que: «algo tenemos que aprender».

Es decir, por nuestra propia naturaleza, como almas, tenemos que absorber emocionalmente algo, ya que todo aprendizaje comienza por el sentir, por lo emocional. No nacemos un intelecto desarrollado como para poder razonar sobre lo que está pasando «energéticamente», emocionalmente.

Y así, las respuestas de enfado o rabia de los niños son digamos «más naturales», «más comprensibles», aunque, en general, a la vez hemos de entender que no podemos justificar la ira ─el enfado, etc.─ sino entender su papel.

De pequeños, esa frustración o ese enfado simplemente los ejercemos o los tenemos ya que se nos ha enseñado a reprimir no sólo las emociones heridas (miedo, enfado…), sino también las emociones que están en armonía con el amor.

Uno de esos enfados es por ejemplo el que corresponde al miedo a sentir la represión de la propia personalidad única que somos cada uno de nosotros
(ver ejemplo en el minuto 1:12:08 en el vídeo enlazado a continuación : «Anger as «fear of the feeling of supression» (when it comes to the expression of the child’s true nature)» https://www.youtube.com/watch?v=aM0ml3RkMHI ─1er vídeo enlazado─).

En este ejemplo, por un lado se nos reprime nuestra verdadera naturaleza o personalidad; y por otro lado, de pequeños en general se nos enseña a reprimir la expresión del miedo y del duelo por la represión, pues en general ya hemos aprendido bastante a tener miedo de las emociones, a reprimir, etc. ─para agradar a los padres, no molestarles, etc.─.

Y resulta que cuando somos niños no sabemos esto; es decir, no sabemos que ese enfado corresponde al miedo a sentir la represión que los adultos ejercen sobre nuestra personalidad única.

Así es como los adultos traspasamos esta dinámica ─»sin querer queriendo»─ a las siguientes generaciones.

De pequeños aprendemos a tener terror al duelo ─a la tristeza profunda que sería liberadora de esos miedos─. Y así, entramos en el camino de las adicciones, del enfado o de la insensibilidad (1:20:06).

Aprendemos a vivir en el enfado y frustración… y en posteriores estados de insensibilidad antestesiada, adormecida, o depresión, etc., con respecto a ciertas emociones.

Confusión sexual

Captura de un momento del segundo vídeo enlazado

Los padres y madres tienen miedos en torno a ser seres incompletos en la vida, en torno a estar incompletos. Y muchas veces van a tender a «completarse» a sí mismos con los hijos ─satisfacer sus anhelos heridos de pareja, sus anhelos heridos de amor, etc.─.

Esas motivaciones confusas, que motivan el cuidado, el amor, en una familia, son absorbidas por los niños como bases para la definición de la vida, para la definición del amor, etc.

Esas motivaciones miedosas son en realidad violentas, pues todo miedo que no sea sentido humildemente será «proyectado» (por el adulto en este caso), y eso mismo es la violencia ─esas motivaciones que están en desarmonía con el amor, cuando no son sentidas humildemente─.

Ese «amor» que los padres o madres dan, en adicción, para no sentir sus miedos y su duelo por no haber sido queridos en la infancia (o por no encontrar a su verdadera pareja, etc.), en realidad no es amor, por muchos gestos de atención, abrazos, besos, etc., que muestre dicho «amor» que en realidad no es amor ─unos gestos, estos, que muchas veces a los niños se les fuerza a realizar, para que ellos repitan superficialmente en su comportamiento, sin sentirlo, ese «amor» que supuestamente existe─.

Aquí tenemos pues una causa principal de la confusión enorme que hay sobre el amor y sobre la vida ─en el planeta y en muchos desencarnados─. La causa es el hecho de que no comprendemos emocionalmente los principios que estamos viendo todo este tiempo (sobre que la adicción emocional no es amor, sino lo contrario, etc.).

─ Ejemplo a visualizar:
48:31 «… lo que acabas haciendo» (en los años de pubertad) «…es unir el placer con el enredo con el progenitor del sexo opuesto» // «… what you end up doing» (puberty years) «is joining pleasure with the enmeshment with the opposite gender parent»: https://www.youtube.com/watch?v=7vk1nFBAshM (2º vídeo enlazado)

Sobre culpar a la madre, al padre, etc.

Y no se trata, entonces, de hacernos irresponsables con nuestros errores, nuestros pecados, culpando principalmente a madres o padres, y demás personas (minuto 49:10 del segundo vídeo enlazado).

Una vez que somos adultos, las causas de esos errores, ya implantadas desde la infancia ─y que en principio vienen de fuera de nuestra alma─ ya están en nosotros.

Así pues, sólo nosotros podemos volver a sentir esas causas y liberarlas.

Y en este camino, además, con la ayuda de Dios, con quien personalmente podemos contactar para que el arrepentimiento y el perdón sean hechos a la manera de Dios, y podamos así transformar un poco más nuestra alma con el amor de Dios ─si lo hemos empezado ya a recibir en algún punto─.

Andrew habla con Jesús sobre las causas de lo que le llevó a su cáncer, poco antes de «morir»

Vemos y comentamos en grupo el caso impactante de Andrew, en conversación con Miller (Jesús) sobre su cáncer y temas relacionados.

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Índice

– Enlaces a todos los vídeos
– Introducción
– Índices de temas y tiempos de los vídeos

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Enlaces a todos los vídeos (cuatro en total)

vídeo 1 / vídeo 2 / vídeo 3 / vídeo 4

Introducción

Palabras clave y conceptos:
– relación entre la enfermedad y la supresión de emociones (heridas emocionales, adicciones emocionales, expectativas/exigencias, demandas. Ira, tristeza, superioridad)
– relación entre la enfermedad y la influencia de desencarnados (superioridad, ira)
– cáncer
– alma.

