El ejemplo de Rubén Gisbert como declaración de una cierta fe concreta (en cuanto al tratamiento de la verdad en política y en la propia vida)

Captura de un momento en que Rubén entra en una residencia de ancianos inundada. Es del vídeo en directo hecho por Rubén el día 31 de octubre del 2024, un día después de la inundación por la DANA en poblaciones valencianas y españolas

Al hilo de lo que estamos viendo últimamente por ejemplo en «Desmitificando de nuevo la fe«:
unplandivino.net/desmitificando-de-nuevo-la-fe/,
… podemos ver un caso concreto de persona que hace declaraciones de fe muy nítidas: Rubén Gisbert, que precisamente ha sido masivamente difamado a finales de este año 2024, pues, como sabemos, en el mundo estamos básicamente en emociones contrarias a la verdad (en miedo y en las creencias asociadas al miedo), y el error lucha contra la verdad «como gato panzarriba», dentro de nosotros.

Rubén hace declaraciones de fe muy manifiestas, independientemente de lo «pura» o impura  que esta fe pueda ser.

La fe no es algo religioso. La fe es la actitud de algo así como una fidelidad a «la verdad interna», que también muestran los científicos, pues la fe se basa en hechos, aunque sean hechos de la certeza sentida internamente (lo que tradicionalmente se llama «conciencia», que es la voz de los sentimientos de la conciencia ─no «consciencia» con ese, sino «conciencia»─).

La fe es como una fidelidad a algo que sabemos que es verdad ahora, y que es algo que deseamos sinceramente para nosotros que sea verdad ahora y en el futuro.

La fe puede estar más o menos impura, en cuanto a que lo que cultiva esa fe sea más o menos fiel a la verdad… pero el fenómeno es el mismo.

La declaración que Rubén Gisbert hace a menudo, es la de «hacer lo que siente que debe hacer», una declaración de lealtad, para poder «morir tranquilo», pudiendo entonces mirar atrás sintiendo cierta paz en ese día de la muerte ─y en general poder mirarse al espejo en el presente, todos los días─.

Y Rubén claramente expresa, por cierto, que ni siquiera cree en la vida más allá de la muerte, y, por tanto, mucho menos «cree en Dios», aunque él y muchas personas asocian de manera irracional y extraña ambas cosas, es decir: la vida tras la muerte, y Dios ─como si fueran indisociables─).

Pero el tema no es ese, porque insistamos, la fe no es algo religioso.

Rubén lo expresa a menudo usando la palabra «deber», en relación a esa especie de «llamada interna» que todo el mundo de algún modo sentimos, y que tiene que ver con un cierto «ser fieles a la verdad y a uno mismo».

Rubén da uno de los mejores ejemplos que he visto nunca de declaración de fe.

Quizá ese tipo concreto de expresión le viene de familia (la expresión del «deber»), y, por cierto, quizá en su familia él tuvo una experiencia algo mejor que la promedio, en cuanto a que su padre y/o su madre puede que fueran más «éticos» que el promedio, en el sentido de que «mantuvieran su palabra» con él, aunque él «sólo fuera un niño».

Esto de ser coherentes con los niños no suele pasar a menudo, por lo que parece, ya que de pequeños todos somos traicionados casi todo el rato con displicencia condescendiente.

Es decir, por ejemplo no se cumplen las promesas hechas a los niños. Con ellos se justifica ser incoherentes. Incoherentes por ejemplo en la enseñanza de lo que se llama «valores», una enseñanza esta que suele ser «inconsciente» y que en general creo que todavía no se tiene como algo realmente importante o primordial, y que ─digamos─ es dada «por el ejemplo», un ejemplo que muchas veces es malo ─es decir, está en desarmonía con la verdad y con el amor─.

 

Desear evaluarnos | Aprender a evaluarnos con las cualidades básicas: fe, verdad, acción, humildad

Índice
─ Enlaces al vídeo
Desear «evaluarnos»

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Enlaces

En el siguiente material, vemos el tema del apartado tratado más abajo.

─ YT:
https://www.youtube.com/watch?v=i-n-VtS_Y0I
─ Descarga:
https://www.dropbox.com/scl/fi/a9ta89n3cvadc9cjjrc6i/20241216-Aprender-evaluar-donde-estamos.mp4

Desear «evaluarnos»

En el vídeo enlazado abajo*, Jesús habla sobre «¿cómo medir, cómo evaluar dónde estoy en el proceso de entender y soltar mi yo desamoroso?«. Empieza en el minuto 2:00, tras escribir la pregunta, y va tratando la verdad (frente al miedo), la fe, la acción y la humildad.

En el minuto 6:26 Jesús comenta que el diagrama se refiere a emociones individuales, y no se aplica a nuestra condición completa, total, salvo por la parte central sobre el terror ─el rechazo global al dolor y al terror─, pues ese rechazo global afecta a todo, es decir, gobierna un enorme conjunto de emociones.

Hemos visto, entonces, cómo se pueden usar las «herramientas» primarias (fe, humildad, etc.) para determinar dónde estamos en nuestro proceso, mediante el diagrama.

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* Material original (vemos hasta el minuto 25:26):
https://www.youtube.com/watch?v=TDcJyYNnb1U
20160525-1410 Session 2 Group Feedback

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El diagrama lo miramos también al principio del vídeo en un formato que pongo también aquí abajo (enlace) ─en una aplicación online para representar cosas─:

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La verdad y la acción (observaciones básicas para crecer en la capacidad de relacionarnos con Dios)

En este vídeo vemos parte de un taller donde Miller presenta de forma básica el tema de la verdad y la acción, dentro del contexto de que somos un alma que, aunque estemos en un planeta muy retorcido… como alma vivimos por y para las leyes amorosas de Dios, para armonizarnos con ellas.

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Este es el taller de Miller (https://divinetruth.com/)

De la primera parte de ese taller vimos este pedazo, con una presentación que trata acerca acerca de algo muy básico sobre las emociones.

Este vídeo pertenece, entre otros, a los temas del apartado A.2 (Los elementos básicos) de la página principal de la web:

El camino de Dios

A.2:

A.2. Los tres elementos básicos

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Un anterior audio breve sobre el camino:

«Reconocer ante Dios humildemente, como niños pequeños, que no queremos sentir nuestras heridas»
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Podcast en ivoox con algunos audios también del tema (solo los más recientes tratan del tema)
Lista de reproducción del camino de Dios en youtube
___ Continuar leyendo «La verdad y la acción (observaciones básicas para crecer en la capacidad de relacionarnos con Dios)»

La civilización y la caca (II)

mariquita en invierno
Hace un par de meses, esta mariquita en invierno, por el centro de España. Licencia CC.by-sa.2.0

[Aviso: algunas de las palabras empleadas en este artículo no suenan tan mal en mi país como quizá suenen en otros países de lengua hispana que no son el mío, España.
Aunque ahora, ahora que estamos todos más mezclados en el mundo, todos los hispanos de todas las regiones… quizá vayamos poco a poco a ir aceptando todos los usos, particularidades, etc.
]
La lección 2 de la vía del corazón, nos invitaba, en febrero, a llevar «consciencia» a cada cosa, a cada acto que hemos automatizado en la vida.
Esa consciencia va entre comillas porque es una «consciencia» que podríamos llamar «adorante», frente a la consciencia usual, de la mera percepción.
En esa «consciencia» o adoración, se trata de permitirnos sentir unidad en cada cosa… sentir «Dios» (o lo que es lo mismo: «Vida»).
Pongamos un ejemplo. Pongamos que nuestro hábito o nuestro trabajo consistiera en matar gente (verdugo).
Si trabajamos en eso, es quizá difícil que pudiéramos lidiar con las sensaciones que nos vendrían a la mente cuando «lleváramos consciencia» a esos actos de «matar gente».
Y así, al no poder seguir «trabajando» como verdugos, matando gente de forma automática tal y como solíamos hacer… así… cabe ciertamente la posibilidad de que dejáramos atrás ese «hábito», ese trabajo… y nos rebeláramos contra aquel «yo» antiguo, nuestro «yo» del pasado, el «yo» que eligió esa profesión, en una elección donde diríamos que se dejó influir, como casi siempre, por la consciencia colectiva (sistemas de ideas, sistemas sociales, etc.).
Pues siempre en alguna medida nos dejamos influir,  «inadvertidamente», por ideas y propósitos que, a menudo, no hemos «hecho nuestros»… es decir, que no nos hemos realmente responsabilizado por ellos, de todo corazón.
Y eso nos termina pasando con cada cosa que «hacemos». Y en el fondo todas las cosas tienen algo «parecido» al ejemplo del verdugo (ya que no hay grados o niveles en las ilusiones, todo es la misma cosa).
Ya hice algún comentario (aquí) donde empezábamos a comentar y a sentir algo sobre los propósitos o las ideas que hay en torno al famoso acto de «hacer caca».
Cuando hacemos caca, nuestra humanidad está (diríamos) en un cierto nivel de «desconexión» de la consciencia adorante, un nivel donde hemos automatizado un acto donde nos desentendemos socialmente (mecánicamente) de la caca.
Pero… mientras… la caca es literalmente una «joya», es decir, es pura vida para muchos microorganismos del suelo y para las plantas (de hecho la caca está repleta de seres vivos).
La caca es un regalo, dentro de la relación que podemos llamar «ecosistema Tierra», y que es en sí mismo también un regalo (si lo miramos con «Consciencia» más allá de la consciencia).
(Y con esto no estamos haciendo ninguna valoración. Es simplemente «un hecho» en el modo en que hemos construido nuestra realidad física como Mente que sueña universos físicos… y que, con estos universos, se da instrumentos para poder «adorar a Dios» a través de sus creaciones.)
Y bien, este es nuestro universo. Lo hemos creado de cierto modo Nosotros, como seres de luz que tienen poder creativo gracias a ser eso mismo, «seres de luz» (es decir, «hijos» de algo no físico)… y unidos además, todos, con múltiples «espíritus» que ahora desconocemos por completo… pero que son nuestros «hermanos»… en infinidad de «dimensiones».
Hemos creado este universo en el poder creativo que somos en unidad…, como luz divina creada por el Padre-Amor de toda Luz. Continuar leyendo «La civilización y la caca (II)»