Andrew moriría a los pocos días de entrevistarse aquí, en el 2015.

Este es un caso muy gráfico, pues lo que nos pasa a todos (en cuanto a la relación entre la enfermedad, la influencia de espíritus en heridas emocionales (por ley de atracción), ver cómo la fachada «mata»…)… lo que nos pasa a todos… se ve representado aquí «a la vista», pues la exmujer, que había muerto hacía pocos años, tenía contacto consciente con espíritus y hacía de médium de espíritus que deseaban controlar a Andrew.

Estos vídeos los visualizamos con Clau*, Ana Pilar, Juani y Francisco (aunque no con todos a la vez en todos los vídeos).

Ver índices de los temas y tiempos abajo, de cada vídeo.

Intercalamos comentarios nuestros mientras lo vemos, como hacemos a veces, a diferencia de los vídeos donde vemos todo seguido, y luego al final comentamos.

Este tema pertenece por ejemplo a la página guía B.1 de la web.

* Canal de Clau:
https://www.youtube.com/channel/UCTx32q_QFCWi9Uq49F83fsA

Índices de temas y tiempos de los vídeos

Índice vídeo 1

0:00 Introducción
4:58 EMPIEZA VISUALIZACIÓN
7:43 Miller comenta el tema global de las causas del cáncer
8:49 Trasfondo de Andrew, personal: su madre también murió con cáncer, y su exmujer. Esta mujer hacía trabajo con espíritus («espiritista»)
12:18 Andrew comenta sobre su influencia de espíritus, que ya tenía de joven, y por eso buscó ayuda en la que luego sería su mujer. Ella era médium, se ponía en trance
18:58 Miller le invita a recordar lo que hablaron hace años en un taller al que acudió Andrew: allí ya le dijo que estaban influyendo mucho en su vida (espíritus)
22:05 Miller habla sobre «cualquier enfermedad»: supresión de emociones Continuar leyendo «Andrew habla con Jesús sobre las causas de lo que le llevó a su cáncer, poco antes de «morir»»

¿Cómo realizamos la separación entre mente y corazón, en el contexto usual de "maltrato emocional"? Un ejemplo "infantil": una niña visita una residencia de ancianos

[botón para la escucha de este texto desde aquí mismo:]
( Enlace para oírlo y descargarlo en ivoox )
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Hemos dicho que vamos a utilizar el ejemplo de un niño, una niña, que va de visita una residencia de ancianos.
Pero, antes de nada, recordemos esto: no hay víctimas, pero que sí hay un trato «malo», y que por ejemplo el caso del maltrato físico es en realidad menos importante que el maltrato emocional, que está normalizado… y que en realidad podríamos decir que abarca al maltrato físico.
El «maltrato» en general fomenta cierto tipo de elecciones que quitan poder y que quitan de la vista posibilidades… frente a otras elecciones que fomentan la mayor apertura posible de uno mismo hacia sí mismo (hacia «dentro») y de uno mismo hacia el mundo (hacia «fuera»).
En el caso del maltrato físico, es muy sencillo sentirnos justificados (y más si somos pequeños) en fomentar pensamientos miedosos, de impotencia, y en general «interpretaciones miedosas» del mundo.
Por tanto, eso es «maltrato», es «hacer el mal», no porque sea «malo en sí» (pues en realidad la maldad no es verdaderamente lo real), sino porque con esas ideas y actitudes relacionadas con el «castigo» (que son unas ideas y unas actitudes que el maltrato físico de cierta forma intenta «imprimir» en las mentes de todos)… con esas ideas… fomentamos la impotencia, es decir, se fomenta por ejemplo que los niños se sientan justificados pensando que no pueden, que no valen, etc.
En general, el miedo gobierna en cualquier atmósfera de «maltrato», más o menos, y por ello, por si acaso… para defendernos… para que no nos caigan más golpes o más «incomprensión»… no nos permitimos expresarnos –no nos permitiremos expresar sensaciones, sentimientos, opiniones, etc., ya que no esperamos nada bueno si lo hacemos–.
Y la situación de «maltrato emocional» es lo normal en la infancia, donde, «como son pequeños» hay excusa para no preguntar a esos «pequeños» cómo se sienten, qué opinan, qué les gustaría hacer (aunque luego en realidad eso no se pueda hacer, pero al menos preguntar, «contar con»).
Con los niños a menudo hay «barra libre» para todo. Como son pequeños, todo da igual, y los adultos se han criado en esas mismas atmósferas en las que otros adultos tampoco «tenían tiempo para tonterías», así es que todo el mundo sigue sin poder hablar de lo evidente.
Entonces, pongamos que un niño, o digamos una niña, para variar, visita una residencia de ancianos.
Quizá siente tristeza.
Quizá esa tristeza es natural, mostrando una especie de duelo.
¿Duelo? Sí, duelo ante una muerte que ya es muy real, pues los ancianos que ya están retirados o apartados en residencias, ya no tienen en gran medida «relaciones personales»… y tampoco son víctimas más que de sí mismos… pues en general son ellos mismos quienes se han hecho eso a sí mismos. Continuar leyendo «¿Cómo realizamos la separación entre mente y corazón, en el contexto usual de "maltrato emocional"? Un ejemplo "infantil": una niña visita una residencia de ancianos»